Puedes sentir las miradas desaprobatorias a tus espaldas, sientes como la gente te mira, como hablan de ti, como te juzgan; pero si tan solo entendieran, si entendieran que lo que haces es una necesidad, que no puedes evitarlo, y que si pudieras lo harías, por que tu también te miras desaprobatoriamente, por que tu también te juzgas, y que si pudieras, si tan solo pudieras acabar con todo, dejarías de hacerlo; pero sabes que no puedes, por que ni el mejor de los mejores puede acabar con lo que dice su cabeza, y la tuya dice hazlo, hazlo y no te detengas, ignora las miradas, los comentarios y a los que te juzgas.
Y la escuchas, por que sabes que tu cabeza, aunque hables de ella y lo que te ordene como si fuera un ente distinto a ti, es realmente solo una parte mas de tu totalidad , y eres tu quien te ordenas que hacer, como también eres tu quien se reprocha por ello.
Por que sabes que lo que haces esta mal, por que sabes que es castigado, y sabes que de haber tenido padres, estarían ahora terriblemente decepcionados de ti, eso si es que aun te consideraran su hijo, y es que amar de la forma que tu amas, y a la persona que tu amas, es como decir que para solucionar la pobreza y el hambre habría que matar a todos los pobres y los hambrientos, una opinión que si bien algunos pocos podrían apoyar, la gran mayora estaría completamente en contra, y considerarían esa opción como algo inhumano y que jamás de los jamases debería siquiera ser considerada.
Por que tu siendo hombre no puedes amar a otro hombre, de la misma forma que una mujer no puede amar a otra mujer, por que las cosas no son así, por que esta mal, por que seria una abominación, tantas razones te dicen, pero tan poco te importan, porque tu lo amas, por que son tu y el nada mas, y nadie debería inmiscuirse en sus asuntos mas que ustedes.
Tanto te gustaría pensar así todo el tiempo, pero vasta con mirarte en un espejo y ver los pequeños residuos de la noche anterior, ver las marcas de sus uñas en tu espalda, o las pequeñas mordidas en tu vientre y simplemente sientes que eres lo que dicen, una abominación, un pecado andante.
Es por eso que lo hiciste, que te fuiste, pero no podías dejarlo, no podías permitir que alguien mas posara sus manos en algo que es tuyo, y es que el lo es, es tuyo, y te aseguraras que siempre lo sea. Es por eso que ahora que te miras no solo ves las tenues marcas de sus uñas ni las suaves mordidas, ves heridas profundas, ves manchas secas de sangre, ves su propio miedo en tu cuerpo, en tu ropa y en tus ojos.
Y es que tenias que hacerlo, por que tu cabeza te lo decía, tenias que acabar con el pecado, tenias que acabar con su abominación, con el mal, tenias que acabar con las miradas, los comentarios y con los que te juzgaban. Y lo hiciste, acabaste con ellos, uno por uno lo hiciste, eres completamente libre, eres al fin libre de amar como quieras y a quien quieras, y lo harías pero también acabaste con el, por que el era la fuente de las miradas, de los comentarios y los juicios, así que también acabaste con el.
Es eso lo que piensas mientras un grupo de al menos siete oficiales te trasladan a un pequeño centro psiquiátrico, mas no logras entender por que lo hacen, si simplemente hiciste lo que se te fue enseñado, que hay que acabar con todo lo que sea malo, y las cosas diferentes son malas.
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Amadeus, el nombre del joven traído hace dos noches al centro durante tu guardia, su nombre, eso es todo lo que saben de el. Se ha comentado acerca de ese joven desde que llego, al parecer mato a unas veinte personas o mas antes de lograr ser atrapado por la policía.
Según les dijeron el joven era huérfano, un marginado desde su niñez, además de homosexual, parece que fue lo ultimo lo que termino por desencadenar sus acciones. Uno de los médicos vivía cerda de el, dice que mantenía una relación con una de las victimas, otro joven, también huérfano.
Puedes ver al chico desde una pequeña ventana ubicada en lo alto de la puerta de su habitación, lo ves sentado en su cama mirando hacia la puerta, como esperando a que la abran y lo dejen salir.
Es mientras lo miras que piensas que quizás esas personas se lo tenían merecido, has escuchado como lo trataban, lo que decían de él y del otro chico, y de alguna retorcida forma, puedes entenderlo, y piensas que quizás, estando en las mismas circunstancias, posiblemente habrías hecho algo parecido.
Y es que de haber tenido alguien que lo ayudara alguna vez en lugar de personas que no tenían mas intención que mirar como se desarrollaba todo, como si fuera una simple telenovela o algo parecido, el chico habría llegado lejos, pero en lugar de eso acabara en la cárcel o, si tiene suerte se quedara de por vida en esa pequeña habitación, siempre esperando a que lo dejen salir.