Capítulo 20 Errores
La mansión Malfoy está en silencio, su majestad fue terminante su familia ya sufrió lo suficiente, nadie los molestaría con estúpidos protocolos pasados de moda. Lucius está cansado, ahora es el responsable de su estirpe, la inmensidad de su tarea lo abruma. Solo han pasado unas horas desde la muerte de su padre, pero nadie le permite llorar, todos quieren su opinión, quieren rehacer un trato o buscan la forma de salir ventajosos de este proceso. Quiere que lo dejen en paz, le grito a Tom, a los niños y ahora se siente culpable. Draco y Tommy no tienen la culpa de nada, ambos lo necesitan, ellos perdieron a su abuelo. Enojado por su actuación cierra los ojos, no quiere saber nada de nadie, pero su deseo es frustrado. La puerta del cuarto se abre, no necesita voltear a ver, su magia invade todo, buscándolo, intentando consolarlo, pero su amado no se atreve a traspasar la puerta, es su casa, son sus dominios y lo respeta.
El moreno está en la entrada del cuarto, su amado está acostado en un sillón con los ojos cerrados, parece que duerme, pero la magia del cuarto le dice lo contrario. Siente la vergüenza de Lucius, le gritó a los niños, no lo hizo a propósito pero los lastimo con sus palabras. Con un carraspeo anuncia su llegada, no quiere presionarlo, necesita superar la perdida de su padre, si quiere hacerlo solo le dará su espacio, pero preferiría estar con él:
- Déjame ayudarte.
- Estoy bien.
- Lo sé, me dejas pasar?
Sin abrir los ojos, mueve la cabeza de forma afirmativa, una pequeña señal, casi invisible, pero Tom no le da tiempo a Lucius de arrepentirse. Presuroso cruza la habitación hasta el sofá donde su amado descansa, se sienta en el piso, arrodillado, sumiso, dejando que el rubio se al primero en actuar. Lucius posa su vista en su cara, ver al poderoso Lord a sus pies, dispuesto a cumplir sus deseos, le da la fuerza necesaria para sonreír. Una mueca pequeña, pero suficiente para confirmarle a Tom que sus caricias son bienvenidas. Con cuidado el moreno lo posa sobre el piso, Lucius cierra los ojos, anhela las manos de su amado, pero este lo tortura, lentamente se quita la túnica quedándose en pantalones. El rubio se concentra en la textura del piso, la alfombra persa, vieja como la casa, es fría y suave a la vez, sus manos se abren camino entre los pelos que la componen, sus delgados dedos se pierden entre ellos. La primera mordida lo toma desprevenido, aprieta los dientes y se sostiene del piso, la boca de su esposo es experta, su cuello es torturado, no le da ni un minuto de descanso, pero Tom no sigue con las mordidas, como pocas veces en su relación toma una actitud pasiva, libre de agresiones. Su boca le hace cosquillas, beso tras beso sube hasta su oído para morderlo con cariño. Sus manos empiezan a recorrer su cuerpo, sintiendo su piel mientras continua jugando con su oído:
- Por hoy tendrás el control.
- Solo hazme olvidar.
- Te haré gritar de placer, ni tu nombre recordaras.
- Justo lo que necesito, hazlo duro como me gusta.
Lo que sucede después es un frenesí de sentimientos, el abrazo de Tom lo envuelve, sus manos se apuran por desnudarlo, no tiene tiempo para quitarle la ropa, se la arranca sin piedad dejando marcas rojas en la pálida piel de Lucius. A este no le importa, el dolor físico le permite olvidar su perdida. Una vez más los besos desaparecen para dar paso a las mordidas, si el cuarto no estuviera silenciado sus gritos resonarían por toda la casa. La varita de Tom se encuentra en su mano, un rápido hechizo pasa cuerdas por el cuerpo de Lucius, su Lucius. Así, indefenso le hace lo que quiere, lo hace suyo múltiples veces, cada una más agresiva que la anterior, evita que se corra, lo torturará hasta que no pueda mantenerse conciente. Al terminar, limpia su cuerpo con la lengua, lo levanta del piso y conduce a su cama, agotado el rubio solo puede hacerle una pregunta:
- Recuérdame por que si sabemos quién es el responsable, no le hacemos nada?
- Ten paciencia será castigado, pero por ahora está fuera de nuestro alcance.
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Nadie sabe cuando empezó la separación entre las familias de la oscuridad y aquellas de la luz. Tal vez la habilidad para los hechizos de transfiguración y su gusto por las pociones de las primeras, más acordes a la naturaleza de su magia que la adivinación y los encantamientos son los responsables. La envidia por su habilidad para amasar fortuna, también tiene parte de la culpa. Las guerras no tardaron en comenzar, los asesinatos, traiciones y masacres estuvieron a la orden del día. Todos querían que su facción rigiera sobre los demás magos. Hasta que se firmó una tregua entre las comunidades mágicas y se crearon los primeros ministerios mixtos, donde magos de ambas facciones toman decisiones en conjunto, no hubo paz.
Los propios magos oscuros cortaron relación con su contra parte cansados de ser culpados por todas las catástrofes. Se refugiaron en sus costumbres y dinero. Por siglos las cosas transcurrieron con tranquilidad, hubo pequeños enfrentamientos, a veces un mago blanco tomaba más poder, otra veces era un mago oscuro, pero siempre se dejaba en paz a la otra facción. Lo único que cambio fue el número de magos oscuros, que disminuía constantemente, pero mientras hubiera un heredero a ninguna familia le importó este problema.
Las cosas cambiaron cuando Gellert Grindelwald, decidió conquistar Europa. A nadie le hubiera importado, si hubiera dejado en paz al bando contrario. Pero Grindelwald cometió el error de matar a sangre fría a varias familias de magos de la luz, un amigo suyo le aconsejo hacer estas masacres. En un hecho sin precedentes se creo un ejercito de magos de diferentes nacionalidades para derrotarlo. El propio Dumbledore, oportunista desde su juventud, se aprovechó de esta situación para subir su popularidad entre los magos de la luz y situarse como defensor de los derechos de los más desprotegidos. Lo que nadie supo nunca, es que Albus y Gellert crecieron juntos en Inglaterra. Cuando el ejercito de Grindelwald fue derrotado, las cosas para las familias oscuras empeoraron.
Los gritos de odio se oían por todos lados, que si su magia era malvada, que si disfrutaban de matar, que si participaban en rituales prohibidos. Su separación del resto de los magos, junto a su dinero y sus costumbres pasadas de moda los volvieron raros. Familias como los Malfoy, los Nott, los Riddle, los Greengrass , los Black y los Potter al ver su numero hicieron las cuentas, pelear no les dejaría nada bueno. Por supervivencia en lugar de combatir estas mentiras las aceptaron, las usaron para volverse intocables y no tener problemas. Lo que ninguno previo fue la desconfianza que el resto de la sociedad les tuvo a partir de ese momento.
Al terminar la guerra, tanto Tom como Lucius sabían muy bien la identidad del líder opositor, Albus Dumbledore. Pensaron matarlo, quitarlo de la ecuación para no preocuparse por una traición, pero los gobiernos de Europa los amenazaron. Con palabras nada amables le explicaron a Tom que si algo le pasaba a Albus lo derrocarían. Ambos esposos discutieron mucho, pero después analizar las posibilidades aceptaron que no tendrían ninguna oportunidad contra un ejercito de ese tamaño. Tragándose su orgullo, Tom puso a Dumbledore en un puesto de poder, pensaron que con eso su ambición se quedaría contenta pero ambos estuvieron muy equivocados, el viejo siempre ha anhelado el poder absoluto.
No necesitan ponerlo en palabras, quién casi mata al rey hace 10 años y los separó de Tommy fue Dumbledore, pero si lo lastiman no solo perderán el reino, también la seguridad de su familia estaría en peligro. Deben esperar a que el viejo de un paso en falso para vengarse, solo así los magos de la luz verán la verdadera cara de su salvador.
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Sus pasos resuenan en la fría loza, por las prisas de llegar al cuarto de sus padres olvidó sus babuchas, si hay algo que Draco Riddle-Malfoy teme es a la oscuridad. Dormir con Harry evitó la aparición de monstruos, a las 6 de la mañana algo lo despertó, el moreno lo mando a dormir de nuevo, pero Draco fue incapaz y decidió que el único lugar seguro es junto a sus padres. Con trabajos abre la pesada puerta, da un rápido vistazo dentro del cuarto, la enorme cama al centro parece sola, pero enseguida la voz de Tom lo llama:
- Pesadillas?
- No puedo volver a dormir.
- Ven acá campeón, nosotros tenemos espacio de sobra. No despiertes a papi.
La última petición de Tom fue en vano, las pisadas de su hijo hacen el suficiente ruido para despertar a Lucius quién tampoco duerme profundamente. Su brinco a la cama, termina de regresarlo a la realidad, en venganza el rubio mayor lo abraza y besa, los gritos de su hijo resuenan por todo el cuarto. Una vez que Draco se encuentra refugiado en brazos de su padre, Lucius le pregunta:
- Y tu hermano?
- Dormido en mi cama, no quiso venir.
- Qué le hiciste?
- Nada papi, lo juro, ahora si he sido un buen hermano.
- Qué le hiciste antes?
- Yo? Nada, en serio.
Lucius no se molesta en contestarle, su hijo tiene la misma cara que Tom hace cuando le miente, más bien cuando está demasiado avergonzado de una acción realizada. Seguramente no le dijo que iba a verlos y dejó al pobre morenito solo. Esperando encontrar a Tommy llorando en su cuarto, se para de la cama. Mientras se pone su bata de seda negra, voltea hacía su esposo y con calma le dice:
- Voy por nuestro otro hijo, preparas a Draco para ir a Gringotts?
Antes de darle la oportunidad a su padre de contestar, el menor se adelanta, pensó que ese día lo pasarían los 4 solos, no rodeados de sus súbditos que seguramente no dejarán pasar la oportunidad de darles el pésame:
- Tengo que ir? Visitar el banco es muy aburrido.
- Debemos revisar nuestra bóvedas y firmar otro contrato con los gnomos. Ya parate son las 6 y la cita es a las 8, no quiero llegar tarde. Tom?
- Convertiré a Draco en todo un príncipe, al baño campeón.
Mientras el rubio sale del cuarto ve como su esposo carga a su hijo como si un costal de patatas fuera, sonríe con pesar, la vida sigue, mientras su familia este junta, no hay ningún problema. No necesita llegar al cuarto de Draco, a medio camino visualiza a Harry caminando de la mano de un elfo. Al verlo, el morenito corre a su encuentro, sin esperar una pregunta le cuenta lo sucedido:
- Quise ir con ustedes pero no sabía el camino, le pedí que me llevara a su cuarto, hice algo mal?
- Por que habrías de haberlo hecho? Creo que tu solución fue muy inteligente, yo venía a buscarte.
- En serio? A mí?
- Claro corazón, eres parte de la familia y nunca te dejaremos. Vamos hay que bañarnos para estar presentables como papá y Draco.
A Harry le gusta platicar con Lucius, le agrada ser tratado como un niño normal, cosa que pocas personas hacen. La mayoría lo considera demasiado pequeño y débil. Pero el rubio ve más haya de su apariencia física y desde que lo aceptó lo trata igual que a su hermano, cosa que no pasa en la escuela. En Slytherin siempre será el amigo demasiado endeble de Draco. Padre e hijo continúan su camino hacía el cuarto del mayor, al oír que debe arreglarse, cosa que a él no le agrada, no puede resistir el preguntar:
- Tengo que vestirme elegante para estar en la casa?
- No, aquí puedes andar como quieras, pero tenemos asuntos que atender en Gringotts.
Al oír la última frase el niño baja la cabeza, por un momento se entretiene viendo el diseño que adorna el piso. Pasar un día con su familia, solo ellos, suena genial, pero ahora que Lucius le informó de la salida, las cosas tornan otro matiz. El día de ayer su papá fue bueno con él, lo cargo y protegió de miradas indiscretas, pero nada le asegura que ese comportamiento se repita, tal vez hoy lo vuelva a maltratar. El miedo hacía Tom es mayor que su pena, usando todo su valor cuestiona a Lucius:
- ¿Papá se pondrá su máscara de hombre malo?
- ¿Tommy, de qué hablas? ¿Qué hombre malo?
- No me dejes de nuevo, por favor.
La conversación dejó de ser una charla tranquila de sábado en la mañana, para convertirse en una seria. Con asombro ve el cambio en su hijo, el pequeño a su lado iba feliz de la vida platicando con él, pero ahora tiembla de miedo. Harry no puede verlo directamente, para no hacerlo, posa sus ojos en los objetos del pasillo. Su sonrisa nerviosa y su rápida excusa le dicen que alguien maltrato a su pequeño, algo que no dejará sin ninguna consecuencia. Al retomar la conversación, su voz dejó de ser paternal para tomar un tono serio:
- Alguien te hizo daño amor?
- No papi, te lo juro.
Ni siquiera necesitó usar su experiencia como líder para descubrir la mentira, el niño no se molestó en ocultarla, todo desde su posición hasta su tono de voz le indican que Harry tiene demasiado miedo de decir la verdad. Hincándose a su lado, toma su cara del mentón para obligarlo a verlo a los ojos, le dirá lo sucedido y el culpable será castigado:
- Quién te lastimo? Y no quiero ninguna mentira jovencito.
Durante el verano, muchas veces le oyó a Lucius decirle esa frase a Draco, cuando su paciencia estaba a punto de agotarse. Si algo comprobó durante esas veces, fue que su papi nunca castigaba físicamente a Draco, ni siquiera le gritaba, simplemente mantenía la calma y le decía su castigo, quedarse sin escoba por dos semana, no poder ir con él por una semana, cosas que no tan malas como el golpe recibido. Sabiendo que Lucius descubriría la verdad, se la dice de una vez, su voz suena dos tonos más bajos de lo normal y las palabras le salen temblorosas:
- Humille a la familia. Fue sin querer, no quería hacerlo. Papá me puso en mi lugar. No soy tan bueno como Draco, perdón por ser un niño tonto.
Le cuesta un minuto a Lucius entender algo de la frase dicha por Tommy. Entre su balbuceo, las lágrimas que salen de sus ojos y la pena que lo embarga saca la información. Papá lo puso en su lugar, de cualquier otro lo creería, pero de su esposo, del amor de su vida. Para asegurarse debe rectificar la información:
- ¿Tu padre? ¿Tom Riddle te pegó?
- Lo hizo por mi bien.
Meses trabajando con Tommy, tanto él como Severus y los Blacks intentando crear un autoestima en el destrozado niño, para que su esposo en una tarde destruyera todo. Está furico. Quiere ir a gritarle, pero sabe que no es momento de hacerlo. No cuando el pequeño de ojos verdes está esperando su reacción con tanto miedo. Si no le enseña que cuando menos uno de sus padres puede controlar sus impulsos entonces lo habrán perdido:
- Amor, nadie te debe poner una mano encima, no importa lo que hagas. Ni papá o yo, entendido?
- ¿Aunque lo merezca?
- Nunca podrás hacer algo tan malo como para merecer un golpe y créeme cuando te digo que Draco lo ha intentado varias veces.
Viendo la necesidad de su hijo de recibir cariño, lo abraza y carga. Pensaba bañarse junto al resto de su familia, pero ahora que sabe la situación entre su hijo y esposo no puede hacerlo. Todavía no sabe que pensar de todo esto, nunca se imagino a Tom pegándole a alguno de sus hijos. Acepta que si en ese momento lo ve acabarán peleados, algo nada recomendable con sus 2 hijos presentes. Mejor bañarse en otro lado. Así intentará enmendar el daño hecho por su esposo, de nuevo deben empezar a construir el autoestima de Tommy desde cero.
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El silencio invade la habitación, Draco sentado encima del lavabo elegantemente vestido ve como su padre se rasura con habilidad. Al rubio le asombro descubrir que Tom tiene vello en todo el cuerpo, a diferencia de Lucius que casi es lampiño. Queriendo seguir su ejemplo, el niño voltea hacía el espejo, pero por más que busca en sus sonrosadas mejillas no hay ninguna señal de una barba. Decepcionado le pregunta a su padre:
- Yo también tendré barba?
- Verás, todos los Riddle siempre hemos tenido, pero los Malfoy son lampiños, tienes 50% de probabilidades de tener barba. Lo sabremos hasta que seas más grande.
Al niño no le agrada oír ese comentario, frunciendo el seño continua su inspección en el espejo, debe tener algo por ahí, quiere demostrarle a su padre que es Riddle como él, seguramente tendrá barba, esta casi seguro. El siguiente comentario le sale del alma:
- Espero que si, para ser como tú. También quiero ser tan alto y fuerte como tú.
- A mi no me molestaría que fueras como Lucius, a él lo considero perfecto.
- Pero yo quiero ser como tú, mira papá, tengo uno. Necesito rasurarme, me enseñas?
Por fin su inspección dio resultado, con orgullo le muestra a Tom un solitario pelo en su labio superior, demasiado fino para confundirse con un futuro bigote. Aun así su padre voltea a verlo, lo inspecciona con cuidado para luego sonreírle y continuar con su arreglo personal:
- Voy al vestidor, espérame aquí y en un momento vamos a desayunar.
- Ok
El niño se queda cabizbajo por unos minutos, pero apenas Tom desaparece de su vista, toma su frasco de loción para después de afeitarse. Queriendo oler como su papá, se pone en las manos. Su grito y el posterior sonido de algo romperse alerta a su majestad, quién corriendo regresa a donde dejo a Draco. Este tiene lágrimas en los ojos, nadie le aviso que le arderían las mejillas, el carísimo frasco lleno de loción está roto en el piso. Intuyendo lo sucedido Tom se acerca a su pequeño, le pone crema para calmar su dolor, pero lo regaña. A veces su hijo lo desespera demasiado. En eso prefiere a Tommy, cuando menos su morenito es tranquilo y no hace tanto alboroto como su rubio:
- Qué te dije, no toques nada, hay cosas peligrosas!
- Pero quería oler como tú.
- Hay Draco, que haremos contigo? Debes ser menos impulsivo, debes pensar antes de actuar.
- Igual que tú Thomas, creías que podrías ocultarme lo sucedido? Draco, Tommy está en el cuarto, vayan a desayunar, en un momento los alcanzamos.
- Si papá.
El rubio no se atreve a desobedecer a su papi, su enojo es claramente visible, con cuidado se baja del lavabo y sale del baño para encontrarse a su hermano sentado en la cama. Harry también está vestido con elegancia y clase, al ver los rastros de lágrimas, el moreno malinterpreta lo sucedido, pensando que su padre también le pego a su hermano:
- Dónde te duele?
- En las mejillas
Siguiendo un impulso, el moreno besa ambos cachetes de su hermano con timidez, para después tomarlo de la mano y llevarlo al comedor. Ambos niños sienten el inicio de una pelea, las magias de sus padres está mas agresiva que de costumbre, si no oyen sus gritos seguramente se deberá a un hechizo puesto para evitarlo. Los pequeños se voltean a ver, cuando por fin parecen tener una familia está se desbarata a su alrededor.