Capítulo primero: El bueno de Cerebro
-Lo único que puedo determinar es que se encuentra en alguna parte de Centroamérica-el profesor Xavier suspiró cansinamente, quitándose el casco que amplificaba sus ondas cerebrales y que con ayuda de CEREBRO le era posible identificar a cualquier mutante sobre la faz del planeta-no sé que sucede Jean… esto escapa a mi comprensión.
-¿cree que Magneto tenga algo que ver?-la pelirroja le miró preocupada, que el antiguo amigo del profesor se viera inmiscuido nunca era buena señal.
-no lo creo… sé que puedo equivocarme, pero este tipo de estrategia no tiene su firma particular-colocó sus codos en los antebrazos de la silla de ruedas, cerrando los ojos, su entrecejo frunciéndose repentinamente- acaso…. ¡Jean! Reúne el equipo al completo, esto podría ser mucho peor de lo que imaginaba-el rostro de Charles se tensó significativamente, augurando muy malas noticias.
La mujer sólo atinó a asentir torpemente. Cuando estuvo fuera nisiquiera se molestó en buscarles, llamándoles con su poder telepático *
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-por favor… tengo hambre-una adolescente se arrastró hasta la puerta de su celda, manteniendo los ojos distantes en la pared… intentando ocultar el odio que había en ellos.
-te dimos una hamburguesa-respondió uno de los cuatro hombres que hacían guardia frente a la reja, barajeando con mano experta el juego de naipes-eso es una comida de reyes en este lugar… deberías de ser agradecida y cerrar la boca-indiferentemente repartió las cartas, levantándose al segundo siguiente con pesadez-pero como hiciste un buen trabajo el jefe nos ordenó que te tratáramos bien, así que…-con una sonrisa retorcida el maleante agarró una pequeña maceta cuyo único contenido era tierra y una flor moribunda- aquí tienes, un manjar para la princesa.
Sin pensárselo dos veces la chica metió sus dedos entre la tierra, su semblante enfermizo mejorando de repente, sintiendo como cada mineral del subsuelo pasaba por su sangre y músculos, esos pocos y maravillosos segundos uniéndose nuevamente con la Tierra.
-para ser un fenómeno eres muy bella-murmuró otro de los carceleros, parándose frente a la celda, agarrándose la entrepierna con fuerza-si me hicieras un favor… podría traerte una que otra macetita extra…-aunque su voz era prometedora, poco intento hizo en ocultar su lujuria.
-¡vete al infierno monstruo!-con la dignidad que le quedaba la muchacha arrojó el pedazo de barro hacia los barrotes, resguardándose en la pared más alejada.
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-¿por qué la urgencia profesor? Ni siquiera le he dado un mordisco a esas apetecibles salchichas polacas que estaban en el comedor…-discutió desconcertadamente Nocturno, notando que el ambiente estaba más tenso de lo habitual.
-las salchichas puedes esperar Kurt-el profesor se permitió sonreír por un segundo, mirando al resto con pronta seriedad- creo que hemos encontrado un hormiguero…
-¡¿QUÉ?-La mayoría quedó desconcertado, no sabiendo a lo que se refería el profesor. Sin embargo, Logan hizo gala de un conocimiento privilegiado, pues en menos de un minuto se encontraba frente a su amigo, mirándole con ira-¡SE SUPONÍA QUE UNA DE LAS FUNCIONES DE CEREBRO ERA ACABAR CON ELLOS!
-¿podría alguien explicarnos que está pasando?-Kitty formuló la pregunta que todos pensaban.
-Un hormiguero es una prisión para mutantes-comenzó a explicar Tormenta, mirando al grupo con pesar-ustedes saben que el gobierno ha llevado a cabo misiones secretas para estudiar nuestro ADN e inclusive experimentar con nosotros-la peliblanca bajo la cabeza, deteniéndose para escoger sus palabras con cuidado- pues bien, antes de que ustedes siquiera nacieran nosotros tres –Tormenta señaló a Xavier y Logan- con otros mutantes nos dedicamos a exterminar aquellas organizaciones que se aprovechaban de los mutantes para cometer actos ilícitos…-Ororo cerró los ojos, mordiéndose el labio- los mutantes resultan exóticos en el mercado… todo tipo de mercado.
-eso quiere decir que… ¿los vendían? ¿los compraban por sus habilidades?-preguntó uno de los novatos inocentemente, recibiendo un silencio generalizado.
-exacto, se venden a un precio exorbitante por sus habilidades-murmuró Logan, un poco fuera de sí- véndele un mutante autoregenerativo a un sadista, les cortan las piernas y brazos a los telépatas para que no puedan escapar, ellos…
-LOGAN!- gritó Xavier, notando el espanto en la cara de sus estudiantes- pedí que todos vinieran aquí para que tuvieran conocimiento del alcance que puede tener la crueldad humana, y a ustedes-refiriéndose al equipo formado por Scott, Evan y los demás- tengo que advertirles que si deciden ir… lo que verán… no será agradable-
-estamos preparados profesor-hablo Scott por el grupo, recibiendo un asentimiento de los demás.
-entonces será mejor que abordemos la nave-Tormenta hizo una seña a los novatos, indicándoles que volvieran al comedor- esperemos regresar por la mañana
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-¡a los que vean con vida mátenlos! ¡pero a Maya tráiganla con vida! ¿me escucharon? ¡con vida!-
Decenas de hombres corrían por los pasillos bajo tierra, disparando a las personas que se encontraban apresadas, eliminando cualquier posible testigo.
En una celda aparte se encontraba la adolecente mencionada, tapándose los oídos con fuerza, escuchando los tenues gritos y después los disparos, aquello no podía estar pasando… y sin embargo en un segundo Maya se calmó, encontrando una tranquilizadora lógica a su destino. Recordó cuando su padre la había vendido por unos pocos dólares, las personas que habían fallecido entre sus brazos, lo que la habían obligado a hacer… aquello ya no podía ser llamada vida. Le temía a la muerte, mucho, pero en esos momentos estaba muerta en vida.
Observó como tres cuchillos cortaban la puerta, haciéndola pedazos, notando que un hombre con traje naranja entraba a la habitación. Maya lo observaba sin mirarle… perdida en su propio limbo.
-encontré a uno -Wolverine dijo al intercomunicador, sus ojos ablandándose ante la indefensa criatura frente a él, después de haber visto la masacre anterior era un alivio esperanzador encontrarla con vida- Charles… no envíes a los niños, hay… está lleno de cadáveres-
Aunque lo más fácil hubiera sido romper los barrotes con sus garras, optó por tomar las llaves colgadas en la pared, abriendo con suavidad la reja, agachándose, quedando su mirada a la misma altura de la chica-hey…-cogió su barbilla para que lo viera a los ojos-estás a salvo.
-¿no van a lastimarme?-las pupilas de Maya se enfocaron en el rostro en apariencia feroz, pero que poseía una mirada tan suave…
-no pequeña-
-no… ¿no van a tocarme verdad?-Maya cerró los ojos, sintiéndose débil al escuchar como su voz flaqueaba.
-sobre mi cadáver-susurró lobezno, su quijada perfilándose ante la ira interna que lo embargaba.
-no… no me… no me venderán de nuevo ¿verdad?-ya no pudo aguantar y las lágrimas corrieron por sus mejillas, abrazándose al hombre frente a ella, comenzando a llorar con desesperación, casi gritando, enredando sus piernas y brazos alrededor del cuerpo ajeno, tal y como lo haría un niño sin consuelo.
-ya, ya…-Logan dio unas gentiles palmaditas a la chica-estas a salvo… ¿cuál es tu nombre?
-Maya…-un silencio incomodó se interpuso entre ambos- no tengo padres, así que es Maya, solamente Maya.
-Bien… solamente Maya-Logan notó como la rigidez de la menor disminuía ante la pequeña broma-un buen grupo de personas vino conmigo para rescatarte… pero necesito que cierres los ojos.
-¿por qué?-las uñas de la morena se enterraron en la espalda de Wolverine.
-es un favor que te pido…-comenzó a decir, sin embargo callando ante la cabecita que se movía negativamente.
- pude haber sido cualquiera de ellos… tengo la responsabilidad de… no… deseo verles, que sepan que viviré en su nombre- la adolescente se separó, un poco abochornada.
-entonces vamos-convino rudamente el mutante, abriendo la puerta, revelando un panorama de terror; las paredes antaño blancas ahora salpicadas del violento color de la sangre, y aunque los carceleros mostraban signos de una violenta muerte a manos de lo que parecía filosas navajas, Maya prestó exclusiva atención a los cuerpos que aún se mantenían encerrados, muertos pero encerrados.
-¿ya nos vamos?... yo… yo no quiero que se queden dentro de las jaulas…-murmuró viendo de reojo a su salvador, tratándole con cautela, insegura de si su petición podría sonar fuera de lugar.
-Un equipo les dará un entierro digno, no te angusties por ello- Wolverive le acarició la cabeza, tomándola de los hombros para que avanzara-el inglés se te da muy bien…-
-los clientes que podían pagar mis servicios eran en su mayoría americanos-respondió automáticamente.
-lo siento, no quise…
Maya parpadeó, entendiendo el repentino azoro del otro- no se preocupe! Yo no me refería…. No era prostituta… por lo menos no era mi trabajo principal-terminó por decir, decidiendo dejar las cosas en claro- ellos me obligaban a curar… puedo curar parcialmente las heridas de los demás.
-vaya… -fue lo único que atino a decir. Se encogió de hombros, al buen entendedor pocas palabras.
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Cuando entró a la nave casi podía palparse una barrera entre Maya y los chicos, ellos observándola con extrema curiosidad, mientras ella les veía con un gesto que intermediaba entre lo hostil y lo esquivo.
-te presento al profesor Xavier, Ororo, Kitty, Scott, Jean, Evan y el duendecillo azul es Kurt…. Chicos ella es Maya-enumeró Logan rápidamente, tomando asiento como copiloto, haciendo un gesto distraído con la mano- hablen de tonterías juveniles-
-es un placer tenerte con nosotros Maya-Charles usurpó rápidamente la batuta de las presentaciones-sé lo difícil que ha de haber sido tu vida estos últimos años… pero deseo que tomes en consideración una propuesta: quiero que te unas a mi colegio privado, allí hay otros jóvenes como tú, con habilidades especiales… nosotros les enseñamos a controlar sus poderes…
-¿a cambio de qué?-preguntó rápidamente la chica, mirando con recelo al calvito que a primera vista parecía inofensivo.
-el instituto no pide nada a cambio Maya-intervino Scott, sonriendo con amabilidad- es un refugio para mutantes, muchos de nosotros no tenemos un hogar al cual volver… así que es una buena opción.
Los ojos verdes de la morena se movieron inquietos, observando a las personas de su alrededor, desde hacia tiempo que no sentía auras tan limpias… su desarrollado sentido de la empatía le permitía saber que sus intenciones eran buenas.
-me… me encantaría!-sonrió abiertamente, recibiendo una alegre ovación de recibimiento
-no quiero arruinar el momento, pero es mejor que nos vayamos antes de que el ejército se dé cuenta de nuestra ubicación-interrumpió Logan, prendiendo los motores de la nave.
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-¿nunca has probado una rosquilla? Mujer, ¡no has vivido!- dijo Kurt dramáticamente, ocasionando las risas de los demás.
-creo que ahora podré hacerlo-dijo con simpleza la nueva integrante, comentario que pasó desapercibido para sus compañeros pero que caló hondamente en la memoria de los mayores.
-lo primero que haremos mañana será ir de compras, tienes una buena figura, así que no tendremos muchos problemas- Kitty la miraba al igual que una niña con muñeca nueva.
-más vale que duermas bien esta noche-consoló Evan- Kitty es una fiera en lo que a compras se refiere.
-ir de compras no es sólo adquirir ropa, es elegir lo que convenga a tu personalidad y…- intentó defender Jean.
-cosas de chicas, Maya-Evan tocó con simpatía su hombro- duerme como roca, créeme, no tendrán piedad.
Ante la nueva discusión la ojiverde sonrió apaciblemente, pensando que su estadía con aquellas personas era lo mejor que le había pasado en la vida; por primera vez bendijo sus poderes mutantes.
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-¿profesor Xavier?...-
El hombre volteó, distinguiendo la figura de la morena en el umbral de la puerta- Maya… ¿no puedes descansar? ¿algo te incomoda?.
-no, claro que no, creo que es la primera vez que tengo una cama tan cómoda, todo es maravilloso profesor, estoy muy agradecida-la chica apoyaba el peso de su cuerpo de una pierna a la otra, signo inequívoco de que ese no era el problema.
-ya veo… ¿entonces porque no puedes conciliar el sueño?-la gentil voz del hombre ocasionó mayor nerviosismo en la chica
-¿usted también tiene problemas para dormir?-
Charles parpadeó, riendo suavemente –no puedes responder con otra pregunta- comentó mientras movía la silla, quedando de frente a su reciente estudiante- estaba recordando el pasado… un pasado oscuro del que no pensé que pudiera salir-movió la cabeza, apesadumbrado- pero encontré la salvación en mis estudiantes, en la enseñanza, creo que hay mucha verdad en la idea de "el futuro son los jóvenes".
-yo… profesor… no tengo dinero-Maya se agarraba casi compulsivamente la orilla de la piyama, avergonzada, sintiéndose excluida de aquel círculo de personas extraordinarias.
-no eres la única en el instituto sin recursos económicos-comentó Xavier con tranquilidad, sonriendo paternalmente- es un honor que pueda cubrir tus necesidades, no pienses más en ello ¿de acuerdo?-un escueto asentimiento fue su única respuesta- toma asiento Maya… platiquemos de lo que desees.
La chica se sentó con prontitud, sonriendo con nerviosismo, había deseado conversar con el hombre que le inspiraba tanta confianza, pero ahora que se encontraba frente a él… las palabras simplemente no salían.
-¿cuáles son tus habilidades?-el profesor preguntó con cordialidad, hiendo a servirse un poco de café- Logan me comentó que puedes curar a otras personas… ¿es eso cierto?
-técnicamente puedo curar parcialmente a otras personas-Maya negó, un tanto abatida- cuando mi mano entra en contacto con alguna herida mi cuerpo comienza a absorber el daño de la otra persona, es algo doloroso y desagradable en realidad, cuando estuve…- los ojos verdosos se cerraron un momento- cuando estuve con ellos me obligaban a tocar heridas de balas, fracturas, en fin… me dejaban en paz cuando mi cuerpo entraba automáticamente en un sueño profundo.
-te auto inducían al coma-comentó severamente el mayor, apretando sus manos
-yo… supongo que si- Maya sonrió, olvidándose de eso- y creo que puedo controlar a las plantas, bueno en realidad no lo sé…
-explícate… tenemos todo el tiempo del mundo-el profesor animó, notando el repentino jubilo infantil que adornaba el rostro de la chica.
-Mis padres me vendieron cuando tenía trece…-comenzó a narrar
-es decir, hace tres años-
-aja, pero no tenían idea de que era una mutante, así que fui directamente al comercio de mujeres- Xavier la escuchaba con atención, sabiendo que esas palabras servirían para un análisis posterior, aún así… que hablara de su venta tan despreocupadamente…. No sabía si era un avance asombroso o un bloqueo inconsciente de la realidad- y fue tanto mi pánico que todas las plantas de mi alrededor comenzaron a moverse-Maya rió, recordando la histeria general que reinó en aquella casa de "putas"- asi que una cosa llevó a la otra, me encerraron en una prisión donde no pudiera tener contacto con la tierra y luego descubrieron que también podía curar… eso fue lo que realmente les interesó, profesor Xavier…
-¿dime?-el hombre le miraba, sonriendo
-sería demasiado raro pedir… ¿puedo salir al jardín?-Maya le observó suplicante
-¿por qué no? El Dr. McCoy ha de estar paseando también.
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Maya tiró con ansiedad las pantuflas en la entrada, corriendo descalza por el pasto, brincando, hiendo a enterrar los pies en la tierra- ahhmmm….-suspiró con placer, el sentimiento muy diferente a meter los dedos en una maceta.
De pronto el mundo de frío concreto cambió a uno lleno de colores y formas, podía ver la conexión de cada raíz a la tierra, los gusanos que danzaban felices bajo ella, haciendo un gran trabajo en su pequeña labor, cada flor cantaba su propia canción… y el árbol frente a ella era tan viejo… tan sabio…- ¡es hermoso!-exclamó antes de ir a abrazar el tronco, con lágrimas de felicidad surcando sus mejillas.
-veo que la señorita Maya no ha podido dormir…-
La aludida volteó hacia arriba, encontrándose con una bestia azul… tal vez su figura daba miedo, pero definitivamente su voz era el de una persona tranquila y amable- ¿profesor McCoy?-preguntó, un poco tímida.
-veo que mi aspecto te sorprende pero no te atemoriza-de un salto se posó frente a ella, levantando una ceja.
Maya no entendía la miradita que le echaba… pero cuando se dio cuenta que seguía abrazada al árbol, vamos que de seguro se veía ridícula, se apartó completamente sonrojada-hace mucho que no veía uno…-comentó quedito –además… eres el segundo hombre azul que conozco hoy, me sorprendiste, es algo que no se ve todos los días.
-bueno… yo tampoco estoy acostumbrado a ver chicas con el cabello verde-
-¿cabello verde? ¿te refieres a una estudiante?-Maya le observaba sin entender.
-ven conmigo- la amable bestia la llevó hasta la fuente del patio, permitiendo que viera su reflejo- me refiero a ti…
Maya casi grita del susto al notar como su larga melena negra había cambiado a una tonalidad verde claro
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Después de la histeria inicial, se dio cuenta que al paso de las horas sus cabellos volvían a tomar su particular tono negruzco, quedando sólo las raíces de un brillante y lindo verde.
-es la primera vez que experimentas este cambio?-preguntó interesado Bestia, extrañado de que la muchacha no conociera sus propios poderes
-desde que descubrí mis habilidades es la primera vez que estoy en contacto directo con la tierra- la latina se encogió de hombros, su atención siendo dirigida hacia un pequeño bonzai que el Dr. McCoy tenía en su escritorio-esa planta va a morirse pronto…-auguró, feliz de poder explayar sus poderes con libertad.
-¿qué?... es imposible, recibe una dosis perfecta de agua y luz solar, es improbable que muera bajo los cuidados adecuados-rebatió el ser azul, no que fuera un excelente botánico… pero era muy meticuloso con sus pertenencias.
-las plantas son seres vivos, y aunque no socializan o se comunican como nosotros, necesitan el contacto con sus semejantes…-con un suspiro se levantó, negando-igual y estoy equivocada, un día con mis poderes y ya creo que los manejo a la perfección-bajo la cabeza, sintiéndose estúpida por haber sonado tan pedante.
-no Maya… parte de tu educación consiste en aceptarte como mutante, aprender a confiar en tu poder e instinto "Hay más cosas entre el cielo y la tierra, Horacio. Que las que sospecha tu filosofía.", disculpa, yo fui el arrogante-Bestia se tocó el pecho, en signo de arrepentimiento.
-creo que ustedes se llevarán bien…-intervino Charles, divertido de que ambos mutantes tuvieran un carácter tan similar- el profesor McCoy antes de su… cambio de imagen-comentó Xavier con ligereza- fue profesor de preparatoria, Bestia… si no es mucha molestia me gustaría que ayudarás a Maya con sus estudios, ha estado inactiva varios años y temo que no pueda ponerse enseguida al corriente-el telépata se dirigió a la puerta, mirándola antes de salir-en una hora se servirá el desayuno, creo que será un buen momento para presentarte al resto-
Bestia y Maya se quedaron solos, sonriéndose entre sí, encontrando la presencia del otro sumamente agradable-entonces… ¿porqué te dicen Bestia si tu nombre es McCoy?-
Bestia volteó hacia la puerta con rencor, dándose cuenta que su buen amigo Charles le había dejado la tarea de explicar los detalles y pormenores de la institución.
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-más les vale no excederse-Scott señalaba particularmente al grupo donde estaban Jimmy (el chico que puede multiplicarse) y Bobby (Iceman)- la pobre chica ha pasado por mucho para que se asuste con ustedes…
-¿pero de que hablas Scott?-Kurt apareció en una nube frente a él, agarrando con su cola la botella de miel- ¿asustarse? Si somos adorables… ¡como ponys de felpa!-argumentó con su particular acento, sirviéndose una absurda porción de waffles.
-jajaja no exageres-Jean intervino, colocando su mano en el hombro de su novio- pero en serio chicos, va a ser el primer día de Maya y hace mucho que no convive con gente de su edad, sean amables-ante las conciliadoras palabras los chicos asintieron, hiendo a servirse el jugo o leche de su elección.
-¿por qué te obedecen si ambos dijimos lo mismo?-preguntó Scott confundido, mirando la impecable conducta de los novatos.
-porque a diferencia de ti ella tiene una cara linda-bromeó Berserker, recibiendo una mirada iracunda de cíclope
Y cuando el aludido apenas iba a responder la ofensa la morena entró, seguida por Bestia- calma chicos, pueden seguir con la discusión después de recibir a nuestra nueva recluta, Maya- el hombre azul señaló una silla, donde la ojiverde se sentó tímidamente, levantando a penas la vista, observando un gran número de rostros desconocidos- ho… hola… soy Maya…-y como no recibió respuesta bajó la cabeza, sonrojándose, pensando que seguramente se veía de lo más estúpida.
-SI! Nos tocó una chica linda!-gritó Jimmy, multiplicándose para hacer una danza de la victoria por todo el comedor.
-cálmate niño…-Logan apareció, empujando a una de las copias para que se juntara con el "patrón" original- si tienes tanto ímpetu por la mañana quiere decir que he sido blando en los entrenamientos-se sentó y sin piedad desplegó el periódico, tapando al grupo de caras que de pronto lo miraban con fastidio y sin energía.
-y entonces… ¿qué es lo que sabes hacer?-preguntó Tabita sin tacto alguno, recibiendo una mirada severa de Kitty- ¿dije algo malo?
-no… está bien-Maya sonrió con simpatía, viendo un momento hacia Boom Boom, le parecía todo un enigma que la rubia fuera tan rebelde pero tuviera un alma tan noble- pero después de mí les toca a ustedes ¿eh?-con rostro concentrado enfocó sus manos hacia una maceta que yacía en la esquina de la cocina, la vasija comenzó a temblar y las raíces comenzaron a salir por encima, como pequeños brazos que estuvieran escalando a la superficie y, ante la mirada de todos, la planta comenzó a bailar cancán… pasados unos segundos regresó la planta a su lugar, quitándose una gota de sudor en el proceso- es la primera vez que lo hago en público… creo que me falta práctica.
-mirémosle el lado positivo… si alguna vez nos atacan los tomates asesinos tenemos a quién acudir- dijo Kurt, zampándose de un trago la leche- por mi parte…-apareció a un lado de Maya, tocándole la nariz, para regresar a su asiento con otra explosión- puedo teletransportarme… y tengo esta hermosa apariencia-dijo sin modestia, haciendo reír a la morena.
-yo puedo usar telequinesis-Jean levantó en el aire algunas fresas, colocándolas enfrente de Maya, tomando la botellita de crema para servirle un poco por encima de las frutillas- y telepatía….
-¿puedes leer mi mente?-Maya la miró con sobrecogimiento, no que le molestara, pero le asustaba que la pelirroja pudiera ver sus recuerdos, eran tan humillantes…
-oh no, no Maya… respeto la intimidad de los demás, jamás leería tu mente sin tu permiso-
La pelinegra asintió, sonriendo, las palabras de la chica sonaron tan sinceras que era imposible que estuviera mintiendo.
Y así cada uno se fue presentando, Rogue le advirtió que si la tocaba caería en coma con rapidez, a lo que tomó rápida nota mental, no era nada agradable cuando se estaba en aquella inconsciencia… sus ojos se iluminaron cuando Bobby le dio una rosa de hielo, a su gusto le parecía hermosa la figura que tomaba Amara cuando se transformaba, pensó que los poderes de Tabita pegaban mucho con su personalidad… su nuevo hogar le prometía muy buenos recuerdos.
Cuando el bullicio llenó nuevamente el comedor Maya reía ante los comentarios que Kurt hacia con una soltura natural; sintió una pesadez en su nuca y volteó con rapidez, encontrando la mirada de Logan sobre ella. Con ojos risueños le sonrió abiertamente, moviendo sus labios con lentitud, diciendo un mudo "Gracias".
Wolverine negó, cambiando la página del periódico, las noticias de política internacional ocultando su pequeña mueca de satisfacción.
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-es una pena que Maya no pueda venir aún-comentó Kitty con pena, sacando el libro que utilizaría para su clase de economía.
-bueno… su educación no ha sido la mejor en los últimos tiempos, aunque la envidio, tener a Bestia como profesor de tiempo completo ha de ser genial-Kurt apenas sacaba sus cosas cuando la puerta del casillero se cerró abruptamente-¿Qué?... ¡oigan! ¿por qué hacen eso?-molesto se volteó, encontrándose con un par de grandulones.
-Porque podemos, bien Wagner… esto no tiene porque resultar violento- el más grande le dio un empujón-sólo danos el dinero que traigas encima y no molestaremos…
-por lo menos hasta mañana-terminó por decir el otro abusón.
-¿Qué sucede aquí?-un hombre de gran musculatura se acercó, la gorra y el silbato mostrando que se trataba del nuevo maestro de gimnasia- ¿algún problema?-miró penetrantemente a los mayores, que se retiraron sin protestar- ¿señor Wagner, todo bien?-
-¡¿Coloso? Pero que…- Kurt reaccionó al recibir un codazo de su amiga- errrr… ¡claro! Todo bien! El cielo es azul, los abusones de siempre, un aliado de Magneto se convierte en mi profesor de educación física….
-Kurt!-Kitty lo miró alarmada
-¡¿Qué? No se puede tapar al sol con un dedo, tienes que admitir que resulta un tanto…- entrecerró los ojos, levantando la cabeza hacia arriba-perturbador-
-jajaja-Kurt cerró los ojos al sentir que una de las manos del otro se posaba sobre su cabeza, grande fue su sorpresa al percibir solamente una amigable caricia- ahora que mis seres queridos están a salvo recurrí al profesor Xavier, deseaba un trabajo sencillo, que me relajara… así que acepté el puesto de profesor-
-¿encuentras relajante educar a una panda de adolescentes?-cuestiono Kurt sorprendido- vaya que eres un bicho raro… y deberías reflexionar ¡si soy yo quien lo dice!
Coloso dio un fuerte golpe a la espalda de Nocturno, negando con la cabeza-tu sí que eres gracioso, me caes bien-
-pues… intenta que no te caiga "tan" bien-el pobre duende se doblaba como abuelita, siendo la burla de Kitty- si hubieras sentido eso no estarías tan feliz, créeme… ¿así que ahora estás del lado de los buenos?-
Coloso asintió- podría ser una manera de verlo….
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Como siempre Rogue fue una de las últimas en entrar a la escuela, debido a varios accidentes evitaba las grandes multitudes, así que se vio sorprendida al ser jalada por el antebrazo, encontrándose cara a cara con el atractivo pero presuntuoso canadiense- Gambito… ¿qué quieres?-
-es una alegría sabeg que una mujer tan linda recuegde sin problemas mi nombre-sonrió, sus peculiares ojos rojizos mostrando una coquetería casi infantil- creo que he causado una buena impresión…-
La gótica tragó con un poco de fuerza, pese a sus esfuerzos mostrándose un poco nerviosa, era difícil hacerse la dura cuando sus encuentros amorosos se reducían a cero- ¿te ha mandado Magneto?-un destello de ira apareció en los ojos de titania (pícara en España )
-Cherie… un enamogado no necesita excusas para visitag al seg amado…-el castaño extendió los brazos, como si de aquella manera pudiera mostrar el tamaño de sus sentimientos-para ti…-sacó una carta de su bolsillo, extendiéndola hacia Rogue.
La adolescente tomó con desconfianza la carta, volteándola, dándose cuenta que era el As de corazones- bien… me diste tu… carta… piérdete-le espetó rudamente, volteándose para seguir su camino.
-tsk tsk…-Gambito suspiró ruidosamente, atrayendo la atención de varios estudiantes rezagados- ¿las americanas son así de gudas –rudas- con los hombres que abren su cogazón?- algunas risillas se escucharon, logrando que Rogue volviera a su lado casi corriendo.
-¿qué es lo que crees que estás haciendo?-sin miramientos la mutante lo agarró del cuello de la gabardina- si mal no recuerdo la primera carta que me diste era una bomba, disculpa si aún no lo olvido…-
-eres rencorosa Cherie… pero también deberías recordag que me dejaste inconsciente con un beso, creo que estamos a mano- Gambito apresó la mano enguantada de Rogue, tomándola por la cintura, agarrando su barbilla con galantería- soy un experto en el arte del amog…
Titania sonrió, observándole desafiante- adelante, da el primer paso…-su confianza volvió al percibir el desconcierto del otro- por muy maestro que seas es imposible si no puedes tocarme-de un manotazo se separó, dando un beso a su dedo índice, para luego colocarlo sobre los labios del francés- adiós.
Ante el tenue toque Gambito tembló, sin moverse, apretando los puños con frustración ¡su corazón siempre elegía amores imposibles, maldita sea!
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-hey Iceman…-
Bobby se "congeló" en su lugar al escuchar su nombre de combate, volteando con lentitud, encontrando a un adolescente pelirrojo que lo miraba con interés- no me llames así…-con rapidez lo arrastró hacia uno de los extremos del pasillo, cruzándose de brazos- ¿John? ¿qué haces a…
-Pyro, dime Pyro, Iceman-corrigió automáticamente el chico, observando distraídamente la multitud de alumnos que se aglomeraba para asistir a clases.
-no! Fuera de la escuela no importa, pero dentro debes llamarme Bobby, tu nombre es John-contradijo el rubio con enojo, señalándole con un dedo de advertencia.
-¿y si no quiero?-Pyro le observó con fijeza, sus pupilas mostrándose rebeldes, Bobby casi encontraba imposible que unos ojos pudieran contener tantas emociones al mismo tiempo.
-como quieras, pero no me molestes-le espetó fríamente, comenzando a caminar hacia su aula.
-bien, bien, lo siento, ya sabes… es la costumbre…-bajó los ojos, murmurando bajito- Bobby…
-bueno, eso es un inicio- sonrió, notando un pequeño papel que sobresalía de la mano del pelirrojo-¿y eso?
-mi horario de clases… aún no me acostumbro a…-señaló su alrededor- esto…
-déjame ver-Bobby tomó el papelito, notando que John se encontraba en el lado opuesto de donde se suponía debería estar-estás completamente perdido…
-no-
-¿eh? ¿no qué?
-no estoy perdido, sé perfectamente que el aula asignada queda al otro lado del edificio-Pyro parpadeó, como si la campana y la desolación de los pasillos no le importara.
-pues bueno… ¿entonces qué haces aquí? Ve a tu clase-Bobby le regresó el horario, cogiendo la mochila del suelo.
-que frío…-John sonrió, pareciéndole gracioso el comentario-creo que resulta obvio…-su rostro volvió a enseriarse- vine a verte
-¿por qué? ¿tienes algo que decirle a los hombres X?-Bobby se tensó, poniéndose en guardia.
Pyro rodó los ojos, estampando al rubio contra la pared más cercana- no, esto sólo te incumbe a ti, prepárate...-el adolescente se acercó al oído de Iceman, hablando en un susurro- porque he decidido que eres mi alma gemela…-y le besó, de una manera tan ardiente que Iceman pensó que tenía fuego sobre sus labios.
-¡¿estás loco? ¡no te me vuelvas a acercar!-y en un impulso lo congeló, caminando hacia su clase correspondiente.
-esperaba algo así… venía preparado-Pyro se miró, notando que se encontraba empapado.
Continuará…