Pérdida de memoria
Estoy sentada en el suelo de un callejón oscuro. Me miro. Tengo las manos blancas y, por lo que parece, son bastante delicadas. Son de chica, ¿Esto significa que soy una chica? Continúo mirándome. Llevo una falda de color verde, parece de un instituto. Entonces, ¿Qué hago tirada en un callejón? ¿Quién soy? Miro un poco a hacía las bandas y veo que hay luz a un lado del callejón.
-¿Es una salida?
Me levanto como puedo. Me duele todo el cuerpo i sobre todo la parte baja. Una vez levantada ando apoyándome en la pared. A medida que ando me voy acostumbrándome al dolor y ando mejor. Llego al final i me encuentro en una calle, no muy transitada. A un lado veo un gran reloj, son las seis y media de la tarde. Se está haciendo oscuro.
¿Dónde vivo? ¿Hacía donde tengo que ir? ¿Por qué no recuerdo nada de mi vida? ¿Tengo amnesia? Pero entonces ¿porque recuerdo cosas sobre la ciudad y las costumbres de las personas, en general? ¿Solo he perdido la memoria en referencia a mí y a lo que me rodea? Las demás cosas las recuerdo. Sé que es un reloj, para que sirve y como leerlo. Pero he olvidado quien soy y a quién conozco, dónde vivo y a donde iba antes de dormirme en esa calle. ¿Cómo lo podré averiguar?
-Mon… -oigo que grita una voz femenina a mi espalda. No sé porque pero me giro para mirarla.
Es una chica muy guapa de pelo negro y corto, no le llega a los hombros. Parece una chica alegre, aunque parece preocupada. Agita la mano mientras corre hacia mí y me abraza. Al hacerlo noto que algo en mi interior se agita y me pongo nerviosa a la vez que noto que me suba la temperatura hasta la cara, seguro que me he puesto roja. A su lado se encuentra una chica igual que ella pero con un en su cabeza lleva una diadema verde, igual que el uniforme escolar que lleva. Parece un distintivo para que la gente no se confunda con su hermana gemela. Por lo que veo ella es más tranquila que su hermana aunque también parece preocupada por algo. Va detrás de su hermana y no parece que vaya a hacer nada más que eso.
-Me tenías muy preocupada, Mon. Tu madre me dijo que hoy vendrías al instituto y al ver que no venias… -dice mientras casi se pone a llorar.
-¿Quién eres tú? ¿I ella? ¿Me conocéis?
-¿Cómo? ¿Qué te pasa? Soy Im ¿No me recuerdas? I ella es mi hermana Lun.
-Hola. -dice Lun mientras me mira muy atentamente, aun sin coger ninguna iniciativa.
-¿Por qué estabais preocupadas por mi?
-Como que porque, pues yo porque te quiero y ella porque es tu mejor amiga.
-¿Qué me quieres?
-Si - dijo mientras me daba un beso en la boca.
No sé porque pero este beso me gusta y me parece familiar, como si ya nos hubiéramos besado antes, con estos pensamientos en mente le devuelvo el beso. Se separa de mí y me mira con una sonrisa en la boca
-Por lo menos no has olvidado cómo se besa a una novia.
-¿A una novia? -pregunto desconcertada.
-Pues claro, sino no te hubiera besado, ¿no crees? - me contesta en so de burla. -Haber has perdido la memoria, y por eso no te acuerdas de nosotros, ¿pero que sabes de ti?
-De mi… que soy una chica. Pero lo demás no lo recuerdo.
-Está bien. Mira, lo más básico es: Te llamas Mon, tienes 16 años, vas a una escuela femenina, junto a Lun y a mí, porque tienes aversión a los hombres mayores de 10 años, sin excepción, supongo que es por eso que eres lesbiana. -dijo mientras se reía- eres mi novia y Lun es tu mejor amiga. Creo que con esto ya tienes bastante. Tu familia te la presentaré a medida que los vayas viendo.
-Por cierto, ¿sabes donde vivo?
-Pues claro, si casi siempre estoy en tu casa. Ven con nosotras.
Diciéndome esto me coge de la mano y se me lleva en la dirección en la que ellas iban. ¿Irían a mi casa para verme? Es probable que mi madre esté enfadada, ¿Por qué tengo madre, no? Del instituto se sale a las cinco de la tarde. Así que ha pasado bastante tiempo.
Al final llegamos a mi casa. Llamamos y nos sale al encuentro una mujer un poco más baja que yo. Bastante mona, aunque al verme a puesto una cara que da miedo, supongo que es mi madre.
-¿Qué horas te piensas que son para llegar? ¿No sabes que hoy tenias que ir a comprar, ya que yo llegaba tarde por llevar a tu hermano al fútbol? Y llego y ni la compra ni tú habéis llegado. ¿Qué te has creído que eres para desobedecerme así? -se gira y mira a Im- Asi que estabas con Im. Que estés con tu novia no significa que no tengas que volver a casa.
-Señora Tse, ya sé que es tarde, pero… Mon no tiene la culpa. Ella ha perdido la memoria y no se acuerda de nada de su vida. Pero eso hasta que Lun y yo no la hemos encontrado en la calle y la hemos traído a casa no ha podido venir.
-¿Qué ha perdido la memoria? -pregunta la señora Tse preocupada.- ¿Y como ha sido?
-No lo sabemos, ella no lo sabe. -responde Lun a su pregunta.
-Pobre mi niña -dice mi madre mientras me abraza y me hace entrar a casa.
-Señora Tse, yo iré a comprar. Si me da la lista de la compra y el dinero, ya sé las tiendas que frecuenta.
-Está bien. Muchas gracias, Im.
Mi madre le da una bolsa, el dinero y la lista de la compra y se despide de ellas mientras yo lo miro todo. Al entrar encuentro a un niño de unos 7 años sentado en la mesa del comedor, con un cuaderno y unos colores.
-Este es tu hermano Po.
-Hola Po.
-Po, tu hermana ha perdido la memoria a sí que no sabe quién eres y necesitará que le enseñemos la casa. Le haces una visita guiada mientras hago la cena por favor.
-Claro mama.
Mi hermano se levanta de la silla y me coge de la mano.
-Como puedes ver, ahora estamos en la cocina - comedor, al otro lado del pasillo hay una saleta con tele, para pasar los ratos libres en familia después de las cenas. Aquí está el lavabo de la primera planta. -señala hacia una puerta que estaba al lado del comedor.
Pasamos por delante de la puerta de entrada y me dirigió a la saleta, era bastante grande, tenía dos sofás para cuatro personas, y dos más individuales. Había la televisión a una pared i una mesita pequeña en medio. Debajo de la televisión había una pequeña librería, con un montón de libros desordenados.
-Esta es la saleta de la que te hablaba antes.
Luego me llevó a unas escaleras que había justo delante de la puerta de la saleta. Las subimos y nos encontramos en un piso muy diferente. Delante de la escalera había un pasillo que llevaba a otras escaleras. Hacia ambos lados, había un pasillo con dos puertas. Pero a la derecha había una de metal.
-Es el ascensor para los abuelos que viven en esta planta. Solo bajan para comer. Mira hacia la izquierda. ¿Ves la puerta de la pared de la derecha? Pues en verdad no es una puerta, sino dos. Son los dos lavabos contiguos para los abuelos. La puerta de delante es la de su habitación. Las dos puertas de la derecha son despachos, uno es del abuelo y el otro de la abuela. La abuela casi no lo usa, así que lo usó yo para poner mis juguetes y cuentos.
No fuimos hacia las habitaciones sino que seguimos hacia el piso siguiente. Este era igual que el anterior.
-A la derecha están el lavabo y tu lugar de estudio. Hacia la izquierda están tu habitación y la mia.
-¿Mi lugar de estudio?
-Sí, allí tienes todo lo que necesitas para hacer tus deberes de persona mayor.
-¿Persona mayor?
-Trabajos para la escuela.
-¿Puedo ir a ver mi habitación?
-Claro. Por algo es tu habitación, ¿no?
Me dirige a la puerta de la derecha y la abre. Entro y la miro. Es enorme, tiene un armario muy grande, lo abro. Hay ropa muy diversa. Sobretodo oscura, aunque tampoco hay mucha, por lo grande que es el armario se ve bastante vacio. Hay una cama muy grande, parece de las de matrimonio, pero en talla grande. Hay una biblioteca con un montón de libros, todo novelas y mangas. Aunque también revistas científicas. Incluso figuras de personajes de anime, que si reconozco. Allí están Kurama, Gaara, Ichigo en forma Bankai, Hitsugaya e incluso algún Pokémon, Eevee, Salamance, Mew, Giratina, Pikachu y muchas más figuras. En la pared hay pósters por doquier, de Inuyasha y Sesshomaru, del detective Conan… y de personajes de Raw i Smach Dawn, como Jeff Hardy y Rey Misterio.
En la cama y en alguna estantería hay un montón de peluches. Y también hay cinco muñecos, dos masculinos y tres femeninos. Me quedo mirándolo esperando recordar algo, pero nada. Aunque sí recuerdo el nombre que tienen, sea que les puse yo en el pasado, supongo.
Finalmente salimos de mi habitación y nos fuimos al piso de arriba.
-Aquí están la habitación de nuestros padres y su sala de estudio. Arriba solo hay el desván.
Bajamos a nuestro piso y me señala la puerta que antes me había dicho que era el lavabo.
-¿Quieres ducharte?
-Sí, lo necesito. Hace rato que mi cuerpo me lo pide a gritos.
Me voy al lavabo i Po me sigue. Entra conmigo y abre la puerta de uno de los armarios blancos que hay. Saca un par de toallas de color negro.
-Estás son las tuyas me dice -mientras me las da, señala una botella de color blanco con dibujos marrones, otra muy parecida y una de color marrón claro- esto es lo que usas tu. El champú del pelo, el jabón del cuerpo y el acondicionador del pelo.
-Gracias Po -le digo mientras veo como sale de la habitación.
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Estoy con mi hermana caminando hacia la verdulería donde trabajan mis padres para hacer la compra que me pidió la madre de mi amor. Como siempre mi hermana me sigue a donde voy, a veces no sé si es para vigilarme o si es porque no tiene nada mejor que hacer. Aunque a mí no me molesta que me siga.
-Im ¿no te parece raro que Mon haya olvidado todo en relación a su vida?
-Sí, no se me ocurre un porqué. ¿Cómo puede ser que de camino al tren se le haya olvidado todo? Llevo un rato preguntándomelo, pero no hallo respuesta.
-Podría ser por un golpe a la cabeza o por un shock traumático.
-Un golpe en la cabeza… lo dudo. Tendría que haber sido fuerte i tendría alguna marca: sangre, moratón, chichón.
-Ya, es verdad, entonces solo queda el shock traumático. Pero conociéndola, solo se una cosa que la traumatizaría, dejándote de banda a ti.
-¿A mí? ¿Cómo la voy a traumatizar yo?
-Me refiero al hecho de que la dejaras por otro u otra.
-Pero eso, yo nunca lo haría.
-Ya por eso solo sé una cosa. Una violación, por parte de un chico.
-¿Una violación?
-Sí. Si solo con ver a un chico le entra de todo. Imagínate una violación. Seguro que le haría perder la memoria, para borrar el momento en que un hombre la toco.
-Podría ser que eso le hiciera perder la memoria, per Mon nunca se dejaría violar.
-Recuerda que cuando un chico se le acerca mucho o la toca, aun que sea un solo roce su cuerpo reacciona y muchas veces se desmaya. El violador podría haber aprovechado ese momento, ¿no te parece?
-¡Hijos de puta! No saben respetar la propiedad privada de la gente. Cuando sepa quiénes son los voy a matar.
-Im tranquila que solo es una hipótesis. Aunque tiene un gran porcentaje de acierto.
-Los voy a matar, lo juro.
-¿A quién quieres matar hija?
-Pues a los malditos violadores que han tocado a mi niña.
-¿Violadores? Hija a ver explícate mejor por favor.
Así entramos en casa con mis padres, les contamos todo lo que ha pasado y porque creemos que ha pasado. Mis padres escuchan estupefactos lo que les contamos. Luego de charlar un rato sobre el tema. Cojo el encargo y como ya había ido a comprar a los otros lugares nos regresamos a casa de Mon, con la intención de quedarnos a dormir. En cuanto llegamos le doy a mi segunda “madre” la compra y me voy al baño, donde me dicen que está Mon des de hace un buen rato. Pico a la puerta y entro.
-Mon, ¿puedo pasar?
-Sí.
Está dentro de la bañera tumbada con los ojos cerrados. Me acerco y veo que tiene la piel un poco enrojecida.
-¿Por qué tienes la piel enrojecida?
-De tanto fregar. No sé porque pero tengo necesidad de frotar y frotar, sin parar.
-Ya para. No te frotes más. Te harás daño.
-Está bien.
-Venga cari, tranquilízate. Ya ha pasado todo.
-Pero que es lo que ha pasado.
-Lo que te haya hecho perder la memoria. Ahora estás conmigo.
-Sí. -me dice mientras baja la cabeza.
-Mi amor, yo te protegeré. A partir de ahora no me separaré de ti en todo el rato.
-Está bien. -dice mientras me sonríe tímidamente.
-Te quiero - le digo mientras me acerco y la beso.
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Mientras Im me besa, pasa su mano por mi cuerpo, primero por el pecho, y va bajando. Cuando llega a mi cintura se para y se dirige hacia mi parte baja, pero de repente me entran ganas de llorar sin saber porque y mis lágrimas caen por mis mejillas sin yo poderlo evitar. Sollozo, aunque queda apagado en la boca de Im, la cual se da cuenta de que algo me pasa y se separa de mí. Me mira directamente a mis ojos amarados y me acaricia la cara secándome las lágrimas que salen sin parar, luego me pone una mano en la nuca y me atrae hacia ella de manera que mi cara se posa en su cuello.
-Tranquila, cari. ¿Por qué lloras? ¿Has recordado algo?
Muevo la cabeza negativamente. Paso mis brazos por detrás de su espalda mojándola y la abrazo fuertemente mientras lloro sin control. Ella también me abraza, intentándome animar, no parece importarle que le esté mojando la ropa que lleva puesta, es decir, el mismo uniforme que llevaba yo cuando desperté en el callejón esta tarde. Me acaricia la cabeza con cariño mientras me besa la coronilla tiernamente. En estos momentos me parece tan mona. Creo que estoy empezando a recuperar todos los sentimientos con respeto a ella. Y eso significa que me estoy enamorando de ella por segunda vez, esto me hice sonreír.
-Sabes… yo también te quiero - le dije con la cara aun pegada a su cuerpo.
-MON, IM… A CENAR -se oye gritar a mi madre.
-YA BAJAMOS -contesta Im sin soltarme.
Deshago el abrazo y la miro mientras sonrío. Esta vez soy yo quién da el primer paso en el beso. Me acerco despacio a ella, titubeando, pero al final anulo el espacio que segundos antes había entre nosotras. Y la beso, yo la he besado. ¿Qué ha pasado con mi timidez de segundos antes? Saboreo sus labios con el triunfo que supone haberla besado yo a ella y no al revés. Me separo y me levanto de la bañera donde aun me encontraba.
-Bajemos antes de que mi madre se enfade y suba a buscarnos.
-Está bien.
Se levanta, ya que estaba de rodillas, delante de mí, para poderme abrazar. Coge la toalla que antes me había dado mi hermano y que había dejado tirada encima del váter, y me envuelve con ella. Luego coge la toalla pequeña y me seca un poco el pelo. Salimos del baño y nos dirigimos a mi habitación, para ponerme el pijama y bajar a cenar.
Me pongo un pijama de manga corta de color azul oscuro y bajamos al comedor donde mi madre ya nos está esperando.
-Ya era hora que las niñas se dignaran a bajar. Creía que no tendríamos este privilegio.
-Lo siento mami. Es que me he tenido que secar y vestir.
-Ya, ya, déjate de excusas y siéntate a comer.
-Sí.
Nos sentamos a la mesa a comer, me fijo en mi hermano y miro a la demás gente que está en la mesa con nosotras a parte de mi madre, la Im y la Lun, está una mujer vieja de tamaño pequeño, cabeza pequeña pero de espaldas relativamente anchas. A su lado hay un viejo con cara de estar enfadado y un cuello bastante gordo por culpa de la papada. Está delgado pero tiene barriga cervecera, al verlo me dan escalofríos, supongo que porque es un hombre. Luego miro al lado de mi madre, se encuentra sentado un hombre de estatura media, piel oscura y pelo negro no es guapo pero tampoco feo. Al igual que pasa con el abuelo me viene un escalofrío al verlo. Miro a Im para que me diga quienes son aunque ya me lo imagino.
-Son tu abuelo Jos, abuela Ai y padre Matt.
Me los quedo mirando, están todos muy callados y el ambiente no parece muy agradable, bajo la cabeza miro mi plato de comida ¿Es por mi culpa? ¿Es porque saben que he perdido la memoria? Ahora me siento culpable. Me como la verdura que hay en mi plato sin decir nada y sin levantar la mirada de él. Aunque miro a Im de reojo, que parece que también está incomoda por el silencio.
-Lun, tu hermana se queda a dormir ¿Qué harás tú?
-Si quieres quedarte puedes dormir conmigo -dice Po contento.
-Sí, y así está noche no pasará miedo -dijo mi padre en tono de burla.
-Yo no tengo miedo.
-Claro, Po lo que tú digas.
-Y que ¿te quedas?
-Ah… -Lun mira a mi hermano un las mejillas un poco teñidas y asiente con la cabeza- Pero tengo que llamar a mis padres.
-Claro, cuando acabemos de cenar.
-Gracias -dice Lun mirando a mi madre y luego a mi hermano, que está muy sonriente.
-De nada -dice mi madre y seguidamente se gira hacia mi padre- Cariño hoy tienes turno de noche ¿no?
-Sí, como cada miércoles.
-Entonces nos venimos contigo para que mires como se encuentra Mon. Principalmente para saber si hay muestras de violación en su cuerpo.
-Estoy de acuerdo. Mi enfermera se ocupará de ella. Y por el tema de la pérdida de memoria llamaré a una amiga mia que es psicóloga para ver si es a causa del shock que la ha perdido y como la podemos regresar.
Continuará…