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Desangrando Atardeceres por Drako_zero

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Notas del fanfic:

Hola yo de nuevo & si, se que deberia estar actualizando mis otras historias haha ando ocupada con mis estudios amores, pero juro que pronto se los traigo. Bueno acá realmente no espero lecturas solo es una loquera que nacio gracias a un ROLEO en el que estoy u.u' 

 

Yo era Ikki, mi pareja Shura & el que se metio ¬¬ Manigoldo (si raro) Asi que bueno, he aqui una version alterna de lo que hubiera pasado si no hubiese dejado ir a Shura. 

 

Si me dejan un review los amare :D 

Notas del capitulo:

Nuevamente Gore :D 

EL ULTIMO PARRAFO ES LA NARRACION DE SHURA

Mi respiración se agita mientras lagrimas descienden de mis mejillas, la quijada me tiembla al igual que las manos las cuales llevo a mi cabeza para apretarla con fuerza, aquellas voces no cesan, siguen atormentándome, gritándome sin piedad como un golpe cerrado en la frente.

 

-¡Basta! –grito retrocediendo como larva hasta quedar contra la pared la cual se desfigura o al menos eso aparenta, mi aliento se condensa con el frio que entra glaseando la ventana, una figura espectral se refleja en ella, mis miedos… mis temores… mi pecado, todos concentrados en su maldita sonrisa, en su castrante rostro el cual odie desde un principio.

 

-Se lo merecía… él… se lo merecía – caí de rodillas, volviendo a escuchar aquellas incesantes voces y las cuales ahora disturban entre ellas.

 

“Mátalo” “Se ha burlado de ti” “Hazlo ahora” “Te ha robado lo único importante para ti” “¡mátalo! ¡mátalo! ¡MATALO!”

 

“¿Por qué Ikki? ¿Por qué!?

 

Giro la cabeza en todas direcciones, mis ojos se han puesto en blanco, quisiera que se callaran, quisiera regresar el tiempo para….

 

-¡Ahhh! –un fuerte grito emana de mis entrañas mientras en mis uñas quedan resto de piel que he arrancado de mi rostro al rasguñarme; quisiera regresar el tiempo para…. – sonrió –volver a matarlo…

 

.Flash Back.

 

Errores… se cometen a diario a lo largo de la vida pero; ¿realmente se aprende de ellos? A veces cometes un errores esperando ser un ganador sin darte cuenta que irremediablemente estas cayendo en tu propia tumba.

 

Nuestra relación se había truncado, algo no funcionaba desde hacía meses, quería negarme a pesar de ser obsoletos que era cuestión de tiempo, que todo volvería a ser como antes pero las palabras que pronunciaron sus labios no fueron la esperanza que calmaría mis ansias, si no el desesperado trago de amargura que me destruyeron por completo   - “Terminamos”

 

Inicie una nueva vida lleno de rencor, de soledad y de deseos infundados basados en la añoranza de mi corazón, llego un momento en que quise arrancarlo del mismo y lo estaba logrando a mi manera cuando le vi con aquel desgraciado que; desde su aparición había sido el inicio de mi desventura, me carcomían los nervios, los celos y el odio, desesperado recurrí a la bebida que lo único que hizo fue hacerme realidad el anhelo de teñir de sangre su azulada cabellera.

 

Bebí hasta que mi garganta no distinguía más el ardiente sabor del licor, tambaleante y con los ojos llorosos me dirigí a la que alguna vez fue mi casa, perdido en mi divagaciones, negué diciéndome a mí mismo que era una locura hasta que aquellas voces comenzaron a acosarme de nuevo, su recuerdo, el distinguido aroma a sus labios ahora saboreados por otro

 

-¿estás listo para morir?  - me inmiscuí añadiendo entre la obscuridad donde se encontraba todo, era tan idéntico a cuando me fui, no, a cuando fui echado sin miramientos, cerré mis puños y observe el constante campaneo del reloj, sonreí, faltaba poco.

 

Se abrió la puerta, los fríos pasos se colaban entre el retumbar del suelo, dejo su abrigo sobre la silla como quizá  usualmente lo hacía, viro despacio para congelarse al verme, puedo jurar que sus pupilas se dilataron.

 

-¿Qué haces aquí? –frunció el entrecejo mirándome con odio, camine hacia él mientras mostraba una sonrisa lucida, comencé a aplaudir

 

-y pensar que, realmente me lo quitaste…  -sabia a que me refería metió la mano en su pantalón para sacar un arma con la cual me apunto

 

-No tengo ganas de escuchar a un pendejo ebrio y encima de todo ardido –chasquee la lengua desenfundando de igual manera un arma apuntándole a la altura del cuello –anda jálalo… - incito sin perturbarse

 

-sería demasiado fácil – impulsado con mi arma golpeo la suya para hacerla caer al suelo, me abalanzo sobre él  para tomarle del cuello sin embargo una patada en mi abdomen me hace doblar, logra incorporarse para comenzar a patearme, el arma a quedado debajo del sillón muy lejos de nuestro alcance, me levanto para soltarle un puñetazo que lo hace girar el rostro, lo tome del cabello para volver a estrellarlo contra la pared una y otra vez, rompiéndole la nariz, haciendo que todo su rostro quedara manchado de sangre, haciendo que suelte gritos desgarradores, tratando de zafarse arañaba mis manos dejando finas heridas de las cuales brotaban burbujeantes gotas rojizas, en un impulso casi nulo de sus piernas, pudo hacerme tambalear retrocedí un poco viro para irse contra mí dejando ver como la pared que dividía sus fosas nasales se había separado, los coágulos le escurrían por la barbilla y  pequeños hematomas se comenzaban a diferenciar del color de su piel, me soltó un puñetazo que detuve con mi mano, la visibilidad se le estaba bloqueando debido a los golpes; me levante apretándole la mano con fuerza empujándola hacia atrás con todo el peso de mi cuerpo hasta que un desgarrador grito salió de su boca, le había fracturado la mano

 

-¡Hijo de puta! –Ladro tratando de levantarse - ¿Por qué haces esto?  

 

-¿Por qué? –Comienzo a reír perdiendo la noción de todo – El era mío… únicamente mío, pero tenias que llegar a arruinarlo todo ¡todo! –Camine hacia la mesa para tomar de ella el afilado instrumento que momentos antes había dejado –tu me quitaste a Shura –vire para mirarlo –yo te quitare la vida – de momento a otro lo tenía sobre de mi forcejando en el suelo, me estrello de bruces contra el filo de la mesa explotando mi labio inferior ahogándome la quijada en sangre con ambas manos apretó mi cuello colorándose incluso por el esfuerzo, manotazos y pataleos en vano para quitármelo de encima, mi estomago tuvo una convulsión por el impedimento del aire que el vuelco de mi estomago subió por mi faringe; antes de volverlo, pude tomar el mango de aquella Hacha francesa para golpear su cráneo con ella, quitándomelo de encima pude respirar tragando mi propio potingue  

 

-Tú fuiste el que arruino su propia relación –balbuceo – en mi encontró el consuelo que buscaba

 

Sus palabras pronunciadas entre jadeos hicieron que enardeciera mi interior, calcinándome por completo, eran las mismas palabras que me había mencionado el español momentos antes de su partida, tan ciertas y tan dolorosas, me puse de pie viéndolo de soslayo, su rostro ahora curtido de sangre pigmentada, lo odie por demás, tome del suelo el arma con la que momentos antes lo había golpeado y me acerque hasta el

 

-el único consuelo que el necesitaba era yo, tu simple existencia me repudia y enferma – por primera vez lo sentí temblar, enchinársele la piel y temer por mis acciones, su cuerpo semi destrozado recargado sobre la mesa; no me contuve, tan solo el imaginar que su cuerpo estaba plagado de caricias que en un tiempo me pertenecieron y que en su momento me hicieron sentir en la gloria y las que ahora me destruían hasta desearle lo único que le daría…. la muerte. Levante mi brazo creando un impulso en el viento, abrió su boca quizá para suplicar piedad pero; simplemente lo que dejo escapar fue un grito desgarrador cuando el hacha se hundió entre sus pliegues musculares, cayó de rodillas al suelo escupiendo el brebaje rojizo que impacto contra mi mejilla lo tome del hombro para volver a encajar una y otra vez el filo salpicando por completo mi cuerpo al igual que los alrededores de sangre, haciendo un rio que corría por los filos del tapiz, observe su ahora cuerpo deshecho; deje caer el hacha totalmente embarrada contra el suelo sin aun mediar en mis acciones toque su cuerpo manchando por completo mis manos, aún se sentía caliente y palpitante, a pesar de todo sonreí  irracional al únicamente pensar –“creí que tu piel seria más grasa” –lograba distinguir los pliegues de carne e incluso admirar su ósea anatomía. Me enderece totalmente empapado, sin despegar mi vista, su fresco rubor se agoto como la sangre de sus venas sobre el lecho sobre el cual ahora estaba tendido, una imagen tan repulsiva, pero de algún modo tan enfermizo solo pareció realzar su “belleza” como  si fuese un lirio sobre una tumba. 

 

-Pero que… - un balbuceo ahogado se dejo escuchar del otro lado de la habitación, levante la mirada sin darme cuenta en el momento en que había llegado ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? El peliverde había llegado dejando caer al suelo algunas cosas al presenciar mi repudito acto, una sensación de pánico y desesperación corre por sus venas, lo sé, lo conozco, cuando pudo analizar lo ocurrido o al menos intentar mover sus músculos, corrió hacia a mí empapando sus zapatos al igual que los bordes de su pantalón con la sangre de aquel que…. no sabría decir con exactitud que significaba para el

 

-¡Maldito! –Vocifero con rabia para tomarme del cuello estrellándome con fuerza a la pared, levantándome por centímetros del suelo -¡porque! ¡¿POR QUE!?  -mis ojos vacios revelan un rostro perverso, la misma transparencia de que no había remordimiento, sus manos no deshacen su fuerza, mi vista se nubla pero distingo lagrimas en sus ojos ¿Acaso es porque Manigoldo ha muerto? O ¿Por qué he sido yo el causante de esto?

 

- ¿Cómo se siente ahora la daga? – balbuceo, tosiendo con dificultad, la saliva se anuda en mi garganta

 

- ¿cómo se siente estar en el lado receptor? – Me hablo con furia para tomarme del cabello  -eres un enfermo –escupió con ira a mi rostro, con trabajos lograba volver a respirar y mantenerme consiente

 

- si esto es lo que llamas enfermedad... yo lo llamo venganza.... - observe por última vez su rostro contorsionado por el dolor y sentí un placer inigualable, el palpitante miedo que expedía cada fibra de mi cuerpo y envuelto en la furia que albergaba su corazón, el dolor que le envenenaba, comenzó a golpearme con el puño cerrado en el rostro, en el pecho, dejando que escaparan sonidos aterradores de mi lastimada boca, me estrello contra la pared y sus golpes fueron más certeros, me ha roto la mandíbula siento como mis huesos bucales se fracturan uno a uno al igual que mi nariz, al impactarme con la pared mi frente se ha colapsado para sumergirme en un baño de sangre.

 

Dejándome caer impacte con el suelo dejando una marca marrón en el azulejo, sus piernas se impactan  todas sus fuerzas dislocándome la clavícula, siento como mi interior se desgarra y como mi boca se queda seca pues, mis gritos no pueden cesar, escuche el crujir de mis costillas e inevitablemente el vomito subió como un chorreante disparo para desembocar sangre y coágulos,   mis entrañas se reventaban.

 

¿Cuál fue mi único delito en todo esto? El haberle dejado ir aún amándolo tanto, mi vista se nubla y condensa mi penitencia haciéndome tortuosa la huida de este mundo, siendo asesinado a manos de ese a quien tanto daño le hice, como pude desvié la mirada hacia el hombre desecho que yacía a mi derecha su olor putrefacto comenzaba a destilarse arruinando el aroma que expedía ese peliverde que ahora se hallaba contra la puerta al borde de la histeria, mis últimos tosidos desgarran de ser posible aún con fuerza mi garganta, mi aliento se detiene al igual que mi palpitar en mis últimos segundos dedico mi vidriosa y pecaminosa mirada al español quien; se acerca al peliazul desmembrado.

 

-“No me importa que me dejaras y abandonaras, lo que más me duele es que aún volvería a morir por ti”   aun abiertos mis ojos marcan mi final, mis pupilas se contraen

 

Con la espalda pesada recargada sobre la pared cae al suelo intentando incorporarse una vez más, pero le es imposible, cae sobre el inmerso charco de sangre salpicando a si mismo sus ropas, gritos sordos recorren los pasillos de la casa, solo quisiera ser cubierto por los besos mismos del perdón.

 

Mis pies no pueden moverse con tanta rapidez, no tengo ni una pista de donde estoy, solo sé que he estado corriendo por mucho tiempo & que apenas respiro, el sudor se extiende sobre mi rostro y se mezcla con las lagrimas que no han dejado de caer, no puedo ver más que mis pies delante de mí. Si solo mi cuerpo dejara de convulsionar entonces tal vez mi mente sería capaz de entender ¿Cómo diablos paso esto? Después de horas de correr en; solo dios sabe qué dirección pude detenerme para darme cuenta de lo que había sucedió, lo único que pude hacer fue gritar con fuerza sin que ninguna palabra entendible saliera de mi boca, era el desgarrador balbuceo de mi histeria que; con el paso de los minutos me calcinaba arrojándome a un éxtasis de locura inentendible, a una pesadilla letal y sanguinaria de la cual no pude despertar, perdí el conocimiento lo único que recuerdo es… como se accionaba el gatillo.  

 

 

Notas finales:

El final bueno no hay realmente haha -.- esta bien fumarola pero al menos descargue mi coraje, no espero reviews de lo loco que esta, pero si me los dejan ♥ los amo! XD 

 

Saludos DrakoZero ~ ♥ 


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