Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Incompletos por mReloaded

[Reviews - 422]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El último día en casa de los Black, Harry no está feliz por eso, pero la compañía de su mejor amigo le hace las cosas más llevaderas

Capítulo 5 El callejón Diagon

El mes en casa de los Black cumplió su sueño de tener una familia, pero este pasó demasiado rápido, lo que trae consigo una dolorosa despedida. No tiene ganas de salir de la cama, intenta no llorar, pero ver las fotos que él y Remus recolectaron en un álbum es una tortura. En todas ellas se puede ver su cara de felicidad, a veces esta solo, pero usualmente tiene a Orión a un lado e incluso a Draco cuando lograba convencer a su padre de dejarlo ir con ellos. Las que más le gustan son donde Regulus y Remus salen abrazándolo, en su corazón ellos ya son los padres que nunca conoció. Después del ataque en el zoológico, la familia realizó actividades en lugares poco concurridos y de preferencia dentro de la propiedad de alguna familia del circulo interno. Así montaron hipogriffos con Andrómeda, fueron con Sirius y Snape a la playa, donde se dedicaron a construir castillos de arena, que mediante la ayuda de un adulto adquirían movimiento. Otro día acompañaron a Regulus a su juego mensual de poker mágico en casa de los Lestrange y también visitaron el refugió de dragones de los Malfoy. Sin embargo un mes es muy poco tiempo y varias salidas se quedaron pendientes para cuando los Weasley dejarán regresar a Harry con los Black. 

Del otro lado de la puerta oye la voz de Remus llamándolo a desayunar, pero él no quiere bajar, ya es suficientemente doloroso saber que es el último día que estará con ellos como para ver la felicidad que envuelve al matrimonio Black y de la cual ya no formará parte. Se tapa la cabeza con el cobertor, cierra los ojos y desea que los Black se conviertan en su familia oficial. Con un ligero crujido la puerta se abre, una vez adentro Regulus reconoce a Harry como el bulto entre los cobertores. Después de un mes de cuidados su frágil cuerpo dio paso a uno sano que presagiaba un joven muy guapo . Su cabello adquirió brillo y su estatura poco a poco comienza a aumentar, gracias al eficaz tratamiento Harry no perdería más que unos centímetros al terminar de crecer debido a la desnutrición que sufrió. Anunciando su llegada con un carraspeo se acerca a la cama, se acuesta en ella y sin decir nada abraza a su hijo:

-       Listo para hoy?

-       No, me duele la cabeza y la garganta, creo que me resfrié.

Incontables generaciones de niños han intentado usar esta excusa para evitar hacer cosas que  no quieren y como buen padre Regulus no cae en ella. Ese día, el último viernes que Harry estará en casa, por ordenes de su psicólogo debe ir solo a comprar sus útiles escolares al callejón Diagon. Desde el ataque al pequeño le dan pánico los lugares con muchos magos, si no sobrepasa ese miedo no podrá adaptarse y los Weasley mucho menos pacientes que ellos lo regresarán con los muggles:

-       Es una lástima, Sirius todavía te debe tu regalo de cumpleaños y si compras una escoba de carreras a su nombre no se molestará.

Una penetrante mirada verde aparece de entre los 4 cobertores, como todo niño mago Harry anhela tener una escoba último modelo. El encargado de meterle este gusto fue Draco, quién monta una cometa 260, no se pierde ningún partido y tiene un palco en el estadio de su equipo favorito para ver los juegos en vivo. Durante el verano envidio que su amigo por esto y en secreto veía los catálogos de las diferentes marcas, nunca se atrevió a comentarle su deseo a los Black después de ver los exorbitantes precios de las escobas. El premio por ir de compras es grande, pero su ansiedad lo es todavía más:

-       Tengo miedo de hacer todo mal y llegar a Hogwarts con los útiles incorrectos.

Regulus sonríe, durante los 7 años de asistir al colegio no hubo uno solo donde su hermano Sirius no les mandara a sus padres una lechuza la primera semana con una lista de todo lo que había olvidado llevar:

-       Lo peor que puede pasar es que nos mandes una lechuza y nosotros te enviemos todo de nuevo. Solo no vayas a olvidar comprar una lechuza sino si estarás en problemas.

La inocente cara descubierta vuelve a desaparecer entre los cobertores, esa semana todos evitaron hablar del futuro, desde siempre supieron que Harry fue dado a los Weasley por Dumbledor y que después del primero de septiembre él deberá integrarse a esa familia para siempre pero no por eso la separación les duele menos. Es Harry el más temeroso y solo ante Regulus se atreve a preguntarle algo que le ha evitado ser completamente feliz:

-       Podré seguir carteándoles aunque los Weasley tomen mi tutelaje oficialmente?

-       Harry para nosotros tu eres parte de la familia sin importar con quién vivas.

-       Pensaba que ya no me querrían, y se olvidarían de mi apenas me fuera.

-       Crees que Orión o Remus se olviden de ti, estate por seguro que mínimo te escribirán una carta al mes sino es que una semanalmente.

-       Y tu?

Quería a Remus y a Orión, pero admiraba e idolatraba a Regulus, para Harry este concuerda con el hombre misterioso de sus sueños. Aunque su magia le dice que el poder mágico del Black no es tan grande, al niño no le importa, quiere confirmar que el mayor sinceramente se preocupa por su bienestar. Este le contesta reafirmándole a Harry que ya no está solo:

-       Eres mi hijo Harry, te prometo hacerlo

Eliminado su temor, Regulus puede ver como el pequeño se destapa la cabeza, sale de debajo de las sabanas y antes de abrazarlo le regala una enorme sonrisa. Para alegría de los adultos en ese mes comprobaron que Harry tenía un caparazón más duro del esperado y todo el mal ocasionado por sus tíos fue fácilmente sustituido por recuerdos agradables. El pequeño tenía un ángel de la guarda muy grande, su alma no sufrió un daño irreparable y por eso todos agradecen a Merlín.

 (0/0)

Para un desconocido, Harry es un niño precioso, con un cabello negro brillante largo hasta los hombros que contrasta con su pálida piel y unos ojos verdes que son únicos, es un digno representante de cualquier familia noble. Sin embargo las secuelas de una infancia marcada por la violencia están ahí, el fleco sobre sus ojos le permite crear una barrera entre él y el mundo. Su timidez tampoco ha desaparecido y apenas con los Black se permite comenzar a hacer oír su voz. Pero lo más alarmante de todo es su miedo innato a las multitudes, al estar rodeado de desconocidos lo primero que el niño hace es intentar desaparecer en el entorno para a la menor oportunidad correr a esconderse en algún lugar pequeño y encerrado intentando emular la seguridad que su alacena siempre representó.

Después de quedarse solo en el callejón Diagon se pega a la pared de un local y camina de un lado a otro. Por primera vez vive la discriminación que existe en el reino, un niño de 11 años caminando solo sin ningún adulto de una familia noble es desechado como alguien inexistente y nadie lo atiende. Si le es permitido tontear sin ser molestado se debe a lo caro de sus ropas, nadie quiere averiguar a que familia pertenece. Después de media hora de caminar, por fin se decide a entrar a Madam Malkins, una tienda conocida pues ahí Remus le mando a hacer la ropa que en ese momento lleva puesta. Una vez el tintinear de la campana termina, la dueña de la tienda, una bruja regordeta de aspecto amable se acerca a la entrada. Al reconocerlo como un chico Black, lo saluda e invita a pasar antes de que Harry pronuncie una palabra, para después torturarlo con una plática constante que el niño no puede seguir:

-       Remus no pudo venir, es una lástima tengo una tela importada de China que seguro le gustaría ver. Le dirás que se de una vuelta en la semana?

-       Ahamm.

-       Supongo que vienes por la túnica para el colegio, Hogwarts?

-       Ahamm

-       Si que eres tímido, en serio tienes sangre Black? Todos son tan extrovertidos que me asombra no se hayan matado entre ellos. Ven pasa atrás, de hecho tengo otras telas que…

Y Madam Malkin sigue hablando durante todo el trayecto, Harry de vez en cuando afirma con la cabeza. Por dentro esta cayéndose de nervios, en su mente repasa los pasos que debe seguir, probarse la ropa, pagar, dar la dirección de la mansión para que le envíen los paquetes, despedirse y seguir a la siguiente tienda. No se da cuenta cuando la vendedora desaparece atrás de una puerta, casi chocando contra ella. Después de tomar aire abre la puerta, dispuesto a alcanzarla para terminar con esa tortura lo más rápido posible, para su asombro al entrar al cuarto ve una silueta muy familiar.

A diferencia de Harry, a sus 11 años Draco Riddle-Malfoy está a punto de dejar de ser un niño. Mide 5 centímetros mas que él, sus brazos muestran unos músculos muy bien marcados y aunque su torso y abdomen todavía parecen el de un niño, flácidos y desproporcionado, se puede adivinar que en un par de meses comenzarán a alargarse para tomar su forma adulta. Draco es un chico muy apuesto, su cabello güero platinado, su piel pálida, sus facciones varoniles y aristocráticas provocan que nuestro protagonista no pueda apartar la vista de él, en tan solo 2 semanas su amigo cambió demasiado. Draco al sentir una penetrante mirada encima suyo, voltea rápidamente dispuesto a enfrentar al intruso. Al ver a Harry, corre en su pos mientras se pone su camisa y le grita:

-       Te encontré! Mi padrino me dijo que hoy vendrías a comprar tus útiles, convencí al abuelo que me trajera para hacer las compras juntos.

-       Se supone que debo hacerlo solo.

Al estar a su altura, Draco lo abraza con fuerza sacándole todo el aire que trae, después con una sonrisa de felicidad mide con los dedos cuanto le saca a su amigo para mostrárselo. La queja de Harry es rápidamente desechada por Draco con la siguiente contestación:

-       Solo no, sin adultos. El abuelo está en Gringotts viendo unas bóvedas. Tendremos todo el día para nosotros solos. Será genial.

-       Qué haz comprado?

-       Nada te estaba esperando, vamos ve a tomarte las medidas mientras yo pago mis cosas, pásame tu lista para ver si nos pidieron lo mismo, mandaré a mis elfos a comprar lo aburrido y nosotros haremos lo divertido.

Lucius educo a su hijo para tomar el lugar de su padre, sin darse cuenta Draco le da ordenes a Harry no solo acerca de que hacer, también de que cosas comprar y que colores escoger. El pequeño rubio al igual que sus dos padres cree que todos deben hacer lo que dice. Al principio su amigo le deja tomar estas decisiones pero al salir de la primera tienda se para enfrente de Draco con los brazos en jarra y con el seño fruncido le dice:

-       Sino paras de decidir por mi, seguiré haciendo las compras yo solo.

-       Pero Harry, intento ayudarte.

-       No me importa, te detendrás o me voy?

Si fuera cualquier otra persona Draco no se hubiera inmutado con esa amenaza, mas bien él sería el primero en dar la media vuelta e irse de ahí. Nadie amenaza a un Riddle. Pero Harry es su mejor amigo, es al único que le cuenta sus secretos y sus miedos, tragándose todo su orgullo, le extiende la mano antes de decir:

-       Perdón, prometo no hacerlo más y si vuelvo a empezar solo dame un zape, trato?

-       Trato y que te parta un rayo si lo rompes.

El chocar de sus manos hace que varios magos volteen a ver que hacen esos 2 niños parados a mitad de la calle pero ellos ni se inmutan. Estar con Draco le inyecta seguridad a Harry, su extrovertido carácter y la confianza en si mismo es lo que necesita para no ser tan temeroso de la gente. Cerrado el trato Draco empieza a contarle a Harry el orden de las tiendas que visitarán, sin darse cuenta el niño una vez más hace no oye a su amigo. De pronto siente el zape que Harry le da en la cabeza, su reclamo llega enseguida:

-       En serio me pegaste!

-       Por supuesto, estas tomando todas las decisiones y yo antes de nada quiero ir por mi regalo de cumpleaños.

Al oír las palabras regalo y cumpleaños juntas Draco olvida la compra de sus útiles para concentrarse en eso. Para él, sus cumpleaños siempre significan montañas de regalos, no solo su padre y su padrino le regalan cosas, prácticamente cada familia noble del reino le da algo, ser el príncipe heredero tiene sus ventajas. Al oír de boca de Harry la carta abierta que tiene para escoger la escoba que quiera, empiezan a comparar modelos, durante el camino ambos niños discuten acaloradamente:

-       No compres una cometa 260 , son para niños, yo estoy pensando cambiar la mía apenas mi padre se deje.

-       Quiero algo para aprender a volar.

-       Olvídalo, terminaras con una para bebés, mejor cómprate una profesional, yo te enseñaré a montarla.

De todas las tiendas del callejón Diagon, la especializada en artículos de quidditch es la mas concurrida, normalmente todo niño que pasa por ahí entra para observar las escobas último modelo y fantasear con comprar una. Pero hasta el propio Lucius, que tiene millones de galeones a su disposición no le compra una escoba a su hijo cada que sale un nuevo modelo. Simplemente son demasiado delicadas para un niño que está aprendiendo a usarlas, un modelo profesional es algo artesanal y delicado, que no aguantan el uso rudo que los niños les dan, mejor comprarles algo menos ostentoso pero más aguantador. Por eso su entrada a la tienda no causa mayor revuelo, dos chicos admirando las escobas y diciendo sus características en voz alta es cosa de todos los días, pero al momento en que la segura voz de Draco llama al encargado para pedirle una flameante Nimbus 2000, todos en la tienda voltean a verlos:

-       Tiene algo más rápido que esto?

-       No, es el último modelo no hay nada más rápido.

Draco voltea a ver a su amigo, este se encuentra buscando un lugar para esconderse, ser el centro de atención de toda la tienda no es algo divertido. Al ver su angustia, Draco lo toma de la mano, le infunde tranquilidad con un fuerte apretón y le pregunta si quiere la escoba más rápida. Al recibir un movimiento afirmativo de cabeza, se voltea hacía el encargado y con seguridad le dice:

-       Perfecto, la queremos

Las características físicas de un Malfoy son únicas, no hay otra familia en el reino que posee el mismo tono de cabello y esos ojos plata son legendarios. Si el encargado de la tienda no supiera que tiene enfrente de él al príncipe heredero del reino hubiera sacado a ambos chicos de su tienda por hacerle perder el tiempo. En lugar de eso, antes de hacer cualquier movimiento le pregunta:

-       Traes para pagarla, cuesta 3mil galeones.

-       Por supuesto que no, quién me crees? El dinero está en Gringotts llama a un goblin para que supervise la transacción.

-       Su majestad Malfoy sabe lo que planeas hacer?

-       No, la escoba no es para mi, es un regalo para mi amigo Harry Potter de parte de su padrino el Duque Black.

Esta frase dicha con toda la seguridad y confianza que Draco pudo imprimirle a su voz logra que cualquier duda del encargado desaparezca. Todos conocen a la legendaria familia Potter y ese tímido chico tiene toda la pinta de uno, además si el dinero proviene del duque Black, albacea de la fortuna Potter, quiere decir que los chicos dicen la verdad. La llegada del duende y la posterior compra ocurren sin contratiempos. Al salir de la tienda con una flamenate Nimbus 2000, provoca que los chicos se sientan en las nubes, están tan emocionados por ir a probar la nueva escoba que casi olvidan el propósito de su visita al callejón Diagon.

Son los elfos de Draco quienes les hacen ver que si se van de ahí sin haber comprado una varita ambos se meterán en problemas con sus familias. Una vez cortada su inspiración, deciden que primero comerán un helado en Florean Fortescue. Después contra los deseos del rubio pero para cumplir el capricho de su amigo van al Emporio de las Lechuzas, donde Harry compra una blanca a quién nombra Hedwig. Para ese momento ya es la hora de la comida, así que Abraxas Malfoy los invita a comer al restaurante más lujoso del lugar, cuando ambos le preguntan que hacía en Gringotts sus respuestas vagas los intrigan y sin mediar una palabra ambos amigos deciden que averiguaran el misterio más adelante. El último suceso del día y el más importante de todos, fue cuando Harry y Draco entraron a Ollivander para comprar sus varitas:

-       Señores Riddle, me imaginaba que estarían por entrar a esta tienda un día de estos.

-       Disculpe, yo no soy Riddle, soy Harry Potter.

-       No le prestes atención a lo que sabes, sino a tus sentimientos que siempre te dirán la verdad

Sin entender las palabras del señor Ollivander, Draco decide cambiar el tema de la conversación. Su padre no le dejó tener una varita antes de cumplir 11 años, ahora que por fin está a punto de comprar la suya, la emoción le está ganando. Viendo que Harry definitivamente no dará el primer paso, él se adelanta y levanta su mano izquierda. Después de unos minutos, las cajas de varitas empiezan a desfilar enfrente suyo, lo raro es que Ollivander parece estar buscando algo, porque al encontrarlo un suspiro de nostalgia sale de su boca:

-       Cuando naciste tu padre me acompaño a cazar al dragón más salvaje de todos para hacer la varita de su heredero. Tenla aquí Draco, madera de espino con nervio de corazón de dragón, 25.4 centímetros, muy elástica, espero que ella encuentre en ti lo necesario para usarla.

Por primera vez en el día el confiado chico muestra un verdadero miedo y a la vez enojo. Su padre nunca le dijo esto y está seguro de que Lucius tuvo miles de oportunidades para hacerlo, es que es tan insignificante que no merecía la pena contarle que tenía una varita hecha especialmente para él. Sus dudas desaparecen al sentir la magia juntarse en la punta de sus dedos al contacto con la madera, enseguida sabe que la varita lo escogió a él y con felicidad voltea a ver a Harry quién sentado en la única silla del cuarto le aplaude contento. Ahora es el turno de Harry de pararse enfrente del mostrador, levantar su mano derecha y esperar a la elegida. Ollivander parece dudar un momento, pero al final los verdes ojos del niño le dicen que su decisión será la correcta. Tomando una caja negra del mostrador, le estira la varita:

-       Madera de acebo con pluma de fénix, 30 centímetros, bonita y flexible, vamos pruébala.

Igual que con Draco, Harry puede sentir la magia correr libremente entre él y la varita, de la emoción la agita un poco haciendo que unas chispas salgan en el aire. Draco no solo aplaude sino que se para de la silla y corre a abrazarlo, en ese día había abrazado más a su amigo que a ninguna otra persona en toda su vida. Mientras Ollivander envuelve las dos varitas y recibe el pago por cada una de ellas no deja de decir que curioso, en verdad que curioso. Por primera vez en todo el día, Harry se atreve a preguntar algo:

-       Qué es tan curioso?

-       Verás señor Potter, cuando entró a esta tienda le llamé Riddle y usted me corrió, pero el núcleo de esa varita tiene una pluma del mismo fénix que la de su majestad. Solo alguien con una huella mágica famliar puede usarla, es curioso porque usted dice no estar relacionado con él.

-       Tal vez la varita se equivocó y no merezco usarla.

-       Una varita nunca se equivoca, usted fue elegido para usarla y estoy seguro que nos mostrará cosas grandiosas. Igual usted príncipe, esa varita es digna de un rey, nunca olvide eso.

Las palabras del señor Ollivander resonaron en los oídos de ambos niños durante el camino de regreso a Gringotts donde Abraxas y Regulus los esperaban. El silencio cayó entre los dos, ninguno está muy seguro de cómo interpretar el que Harry pueda usar esa varita, pero al final es Draco quién resuelve el asunto diciendo lo siguiente:

-       Harry para mi eres más que un hermano, eres mi mejor amigo y me alegra que algo de mi padre viva en ambos, porque eso significa que estamos destinados a estar juntos para siempre.

-       No estas enojado porque tu varita no es hermana de la de tu padre.

-       Por supuesto que no, mi varita es única y mi padre la mandó a hacer especialmente para mi, ese es el mejor regalo que nadie nunca me ha dado.

Con un choque de manos, los dos niños prometen guardar silencio acerca de lo especial de sus varitas, especialmente porque ninguno sabe como los Weasley reaccionarán ante Harry. Con una frialdad digna de cualquier Slytherin Draco le recomienda a su amigo no mostrar ningún de sus habilidades especiales ante sus padres adoptivos, prometiéndole que él le contará a su padrino acerca de la varita y de preguntarle cómo un hijo de muggles puede tener la misma huella mágica que Tom Riddle.

Notas finales:

Aquí está, intentando subir el capítulo a tiempo, ojalá la espera no haya sido muy difícil.

Harry sigue mostrando rasgos que lo acercan más a los Riddle, llegará esta información a los oídos indicados antes de que sea demasiado tarde?

Podrá Harry mantener en secreto su habilidad de hablar parsel y lo especial de su varita como Draco le recomendó o el resto del mundo mágico se enterará?

En el siguiente capítulo veremos el recibimiento de los Weasley y una jugada de Sirius logrará que sus planes para Harry no se cumplan. Esto meterá en problemas al pequeño con su nueva familia aun antes de conocerlos.

Y ya para terminar una pregunta para ustedes, quieren que todos los Weasley odien a Harry o que alguno no lo haga? Si hay una mayoría de votos para que alguien sea bueno así se quedará (arthur no entra al juego). 

 

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).