Capitulo 1
Hace unas semanas mi hermanos se fue de viaje y lo último que me dijo fue que deseaba para su cumpleaños con todo su corazón un producto en específico, me dio los detalles y la dirección de la tienda, pensé que era un juguete, puesto que los detalles del producto eran características para un muñeco… Recuerdo que cuando llegue a la tienda y vi el nombre del lugar, mis mejillas se ruborizaron tanto que algunas personas se quedaron viéndome, “Juegos sexuales” así se llamaba la tienda… ¿Qué era lo que quería mi hermano de ese lugar? no lo sé, pero esperaba que en verdad fuera un muñeco.
Entre en la tienda y un joven de ojos claros me atendió, le tendí el papel con las anotaciones de mi hermano, él las anoto en el computador y solo me dijo que el pedido sería enviado a la casa lo más pronto posible.
Antes de salir di una vuelta por el local, veía fotos de tipos muy atractivos colgados en las paredes; admito que mi bisexualidad prefería más a las mujeres que a los hombres, debido a mis altas preferencias por ellos… no me conformaba con cualquiera, el hombre tenía que ser muy llamativo para poder llamar mi atención y robar algunas de mis miradas; no es por ser pretencioso, pero no me conformo con alguien que sea menos agraciado que yo, cosa que según mis oídos, no era nada fácil; una de las fotos me llamo mucho la atención, era un chico alto de cabello negro y lacio, sus ojos… fue eso lo que me llamo la atención, ¿Qué había en ellos? No, no eran sus ojos… era su boca… ¿delicada? Me quede observándolo por un momento y luego Salí del local, en verdad un simple poster no poda mantenerme entretenido por mucho tiempo.
Mientras buscaba el estacionamiento de mi carro, recordé los días en los que mi hermano me acompañaba hacer todas las cosas y los días en los que reíamos a carcajadas en la sala de la casa viendo películas de ciencia ficción o de horror, aunque en realidad el que se reía viendo las películas de horror era él, porque siempre terminaba riéndose de mi cada vez que me asustaba, el sabia que luego de cada película de miedo detestaba quedarme solo y que le temía a la oscuridad… que se haya ido a trabajar a otro lugar me hace sentir que la casa está extremadamente fría y que el recibo de la luz llegue alto….
A petición de mi hermano llegue a esa tienda tan extraña y compre uno de sus productos; los días pasaron, ya eran semanas y la entrega aun no se hacía presente, pensé como una de tantas veces que me habían robado el dinero… Hasta que ese día llego, abrí la puerta y él se encontraba recostado en el marco de la entrada, tal como lo había pedido, cabello negro, ojos de un azul profundo… un cuerpo que estaba a la par del bien formado cuerpo de Choi Siwon… creo que algo en él se me hacia familiar, estaba seguro que lo vi en algún lugar, pero ¿En dónde? Lo mire por un corto tiempo hasta que él abrió la boca.
-¿No me vas a dejar entrar? – Dijo arrogantemente, sus ojos me miraban casi con desprecio… ¿era posible que me odiara sin conocerlo?
Sin vacilar me moví de la entra para que el pasara… y con una ademan de manos le dije que entrara, su estatura era impresiónate y su espalda daba una sensación…
-Disculpa las molestias, en mi estadía intentare hacerlo lo mejor posible – se acerco demasiado a mí, invadiendo mi espacio personal, no había terminado de entrar en la sala cuando él estaba encima de mí – Me imagino que tengo que comenzar hacer mi trabajo ahora… - ¿Es que él creía que era yo el necesitado?
-Te equivocas, no soy tu dueño…
-Pero tú me compraste - Me miro extrañado…
-Lamento tu decepción, pero no estoy tan necesitado como para comprarte y sin ofender no eres de mis tipos y si lo fueras, tú estarías ahora mismo rogándome por estar conmigo no lo contrario – en realidad él era mi tipo, hasta más que eso, pero su arrogancia me saco de quicio – Ahora mismo no puedo explicarte nada pero cuando regreses lo sabrás.
Salí de casa dejándolo en la entrada, tenía muchas cosas en que pensar, en especial porque en unos pocos días la persona a la que amo se casara. Recibí el mensaje de Erick invitándome a un bar, era viernes por la noche ¿Por qué no?
Las calles estaban relativamente frías por lo que me arrepiento de no haber sacado el abrigo de casa; entre en el bar y vi como Erick se balanceaba sobre una mesa con otro tipo, definitivamente Erick adoraba llamar la atención, no importaba si todos lo veían por tener esa aura de “sexo” alrededor suyo, pero siempre se las arreglaba para hacer algo fuera de lo normal porque si no, no sería él. Cuando me vio se bajo de la mesa, dejo al otro tipo y me llevo a donde se encontraba Julián y Susan, se encontraban charlando con unas botellas recién empezadas en la mano.
-¡Vaya, Vaya!, ¡Quien diría que el señor “elegante” llegaría a esta clase de lugares! – Pues sí, es verdad, no soy de ir a bares… desde que empecé a trabajar en la empresa de la familia deje todo esto atrás, y el tipo que tengo frente mío lo sabía mejor que nadie, puesto que era él el que me acompañaba a todos los lugares junto con Erick.
-¡Nunca digas nunca, mi querido amigo!, ¡veo que tus cabellos siguen igual de rebeldes! – me burle de él mientras podía, antes de que colocara cara de ermitaño al ver a su ex novia entrando por la puerta.
-¡Deja de molestar!… ¡Me iré un momento! – Se coloco de mal humor, lo sé… lo malo de esto es que cada vez que sucedía, él tenía que ir por alguien
La ex novia se Julián llegaba a mi lado y volteó ver a Susan - ¡Mi querida Susan! ¡Tato tiempo sin verte, ¿dónde está el idiota de tu novio?!- Susan, desde la escuela ella siempre ha sido la niña de mis ojos, como la pequeña hermano que nunca tuve, siempre tan tierna y rodeada de gente perversa, intenté por todos los medios que nadie se le acercara, con esa personalidad tan angelical y la carita de muñeca que atraía a todo el alumnado, me costó mucho trabajo dejarla ir con el idiota de Shon – ¡Veo que te dejaste crecer el cabello- Canturreo - Tus risos siguen igual de hermosos, y los ojos verdes no pierden ese brillo que tanto amo! ¡¿Iras a dormir a mi casa como cuando éramos pequeños?!
-¡Eso ni lo pienso, sabes que ahora estoy viviendo con Shon y el no me dejara ir a tu casa! – Rompió en risa cuando vio a su novio atravesar la pista de baile con cara de malos amigos.
-¡¿Por qué rallos me dejas solo en la entrada con esos tipos que legaste?! – Está furioso, lo delataba el color rojo de su cara.
A lo lejos, había algo que me llamaba la atención, el chico del poster, mejor dicho, el tipo que debería estar esperando en casa, se encontraba bailando con yo no sé quien en la mitad de la pista… no pensé en lo que estaba haciendo hasta que me encontré frente a él con mi mejor cara de póker, él me vio despectivamente para luego sonreírme pícaramente…
-¡¿Quieres algo?! - Pregunto, ¿es que él podía preguntar?
-¡¿Es que te interesa?! – Respondí a acercándome más a él.
- ¡Tal vez!
-¡¿Me seguiste?!
-¡¿Te crees tan importante?! – ¿Es que no lo era?
-¡¿No podías esperar?!
-¡¿Por qué supones que te seguí?!
-¡¿Qué más puedo esperar de ti?!
-¡Interrumpes mi baile! – Se quejo.
-¡¿A quién le importa?! - ¿Prefería a un baile antes que a mí? ¿No era él el que estaba hace poco sobre mí? No sé por qué motivos sus palabras hicieron algo en mí, pero puedo creer que tal vez me dolieron un poco.
-¡A mí! – En una discusión de dos apareció un tercero, el tipo con el que el bailaba me volteaba hacia él con brusquedad, no, no podía aguantar esto de nadie… golpeé la mano que me agarraba y me pare firme frente a él.
-¡Estas interrumpiendo algo! – Le dije.
-¡Eso mismo puedo decirte a ti! ¡Muévete o te muevo!
-¡Atrévete! – Antes de que el tipo colocara su puño en mi rostro él ya se había colocado delante mío para detenerlo, el puño del otro tipo atino a su rostro - ¡Pero!… ¡Que rayos! ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Maldita sea! – Mire al otro tipo con mi peor cara, tenía tantas ganas de atizarle un buen golpe pero Erick me lo impidió, vi la cara de Susan… ¿Es que no podía hacer nada cando ella se encontraba cerca? Tome al imbécil por el que me encontraba en esa situación y Sali del bar, afuera de ese bullicio podía pensar mejor.
-¡Maldita sea! – Grite, mire al tipo que tenía al lado y ahora que lo pensaba, ni sabia su nombre - ¿Cómo te llamas? – Pregunte mientras caminábamos en direcciona al estacionamiento.
-¿Ahora te preocupas por eso? – ¿Es que él quería que lo golpeara?
-Solo… dime tu nombre… - ya no podía hacer mas nada, mi Susana se casaba, había quedado como un idiota frente a ella, había ido en busca del tipo que llego esta mañana sin pensarlo y… definitivamente estaba perdiendo mi cordura –Yo me llamo Ethan, mucho gusto – Extendí mi mano pero el dudo en aceptarla.
-¿No crees que es muy tarde para las formalidades?
-No es mi culpa que las cosas sucedieran de esta manera…
-Oh… sí que lo es….
-¿Perdón? Pero yo no fui el que se lanzo apenas verte…
-Lamento entonces no saber a quién estoy destinado – Ese tono sarcástico que tiendo a utilizar, escucharlo en otras personas es algo irritante.
-Podrías haber preguntado antes de lanzarte como fierra hambrienta.
-Quien te manda a tener ese aspecto.
-¿Estas culpándome de esto?
-No, para nada… - Otra vez ese sonidito…
-Dejemos esto bien claro, yo te compre, sí, pero no para mí, si no para mi hermano mayor, cumplirá en pocas semanas y me pidió con muchas ganas que comprara un “producto” en especifico de la tienda en la que trabajas o te vendes como sea, él ahora se encuentra en un viaje de negocios, cuando llegue será el día de su cumpleaños y ese día es que comenzara tu trabajo, no antes… y será con él, no conmigo…. ¿Entendido?
-Más claro que el aire.
-Ahora, déjame ver tu cara, parecía que ese tipo tenía mucha fuerza – alce mi mano para tocar su rostro, pero él se aparto - ¿Qué pasa?
-No me gusta ser tocado por quien no me…
-Déjate de estupideces – lo hale – Ese golpe se ve mal, será mejor que lleguemos a la casa y te coloques algo allí – Tome las llave, desactive la alarma y entramos al carro, el trayecto fue totalmente silencioso, el no decía nada, ni si quiera su nombre… y yo no se lo pediré mas.
La casa estaba fría, como siempre, detesto ese sentimiento de soledad que me embarga cuando no hay nadie esperando en casa, él entro luego que llego, se tiro en el sofá y prendió el televisor, fui a buscar las medicinas, no se cual es el motivo por el que me preocupo por él, pero sea cual sea el motivo tengo que averiguarlo antes de que el que salga golpeado sea yo.
Me acerque y me senté a su lado, no me miro si quiera, ¡es eso! Estoy molesto porque no le llamo la atención, ¡es eso lo que tanto me molesta! Adoro cuando mi cabeza hace todo lo que le pido.
-Toma, ponte esto… - No dijo nada, no es que esperara una respuesta, pero por lo menos un sonido para saber que no es un sonámbulo – Creo que te debo una disculpa… - Si es verdad- no te di las gracias por recibir el golpe y luego termino discutiendo contigo, no he sido educado, por favor, acepta mis disculpas – en verdad que no espero respuesta, pero no miento al decir que desearía escuchar así sea un “púdrete”
-Me llamo Sebastián – y eso fue lo único que dijo en el resto de la noche, yo me fui a dormí y lo deje a él, en la habitación de mi hermano, en todo caso, cuando el regrese, estarán durmiendo juntos.
No sé porque ese pensamiento me golpe el pecho, pero era la verdad, Sebastián... estará con mi hermano.