Desde hace un mes, todo cambió…
Las clases empezaban a la misma hora de siempre. “Escuela, escuela, escuela. Aburrida, aburrida, aburrida...” Esos eran los pensamientos de Scarlett mientras veía el trayecto desde la ventana del auto. Bard la llevaría siempre de ida y de vuelta de esa “terrible cárcel con fachada de mansión”. Ella preferiría estudiar en casa, pero su padre logró convencerla de ir a la Academia Reinhard por su propio bien. Hubiera deseado nunca irse de su antigua casa de no ser por él, Demian. Él era un poco extraño y eso le agradaba, parecía frío y calculador en primera apariencia, incluso algo intimidante; sin embargo, él cambiaba su actitud en cualquier momento, pero claro, manteniendo siempre esa seguridad e independencia. A pesar de ser adinerado, él no era un “niño mimado” como ella y los demás en esa institución, eran opuestos y realmente no le importaba.
Tan rápido y sin darse cuenta se encontraba frente a la entrada del lugar. Antes de bajar miró su uniforme por última vez. Consistía en un conjunto de falda y saco negros y este último llevaba el escudo de la escuela de donde resaltaban una espada, una luna menguada y una rosa; al final, una blusa blanca debajo con un listón al cuello, zapatillas y medias negras terminaban el conjunto impecable. Un respingo y salió para dirigirse al aula donde lo vería. Caminó y caminó por esos largos pasillos a los que se había acostumbrado durante todo un mes hasta llegar. El mayordomo le abrió la puerta.
- Gracias - Respondió al gesto amablemente. Se destinó hasta su pupitre compartido, junto a su amigo. Le observó detenidamente. Su cabellera negra estaba más desarreglada de lo normal y ya no la llevaba en una coleta. Sonrió.
- Buenos días Demi – Le encantaba molestarlo, él frunció un poco el ceño. – ¿Te peleaste con tu peine o que sucedió?
- Buenos días, my lady, ¿desea tomar asiento junto a mí?, la veo muy cansada, se nota en sus facciones. Oh, perdone, pues que su cara de por sí es así - Una sonrisa cínica y un puchero de contraparte.
- Lo que digas Demian, ¿por qué el nuevo look?
- Digamos que la liga salió volando hacia un profesor.
- Oh vaya, que maldad. Al menos arréglalo bien, ¿sí?, ya sabes cómo se ponen aquí con los cabellos desalineados. - Ella acomodó unos cuantos mechones al frente y los revolvió un poco para dejarle un estilo “salvaje”. – Ya estás. Te ves bien con el cabello así, ¿por qué lo amarras?
- A mi padre no le gusta que lo tenga muy largo, dice que le recuerda algo que le desagrada, por eso lo amarro.
- ¿Tu padre? ¿y por qué simplemente no lo cortas?
- Porque a él le molesta… y como bien sabes, a veces es divertido molestar a la gente.
- Jajaja si, a mi padre le molesta que ponga la música a alto volumen, pero no le queda de otra más que aguantar a su única hija.
- Que mala eh, jajaja ¿y a tu madre no le molesta?
- …
- ¿Scarlett?
- No sé nada de ella. Nunca la conocí y mi padre no hace nada por aclarar mis dudas. Llegué a oír por la ama de llaves que él sufrió mucho por su causa. Amo a mi padre, es buena persona y no creo poder aceptar a alguien que lo daño mucho.
- Pero ella te dio la vida.
- Mi padre fue el único que estuvo conmigo siempre. Ella se olvidó de mí.
- Lo siento.
- No hay nada que lamentar. – Sonrió, una sonrisa nostálgica y amarga.
Flashback
Una pequeña de 7 años corría por un gran patio nevado junto con un cachorro blanco muy parecido a un lobo. Ella reía mientras el animal la lamía en señal de afecto y su padre solo podía observar con una sonrisa. La pequeña notó que el ama de llaves lo llamó y se retiró. Llena de curiosidad, buscó al hombre en su habitación, pero no estaba ahí. Al revisar bajo la cama – para retirar sus dudas- , encontró una caja. La abrió y encontró muchas fotos. Las veía una por una tratando de encontrar a su madre. En muchas de ellas se encontraban aquellos que servían a su padre, su tía Elizabeth y unas cuantas más con un hombre que desconocía, se les veía muy contentos.
- Scarlett, ¿qué estás…? – el padre de la niña se sorprendió al verla con una foto suya con su primer tutor. Se conmocionó.
- Scarlett, no deberías ver cosas ajenas sin permiso del propietario. – Le arrebató la foto. Su voz era fría, sin cuidado alguno. Nunca lo había visto así. Siempre era afectuoso y delicado con ella, sin embargo ese día descubrió que no siempre sería así. – Ve a tu habitación, no vuelvas aquí sin antes preguntarme, ¿entendiste? – Ella no dijo nada, sólo corrió a encerrarse y llorar. Cada vez que preguntaba por su madre, terminaba con un mal recuerdo...
Fin del flashback
- Je… - Rió por lo bajo. – Demi~, ¿qué te parece si damos una vuelta después de clases?
- Claro, ¿pero a dónde?
- Ya verás. Necesito que lleves la ropa más casual que tengas, hay que ser discretos…
***
POV DEMIAN
Son las 3:15 de la tarde y ella aún no llega. Mujeres…
No sé por qué se negó a que la vaya a buscar a su casa, ¿se avergonzará de mí? ¿Qué tonterías estoy pensando? Scarlett tan sólo es mi amiga, nada más. Apenas llevamos un mes de conocernos, a partir que comenzamos las clases. Sin embargo, creo que nunca en mi vida había podido relacionarme tan bien con las mujeres. Desde que mamá se fue, la sola presencia de una me estresaba, sobre todo si era del tipo que anda tras los chicos sólo por su atractivo. Cuando la vi con otros hombres que únicamente le serían para un rato la aborrecí e incluso intenté suicidarme, pero es mi madre, acepté la realidad y la perdoné…
Ahora con ella es diferente. Es la única persona en el mundo que hace que mis días sean diferentes, que me despierte con ánimos de vivir, respirar y no tenerle miedo a lo que vendrá. Ella es mi mejor amiga…
- ¿Demian, estás en este mundo? – me preguntó con esa voz burlesca, tan característica de ella.
- Buenas noches Scar, ¿se te perdió el camino? – contrarresté. Se veía hermosa. Usaba un vestido blanco con tirantes que le llegaba hasta la rodilla, zapatillas blancas y un bulto en color rosa. Me resultaba raro verla de blanco, pues siempre la he visto de negro debido al uniforme. Yo por mi parte vestía unos pantalones blancos de mezclilla, una camisa de mangas cortas en color negro y zapatos negros. Mi cabello lo recorté un poco antes de bañarme y lo dejé suelto.
- ¡Hey! ¡No me llames Scar!, oye que bien te queda ese corte, ¡y que figura! Jajaja
- No te enojes pequeña, !y no me toques de esa forma! jajaja – Sus mejillas son tan fáciles de manipular, las apretaba y jalaba como le hacen a los niños, ella es como una niña pequeña haciendo berrinche. No dejaba de acariciar mis brazos a medio descubrir y mi cabello un poco húmedo.
- ¡Ay! Ya madura Michaelis – mira quién lo dice, hija de papi.
- Bueno, bueno, ¿para qué me citaste en este lugar?
- Pues hoy, mi querido amigo, pasearemos por todo lugar donde podamos.
- ¿Por qué?
- Porque mi padre no me ha dejado salir sola desde que llegamos a Londres.
- ¿Desde que llegaron? O sea, ¿no son de aquí?
- Si lo somos, mi familia procede de Londres, pero desde que tengo memoria, vivimos en La Rochelle hasta hace unos meses que nos mudamos.
- Wow, mi amiga es toda una francesita jajaja.
- Si no dirás nada productivo mejor ni hables – más y más pucheros, jaja que risa me da Scarlett.
- Bueno, ¿vienes conmigo?
Scarlett y yo pasamos todo el día juntos, paseamos por todos los lugares que pudimos, terminando con bolsas enormes de compras que YO tuve que cargar, incluso compró recuerdos en el museo. Ja, mujeres… Sin embargo, debo admitir que fue divertido, no recuerdo cuando fue la última vez que reí tanto, hasta me sigue doliendo. Pasar un día entero con mi mejor amiga ha sido una de las experiencias más grandiosas de mi vida, el darle un tour por parte de Londres es extraordinario. Sin embargo, ambos estamos agotados, así que cada quien se irá a su hogar. Ella está esperando a que su chofer la venga a buscar y yo, mientras tanto, esperaré junto a ella para luego ir en metro hasta el penth house. Las luces le dan un brillo demás a su mirada, a sus ojos escarlatas; Scarlett, es muy obvio el por qué de su nombre. Brillan como preciosas gemas. Me pregunto si ella pensará lo mismo de mis ojos. Somos tan parecidos en el exterior, pero tan distintos por dentro. Ella es mimada, sarcástica, imprudente y obstinada, pero se mantiene educada y realmente es amable. Yo por mi parte trato de ser responsable y, según mi padre, soy frío de corazón; quisiera saber el qué dirá cuando se entere que el cubo de hielo que fue su hijo, ha cambiado drásticamente por una persona a quien acaba de conocer.
- Demi, llegaron por mí, ¡te veo el lunes! – gritó una vez que se había subido al auto.
- Hasta el lunes, Scarlett – Ahh, si supieras mi gran confusión…
FIN POV DEMIAN
***
- ¿A dónde vamos, Bard?
- Vera, señorita: su padre salió de Londres por unos negocios. –El apacible semblante de ella cambió - No se preocupe, regresará mañana al anochecer, pero por lo tanto, se quedará a dormir en casa de la señorita Middleford.
- ¿Con tía Lizzy? ¿Y mi ropa?
- Ella se encargó de comprarle nueva, le será grata su visita.
- Bueno, hace tiempo que no la veo, hay cosas que quisiera preguntarle …