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Un intento de rescate fallido por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del fanfic:

Pues tiene parejas bastante raras y poco comunes pero espero que les guste , este fic esta hecho con una dedicacion a Drako Zero mi esposi 

por que las parejas le llamaron la atencion y aqui un lemon de ellas!

 

Notas del capitulo:

Pretexto para un terrible lemon.. XDD pero espero les guste

-Muy bien, aquí están los planos- comenzó un chico de larga cabellera violácea.

-¿Milo que es eso?- Interrogaron un par de guapos gemelos observando una casa que parecía hecha por un niño de kínder.

-Son los planos para el rescate- contesto el aludido orgulloso.

-¿ya están los planos para el rescate?- Pregunto un joven albino, sentándose en la cama donde los otros tres chicos se encontraban, para observar el enorme papel que el menor sostenía.

-Milo tienes 17 años estas en clase de arte, ¿y esto es lo mejor que puedes hacer?- pregunto el menor de los gemelos.

-Pues tú tienes 19 y no creo que puedas hacer un trabajo mejor- le respondió Milo algo enfadado.

-¿Qué es esa araña en el cuarto de Aiacos?- Pregunto el albino que tenia un ligero acento italiano, al observar el “plano”.

-No es una araña, es un cangrejo y eres tu- explico Milo, observando a todos con enfado- Pero si les molestan tanto mis diseños me los llevo y ya- refunfuño el menor comenzando a doblar el papel.

-No es para tanto- le detuvo el mayor de los gemelos- Es el único plano que tenemos, además me parece que la escala y la estructura de la casa están muy bien hechas Milo-

-Gracias primo- le sonrió el menor al gemelo- Por lo menos Saga aprecia mi arte.-

-Si, como sea bicho, comencemos-

-Dante no me llames bicho-

-Te llamo bicho desde que tenias 6 y yo 8 y lo seguiré haciendo ahora- Hablo el italiano, provocando un bufido en el menor.

-Entonces yo te diré cangrejo- le grito Milo al tiempo que le sacaba la lengua.

-Ya basta- exclamaron los gemelos al mismo tiempo.

-Dante….- comenzó Saga-…. esto lo estamos haciendo por ti, no es para que critiques a Milo, dio su mejor esfuerzo,  y si no se controlan esto no saldrá bien.-

Todos asintieron para continuar con los planes, un par de horas después de estar observando el dibujo y marcar sus lugares, y de que Kanon refunfuñara por que su personaje de dragón parecía una lagartija en una caja, mas que el en su lujoso auto, estacionaron  a las  11 de la noche frente a la lujosa casa Keeney, donde vivía Aiacos novio de Dante, este último había arreglado un fin de semana para ellos, pero debido a que el chico solo tenía 17 años, sus hermanos mayores a cargo de el no se lo habían permitido.

-Muy bien, comencemos la misión romeo y Julieta- exclamo Milo.

-De nuevo, ¿Por qué permitimos que el bicho le ponga nombre a todo?- se quejo Kanon.

-Ya vamos- apresuro Saga, para que los cuatro se bajaran del vehículo.

La enorme barda era el primer obstáculo para los chicos, Kanon que era el que se quedaría en el carro presto sus hombros para que uno por uno fueran brincándose a la casa. Después de eso corrió al auto para checar la frecuencia de los pequeños micrófonos que cada uno portaba en el.

-Cangrejo- Comenzó a pasar lista Kanon.

-Aquí- respondió con voz áspera el aludido.

-Bicho-

-Bicho, reportándose, cambio y fuera- dijo Milo sonriendo ya que todo ese juego de espías le encantaba.

-Copia barata-

-Kanon…- dijo molesto el gemelo mayor.

-Si ya se que allí estas- se rio el “Dragón” desde el auto.

Los tres rápidamente tomaron caminos diferentes para comenzar con el plan.

Milo se  subió en uno de los arboles que rodeaban la piscina desde el cual se tenia una perfecta vista de la casa y sus ventanas, tomando unos binoculares para vigilar por si algún sirviente aparecía.

Mientras tanto el  primero en entrar a la casa fue Saga, el cual se iba a ir a asegurando de que hubiera  pasillos libres para el escape. Entro por una puerta secreta de acceso que tenia el sótano, hasta salir a la sala.

-Ya estoy adentro- informo Saga.

-Muy bien- asintió Kanon, desde el auto.

-¿Cangrejo ya encontraste la ventana que la cocinera siempre deja abierta?-

-Estoy en eso- respondió el italiano.- listo la encontré.- Exclamo.

-¿Milo algo extraño?- cuestiono el gemelo menor.

-Nada por el momento, al parecer como sospechábamos hoy es el día descanso de los sirvientes.- Reporto el menor de los griegos, sin percatarse de que una persona estaba frente a la piscina, afortunadamente esta tampoco se había dado cuenta del chico. 

-Muy bien, Dante, todo esta despejado para que avances a su habitación- 

-Gracias amigo- dijo Dante comenzando a avanzar con cautela.

Saga se encontraba en el lumbral de la puerta de un despacho, la cual daba vista a la recepción y a las escaleras que subían hasta la habitación de Aiacos.

-Señor Saga, ¿puedo saber que hace aquí?- interrogo una voz a sus espaldas, Saga se giro asustado dando unos dando unos pasos hacia atrás de donde estaba hasta topar con un escritorio.

-Maestro Radamanthys- sonrió Saga- ¿Cómo ha estado?-

El rubio se le acerco intimidante- Señor Géminis, repito, ¿Qué hace usted aquí?- Saga maldijo internamente como se le pudo olvidar que uno de los medios hermanos de Aiacos era Radamanthys Keeney afamado Abogado y mas que otra cosa su profesor de leyes.

-Pues vera yo…-

-Creo que ha asistido a suficientes de mis clases para saber que meterse a las casas ajenas es un delito-

-Si yo… vera…-

-Llamare a sus padres- resolvió el mayor comenzando a darse la vuelta.

-Espere- le detuvo Saga, sabiendo que su amigo no tardaba en pasar por allí.

-¿Qué quiere?- pregunto exasperado el rubio, ya que al parecer y por el traje estaba estresado llegando de trabajar.

-Yo vera… yo…- no sabia que inventar.

-No intente dar excusas llamare a sus padres- Radamanthys estaba apunto de darse la vuelta en el preciso momento en el que Dante pasaba por allí.  Reaccionando Saga lo jalo instintivamente del brazo.

-Vera, usted me gusta mucho- dijo rápidamente para estampar sus labios contra los del mayor mientras le hacia una seña a su amigo con la mano de que continuara.

El “cangrejo” obedeció subiendo rápido las escaleras.

Saga en ese momento siguió besando a su profesor, aunque lo había hecho por proteger la misión en verdad que estaba disfrutando esos labios maduros contra los suyos.

Al despegarse por falta de respiración, Radamanthys lo observo de manera fiera para relamerse los labios y darse la vuelta.

Saga pensó que iba a llamar a sus padres y se apuro por informarle a su hermano.         

-Hermano tenemos problemas- informo.

-¿Problemas de que tipo?- atendió rápido el del auto.

-Pues…- fue interrumpido por el golpe de la puerta al cerrarse, para sorprenderse totalmente al observar a su profesor caminando hacia el tomarlo de la cintura y fundirse nuevamente en un profundo y sensual beso, que lo despojo de todos sus sentidos.

-Saga, responde, ¿Qué problemas Saga?- Pedía saber el menor, llamando desesperado a su gemelo.

-Ninguno- alcanzo a suspirar el peli azul, al ver libre sus labios, ya que los del rubio se dirigían ahora a su cuello.

Después de esa escasa respuesta, Kanon solo escucho estática, al parecer su hermano se había despojado del auricular.

-Milo responde, ¿todo se ve bien en la casa?- Llamo Kanon.

-Si ya te dije que si, nada fuera de lo normal, ¿Por qué?-

-Por que el idiota de mi hermano se quito el auricular-

-Saga es muy engreído déjalo, aquí esta todo muy bien-

-esta bien, cambio y fuera- cerro Kanon la conversación para ahora llamar a Dante.

-¿Por qué Saga se habrá quitado el auricular?- se pregunto Milo mientras observaba atento con sus binoculares. De repente escucho un crack, volteo la vista y alcanzo a ver como la rama se rompía, soltó un pequeño grito, mientras se desplomaba en la piscina. No sabia nadar muy bien y por la sorpresa casi se ahogaba, si no es que unos fuertes brazos lo rodearon llevándolo hasta la orilla, practicándole respiración de boca a boca hasta que empezó a aventar toda el agua que había tragado.

-¿Milo?- Interrogo el peli plata que lo había salvado al reconocer al muchacho como compañero de su hermano menor.

-Señor Keeney- alcanzo a decir Milo.

-¿Qué haces aquí?- Pregunto poniéndose de pie a la par que el menor lo hacia.

-A pues yo… vera…-

-¿Vienes a ver a mi hermano?-

-No, para nada.- negó enseguida el bicho, quien al mismo tiempo que negaba le daba una escaneada al cuerpo del mayor el cual estaba solo cubierto por un apretadísimo bañador negro.

--¿Entonces?-

-Pues yo este…- Intentaba explicarse- Yo no vengo a ver a Aiacos, yo solo… vera, estaba en el árbol y yo… yo.-

-Podrías responderme y de paso dejar de verme la entrepierna- Grito exasperado ante los tartamudeos del peli azul.

 -Yo no estaba…- intento repicar Milo, pero su mirada instintivamente bajo al ajustado traje de baño.

-Niños… son exasperante- se quejo Minos- Vienes a ver a mi hermano ya lo se, voy a llamarle, de verdad que no debería recibir gente a esta hora pero…- sus palabras se detuvieron al mismo tiempo que el menor lo detuvo de la mano. -¿Qué?-

-No quiero ver a Aiacos yo…- un estornudo lo interrumpió.

-Necesitamos quitarte esa ropa mojada si no te resfriaras- sentencio el peli plata, intentando dirigirse a la casa, pero volvió a ser detenido por el brazo del menor.

-¡¿Qué?!- volvió a repetir, enserio odiaba a los mocosos, cuando tenia 17 no los toleraba, ahora con 26 los detestaba.

-No quiero entrar a la casa- repico.

-¿Entonces a que…?- levanto la cara pasándose una mano por el cabello mojada, para después bajar una vez mas la vista hasta el menor, era una ternura ver su rostro… sonrió- muy bien dado que no quieres entrar a la casa, vamos al cuarto de cristal. – Dijo jalándolo esta vez de la mano hasta un cuarto que estaba atrás de los arboles, donde estaba subido antes el bicho, al entrar se dirigió a un ropero, que aparte de una TV de plasma y una enorme cama era lo único que tenia la pequeña habitación.

-Ponte esto- dijo aventándole una sudadera y una pantalonera.

El niño, como si de la cosa mas normal se tratara se comenzó a sacar la ropa cuando Minos volteo la vista este ya estaba por quitarse la ropa interior.

-Espera, ¿Qué haces?- exclamo.

-Tú me dijiste…-

-Se bien lo que te dije…pero, ¿no pudiste esperar a que yo saliera de la habitación?-

-¿Por qué?- pregunto el peli azul de manera inocente.

Minos observo el delicioso cuerpo del niño de arriba abajo, comiéndoselo con sus ojos violetas.

-Pues por que…- no sabia que contestarle, otra cosa que odiaba de los muchacho era que…. Los amaba.- ¿Qué estoy haciendo?- Dijo en voz  alta antes de acercarse al chico, estamparlo contra la pared, devorando sus labios y acariciando de forma lasciva la joven piel.-Por esto, ¿lo entiendes?- le susurro al oído, haciendo que su erección chocara contra la del niño.

Mientras esto sucedía Dante estaba arriba de Aiacos, sacándole la playera y mordisqueando su cuello, pese a las objeciones del pequeño.

-Dante, tus amigos-

-Ellos pueden esperar- hablo con una voz cargada de deseo para enseguida calmar las aclamaciones de su dulce novio con un beso. Sabía que lo esperaban, pero uno de sus deseos siempre había sido  comerse a su pequeño en su cama, rodeada de los tiernos peluches que en esta tenia.

En el momento en que esto sucedía, Kanon ya se había bajado del carro y se dedicaba a patear a la pared, al aire, una lata… lo que se cruzara en su camino.

-Estúpido  Dante por pedirnos esto, estúpido  Saga por hacerme aceptar, estúpido  Milo… por… por inmiscuirse y alentarlos mas… y mas estúpido yo por hacerles caso a esos tres- se quejaba – se quitaron los auriculares ya ni se que paso y…- se interrumpió al escuchar una exclamación de dolor, al parecer esta vez no había pateado al aire o una lata.

Fijo la vista en un apuesto y recio hombre de traje negro, que se puso de pie después del golpe dirigiéndole una sombría mirada que le atravesó hasta el alma.

-¿Qué haces aquí pequeño Gemina?-

-Usted… usted, ¿sabe quien soy?-

-Kanon Gemina, el menor de los dos gemelos, hijos del magnate Aspros, es fácil saber de ti por tus escándalos en el periódico, además tu primo Milo es compañero de mi sobrino-

-¿Su sobrino… entonces usted… usted es…?-

-Kagaho Keeney, tío y actual director del bufete Keeney, ahora repito la pregunta, ¿Qué haces merodeando la casa de mis sobrinos?-

-Pues yo….- la mirada intensa del mayor lo hizo decir todo en un santiamén.

-De verdad que sigue habiendo un montón de niños estúpidos en el mundo- jalo a Kanon abriendo la reja con la clave entrando a la casa, se dirigieron primero a la sección de la piscina.

-Vamos con mi sobrino mayor, el sabrá mejor que hacer con ustedes, siempre nada a estas horas- al no verlo en la piscina se dirigieron al cuarto de cristal, abrieron la puerta lentamente observando a un Minos recostando en la cama boca arriba deleitándose al ver las dulces exclamaciones de placer que el menor de los primos soltaba al moverse sobre el por sentir la potente erección del peli plata en sus entrañas.

-Creo que será mejor que busquemos a Radamanthys-  resolvió cerrando la puerta despacio una vez mas para que los muchacho no se percataran de su presencia.

Entraron a la casa y escucharon ruidos en el despacho, así que caminaron hasta allí.

-Radamanthys es maestro de tu hermano así que conocerá a tus padres- abrieron apenas una rendija en la puerta de caoba la cual les permitía observar al mayor de los gemelos completamente desnudo sobre el escritorio mientras tenía sus piernas en los hombros de su querido profesor, siendo penetrado una y otra vez de manera salvaje.

Kagaho y Kanon decidieron que tampoco allí era un buen momento para interrumpir dando un hondo suspiro subieron las escaleras, el tío con la esperanza que por lo menos  su querido y pequeño sobrino no se hubiera fugado. 

Esta puerta ya se encontraba entreabierta se asomaron lo justo para ver como Aiacos gemía y estrujaba una almohada mientras se encontraba boca abajo en la cama, al momento que recibía una y otra vez al italiano en su interior.

Resolvieron cerrar esa puerta también….

Ambos se recargaron en la pared del pasillo con la respiración entrecortada, las mejillas rojas y una excitación consumiéndolos.

Kanon poso su mirada esmeralda en la entrepierna del mayor, llevo una mano hasta allí, colocándose frente a el.

-Me ayudo si te ayudas- dijo mirándolo a los ojos.

-Soy como 10 años mayor que tu-

-¿Y a quien demonios le importa la edad?-

-Tienes razón- sonrió de manera siniestra el mayor de los Keeney, jalando al gemelo hacia si, besándolo y desasiéndose de su ropa mientras se dirigían a la habitación que el mayor ocupaba cuando se quedaba allí.

 

Recorrido…

En la piscina, Milo se encontraba en el éxtasis contra el espejo que la cama tenia en la cabecera, observaba como el reflejo se empañaba por las fuertes exhalaciones que soltaba, sus manos acariciaban el frio cristal arañándolo casi, al sentir la fuerza de las embestidas del peli plata, y una mano en su miembro satisfaciéndolo, escuchaba los roncos gemidos de su reciente amante en el oído hasta que ambos llegaron a un éxtasis demasiado profundo para ser la primera vez que compartían sus cuerpos.

 

En el despacho…

Radamanthys estaba sentado en una silla de cuero, con el cuerpo del gemelo mayor moviéndose sobre el, gimiendo con las mejillas rojas y las hebras azules pegadas a su frente. Acariciaba la dura erección de este lentamente provocando lágrimas en el más chico.  

.por favor déjame terminar- rogaba en el oído mientras sus caderas se seguían moviendo sobre el miembro del blondo.

-Si te mueves más y lo pides adecuadamente- sonreía el mayor con malicia, Saga acelero el ritmo ante la excitación y la mano opresiva de Radamanthys sobre su sexo.

-Por favor maestro, déjeme terminar- pidió con los ojos llorosos el gemelo.

-Muy bien.- asintió el ingles, tomándolo fuerte de las caderas, para manejar el ritmo y embestirlo con mas fuerza, hasta terminar en un orgasmo intenso que los dejo completamente exhaustos ambos.

 

En el cuarto de Aiacos…

-Eres un niño demasiado pervertido pequeño- le susurro Dante al oído del menor, para después morderle la oreja. Aiacos solo podía gemir ante las caricias, sus manos estaban atadas a la cama con una corbata , y aunque no lo admitiría las embestidas fuertes y la manera de hablar de su novio lo excitaban de sobremanera.-Un pequeño niño malo y pervertido, poniéndote tan duro aun estando atado- le seguía hablando contra el cuello mientras le daba fuertes embestidas al tiempo que lo masturbaba y sentía un liquido llenando su mano- Te viniste sin mi permiso- le reprendió castigándolo con una fuerte mordida en los labios, para después erguirse entre las blancas piernas del pelinegro y embestirlo de manera fuerte hasta venirse dentro de el con un sonoro gemido, cayendo exhausto contra el pecho del menor de los Keeney.

 

En el cuarto de huéspedes…

Kagaho  disfrutaba con los tiernos sonidos que provocaba en el menor de los gemelos al lamber y chupar el miembro de este de forma pausada y lenta, deslizando su lengua desde la punta hasta la base, levantando las pierna de este sobre sus hombros para tener acceso a la pequeña entrada, comenzando a lamberla pala lubricarla metiendo en el proceso uno a uno tres de sus dedos que se movían haciendo círculos dentro del griego, causando que este casi desgarrara las sabanas de la cama, después de saberlo listo coloco el hambriento miembro en la entrada para penetrarlo de una solo embestida, causando un grito en Kanon el cual fue ahogado en un profundo beso en el que el mayor lo apreso, lambiendo y succionando sus labios con delicadeza, distrayéndolo del dolor de la penetración hasta que el mismo peli azul le rogo contra la boca que se moviera, haciéndole caso el pelinegro comenzó un lento vaivén, que al tiempo se volvió en un movimiento desenfrenado y errático donde sus cuerpos se estrechaban deseosos de fundirse en uno solo, jadeando a veces contra la piel o a veces contra la boca del otro, soltando improperios y palabras sin sentido que terminaban perdiéndose entre gemidos, hasta terminar en un vórtice que los consumió a ambos haciéndolos terminar en fuertes exclamaciones de placer.

 

Esa noche había sido la primera de un sinfín que compartirían esas lindas y pervertidas parejas.

 

-Al día siguiente el tío Kagaho intento regañarnos a todos pero como el había terminado también en la cama con Kanon no pudo- decía Milo terminando su dibujo sentado en una mesa a la orilla de la piscina de la mansión Keeney- Pero al final todos vivimos felices Fin- dijo poniendo esa ultima palabra debajo de un dibujo de todos con sus respectivas parejas.

-¿Qué haces pequeño?- Pregunto Minos al que era su novio desde hace mas de un año, abrazándolo por el cuello.

-Solo dibujo- respondió el pequeño.

-¿Y que dibujas?- preguntaron los gemelos sentándose en la mesa, para que casi enseguida entraran sus respectivas parejas las cuales se sentaron también.

-Otra vez tus garabatos- se burlo Dante llegando al lugar sentándose y jalando a su novio quien lo acompañaba para sentarlo en sus piernas.

-No le digas garabato a lo que hace Milo, es un artista maravilloso- Dijo Aiacos, pasando sus manos por el cuello del italiano.

-Gracias Aiacos, pero ya me resigne a que el bruto de tu novio no aprecie mi arte-

-Amor no es que le quite merito a lo que haces… pero esos son monitos hechos de palitos y bolitas como los niños de Kínder- Minos intento ser suave al decir esto, pero solo provoco que el peli azul inflara los mejillas molesto.

-Esta bien no se los iba enseñar pero ya que me subestiman tanto- Milo abrió una de sus libretas sacando hojas sueltas y se las paso a los presentes, los cuales no encontraron mas que ponerse rojos ante los detallados y artísticos dibujos del menor.

Para empeorar el caso los protagonistas de las obras eran ellos…

Allí estaban altamente detallados, Saga apoyad contra un escritorio en un salón de clases siendo penetrado por su “maestro”.

Aiacos, con un traje de sirvienta realmente lindo recargado contra una pared mientras era embestido por Dante.

También estaba Kagaho el serio tío, con su traje de negocios arrodillado frente a una silla en la que estaba sentado Kanon completamente desnudo, con la cara roja y las piernas subidas en los hombros del mayor mientras este le devoraba la entrepierna.

 -Espera, ¿y el de ustedes?- pregunto Kanon saliendo de la sorpresa.

-Ese es secreto- resolvió Milo, para voltearse a su novio y darle un beso en la mejilla al tiempo que le susurraba- los nuestros son muchos, te los muestro luego… y te los ejemplifico también.-

Las mejillas del peli plata se pusieron rojas al tiempo que sonreía sorprendiéndose de lo pervertido que su pequeño bicho se había vuelto.

En general fueron una familia feliz…. Y pensar que todo termino por un intento de rescate fallido.

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!!! :D

espero sus reviews! no cuestan XDDDDD


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