Ojos carmesí
Casi nadie puede sostenerle la mirada a Red.
Son contadas las personas a parte de Green que pueden sostener su mirada porque es un tanto… tenebrosa.
Pero lo único que tienen sus ojos de “Terrorífico” es el color, un rojo carmesí muy profundo. Algunas personas dicen que su mirada es la de un demonio, que es fría y tétrica entre otras cosas
Nadie se atreve a ver más allá del color de sus ojos, nadie puede ver que dentro de él se encuentra una persona adorable, cariñosa, presumido hasta hartar (o al menos solo con Green)... y un tanto empalagoso.. Sin embargo el castaño no podía negar que se moría de amor por él.
Green subía con pesadez el monte Silver, tenía que caminar monte arriba hasta llegar a la cueva donde se alojaba su pareja sentimental.
La nieve comenzó a caer, y el joven resoplo pensando en lo difícil que de por sí ya era subir esa jodida montaña y ahora con nieve era peor y no podía evitar pensar en que Red es muy fuerte tanto física como mentalmente.
Físicamente porque prácticamente vive como ermitaño en esa cueva húmeda en una de las montañas mas heladas de la región.
Y mentalmente porque desde que era pequeño siempre estuvo un tanto distanciado de los demás… Más bien los demás estaban distanciados de él por una simple y estúpida razón: El color de sus ojos. Solo estaba con ellos cuando hablaban de pokémon y esas cosas pero si no era esa razón a nadie le importaba sus sentimientos. Podían hablar con él siempre y cuando no lo vieran a los ojos.
A Green en lo personal le parecía un color maravilloso ya que no cualquiera tiene los ojos de ese color.
En el fondo sabía que una de las razones por las que Red quería convertirse en el campeón de la liga pokémon era para que le gente lo reconociera y no temiera de su mirar. Y funciono… en cierto modo.
La gente le admira y se queda maravillada con él pero el problema es que aun así las personas no lo pueden ver a los ojos por miedo.
Red es el tipo de persona de la cual si no les preguntas su opinión no te dicen nada. Es bastante serio y raras veces sonríe cuando está con otras personas. Antes cuando era más pequeño siempre estaba feliz y trataba de acercarse siempre a los demás, siempre ayudando y ponía a sus pokémon por encima de todas las cosas.
Pero su forma de ser cambio un poco mientras fue creciendo, se fue volviendo más serio y maduro, se acerca menos a las personas pero sus sentimientos hacia los pokémon siguen igual.
Siguió caminando pensando en lo lindo que era Red de pequeño cuando inicio su viaje como maestro pokémon. Levanto la cabeza al percibir un destello de luz, ya estaba cerca de la cueva. La luz lo más probable es que vendría de una fogata encendida por Charizard. Estaba un 90% seguro de que así era.
Extrañaba bastante a su Charizard así como Red debía de extrañar a Saur de igual manera, pero el maestro pokémon necesita más a uno tipo fuego y volador por vivir en una montaña y está bien, un Venusaur es un gran pokémon para cualquier líder de gimnasio, pero eso no cambia el hecho de que extrañaba a su pokémon, fue con quien inicio su viaje, Red también con Saur… Bueno no exactamente, el empezó con Poli pero lo tiene desde que era muy pequeño. Así que prácticamente inicio su viaje con un equipo de dos pokémon y más adelante consiguió a Pika… estaba divagando, empezó pensando en los ojos de Red y ahora pensaba en sus pokémon y en cuanto extraña a Charizard… pero estaba seguro que extraña más al campeón de la liga..
Lo bueno es que tendría la oportunidad de pasar unos días con Red ya que los gimnasios cerrarían durante una semana para dejar descansar a los líderes de gimnasio, se hacía eso cada cierto tiempo para que los lideres se tomaran un respiro se sus responsabilidades.
Red casi nunca bajaba de ese monte, solamente lo hacía cuando necesitaba comida, agua, pokeballs o cualquier otra cosa, a veces iba a visitar a su madre y de paso a Green peor debido a todo el trabajo como líder no podía estar con él.
Al fin logro llegar a la cueva donde vive. Pudo ver el fuego prendido una fogata justo en medio, paseo su vista un poco más a la izquierda y lo vio:
Estaba dormido hecho bolita en su saco de dormir. Se acerco a él, se ve muy lindo cuando está dormido. Sus ojos cerrados, su lento respirar y su cabello desacomodado sobre su cara.
No le sorprendía que este dormido, ya era bastante noche y debía de estar cansado.
Red siempre ah tenido el sueño pesado, se puede caer rodando por el monte plateado y sigue dormido así que sabía que haga lo que haga no se despertara hasta mañana.
Suspiro y dejo sus cosas a un lado, después removió la manta con la que está tapado Red para acostarse junto a él. Grande fue su sorpresa al ver que Red solo estaba durmiendo con una camisa y sus bóxers, ¿Cuántas veces le había dicho que si sigue así de descuidado se va a enfermar? Pero no quiere entender.
Suspiro resignado, así es Red; nada se puede hacer.
Se acomodo junto a él y lo abrazó, extrañaba poder hacerlo. Casi no lo ve y cuando hablan es solo por el pokegear y era demasiado tiempo que no lo abrazaba…. ¿2 meses? No… más, son 3 meses y medio que no lo abrazaba.
Estaba cansado pero no tenia sueño… curiosamente. Solamente quería ver la linda carita que tiene Red mientras duerme, se acerco y le beso la mejilla levemente, su piel está fría ahora que lo notaba. Supuso que por dormir en ropa interior.
Se veía tan lindo durmiendo, lo había extrañado demasiado y era demasiado tiempo que no estaban juntos que no pudo evitar juntar lindamente sus labios en un contacto suave y dulce.
Aprovecho que tenía la boca para besar más profundamente al dormido Red que tenía ahora debajo de él. Empezó a levantar la blanca camisa que traía puesta que contrastaba perfectamente con su piel morena y sus bóxers grises.
Algo dentro de él le decía que parara, Red estaba dormido y era bastante bajo tocarlo mientras dormía, eso era violación pero… Después de tres meses sin poder tocarlo, ya no lo resistía. Necesitaba acariciar ese cuerpo y fundirse con él. Pero antes tenía que despertar a su novio.
Lo empezó a besar con intensidad acariciando su lengua con la de él, explorando esa cavidad y probando el sabor de sus salivas mezcladas, paseaba sus manos que estaban frías por todo el abdomen, vientre y pecho del maestro pokémon.
El cuerpo del moreno empezó a reaccionar ante las caricias proporcionados por el de ojos esmeraldas. Su cuerpo comenzaba a calentarse y su miembro se estaba poniendo erecto.
Después de deleitarse con el suave roce de la piel bajo sus manos decidió acercarlas a los ahora duros pezones de Red.
Soltó un suspiro al sentir los dedos de Green tocando sus puntos débiles y un leve color rosa apareció en sus mejillas pero seguía sin despertar.
-Vamos mi bello durmiente despierta- susurro en su oído para después morder su oreja y bajar su mano a su entre pierna acariciando encima de la tela.
-Ahh.. Mmm..- Gimió al sentir la mano del líder del gimnasio acariciar por encima de sus bóxers su parte sensible y sus mejillas que estaban rosas empezaron a cambiar a un rojo carmín al mismo tiempo que su miembro se ponía cada vez más duro.
-Despierta, pareces un snorlax perezoso.- bromeo en un susurro para después apretar fuertemente la hombría del moreno.
Red finalmente abrió los ojos sorprendiéndose al notar que su amante estaba encima de él tocándolo de tal manera.
-G…Green, ¿Q..q..Que haces aq..aquí?- pregunto cómo pudo debido a la excitación que tenía.
-Quería verte- dijo simplemente para meter su mano y comenzar a masturbar fuertemente la hombría del maestro pokémon.
Los gemidos de Red no se hicieron de esperar le gustaba cuando Green lo tocaba de esa manera pero le sorprendió de sobremanera el hecho de encontrarlo encima de él en esa posición.
Al fijarse mejor en la posición exacta en la que estaban noto que el tenía la camisa levantada y sus bóxers a la mitad de sus muslos. No le agradaba mucho la idea de el estar semi-desnudo y que Green estuviera aun con su ropa intacta.
Sin pensar mucho en lo que hacía levanto sus manos para bajar el cierre de la chamarra de su seme; prosiguió por bajar su mano para bajar de un cierre pero esta vez de su pantalón y desabotonarlo de igual manera.
-¡Ah!- exclamo al sentir como el moreno apretaba su miembro de igual forma que él hacía hace unos momentos y después colaba su mano dentro de sus pantalones.
-No es justo que solo tú me toques- murmuro en su oído mientras seguía jugueteando con su mano causándole escalofríos al de ojos esmeraldas.
Red hacía un gran trabajo, de verdad lo conocía bien y sabía cómo le gustaba que lo tocara. El calor empezó a inundar su cuerpo así que aparto su mano del miembro de su novio para quitarse su chamarra y su camisa quedando solo con sus pantalones puestos.
También retiro completamente la blanca camisa y los bóxers del de cabellos negro azabache provocando un gran sonrojo en sus mejillas en él al encontrarse desnudo y excitado debajo del líder de gimnasio.
-Te vez muy lindo así mi querido pikachu- bromeo para después besar vorazmente los labios del entrenador.
Siguió masturbando fuertemente el miembro de Red y de igual manera que él lo hacía con el suyo hasta que las ganas de entrar en su cuerpo fueron más y llevo su mano a la entrada del maestro pokémon.
-¡G..Green!- gimió al sentir como uno de los dedos del castaño se abría paso entre sus entrañas.
-Relájate, solo respira- sabía que le dolía, después de todo hace ya 3 largos meses que no mantenían relaciones, debía suponer que estaba desacostumbrado.
Para compensar en dolor que le estaba causando empezó a besar su cuello y pecho paseándose por sus ahora duros pezones lamiéndolos y mordiéndolos con delicadeza.
-Ah…- Green amaba escuchar a su querida Red de esa manera, era como música para sus oídos escuchar como su querido novio le decía que le gustaban sus caricias por medio de sus gemidos.
Después de un rato el castaño sintió que estaba listo. Retiro sus dedos y dando un suave beso a los ahora rojos labios del azabache empezó a entrar a ese maravilloso cuerpo que amaba.
Los gemidos se ahogaban en sus bocas los de uno eran de excitación mientras el otro era de dolor. Había pasado ya mucho tiempo desde la última vez que se encontraban así y ya estaba totalmente desacostumbrado pero estaba dispuesto a soportar ese dolor ya que sabía que después de unos minutos todo eso sería reemplazado por un inmenso placer.
Se separaron del beso que los unía y se miraron a los ojos. Rojo y verde se encontraron el no con el otro, en ese momento estaban en un tipo de trance en el que nadie los podía sacar. Podían ver atreves de la mirada del otro provocando una inmensa pación y un interminable amor entre ambos.
Green comenzó con las estocadas de forma leve pero a medida que sus cuerpos pedían más no podía evitar subir el ritmo de las estocadas hasta volverlas salvajes penetraciones.
Red tenía arqueada su espalda, sus mejillas estaban tan rojas como el color de sus ojos. Tenía su boca entre abierta dejando salir sus gemidos de placer y se mantenía fuertemente aferrado a los hombros de su seme; por el punto de vista del castaño era una imagen demasiado excitante ver a su querido amante de esa manera.
-Te extrañe mucho Red- dijo a medida que besaba suavemente las mejillas del mencionado.
-Ah.. y..yo a ti.. Ahh..- dijo como pudo ya que la excitación no le permitía hablar.
Después de varias docenas de minutos en esa posición lo inevitable estaba a punto de suceder.
El oji esmeralda estaba a punto de correrse pero no podía permitirse hacerlo sin antes haberlo hecho su amado novio.
Llevo su mano hasta donde se encontraba el miembro de red y comenzó a masturbarlo fuertemente notando al instante lo duro que estaba y como comenzó a gemir más fuerte señal de que también estaba en su límite.
-Gr..Green… yo voy a.. ¡AHHHH!- grito al sentir como un cálido líquido llenaba sus entrañas y el al instante dejo salir su esencia terminando simultáneamente.
Con la respiración aun agitada, como pudo el castaño salió del cuerpo del azabache para después abrazarlo fuertemente y acurrucarlo entre sus brazos para dormir el resto de la fría noche juntos.
-Te amo- menciono después de regularizar su respiración.
-Y yo a ti Red- le beso la frente con cariño.
Se miraron a los ojos unos momentos antes de cerrarlos y caer en un profundo sueño ambos abrazados proporcionándoles la calidez que tanto necesitaban.
-No solo los ojos de Red son especiales, todo él lo es- fue el ultimo pensamiento del líder de gimnasio antes de dejarse llevar por los brazos de Morfeo.
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