Gracias a Giselle por betear
Atención: Sherlock Holmes pertenece a Sir Arthur Conan Doyle y a la BBC, esta historia es para entretener, no se gana ningún dinero con ella.
La Nota
Sangre, sangre… cierra los ojos y sólo puede ver la sangre.
La de Sherlock pintando su cara y el asfalto.
Ese color carmesí que, como un velo, lo envuelve todo y la oscuridad teñida lo desorienta junto el desconcierto y los pitidos constantes en sus oídos.
Todo le da vueltas y el dolor en su cabeza por culpa del golpe con el ciclista parece recorrer cada una de sus articulaciones.
Subiendo por su espalda y cuello hasta explotar en su cerebro.
Alguien le habla, pero no puede entender palabra alguna, su alrededor sigue moviéndose como una montaña rusa y el mal sigue estrujándole, conquistando su espalda y cuello.
Quiere hablar
Quiere gritar, llorar, reír… convencerse de lo que acaba de suceder es mentira.
“Un engaño”
“Falso”
Pero esa imagen, la de Sherlock… “La sangre”
Sigue grabada en su cabeza y no la puede apartar de su persona
“Borrar”
“Eliminar”
Vuelve a oír voces a su alrededor, ruido que es molesto e incrementa su dolor de cabeza como un martillo golpeándole en el centro de esta.
Abre los ojos de nuevo y la luz le irrita. Parpadea.
Un grupo de personas esta a su alrededor, una mujer de mediana edad se agacha y le toca con cariño los hombros.
Le dice algo.
Pero John tarda en comprender lo que sale de sus labios: “¿Estás bien?” comprende segundos después por que le cuesta pensar, respirar.
Moverse, quiere levantarse al encontrase sentado en medio del asfalto, apoyado en una pared a escasos pasos de donde Sherlock…
—Sherl…— Intenta decir alzándose, pero las piernas le fallan.
Unos brazos desconocidos lo cogen y lo vuelven a sentarlo en el suelo.
Gira la cabeza ignorando sus dolores punzantes en la sien y el intenso mareo que retorna tambaleándolo incluso estando sentado.
Mira hacia los médicos que rápidamente recoger el cadáver de su amigo llevándoselo… dejando sólo esa mancha en el asfalto.
“La sangre”
John cierra los ojos de nuevo intentando no llorar.
Procurando controlar todas esas emociones que revolotean por su interior comprimiéndolo, aplastándolo como si un invisible puño agujerara la boca de su estomago con crueldad.
La aflicción le controla haciéndolo temblar de pies a cabeza con violencia y en ese instante no sabe, no recuerda no comprende, cuánto tiempo ha pasado desde que ha visto a Sherlock… pero le perece mucho, mucho…
Y no sólo unos segundos.
Vuelve a escuchar ruidos a su alrededor, pero los ignora y necesita unos instantes para darse cuenta que es su propio móvil que está vibrando.
Quiere pasar de él ya que su sonido es incómodo y le molesta, pero entonces recuerda las palabras de Sherlock…
“Mantén los ojos fijos en mi”le dice alargando su mano libre como si deseara agarrarlo.
—Por favor, ¿puedes hacer esto por mí? — Le pregunta con un extraño tono de voz, conmovido y afectado algo poco común en Sherlock.
Jhon casi no se atreve a decir: ¿Hacer qué? Pero lo dice al fin con temor.
“Esta llamada es…” Le escucha continuar de una manera que contrae su corazón con fuerza.
“¡No, no, no!” Se dice sin palabras
“Mi nota”
“Es lo que la gente hace ¿no?”
¿Dejar una nota?
…
—Dejar una nota…— Repite como embrujado por el recuerdo y sólo es conciente de que lo ha dicho al oír su propia voz.
Coge el teléfono con esfuerzo ya que le tiemblan las manos por culpa del nerviosismo y no necesita mirarlo para saber que es de Sherlock, lo abre y lo mira obligándose a si mismo a hacerlo.
Su nota.
Su última nota.
“Yo también”
SH
Dice
Lee sus simples palabras,
—¡Sherlock!— Gime sin poder apartar los ojos de ese mensaje conmovido.
Su amigo siempre tiene que tener la última palabra.
Su mejor amigo…
“¿Su…?”
Había tantas cosas que había querido decirle, pero no las dijo.
“¡No!”
“¿Y ahora?”
“Nunca…”
“¿Por qué ahora?” Repite sintiendo las lágrimas resbalando por sus mejillas al fin.
—¡¿Por qué?!— Exclama intentado controlarse, pero eso ya no era posible.
Hacía meses que había susurrado esas palabras a Sherlock cuando estaba drogado y derrotado por culpa de “La mujer” en su cama.
“Te quiero” Le había dicho en un arrebato de celos y por culpa de la preocupación.
Y por qué ahora le había… “¿Por qué?” volvió a preguntar, pero no obtuvo respuesta alguna.
Ya que Sherlock había muerto.
¿Fin?
Hola a todos,
Me uno al grupo de fans indignados, no por el final de este maravilloso capítulo, sino por qué tendremos que esperar al 2013 para ver el rencuentro ¬¬ en fin. Espero que les guste.
¡Muchas gracias por leer!
Y por favor Comentarios...
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Zoe Wayne
Amor Yaoi
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