Capítulo 2.- El engaño
Shun despertó a media mañana mas o menos, luego de asearse y vestirse salió de la habitación, se sentía un poco inseguro y caminó lentamente por el departamento, llegó a la cocina y vio a Pandora que tomaba café con el que debía ser uno de los hermanos que le había hablado la noche anterior, ambos tenían el cabello negro y los ojos negros, al verlo la muchacha sonrió y se puso de pie
- Shun hola… no te hicimos mucho escándalo?, no queríamos despertarte
- Oh no, muchas gracias por todo la verdad
- Ven tómate un café con nosotros, este es mi hermano Hades del que te hablé
- Shun ah?, dime dónde conociste a mi hermanita? – dijo el joven con una sonrisa estirando su mano la que Shun estrechó y luego se sentó en la mesita mientras Pandora le servía el café
- Mucho gusto, nos conocimos ayer de casualidad
- Bueno si le has hecho ganar una apuesta a las urracas esas que tiene por amigas te has ganado la hospitalidad – el mayor sonrió y dio un sorbo a su bebida
- Oh, no fue nada, mas bien muchas gracias a ustedes por todo – Shun les sonrió y ellos correspondieron el gesto
- Tranquilo, que tienes pensado hacer? – continuó Pandora sentándose junto a su hermano otra vez
- Tengo que volver a casa aunque lo único que quiero hacer es empacar y me voy a ir a casa de mi hermano
- Vaya…, radical no crees? – dijo la muchacha tomando un sorbo de su café
- No es radical realmente, la situación ya no da para mas, no le veo el sentido mantenerla no te parece?
- Ok. Qué me perdí? – Hades estaba mirando del uno al otro sin entender realmente de lo que hablaban
- Shun tuvo una pelea muy fuerte con su esposo ayer en la noche y hoy al parecer se decidió y lo va a dejar – explicó Pandora
- Wow… fuerte… - dijo Hades muy serio
- Si… pero como dice mi hermano: “Al mal paso darle prisa”, muchas gracias por todo pero es mejor que me vaya – dijo Shun apurando su café y poniéndose de pie
- No te pierdas Shun, tienes mis números verdad?, llámame, tu sabes para salir o conversar, el pastel de nuez no es el único que me sale bien
- Gracias Pandora, tu eres muy dulce
- Eso dices porque no la conoces – dijo Hades con una sonrisa
- Si ves?, el descrédito sale de la misma familia – se quejó la muchacha en tono divertido
- Ha sido un gusto conocerlos
- Te acompaño – Pandora se puso de pie y acompañó a Shun hasta el elevador
Shun abrazó a la muchacha como despedida y se encaminó rumbo a su casa, eran casi las once de la mañana cuando llegó, entró con su llave y encontró el departamento vacío, de Shaka ni el polvo, bueno… era mejor así, tomó la maleta mas grande que encontró y empezó a empacar sus cosas, en eso estaba cuando la puerta se abrió y su rubio esposo llegó
- Shun?, SHUN??
- A quien mas esperabas… - susurró el peliverde sin dar señas de haber llegado, el rubio se dirigió a la habitación pero se quedó estático en el marco de la puerta al ver a su esposo empacando
- Oh cielos Shun, qué rayos crees que haces? – reclamó Shaka entre molesto y sorprendido
- Me parecería que es un poco obvio – contestó fríamente el peliverde
Shaka lo tomó de los brazos y lo volteó, Shun se revolvía intentando liberarse pero el rubio no lo soltaba
- Suéltame Shaka…
Shaka lo soltó al ver la mirada de profundo resentimiento de su joven esposo que se dirigió al closet y salió con varias prendas en sus bazos
- Puedes detenerte un momento? – Shaka no podía permitir que Shun se fuera así
- Para qué?
- Tenemos que hablar – dijo muy serio el rubio
- Ahh, ahora quieres hablar conmigo, pues que lástima yo ahora no quiero hablar contigo, solo quiero acabar de empacar e irme
- Tu no te puedes ir así, además a dónde vas a ir según tu?
- Donde mi nissan
- Por favor, hace años que no ves a Ikky, crees que te va a recibir ahora tan tranquilo?
- Te equivocas Shaka, hace años que tú no ves a Ikky, yo por lo regular almuerzo con él un par de veces a la semana y hablamos todos los días
- Tu…, tu…, me desobedeciste…
- No soy tu perro y tú no eres mi amo para que tenga que obedecerte, Ikky es mi hermano que a ti te caiga mal no significa que yo lo voy a dejar de ver para hacerte feliz, tu no haces nada para hacerme feliz a mí, así que estamos a mano
Shaka temblaba de la furia, qué mas hacía Shun con su tiempo?, con sus días?
- Dónde dormiste ayer?, con tu hermanito?
- No
- Y dónde entonces?
- Te importa acaso?, si no hubiera azotado la puerta a lo que me fui ni siquiera te habrías dado cuenta que no estaba aquí
- Eso no es cierto Shun
- Si es cierto, mira… no quiero discutir, solo me quiero ir, como me has dicho hasta el cansancio, esta es tu casa, son tus cosas, solo voy a llevarme mi ropa así que no te estreses
- Eso no me importa… Shun… por favor…
- Por favor nada, yo estoy cansado de esta situación
- Yo se que te he decepcionado, solo he tenido mucho trabajo, estoy muy presionado en la oficina
- Excusas
- Pueda que sean excusas pero no es menos cierto lo que te estoy diciendo, tienes todo el derecho de estar enojado conmigo por haberme olvidado de nuestro aniversario pero esa no es razón para que des todo por terminado Shun
- Esa no es la causa, es la gota que derramó el vaso
- Ya no me amas Shun?
- Tu me amas a mi?, me deseas en lo más mínimo?, ayer cuando intenté besarte me rechazaste Shaka
- No te rechacé, solo estaba algo sorprendido es todo – el rubio se puso algo nervioso
- Ajá – Shun arqueó una ceja
- Quieres que te lo demuestre?
- Ya no, ya no me importa – Shun se volteó y siguió acomodando las cosas en la maleta
- No digas eso Shun, no botes a la basura cinco años de nuestras vidas
- Estás equivocado Shaka, para pelear se necesitan dos, para amarse también y para arruinar un matrimonio también, en esto tu eres tan culpable como yo
- Tu aún me quieres
- Puede ser, pero estoy cansado de ser tu perchero
- No eres mi perchero, Shun… yo te quiero… te deseo… tu eres mi esposo…
Shaka se fue acercando lentamente mientras decía esto y acarició el rostro del joven que solo lo miró sin moverse, lentamente el rubio puso su mano en la cintura de su esposo y lo abrazó, Shun seguía sin moverse pero se estremeció cuando Shaka comenzó a besar su cuello y a acariciar su espalda
- No… no… suéltame… - Shun se resistía aunque lo hacía sin mucha convicción, Shaka sabía muy bien sus puntos débiles, sabía cómo tocarlo, como estimularlo para que se entregara al placer que después de tanto tiempo de negárselo ahora le brindaba
- Me extrañaste? – susurró en la oreja de su esposo mientras le lamía el lóbulo y bajó una de sus manos hasta apretar suavemente su trasero
- Tu… sabes… que si… Shaka… - el rubio llevó a la cama a su esposo y lo recostó en ella, abrió su camisa y se dedicó a besar y chupar los rosados pezones del peliverde que se arqueaba ligeramente y acariciaba los rubios cabellos
- Dime… que me amas… Shun…
- Te amo… y lo sabes…
Shaka acabó de desnudar a Shun y el mismo se quitó la ropa, se acomodó entre las piernas del joven y volvió a reclamar su cuello mientras que con sus manos tomó el miembro del peliverde y empezó a frotarlo junto con el suyo, Shun movía las caderas y se abrazaba al rubio que ahora estaba mordiendo su oreja
- Pídemelo… pídemelo…
- Shaka… hazme el amor… métemela… entra… entra en mi…
El rubio sonrió y se estiró hasta el cajón de su velador y sacó un tubo de lubricante, se separó un poco y flexionó las piernas de Shun que se movía sensualmente en la cama y aplicó el frío gel en la estrecha entrada del menor que gimió cuando el primer dedo entró en él, Shaka solo sonreía mientras preparaba a su esposo para recibirlo, cuando tres de sus dedos se movían libremente en Shun lo volteó, lo puso en cuatro en la cama, se posicionó a sus espaldas y lo penetró lentamente mientras mordía su espalda y jugaba con sus tetillas
Shun gemía de dolor, en verdad como hace tiempo que no lo hacía le resultó doloroso pero Shaka era muy hábil en lo que hacía y al poco tiempo reemplazó el dolor con placer en especial cuando tomó con sus manos su miembro y lo masturbaba igualando el ritmo de sus embestidas, Shun gemía y estrujaba la cubrecama, movía sus caderas para profundizar la penetración, Shaka salió de su cuerpo y lo volteó en la cama nuevamente recostándolo sobre su espalda, lo volvió a penetrar mas profundamente esta vez, Shun se arqueó en la cama y entre jadeos y gemidos ambos llegaron al clímax, Shaka se desplomó en el pecho de Shun que respiraba agitadamente pero lo abrazó, con cuidado el rubio salió del cuerpo de su esposo y se acostó a su lado
- Ya te acordaste de que tamaño es mi pene ahora? – preguntó el rubio en tono divertido
- Ahora si – respondió Shun con una sonrisa
- Esto era lo que querías?
- Esto era lo que nos hacía falta
- Tienes razón, yo también te he extrañado mucho Shun, en verdad lo siento si he estado ausente, te prometo que te voy a hacer caso, tu solo dímelo
- Y si no me tomas en cuenta?
- Quítame el control remoto de la tele, desconéctame la computadora, yo no me voy a enojar, tu tienes razón, para hacer funcionar el matrimonio se necesitan dos
Shun sonrió y se acurrucó en el pecho de Shaka que lo recibió en sus brazos y acarició sus cabellos, Shun estaba contento, Shaka había reaccionado al fin y se quedó dormido confiado en que todo iba a cambiar por lo que no se dio cuenta de la expresión bastante seria y cansada de Shaka que se mostraba ausente y un tanto molesto
Shun despertó un rato después y estaba solo en la cama, se estiró, se puso unos pantalones de pijama que encontró por ahí y descalzo salió de la habitación, caminó por el piso de madera que no estaba tan frío y vio a Shaka que estaba en la mesa del comedor trabajando en su computador portátil, el rubio volteó al escuchar que su esposo se acercaba y se sacó los lentes sonriéndole
- No quise despertarte y me vine con todas mis cosas acá, me quiero poner al día con esto para ver si salimos en la noche, qué te parece? – Shaka se volteó en la silla y atrajo a Shun que quedó de pie entre las piernas del rubio que lo abrazaba por la cintura mientras el joven rodeaba su cuello con los brazos
- Quieres salir en la noche? - Shun sonrió ampliamente
- Te debo una salida por lo del viernes mi amor, quieres ir al cine?
- Claro…, qué quieres comer hoy?
- Lo que tu quieras solo… compra para mi jugo de naranja, el de durazno no me gusta
- Hecho – Shun se agachó y buscó los labios de su esposo que le correspondió el beso suavemente primero pero luego se puso de pie y levantó a Shun que rodeó con las piernas el cuerpo del rubio, Shaka caminó hasta la pared sosteniendo a Shun de las nalgas que se aferraba a su esposo para no caerse, el beso se rompió por la falta de aire pero el rubio reclamó el cuello del mas joven que dejó escapar de su garganta un leve gemido
- Shaka… oh…
- Te gusta verdad?
- Si… oh Shaka…
El rubio cargó a peliverde de vuelta a la habitación en donde se acomodaron en la cama, Shaka se deshizo rápidamente del pantalón de pijama que Shun estaba puesto y se dedicó a acariciar su miembro hasta endurecerlo, Shun le sacó la camiseta al mayor y el mismo se quitó sus pantalones, entre besos Shaka fue preparando nuevamente a Shun y lo hizo suyo una vez más, el resto de la tarde hasta el anochecer lo pasaron en la cama, como hacía mucho tiempo no lo hacían, se disfrutaron inmensamente e hicieron el amor hasta el cansancio
- Vas a desempacar? – preguntó Shaka a un Shun que parecía dormir en su pecho
- Mañana, ahora no me quiero ni mover – respondió el joven sin abrir los ojos, estaba exhausto pero satisfecho
- Te hice daño? – ahora Shaka sonaba un poco preocupado
- No tonto, si te suelto te me escapas, hoy eres mío – dijo Shun bastante divertido abrazando un poco mas fuerte a su esposo que se acomodó mejor en la cama y los cubrió a ambos con las mantas
- Hoy y siempre mi amor – dijo Shaka en un susurro besando los cabellos de Shun que respondió simplemente:
- Que no se te olvide
En los días que siguieron Shun se mostraba bastante complacido, Shaka en verdad lo estaba intentando, venía mas temprano de la oficina, hablaban mucho mas, el rubio le contaba cosas del trabajo, Shun le contaba lo que hizo en su día, a Shaka no le hacía mucha gracia que Shun se vea tan seguido con Ikky pero ya no iba a pelear por eso, ahora hacían el amor con mayor regularidad, aunque las cosas no eran como cuando recién se casaron si estaban mucho mejor, una de esas mañanas Shun fue a ver a Ikky que estaba de un lado para otro cuando su hermanito llegó, solo lo saludó y corrió a la cocina, luego salió y hablaba en su celular pero parecía angustiado, finalmente colgó y suspiró muy preocupado
- Qué pasa nissan?
- Ay Shun… Shun… SHUN!!!, dime que tienes tiempo y que no tienes que hacer nada las próximas dos horas
- Para qué? – esos pedidos sorpresa de Ikky por lo regular nunca eran para nada bueno
- Me quieres, represento algo en tu vida? – dijo el mayor hecho el gracioso pero con real preocupación
- Qué necesitas nissan? – contestó resignado el peliverde, cómo se le podía negar a su hermano?
- Mi mesero estrella está enfermo o algo y no puedo conseguir reemplazo, me contrataron para atender un congreso en el Hotel Hilton y me tengo que ir allá, el problema es que no puedo con todo yo solo, por lo que mas quieras ayúdame ototo, estoy al borde del colapso
- Está bien… tranquilo… yo iré contigo verdad? – se aseguró el joven, no vaya a querer mandarlo Ikky a él solo o algo así
- Si… tu irás conmigo, oh Shun te amo, eres mi hermano favorito – dijo con alivio el mayor haciendo reír a su ototo
- Soy tu único hermano
- Por eso eres el favorito, pero ya vámonos antes que se nos haga tarde
Shun ayudó con el catering a su nissan y pasó entretenido toda la mañana hasta bien entrada la tarde, eran mas o menos las tres cuando ya lo tenían todo recogido y estaban casi listos para salir, lo recogieron todo y lo cargaron en el carro de Ikky, el peliazul fue a hablar con el organizador del evento y a retirar su cheque mientras su ototo lo esperaba en el vestíbulo y leía una revista, estaba sentado en una de las butacas, se acomodó de mejor manera en ella pero su teléfono celular resbaló de su bolsillo y se metió bajo el mueble, con fastidio Shun se levantó, rodeó el sillón y lo empujó un poco para poder alcanzar su teléfono, el joven estaba arrodillado en el suelo tras el sillón tratando de tomar su teléfono cuando oyó una conocida voz que habló despreocupadamente
- Así como te digo, no te preocupes, Shun no sospecha nada
El peliverde se quedó estático y medio escondido donde estaba levantó la vista para ver a su esposo en compañía de un hombre de cabellos lavandas, parecía ser un poco menor a Shaka, era muy atractivo, tenía porte y clase, estaba vistiendo traje al igual que su esposo pero su ropa era de apariencia mas fina y cara
- La verdad no entiendo por qué no lo dejas, yo no soy suficiente para ti? – dijo aquel hombre jugando provocativamente con la corbata del rubio que lo miraba embelesado
- No Sorrento… no es eso, sin mí… Shun se moriría, el pobre es tan poca cosa, que va a hacer con su vida?, solo acabó la secundaria y a duras penas, en que va a trabajar si no es bueno para nada, ni en la cama es bueno – decía Shaka sonriéndole a aquel hombre muy sensualmente
- Si tan poca cosa es, por qué te casaste con él?
- Eso fue hace mucho tiempo, no te voy a negar que él era muy atractivo pero con los años ha perdido su brillo, si no me he ido es por pena la verdad, tu sabes que es a ti a quien amo, solo a ti te deseo – la mano de Shaka que descansaba en la cintura del joven bajó y acarició su cadera
- No quiero destruir tu matrimonio Shaka – dijo el joven bajando sus manos de la corbata y acariciando su pecho
- No puedes destruir lo que no existe – Shaka puso su mano con firmeza en el trasero de su acompañante y lo atrajo a su cuerpo sin pudor alguno
- Si no existe como dices por qué te has ido mas temprano estas noches? – reclamó el pelilavanda haciendo un puchero
- No sabes como me ha rogado y me ha llorado para que lo tome en cuenta, me ha dado mucha pena la verdad
- Te has acostado con él esta semana cierto? – se podía notar un rastro de celos en la voz del mas joven
- Si… no tienes idea como se me ha ofrecido, no puedo desatenderlo del todo no?
- No que ahora te es repulsivo? – Sorrento arqueó una ceja pero Shaka entrelazó los dedos de su mano con los dedos de la mano de su acompañante, levantó esa mano y la besó con adoración
- Cuando estoy con él solo pienso en ti, tengo que morderme los labios para no gritar tu nombre, le tengo pena, qué puedo hacer?
- Bótalo – dijo el joven encogiéndose de hombros, la verdad no entendía que hacía un hombre como Shaka atado a un hombre que no valía la pena ni mirar (según Shaka claro está)
- En eso estoy… en eso estoy… tenme un poco mas de paciencia mi amor, tal vez necesito un poco mas de convencimiento – el rubio besó suavemente el cuello del menor que sonrió y se dejó hacer
- Mmmmm tentador
La recepcionista que había estado escuchando toda esta conversación les dio la llave de la habitación que habían alquilado, cuando se voltearon el joven trabajador del hotel solo meneó la cabeza en señal de desaprobación, la pareja de dirigió al elevador, cuando estuvieron dentro se unieron en un apasionado beso, hacía mucho tiempo que Shaka no lo besaba así, con total pasión y deseo, tan ocupados estaban que no se dieron cuenta de nada de lo que pasaba a su alrededor, mucho menos que Shun se había puesto de pie en medio del vestíbulo y los miraba con profunda rabia y el corazón roto