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Incompletos por mReloaded

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Notas del capitulo:

El corazón de Remus es tan grande que decide llevarse consigo a Harry esa noche. Por primera vez en su vida el niño está rodeado de adultos que se preocupan por su bienesetar, ayudándole a salir de su depresión

Capítulo 3 El nuevo Black

Una vez renombrado, Sirius regresó a su oficina, no sin antes prometerle a su nuevo ahijado que estaría al pendiente de él y siempre lo mantendría provisto de una buena dotación de golosinas y materiales para bromas. Paso seguido Remus y Hagrid guiaron a Harry por los diferentes departamentos del ministerio, donde le hicieron un chequeo médico. Este lo mostró con una desnutrición crónica y una estatura baja para su edad. También le hicieron pruebas para medir su poder mágico que lo pusieron dentro del 20% superior de la población del imperio. En fin hicieron todo lo necesario para asegurarse que el niño recibido de los muggles esta lo suficientemente saludable para no requerir una hospitalización de emergencia. Cuando por fin terminaron las pruebas ya eran pasadas las 10 de la noche. Harry llevaba media hora dormido en brazos de Remus, la última prueba lo dejó exhausto y su cuerpo no acostumbrado a tantas emociones cayó agotado.

Aunque ha trabajado por años con niños, Remus siente empatía por la miserable vida de Harry, durante el día evitó contarles las torturas a las que sus tíos lo sometían, pero en sus contestaciones el adulto adivinó toda una vida de privaciones. Conociendo a su amigo, Hagrid es el primero en tomar la palabra:

-       Tengo a Harry hasta el 31 de agosto, el primero debo llevarlo a Gringotts para que su nueva familia lo conozca antes de tomar el tren para la escuela.

-       ¿Dónde vivirá este mes?

-       En mi casa, todas las familias que me ayudan como hogares temporales están llenas.

-       ¿Te molesta que lo lleve a casa conmigo? A Regulus no le importará y en la mansión tenemos espacio de sobra.

-       Tiene que estar viniendo al ministerio 2 veces por semana para continuar su tratamiento, no te dará demasiado trabajo, ahora que Orión está de vacaciones?

-       Lo usaré como pretexto para que el cabezota de mi cuñado empiece a sentar cabeza.

Hagrid le revuelve el pelo con cariño a su protegido, si cualquiera oye su conversación nunca se imaginarían que están hablando de Sirius Black, el capitán de aurores y uno de los mejores duelistas del reino. Para la mayoría de los magos el apellido Black es sinónimo de masacres a muggles, desapariciones de familias enteras y demás actos de violencia pura cometidos en nombre de su majestad. Él personalmente conoce el mundo de posibilidades que se te abren si eres el protegido de alguna familia del circulo interior, pero tampoco quiere lastimar a sus amigos. A diferencia del resto el mundo mágico, que tiene un porcentaje de fecundidad, tanto en hombres como en mujeres, saludable. Los magos de sangre pura no pueden tener hijos. Los Potter, desaparecieron en 3 generaciones, de 10 individuos hacía 50 años ya no hay ninguno. La esperanza de los Black, los Riddle, los Zabini, los Nott, los Longbottom y de numerosas familias más, recae en un único heredero que tardó demasiado en llegar. Para ellos el programa de inserción no ha surtido efecto, que él sepa ningún niño muggles ha sido adoptado por ninguna de esas familias. Las secuelas de la guerra todavía se sienten. Será interesante ver como reaccionan al tener a un integrado. Antes de darle un último beso de despedida, Hagrid le dice de forma seria a Remus:

-       Solo recuerda que Harry ya tiene una familia, no me gustaría que se encariñaran todos con él para después tener que dejarlo ir.

-       Harry merece ser amado por todo el mundo, ya suficient mal la ha pasado en su vida, nosotros estaremos bien.

Ninguno de los 2 presentes supo que en ese momento el más joven tomó una decisión fundamental. Su deseo por ayudar al niño, provocarían que Harry Potter entrara a formar parte de las filas Black. Porque los magos oscuros no se abren fácilmente al exterior, pero la pureza del niño fue suficiente para abrirse paso a través de su corazón.

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No sabía el nombre del material extraño que sus pies desnudos podían sentir, ya no tenía sueño pero no quería abrir los ojos. Había soñado que un gigante llamado Hagrid lo rescató de sus tíos porque era un mago. De pronto un extraño ruido, como una risa contenida sonó muy cerca suyo, seguida de una conocida voz:

-       Orión sal de aquí, Harry necesita descansar

-       Pero papi, ya quiero conocerlo

Una burbuja de felicidad estalló en el corazón del niño, todo lo vivido ayer no fue un sueño, cuando abre los ojos admira el cuarto donde se encuentra. La cama es enorme, el material extraño es la seda de las sábanas, algo que nunca en su vida había sentido. A un lado de la cama hay una mecedora desde donde Remus le sonríe paternalmente, al parecer lleva toda la mañana ahí sentado porque en una mesa enfrente suyo están los restos del desayuno. Al verlo despertar Orión Black se sube a la cama y comienza a saltar de un lado a otro, su espontaneidad es todavía peor que la de su tío Sirius, sin estar muy seguro de cómo reaccionar Harry dobla los pies y se ríe de las piruetas del niño. Orión, con 6 años, es la viva copia de toda su familia, su cabello negro azulado le llega hasta los hombros, su nariz refleja un pasado aristócrata y sus ojos son dos pozos negros. De su pa Remus lo único que heredo es la abierta sonrisa y un carácter amable. Recordando sus modales, Harry saluda cortésmente:

-       Buenos días Remus, hola Orión

-       Buenos días Harry, cómo dormiste, estas listo para un día lleno de actividades?

-       Supongo.

-       Entonces ven a desayunar, quieres algo en especial, cual es tu comida favorita?

Después de explicarle a su guardián que no tenía la más mínima idea de sus gustos porque nunca lo habían dejado escoger, con la practicidad de un niño que nunca le ha sido negado nada, Orión le ordeno a sus elfos que prepararan un poco de todos sus platillos favoritos para que Harry escogiera cual le gusta más. En su cabecita esta seguro que si a él le gusta algo, a todos los demás también les gustará. El desayuno fue una experiencia fascinante para un niño como Harry, que siempre se dedicó a servir, nunca pensando en si mismo. Orión es lo contrario a él y aunque sus buenas intenciones son notorias, muchas veces se olvida que es el anfitrión para arrebatarle la comida a su invitado o lloriquearle a su padre para recibir toda la atención de este. Si había un niño consentido en el mundo, este es Orión Black. La platica giró en torno a todas las preguntas que Harry tiene: qué eran esas criaturas pequeñas que los servían, por que los cuadros se movían, en que trabajaba lord Black, a dónde iba a la escuela Orión, porque la cafetera hacía su trabajo sola. Por fin Harry pudo saciar su natural curiosidad, con la confianza de recibir una respuesta a todas sus preguntas. Si el propio Remus no sabía algo, invocaba un libro de la biblioteca familiar que los sacaba de cualquier duda. Antes de terminar el desayuno, los 3 oyen pasos dirigirse hacía ese cuarto, Orión grita de alegría y  va a abrirle al recién llegado:

-       ¿Papá, no tenías trabajo?

-       Me escape de la oficina para pasar un día con mi familia.

Regulus se sienta en una silla vacía, al pasar por Remus le transmite su amor con un apretón en los hombros, mientras a Orión y a Harry los besa cariñosamente en la coronilla. Una vez sentado, el niño más chico se trepa en sus piernas y le informa de lo acontecido hasta ese momento:

-       Acabamos de desayunar, obligue a Harry a probar todos los platillos que se me ocurrieron para que escogiera su favorito.

-       ¿Orión, que es esa forma de tratar a un invitado?

-       A Harry no le molestó.

-       Porque Harry es un caballero que no dirá nada malo ante un anfitrión tan entusiasta.

En la noche, mientras bañaban a un adormilado Harry, tanto él como Remus tuvieron una platica muy extensa, siempre habían querido tener más niños, pero contrabajos habían logrado embarazarse de Orión. Los dos concordaron que sin importar que Harry no fuera legalmente su hijo, lo tratarían como un Black hecho y derecho, dándole un lugar en su familia. Regulus había ido en la mañana a su trabajo para dejar todos sus pendientes en manos de alguno de sus subalternos, para poder disfrutar a su nuevo hijo ese día. Dese su lugar ve como un cohibido Harry busca con la mirada a Remus, quién lo levanta de su sillón para depositarlo en sus piernas:

-       ¿Harry como te gustaría festejar tu cumpleaños?

-       Que Orión decida

-       Es tu cumpleaños no el de Orión. Di un lugar y te llevaremos a él.

Harry infla los cachetes totalmente concentrado. Remus lo peina con los dedos, su alborotado cabello es imposible de acomodar, la cicatriz de su frente se muestra una vez más. Cuando los adultos le preguntan su origen, el pequeño es incapaz de recordar cuando se la hizo. De pronto Harry desinfla sus cachetes, ya ha tomado una decisión, solo espera que le cumplan su deseo:

-       Nunca he ido a un zoológico.

-       Perfecto, pues al zoológico iremos. Niños vayan a cambiarse, mientras Remus y yo preparamos todo.

-       Sii!!!

En menos de media hora, todos estuvieron listos, Harry encontró varios conjuntos de ropa casi nueva en su guardarropa, Remus le explico que su padrino Sirius le mandó esa ropa, esta pertenece a su otro ahijado Draco Riddle-Malfoy que tiene la costumbre de dormir en su mansión. Remus le prometió que apenas tuvieran oportunidad irían ellos 2 al callejón Diagon por un guardarropa para el pequeño. La ropa esta confeccionada con los mejores materiales posibles, es hecha a la medida y los colores predominantes son el plateado, el verde y el negro. Las prendas le quedan largas, aun así en agradecimiento Harry abraza a Remus, soltándolo casi enseguida y sonrojándose por su atrevimiento. El mayor le regresa el abrazo al niño, el pequeño debe saber que mostrar sus sentimientos no debe apenarlo.

Harry no conocía las ventajas que significa ser un niño con adultos preocupados en uno, pero  Orión se encargó de enseñarle que por más locuras que cometieran, mientras no hicieran cosas peligrosas, sus padres no los regañarían y los dejarían ser. Para llegar al zoológico, que se encuentra en la Francia muggles, tuvieron que pasar por el ministerio para usar la chimenea con conexión internacional del despacho de Sirius. Este hubiera ido a festejar a su nuevo ahijado, pero tenía pendientes imposibles de posponer. Aun así se llevó a Harry aparte y le dio una buena dotación de galeones, murmurándole que eran para que le comprara un recuerdo del zoológico. El adulto no sabía que a diferencia de su sobrino que hubiera tomando el dinero para gastarlo en dulces, Harry se esforzaría en encontrar un regalo que cumpliera esas características.

Por ser un día de verano, el zoológico se encuentra lleno de familias, sobre todo de la casta inferior, el lugar es lo suficientemente barato para que estas se permitieran ese lujo, pero algunas familias de otras clases con niño pequeños también están en el lugar. Al ver a los Black llegar los saludan con reverencia para después dejarlos en paz. Antes que el día termine todos en el imperio sabrán que Regulus y Remus Black tienen a un pequeño llamado Harry Potter a su cuidado. Ajenos a la conmoción que causan, Orión le enseña a Harry todos los animales que hay, algunos, cuyos nombres son difíciles de recordar, son renombrados por el pequeño. El enorme lugar puede más que la energía de Harry, quién a la hora de la comida, prefiere quedarse sentado junto a Remus en lugar de formarse con Regulus y Orión:

-       Harry, cual animal te ha gustado más hasta el momento?

-        Mmm, los hipogriffos.

-       Perfecta elección, son animales muy hermosos, y poderosos.

-       Me gustaría montar uno.

-       ¿En serio? Creo recordar que Andromeda Tonks tiene varios en su casa.

-       ¿Los oí hablar de mi prima?

Lord Black, se acerca a la mesa llevando dos enormes bandejas de comida al desconocer que le gustaría a su invitado, compró todo lo disponible. Orión lleva un helado de chocolate en la mano, Harry no puede evitar verlo con asombro, con cada lamida que el niño le da, este se levanta unos centímetros del cono, haciendo de su consumo un juego. Al ver hacía donde está la atención del pequeño, Regulus le dice:

-       Tu helado vendrá en un momento querido, no confíe en que Orión no lo tirará.

-       Perdón por la molestia

-       No es ningún problema Harry, si hay y lo quieres solo debes pedirlo. ¿Que decían de Andrómeda?

-       Harry quiere montar un hipogriffo.

-       Esa es una genial idea Harry, que bueno que se te ocurrió, Orión nunca ha montado uno. El siguiente fin prometo llevarlos con tía Andrómeda, que les parece a los dos?

Los dos niños aceptan la idea felices, montar un hipogriffo suena a algo muy divertido. Después de ponerse de acuerdo acerca del siguiente fin de semana, la familia empieza a comer, Harry descubre que le gustan los pasteles rellenos de carne, la cerveza de mantequilla y para horror de Orión el helado de vainilla. Una vez todos satisfechos, se dirigen a la tienda de recuerdos. Por más que Regulus intentó convencer a Harry que usara el dinero de su hermano para comprarse algo bonito para él, el niño se puso terco en que Sirius le había pedido algo para su despacho. Después de mucho discutir acerca del regalo perfecto, Remus le dio la idea de tomarse un par de fotos junto a Orión, para después comprar un marco, así Sirius siempre los tendría presentes cuando estuviera trabajando. Aparte del marco, Orión compró un dragón de peluche y Harry un hipogriffo. Una vez terminadas las compras, los tres salieron de la tienda dispuestos a irse a casa, pero Orión comenzó a hacer berrinche, no habían visto a las serpientes y él quería verlas. En apoyo a su nuevo amigo, Harry también se negó a obedecer a nadie hasta no haber visto a las serpientes. Resignados los adultos guían a los niños hasta el herpetario.

La distribución de este lugar muy parecido a una cueva, es un laberinto ideal para que los 2 niños puedan corretearse a gusto entre las piernas de todas las personas presentes. Las serpientes son muy importantes para el reino, su presencia en el escudo Riddley les otorga un aire de grandeza y la legendaria habilidad de su majestad de hablar con ella las convierte en animales idolatrados. Mientras caminan de un lado a otro dejando atrás a sus padres, Orión le cuenta todo lo que él haría si tuviera una serpiente:

-       La usaría para que se coma a todas las arañas de mi cuarto y para asustar a mis enemigos y para robar comida de la cocina y creo que ya.

-        ¿Por qué no le pides una a tus papás?

-       Ya lo hice, pero dicen que soy demasiado chico, tengo que esperar a que cumpla 11 años.

-       ¿Cuál les vas a pedir?

Orión no le responde, simplemente se suelta a correr hacía la vitrina más apartada del lugar. En esta hay una enorme serpiente blanca, de casi 2 metros de longitud que dormita tranquilamente enroscada en si misma. Harry no puede evitar pensar que es hermosa, definitivamente Orión tiene una habilidad especial para querer lo mejor de lo mejor. Los dos niños se quedan viéndola un rato, sin saber porque Harry siente la necesidad de hablarle y en un impulso la saluda:

-       Hola, aburrida?

La serpiente levanta la cabeza lentamente y se les queda viendo, para después contestarle afirmativamente moviendo la cabeza de un lado a otro. Orión voltea a ver a su amigo y después de tragar saliva le pregunta:

-       ¿Puedes hablar con las serpientes?

-       Solo la salude, tu también puedes hacerlo

-       Hablaste en parsel, yo no puedo.

-       ¿Cómo puedo hablar en un idioma que no sabía que existía?

-       Hazlo de nuevo, verás como te contesta.

Con temor de no ser comprendido, Harry le pregunta a la serpiente donde había nacido, esta levanta la cola y le muestra el letrero donde dice que proviene de Brasil. Orión esta feliz de la vida, ya está haciendo planeas para cuando tenga su serpiente Harry sea su traductor. Lo que ninguno de los 2 niños nota, es que  las personas a su alrededor se detienen en su lugar y comienzan a murmurar entre ellos. El niño está hablando en parsel, una habilidad que solo un auténtico Riddley posee, muchos magos han intentado copiarla y ninguno lo ha conseguido. Una vez pasado el shock inicial, todos los presentes se acercan a los niños, pensando que Harry es el heredero del reino y le piden que hable para ellos. El pobre Harry, definitivamente no acostumbrado a esto, empieza a hiperventilar, quiere irse de ahí, no le gusta la atención que recibe y nadie parece hacerle caso. Como cada vez que los nervios le ganan tiene un ataque de magia accidental y desaparece todos los vidrios del herpetario. Mientras la gente sale corriendo del lugar, Regulus y Remus llegan a donde están sus dos niños, encontrando a un Harry sentado en el piso abrazándose los pies mientras numerosas lágrimas salen de sus ojos. Orión está sentado junto a su amigo, intenta consolarlo, Harry no sale del shock asustándolo mucho. Al ver a sus padres, corre en pos de Remus, mientras entre lágrimas les cuenta lo sucedido:

-       Papá, Harry no reacciona.

-       Ya campeón, seguramente está en shock, iremos a casa y llamaré a tío Severus.

-       Esto es mi culpa papá, crees que Harry me perdone?

-       Orión tu no tienes la culpa, Harry es un niño muy delicado.

-       Pero yo le pedí que hablara en parsel y por eso todos enloquecieron.

-       ¿Harry puede hablar parsel?

-       Si.

Regulus, busca con la mirada a su esposo, quién entiende la indirecta y con Orión en brazos se desaparece de ahí. Si Harry habló en parsel delante de todos esos magos, los enemigos de su majestad no tardarán en llegar. Es sabido que muchas bóvedas y secretos de la familia Riddley solo pueden ser accedidas por un hablante, lo que convierte a Harry en un bien muy preciado. Si alguien llega en ese momento con la intención de secuestrar a Harry, ninguno podrá darles batalla sin preocuparse por la vida de los 2 niños. El Black se hinca junto al chico, le pasa una mano por la cara para lograr que este clave sus enormes ojos verdes en su rostro, una vez que tiene su atención le pregunta:

-       ¿Harry estas bien?

-       Quiero ir a casa.

-       Eso haremos

Antes de desaparecer, Regulus ve como un grupo de encapuchados se aparece de pronto, siente una de sus maldiciones rozarlo, pero mostrando su experiencia en duelos la esquiva fácilmente. Una vez en casa, sube las barreras al máximo y manda a llamar a todos los Blacks. Tener a Harry bajo su techo a dejado de ser un capricho de ellos para convertirse en un asunto que concierne a toda su familia. 

Notas finales:

Primero que nada quiero agradecer a todas las personas que se han tomado la molestia de leer este fic y dejar un review, en verdad son un apoyo para continuar. También agradezco a las personas que no han dejado ningún review pero se han tomado el tiempo de leer esto, que empezó como un experimento, y ahora ya está tomando vida propia. 

 

Dejando los agradecimientos, retomemos las tradcionales preguntas acerca de la trama que se resolverán en los próximos capítulos:

1. Qué consecuencia tendra para nuestro protagonista, ahora que todos en el imperio saben que el integrado Harry Potter sabe hablar parsel

2. Los encapuchados que atacarón a Regulus en pleno día en un lugar público, quiénes son? Estarán relacionados con los atacantes del rey hace 11 años?

3. A qué resolución llegarán los Black con respecto a Harry y la seguridad de la familia con él en la misma casa que su único heredero Orión?


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