Sus mejillas ardían, la sangre en sus venas corría caliente y fría al mismo tiempo, mientras caminaba a través de la pequeña multitud. Independientemente del tipo de bebida que la mujer rubia había estado entregando él sin dudar tomo sin aflojar, y mucho más allá de lo que él le hubiera gustado haber. Sin embargo, su cuerpo se sentía tan ligero y cálido. Su conciencia y orgullo nadaban dentro y fuera como él continuó empujando gente que casi no reconocia.
Sus ojos parpadearon y miró de reojo la visión borrosa que había tomado después de derribar las bebidas. "Ahí estas!"
Goku se volvió con una mirada sorprendida. "Vegeta, qué ...." Las palabras se detuvieron cuando vio Goku las mejillas enrojecidas y los pasos torpes de un príncipe normalmente orgulloso. "Oye, ¿estás bien? Quieres que ...." Una vez más, las palabras se detuvieron como Vegeta levantó una mano y la envolvió alrededor del cuello del más joven Saiyan, tirando del hombre más alto hacia abajo.
"Te amo". Tenía la frente apretada contra la del otro hombre como sus narices se rozaban.
Goku sintió el ardor de sus mejillas aumentar en la admisión del hombre. "Vegeta". El nombre salió de vergüenza, mientras trataba de alejarse.
"Sé que debería habértelo dicho hace tantos años, pero tú me conoces. Mejor que yo la mayoría de las veces. Entonces, por favor, perdóname, Bulma." Los efectos del alcohol que había consumido hizo las cosas mucho más claras. Sabía que su esposa había sido paciente con él, y ahora era el momento de pagar esa paciencia.
Dedos fuertes apretaron la mano de su cuello, sólo para tener un agarre sobre si mismo. Las lágrimas se agolparon en los ojos del mayor mientras los dedos se mantuvieron envueltos alrededor reteniendo la mano.
"Por favor, no te enfades. Te lo diré todos los días a partir de ahora, si eso es lo que quieres."
"Bulma, um, podrías ayudarme."
Sus labios se apretaron mientras trataba de contener la risa al descubrir a los dos Saiyans. La otra mujer con ella, sin embargo, no encontró la vista divertida en absoluto.
La mujer de cabello oscuro se acercó y puso una mano sobre el pecho de su marido. "¿Qué está pasando aquí?"
Goku dejó escapar una risa nerviosa mientras su esposa lo miró. "Um, creo hay algo malo con Vegeta. Yo iba a hablar con Bulma, pero él me agarró antes de que pudiera llegar."
"Cuando madre me dijo que tomaste alguna de sus bebidas especiales, no pensé que me tropezaria con esta escena." Su mano se movió hacia el brazo que se apoyaba en la parte superior de los dos hombres.
Parpadeó como la cabeza le daba vueltas y los ojos trataron de concentrarse en la nueva compañía. 'Su madre'. "Bulma?" Ojos parpadearon para reenfocarse y encontró unos ojos azules antes de que su cabeza se volviera de nuevo a otra pareja. "Kakarotto?" Una mirada de disgusto cruzó su rostro.
"¿Vas a dejar ir su mano?" Bulma le preguntó inocentemente.
Vegeta lanzó la mano hacia atrás a su dueño antes de voltearse a su esposa. "Tú. ¿Qué puso tu madre en esas bebidas?"
Bulma se echó a reír como Vegeta se balanceó un poco. "Sólo un poco de alcohol más de lo que normalmente pone en su mezcla especial. Es por eso que sólo se supone que tuvieras uno" le reprendió ella.
Una mano llegó para masajear su frente y la sien. "Uno? Yo sólo tuve dos, creo."
"Sí, pero madre dijo que los derribaste, uno tras otro"
Él gimió como él una vez más volvió a mirar a Kakarotto y la arpía antes de volver su atención de nuevo en Bulma. "Nunca voy a beber de nuevo", afirmó antes de marcharse en una rabieta y una influencia leve sobre sus pasos.