Dumbledore sonríe con superioridad, no se dejará intimidar por ese niño. Sobre estimando el poder de Tommy, ahora que conoce sus intenciones, no lo cree un problema. Lo matará. Al fin y al cabo no importa el orden, mientras mate a los dos príncipes esa noche todo estará bien. Pero antes de lanzar la maldición asesina, se divertirá jugando con su mente:
- Eres demasiado ruidoso para vivir. Sobreviviste a la madición asesina y entonces te mande con una familia decente para ver si podía rectificar tu camino, pero ahora veo que es imposible.
- ¿Me dejaste con esos muggles a propósito?
- ¿Qué si fue a propósito? Claro que si, hasta me costó encontrarlos una pareja que odiara todo lo reacionado a la magia, pero que al mismo tiempo supiera de nuestro mundo para que no entrarán en un ataque de pánico cuando empezarás a tener accidentes. Para mi buena suerte mi mano derecha, mi querida Lili tenía una hermana que cumplía con esos requisitos. Ahora, silencio joven príncipe o mejor aún Harry Dursley.
Tommy mueve la cabza negando después de oír su viejo nombre, él no es esa persona, él es Thomas Lucius Riddle-Malfoy. Dumbledore sigue hablando sobre la mejor forma para matarlo, pero él no oye sus palabras. En cambio agarra la varita con más fuerza mientras piensa un plan de acción. Debe mantenerlo hablando, así tal vez alguien llegue a salvarlo. Tal vez no a él, pero con que Draco sobreviva todo estárá bien. Por eso cuando Dumledore se calla, enseguida le pregunta:
- ¿Por qué no me mataste hace 10 años cuando tu primer hechizo falló?
- Me dije que tal vez podría convertirte en un buen elemento para mi ejército, pero ahora que se que eso no es posible es hora de matarte.
Hablando, solo así sobrevivirá porque está seguro que no sabe un hechizo lo suficiente poderoso para lastimar a Dumbledore y como el miedo lo invadio ya no tiene suficiente ira para lanzar los hechizos en parsel que fluyen de él sin saber su significado. Concentrandose en su plática, continua haciendo las preguntas adecuadas:
- ¿Por qué sería un buen elemento?
- ¿Papi no te ha dicho? Por como actuo al inscribirlos en Beauxbatons de súbdito sospechaba que ya lo había descubierto, pero tal vez es más tonto de lo que imaginé.
- Mi papá nos mandó a Beauxbatons para protegernos de ti.
- Si quieres creer eso no te lo impediré, al fin y al cabo pronto morirás.
Harto de este juego Dumbledore levanta su varita para lanzar el hechizo asesino, pero Tommy aventando la varita de Sev seguro que no le servirá de nada se lanza hacía él. Mientras hablaban el viejo se le iba acercando y ahora solo los separan unos pasos. Esperando un ataque mágico Dumbledore maldice en voz baja antes de enojado gritarle a Tommy:
- Quitate del camino, niño tonto.
Tommy le hubiera gritado en respuesta, pero demasiado concentrado en su ataque no puede decirle nada. Siente las manos de Dumbledore tomarlo de la cintura para aventarlo lejos de ahí y se agarra más fuerte a su pierna. En el forcejeo que sigue su camisa se rompe y sus dos pieles se tocan. En ese instate un dolor como de una aguja picándolo le quema a travez de su cicatriz, su cabeza se siente como si estuviera a punto de partirse en dos, peor que cualquier ataque con magia negra. Tommy no se dejó vencer por esto, gritando y pegándole con todas sus fuerzas no nota cuando Dumbledore deja de intentar agarrarlo. Pero lo que si nota es cuando el dolor de su cabeza disminuye, asombrado sube la vista para encontrarse a Dumbledore encorvado de dolor mirando sus dedos chamuscados. El viejo no entiende como es esto posible, nunca había visto algo parecido. Atrás de ellos Draco hace ruido, lo que le recuerda a Dumbledore su deseo de matar a esos esquincles y cegándose por el odio se deja caer contra el morenito tomándolo del cuello para terminar el trabajo de la forma muggle. A Tommy la cicatriz casi lo ciega del dolor, sin embargo viendo que Dumbledore también está sufriendo no se da por vencido, encima de él Dumbledore le dice:
- Muere, muere no es posible que alguien tan insignificante como tú sea tan difícil de matar.
El moreno no puede contestarle, por más que le pega con sus puños, sus brazos son demasiado cortos para llegar a la cara de Dumbledore. También intenta darle patadas pero el hombre mayor lo tiene fijo en el suelo con sus rodillas. Pero Tommy no es el único que sufre, aun para el viejo el dolor es demasiado y debe soltarlo. Sus manos estas están quemadas, de un color rojo brillante como si su dueño las hubiera puesto en el fuego por varios minutos. Ningúno de los dos entiende la causa de esto, pero desesperado y viendo como la situación se le escapa Dumbledore busca su varita para llevar a cabo la maldición asesina, pero por instinto Tommy extiende las manos y agarra la cara de Dumbledore, quién grita de dolor:
- AAARGH!
Y entonces lo supo, la única manera de poder salvar a su hermano es mantener a Dumbledore con el suficiente dolor para que le impida matarlos. Usando todas sus fuerzas logra salir de abajo suyo para tomarlo del cuello y agarrarse tan fuerte como puede. Dumbledore grita e intenta lanzarlo al piso, el dolor de cabeza es tan fuerte que no puede ver más que puntos negros, y solo puede oír los terribles gritos de Dumbledore:
- Te mataré, te mataré.
Pero en su propia cabeza Tommy puede oír la voz de Draco apoyándolo, “Vamos hermano, vamos”. Como último recurso Dumbledore lo toma del cabello y empieza a jalarlo sin misericordia. El niño intenta luchar, pero al final debe darse por vencido y el viejo por fin puede arrancarlo de su cuello. Todo está perdido. E niño empieza a caer en la oscuridad, pero de pronto algo en el ambiente se le hace familiar y Tommy puede jurar que oye la voz de su papi dándo órdenes muy cerca suyo:
- Rabastan, Sirius saquen a los gemelos.
(0/0)
Fue James, al llegar a Francia para ayudarle a su primo a buscar a los gemelos, quién le recordó a Tom el hechizo que le había puesto a sus hijos por si se les ocurría escapar de nuevo. Aun con el hechizo este no los llevo al lugar exacto porque habían pasado meses desde su lanzamiento, pero les ayudó a delimitar el aréa. Junto a Tom iban Rabastan, Sirius y James, junto a Lucius se quedó el resto del círculo interior. Al momento que los crucios sobre Draco empezarón, Tom sintió como la magia de su hijo disminuía, el tiempo se les estaba acabando. De nuevo enloqueciendo de dolor empezó a aparecerse de un lugar a otro, hasta que llegó a las cercanías del castillo donde Dumbledore tenía a sus hijos prisioneros. Antes de entrar invoca su mascara de lord Voldemort y sus hombres se ponen la suyas de mortifagos, sabiendo que aunque las leyes francesas lo prohíban ese día saldrán sus cuentas con Dumbledore y su orden del Fenix. Listo para el ataque, lord Voldemort dice en voz alta:
- Siento como la magia de Draco está disminuyendo a prisa señal de que está herido, así que antes que nada hay que encontrarlo. Rabastan es tu deber llevarlo a casa, Sirius el tuyo es el de proteger a Tommy. Yo me encargaré del viejo y tu James debes mantener distraídos a cualquier otro seguidor de la luz en el castillo hasta que los refuerzos vengan. ¿Entendido?
- Si señor.
- Perfecto, James dame tu mano derecha.
Tocando con su varita la calavera con la serpiente saliendo de su boca, Tom lanza el hechizo que invocará al resto de su ejército:
- Morsmordre.
Sin nada más que decir los cuatro hombres se aparecen de ahí varita en mano. Lord Voldemort va preparado para romper las barreras usando su magia negra, pero para su buena suerte el castillo no tiene barreras antiaparición lo que les permite llegar directo al sotano. Para si mismo, Tom se burla del viejo, estúpido, ese es un error de principiante. Pero apenas llega al sotano la escena frente a sus ojos es peor de lo imaginado y cualquier sentimiento de superioridad es desechado. Ningúno de sus hijos está consiente. Por un lado está Dumbledore, quién se acaba de quitar a Tommy de encima, buscando su varita para matarlo. A unos pasos suyo Draco está inconciente en un charco de sangre. Lord Voldemort pierde la cabeza, esta vez no dejará que le quite a su familia y grita:
- Rabastan, Sirius saquen a los gemelos.
Después avienta el primer hechizo que se le viene a la cabeza para llamar la atención de su enemigo:
- Diffindio
El viejo sientiendo los cortes provocados por el hechizo deja caer a Tommy al piso, quién inconciente no hace nada para evitar pegarse en la cabeza. El golpe sordo asusta a Sirius, quién lanzando un protego en su dirección se asegura de no darle oportunidad al viejo de tocar a su ahijado de nuevo. Dumbledore llama a sus hombres, quiénes lo esperaban arriba mientras se divertía con los jóvenes príncipes. Rabastan es el primero en llegar junto a Draco, el rubio no reacciona cuando intenta despertarlo, debido a los crucios tiene un camino de sangre seca en ambos oídos y en la nariz. Su magia apenas se siente, su respiración es entrecortada, el serio hombre al ver esto se pone blanco. Están a punto de perder al príncipe heredero, de hecho no está seguro que aparecerse con él sea una buena idea. Gritando para llamar la atención de sus amigos dice:
- Draco está muy mal no puedo aparecerme con él en este estado, tienen un transportador.
James, después de matar a dos chicos de unos 17 años le grita a Rabastan:
- En algún lugar deben tener los dijes de nuestras familias, Draco siempre los tiene en el cuello y se los debierón haber quitado para evitar que escapara.
- Traeme uno.
Con Draco en un brazo Rabastan empieza a alejarse del centro del calabozo para pegarse más a una pared. Deberá defenderse hasta que James regrese, sus atacantes viendo al niño inconciente en sus brazos, se le abalanzan en un intento por usar esto a su favor. Al otro lado del cuarto Sirius hace gala de sus habildiades como duelista, porque aunque también tiene a un Tommy inconciente en sus brazos, no se va a una posición defensiva y sigue atacando para abrirse camino e irse de ahí, en este momento grita mientras apunta a un mago de la luz enfrente suyo:
- Everte Statum – sintiendo a alguien atrás suyo, se voltea y grita – Expelliarmus.
Pasando junto a él, James le informa la situación con Draco en voz rápida. Entonces Sirius se quita el anillo de matrimonio que siempre lleva consigo y se lo da a su mejor amigo mientras le dice:
- Llevará a Rabastan a donde esté Severus, debe decir Nisi nigri para activarlo.
- ¿En serio, salva Black? A tu familia le gusta el teatro.
- Cornamenta, síguete burlando y no regersaré a ayudarte.
Después de decir esto Sirius se aparece de ahí, Tommy no está tan mal como Draco y puede hacerlo sin problema. James regresa sobre sus pasos esquivando varios hechizos. Rabastan aunque acorralado junto a una pared no parece tener demasiados problemas y sin llamar la atención James desmaya a dos de sus atacantes. En medio del cuarto Dumbledore y Tom pelean a muerte, ningúno queriendo ser el primero en ceder terreno. El viejo puede ver como uno de los príncipes ya se le escapó, no queriendo dejar que también el príncipe heredero lo haga, se prepara para lastimar a Rabatsan o a James, pero antes de poder hacerlo se oye el click que hace una aparición y de súbdito se encuentra rodeado tanto de magos de la luz, los Hipolite Cross, como de mortifagos entre los que se encuentran Crabbe y Goyle senior. Viendolo distraído Tom le avienta la maldición asesina, casi dándole a Dumbleore, pero el viejo es más ágil de lo que esperaba y logra quitarse.
A partir de aquí la pelea en lugar de empeorar empieza a calmarse, la ventaja númerica de los atacantes hace que los ánimos de los magos de Dumbledore disminuya. Al fin y al cabo ningúno se imaginó ver a magos de la luz y la oscuridad luchando juntos. Tom quiere acabar con el viejo, se la debe, pero viéndose acorralado Dumbledore empieza con su actuación, entre cada ataque finge intentar razonar con él, diciendo mentira tras mentira:
- Tom mi muchacho, esto es un malentendido. Yo solo intento ayudarte, a enterarme que tus hijos habían sido capturados, vine a buscarlos.
- ¡Mentira! Es tu culpa que estén aquí y pagarás por ello. Avada Kedavra
Viendo que nunca podrá razonar con lord Voldemort y que su plan es matarlo, Dumbledore voltea sus esfuerzos hacía el conde Hipolite Cross, al fin y al cabo ambos son magos de la luz y eso siempre ha sido suficiente para unirlos. Por otro lado sus heridas en las manos y la cara, le ayudarán a mostrarse como una victima inocente. Con un tono de voz, ahora el de un anciano bondadoso, dice:
- Nicolás, tú y yo somos amigos desde hace años. ¿La palabra de este mago oscuro está por encima de la mía?
- Nunca más me llames tu amigo.
- ¿Pero? Dime que estás bajo un imperio, no puedo creer que le creas a estos magos oscuros.
- Para tu información llegue antes de que se llevarán al niño rubio. Animal, ni en sus peores años lord Voldemort hizo algo parecido.
- Te está engañando, esto es una trampa para crear discordia en nuestro bando.
- Es su hijo, con mis propios ojos vi como el dolor lo invadía. Inmobilus
También un luchador experimentado, Nicolás logra tomar distraído a Dumbledore, al aventarle el hechizo en medio de su plática. El viejo cae hacía atrás incapaz de moverse. El terror en sus ojos es notorio, pues sabe lo que le espera de manos de su mayor enemigo. Lord Voldemort hace una reverencia hacía el mago blanco, agradeciendo su ayuda, antes de caminando con seguridad acercarse a su enemigo. La venganza es tan buena. Va pensando en cuál hechizo lanzará primero, porque no lo matará tan rápido, no, lo hará sufrir. Tal vez hasta lo deje vivir después de haber destruido su reputación, sin magia y condenado a vivir en Azkaban hasta su muerte. Eso es una venganza digna de su título. Pero antes debe asegurarse que no pueda atacarlo de nuevo, por eso apuntando hacía la varita de Dumbledore, dice:
- Accio Varita.
- Matalo Tom.
Junto a él James también avanza con una sonrisa en la cara, su primo va recordando todos sus años en Azkaban y el embauque por parte de esa integrada. Pero negando con la cabeza, su majesetad le responde:
- Ganas no me faltan, pero ya lo pensé y hay mejores formas de castigarlo.
Mientras dice esto ve a los ojos a James para mostrarle su intención, sino Potter puede hacer una tontería. Su primo lo entiende y afirma contento con la cabeza, lord Voldemort tiene razón, matarlo sería una tontería. Seguro de que James no intentará impotarir justicia por su cuenta, dice en voz alta:
- Nicolás me llevaré a este terrorista a Inglaterra para juzgarlo por el intento de asesinado del rey consorte y de los príncipes, pero antes debo quitarle su magia para que no intente escapar. Por deferencia a tu ayuda te preguntaro esto. ¿Puedo quitarle su magia?
- Adelante, no te dejaría matarlo sin un juicio, pero quitarle su magia es una precaución necesaria.
- Perfecto. – tragando saliva para no equivocarse, dice el hechizo en parsel – “net magicae”.
Apuntando su varita hacía Dumbledore absorbe su magia, para después apuntarla hacía si. Como la energía la magia no puede desaparecer, al quitársela al viejo debe guardarla en otro lugar. En ese momento solo tien dos opciones acoplarla a si mismo o ponerla en el anillo familiar que tiene en la mano. No está seguro de las consecuencias, pero la primera opción es la única forma que conoce para evitar que Dumbledore pueda recuperarla. Tom cierra los ojos cuando siente el choque de tipos de magia en su cuerpo, el dolor es horrible y debe sostenerse en James. Su respiración se agita, como todos se concentran en lord Volemort nadie ve al pequeño niño de pelo negro y ojos verdes, que recuperando la conciencia se frota los ojos. Sev notando su derrota, se muerde los labios pero en lugar de perder su frialdad se aparece junto a Dumbledore para tomarlo de la ropa e irse de ahí. James Potter reconoce a su hijo en esa fracción de segundo, esos ojos verdes son parte de la herencia que él con sangre Riddle tiene. Intenta tomarlo para ir a donde sea que se haya aparecido, pero al último instante Tom lo jala hacía atrás antes de decir:
- No irás solo, dame cinco segundos y – toma aire porque el dolor sigue ahí - los alcanzamos. No será difícil localizarlos.
- Es mi hijo.
- Lo sé.
Tom debe respirar hondo un par de veces más para terminar de recuperar el aire. En teoría es más poderoso, pero no lo siente. De hecho siente su cuerpo pesado y lo único que tiene en mente es llegar a casa. Moviendo el cuello de un lado a otro para tronárselo termina de relajarse, maldito viejo, de nuevo escapando. Pero ahora no tiene magia, no llegará muy lejos.