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Duelo perdido. por Aomame

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Notas del capitulo:

la auscencia permite que los los hechos se confundan, que las verdades duelan.

Duelo perdido.


Si no estás aquí...

La tormenta amainó, solo lo suficiente para que la luz de la luna se filtrara por las cortinas de su habitación, Kaname abrió los ojos, pensó por un instante fugaz que todo había sido un sueño, uno muy malo. Pero basto un rápido vistazo a su alrededor para recordarlo todo.

La puerta se abrió de nuevo para dar paso a su única visita, Zero.

-Buenas noche-le dijo- te traigo tu cena y también nuevos vendajes.

-déjalos ahí.

Zero sonrió,  dejó la comida en la mesa de noche y tomó entre sus manos las vendas nuevas.

-como si pudieras ponértelas solo.

Kaname frunció el ceño y desvió la vista, Zero  retiró lentamente la bata y desabrochó los botones del pijama, estaba molesto consigo mismo, por encontrarse en una situación que nunca pensó que podría si quiera existir.

-¿estás molesto?-

-Por supuesto-dijo Kaname mirando de reojo como su herida era curada, aun estaba roja y escocía ¿cómo podía ser posible? Lo único que se le ocurría era  que ese peliplateado era más peligroso de lo que pensaba-en cuanto sane, me iré.

Zero rió burlonamente-¿sabías que hoy es tu funeral?

-¿de qué estás hablando?

-hoy tu familia…- dijo apretando la venda y mirándolo a  los ojos como si quisiera enfatizar sus palabras-…te entierra, Kaname. Para ellos estás muerto. ¿Qué pasara si vuelves? Vergüenza  es lo único que les traerás, más aun si saben que tu enemigo te mantuvo cautivo como su amante.

-¡yo no soy, ni seré tu amante!

Zero terminó de vendarlo, Kaname lo miró, parecía de pronto triste y desanimado, esa visión por alguna razón le molestó, pensó que lo había herido.

-Kiryuu, yo…

-está bien-dijo esté levantando la vista y sonriéndole de nuevo-aun tengo tiempo de convencerte, además es tu trabajo, Kuran.

Los dedos de Zero se deslizaron desde su herida hasta su pecho.

-oye… ¿qué?

-puedo obligarte ¿sabes?-sus dedos se detuvieron  y pellizcaron sus pezones suavemente.

-dete…detente- Zero sonrió e intercambió sus dedos por su boca, succionando  y mordiendo delbilmente- Kiryuu…espera… ¡Kiryuu!

Kaname lo empujó, el muchacho suspiró, sonrió de nuevo y se abalanzó contra él atrapando sus labios, el beso fue duro e impaciente pero extrañamente correspondido. De hecho sorprendido de si mismo Kuran se deslizó en la cama atrayendo son sus manos la nuca de Zero. Cuando se separaron el  peliplateado sonrió por última vez y se relamió los labios sensualmente.

-Por hoy es suficiente-dijo- aun estás herido, no puedes esforzarte demasiado.

Salió y cerró suavemente la puerta. Entonces Kaname respiró hondamente y se llevó las manos a su entrepierna, ese había sido el beso más excitante que jamás había recibido.

+++

Apoyó los pies en el suelo frió,  podía levantarse y caminar, pero no podía salir de aquella habitación, se contentaba con mirar a través de la ventana; curiosamente, después de esa noche no había visto a Zero. Le extrañaba, bastante.  Le inquietaba en lugar de alegrarle que su captor no estuviera.

Justo entonces, la puerta se abrió.

-hola-dijo el peliplateado que se asomó por ella.

Kaname lo observó y notó algo básico.

-tú no eres Zero.

El joven lo miró y sonrió, aunque no de la misma forma que Zero lo hacía.

-¿por qué dices eso? claro que lo soy. Es solo que no me has visto en unos días.

-tu rostro y voz son iguales, pero tú no eres Zero, debes ser su hermano.

-en serio debes amar u odiar mucho a mi hermano.

Kaname entrecerró los ojos.

-ni lo uno ni lo otro-dijo-solo quiero irme.

-lo digo porque solo alguien que ama conoce los movimientos de la persona que ama o bien de su enemigo más odiado.

-¿qué quieres?

-conocerte. A penas te vi el día del duelo. Quiero saber qué es lo que mi hermano ve en ti.

-ve a un esclavo, ¿qué más?

-oh no-dijo Ichirou-para él no eres eso, para él eres muy importante.

El joven se sentó en la cama y miró curioso a su alrededor.

-muy importante, quizás demasiado. Pero sin importar cuanto lo seas nunca lo serás más que yo.

-¿qué quieres decir?- Kaname sintió hostilidad y de inmediato tomo una actitud defensiva.

-solo que tu presencia no me gusta, mi hermano ahora está ocupado contigo y es algo frustrante.

-estás celoso.

-llámale como quieras-se levantó y comenzó a caminar hacia la salida.

-si no me quieres aquí, dime como irme y lo haré.

Ichirou se giró, lo miró y negó con la cabeza.

-sin importar  cuánto me desagrades, ya te lo dije, eres importante para él. Mi hermano jamás había deseado ni tenido nada para sí, excepto tú. Y ya que eres eso tan único que lo hace feliz, No, no te ayudaré a irte. Así que más vale que busques la forma de acostumbrarte a esta casa.

+++

Tenía sed, una sed inexplicable y terrible. El agua normal, no la apagaba sin importar cuantos litros bebiera. Se levantó y se terminó la jarra que estaba en su mesa de noche. Caminó y abrió la puerta de su habitación, la herida del hombro ya no dolía.

Se perdió un par de veces en aquella inmensa casa que parecía vacía, pero logró salir a los jardines. Unos inmensos prados se extendían hasta donde alcanzaba la vista, probablemente el vecino más cercano estaría a kilómetros de allí.

Erráticamente, caminó trastabillando y lastimándose la planta de los pies con la tierra suelta del camino, a lo lejos divisó una especie de casa de madera, apenas logró identificarla como un granero.

Llegó hasta ahí y observo a su alrededor, había puercos, un par de vacas y varias gallinas. Respiró hondamente, llevándose la mano al pecho. Su sed debía ser extinguida.

+++

-¿Quién es usted?

Kaname levanto la vista, estaba apoyado en uno de los tablones de un corral de gallina, ya estaba más tranquilo, respiraba lentamente. El trabajador lo miró y le hizo la pregunta una vez más.

-un invitado-dijo, lo cierto era que, no  sabía que decir.

-¡ah ya!-dijo el hombre- es la persona herida que ayudo el joven amo.

Kaname asintió.

-¿se siente bien?

-sí, solo… ¿puede ayudarme a ponerme de pie?

-claro- apoyándose en él Kaname se levantó.

-es un bonito granero.

-sí, el joven amo lo construyó para nosotros los trabajadores. También nos dio unas tierras allá abajo para que cultiváramos nuestros granos.

-parece alguien generoso.

-usted debería saberlo, está bajo su cuidado.

-sí, claro. ¿Puedo preguntarle algo?

-adelante.

-Kiryuu Ichirou,  dijo que su hermano no había tenido ni deseado nada. ¿Tiene idea de porque lo dijo?

-bueno-el hombre se rasco la cabeza- eso es porque, los jóvenes amos se quedaron huérfanos muy niños. Ichirou sama siempre fue de constitución débil y enfermiza, dicen que Zero sama, le prometió que no lo dejaría morir, entonces trabajo muy duro para ganar dinero, el dinero suficiente para pagar los mejores médicos que su hermano necesitara – el hombre sonrió- Zero sama hizo su fortuna solo para salvar a su hermano.

-ya, por eso dijo que nunca sería tan importante como él.

-¿disculpe?

-no me haga caso…supongo que fue por eso mismo que compró su puesto en la nobleza como conde.

-no estoy seguro de eso. Los rumores dicen que se trató más bien de algo relacionado con faldas.

-¿faldas?

-mujeres, amor…ya sabe aquello que hace hacer tonterías a los hombres.

-una mujer…pero ¿quién?

-eso, solo Zero sama lo sabe.

+++

-¡Aidou!

-¡aaaah! Akatsuki, idiota, no me asustes así.

-¿qué infiernos haces, espiando?

-pues eso,  espiando. ¿Qué hace aquí  Kiryuu? Después de lo que paso…

- Kuran sama lo llamó, creo que quiere hacer las paces con él. Recuerda que últimamente este chico se ha vuelto muy influyente con la reina.

Aidou frunció el ceño.

-tal vez pueda averiguar donde esta Kaname sama.

-muerto-dijo su primo sin tacto alguno, Hanabusa lo miro molesto-¿qué te hace pensar, en dado caso, que Kiryuu sabría algo?

-intuición.

Akatsuki suspiró, no existía manera de pelear contra ese testarudo.

+++

-¿dónde está él?

El trabajador se encogió de hombros- Zero sama nunca dice a donde va, excepto a su hermano.

Caminaban de regreso a la casa principal, hablando de cosas sin importancia. Sin embargo ya eran varios días sin ver a Zero, como se suponía que sería su amante si él no estaba presente. Ichirou abrió la puerta de la casa, parecía preocupado, pero cuando lo vio, la preocupación dio paso al enojo.

En cuanto estuvieron a solas, el pequeño y débil clon de Zero lo reprimió.

-no te preocupes-dijo el castaño sentándose cómodamente en un sillón cercano-no tengo como irme, además por lo que vi, esta casa está en medio de la nada.

Ichirou frunció el ceño y dio media vuelta para marcharse.

-Kiryuu.

-¿qué?

-¿A dónde fue Zero?

El muchacho frunció el ceño.

-a ver a una mujer.

-¿una mujer?

-sí, a su futura esposa; si te estás preguntando,  quien eres tú entonces, te responderé que mi hermano siempre fue claro: eres su amante. Nada más.

Kaname sintió un hueco en su estomago, uno doloroso y angustiante, ¿una mujer? ¿Pero, quién?

-te preguntas quien es esa mujer ¿verdad?-Kaname lo miró atento,  sabía que el nombre le sería revelado tarde o temprano- tú la conoces muy bien,  Kuran Yuuki, es tu hermana  ¿o no?

-¡¿qué?!-eso simplemente no podía ser.

Ichirou sonrió burlonamente antes de salir.

-como ves, tú estúpido duelo no tenía razón. Mi hermano de todas formas iba a casarse con ella.

Notas finales:

Hola! espero que les haya gustado, la historia apenas se esta desarrollando; pronto regresará Zerito para poner las cosas en su lugar, mientras tanto, Kaname tendra su cabeza hecha un lio jeje soy mala.

lamento la tardanza.

hasta la proxima!

                                                                       Continuará...


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