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¿Qué tan pronto es Ahora? por Aniel Ryou

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Lo pensaba hacer One-Shot pero quedaba algo largo ._.U así que ya está en caps n_n

“¿Qué tan pronto es ahora?”

Género: Yaoi – Angustia/Misterio/Romance

“” – Diálogos
// - Comunicación Mental

POV de Bakura

“Piensa Bakura ¿Dónde fue la última vez que lo viste?”. No lo sabía, no recordaba nada, toda mi mente estaba confusa, todo el dolor mezclado con el odio no me dejaba pensar bien. “No lo sé”. “¿No lo sabes? Es tu Hikari, no puedes ser tan irresponsable”. “No recuerdo”. Malditas preguntas, todos estos humanos aquí, no recuerdo, ¿Qué quieren que diga? No era una niñera las 24 horas, pero lo que se me hacía extraño era el singular comportamiento del Faraón.

“¿Dónde fue la última vez que lo viste? No pudo irse así nada más”. Ese enano estaba agotando mi paciencia, tantas interrogaciones me hacían descontrolarme, mi verdadero objetivo estaba siendo impedido por estos ineptos. “Hoy, en casa”. “¿Estás seguro?”. “sí”.

“¿Qué recuerdas?”. Estúpido Faraón, recuerdo todo, ¿Cómo se me iba a olvidar la última vez que vi a mi Hikari?

° Flash Back °

“¿A ti que te sucede?”. Siempre había sido algo rudo con él, más no significaba que no lo quería. Iba a salir a hacer lo de siempre, tal vez mandar a uno que otro humano al Reino de las Sombras, robar o retar a algún tonto sin fortuna a un duelo, cuando vi a mi Hikari, sentado a la orilla de su cama, con un aspecto poco favorable. “Nada Bakura”. “¿Nada?”. A mi no me podía engañar, pero tampoco me rebajaría a leer su mente, sería algo sucio, eso si tenía que respetar.

“Me siento mal, últimamente he tenido muchas pesadillas”. “¿Solo eso?”. “si”. Pesadillas… No eran raras en él, siempre había sido un niño mimado, dependiente y miedoso, pero su aspecto denotaba una palidez mayor en él, tenía ojeras y lo opaco en sus ojos revelaba que no había podido dormir. “¿Qué clase de sueños has tenido?”. “Solo… Pesadillas… Hay caras que ríen y lloran, soy perseguido por cinco sombras, luego, paso por sitios desconocidos, hay muchas puertas pero no las abro, siento miradas, caigo en un agujero oscuro… Usted no me ayuda, las sombras se acercan, yo tengo mucho miedo, por suerte, mi cuerpo me despierta a tiempo, antes de saber que es lo que pasa con migo”. Su miedo fue revelado al instante en el que me lo dijo, empezó a temblar y a mirar la nada con esos ojos opacos que no evitaban que me preocupara. “¿Cuánto hace que lo sueñas?”.

“Ya más de una semana”. Resultaba extraño, ninguna de sus pesadillas había durado tanto, de todos modos, creo que me había ablandado demasiado esta ocasión, debía volver a mi semblante antes de que ese niño empezara a acostumbrarse. “Eres un miedoso, es por eso, si dejaras de ser tan dependiente y te enfrentaras a tus miedos, en vez de que alguien más lo haga por ti, lograrías apartar eso de ti”. “Pero… Yo no soy como usted”. “Precisamente, tienes que aprender a serlo, creo que te has tomado muy enserio eso de la relación Yami-Hikari, pero yo no soy como el estúpido Faraón ¿De acuerdo? …l conciente demasiado al enano, por eso es igual que tú”.

Me miró con cierta tristeza en los ojos, tal vez me hubiera reservado ese comentario, aun así, tampoco debía de ser tan dadivoso con él, si quería ser alguien en la vida, debía perder ese ridículo miedo hacia la mayoría de cosas. “¿No vas a llorar por ese comentario, o si?”. “No”. Lo mejor era irme, tenía mis asuntos, el los suyos, lo dejé ahí, inmerso e impotente, pero tampoco sería su Protector por toda mi vida.

° End Flash Back 01 °

“Esa vez fue la última que lo vi, luego de llegar a la casa no estaba, lo busqué en su cuarto, sala, cocina, incluso en mi habitación, pero nada”. “¿No se habrá escapado por la forma en que lo tratas?”. Maldito Jounouchi, me hubiera lanzado contra él, pero por desgracia estos tontos humanos me tenían acorralado. “Grr”. Un gruñido fue todo lo que pude decir, la rabia me inundaba por completo, solo estaba perdiendo el tiempo con estos tontos mortales, mientras que mi Hikari, podría estar en peligro.

“No saquemos conclusiones precipitadas”. Ese Yuugi al fin decía lago sensato. “Deberíamos buscarlo entre todos, ir a los lugares donde frecuentaba”. “No necesito mas carga para buscar a mi Hikari, con mi Sortija Milenaria lo hallaré”. Me exasperaba el solo verlos, el oírlos ¡Todo! No necesitaba ayuda. “Lo hacemos por Ryou, no por ti, además ¿No has intentado ya rastrearlo por medio de la Sortija?”. Ese tonto de Atemu tenía razón, lo intenté buscar, mas no tuve resultado, era como si alguna clase de magia me impidiera seguir el rastro de Ryou, y peor aun, el lazo mental no funcionaba.

“¿Entonces qué es lo que planeas?”. “Primero dime… ¿Cooperarás con nosotros?”. No confiaba en ellos, y jamás aceptaría trabajar en equipo, mucho menos con el Faraón, pero dadas las condiciones, no tenía opción, si deseaba volver a ver a mi Aibou. “De acuerdo”.

Ya sabía que ese tonto quería algo con Ryou, pero este jamás se había percatado, solo espero que esto no sea un pretexto para que el Faraón se acerque a mi Hikari, porque si lo hiciera, la poca paciencia que sigo esforzándome por mantener se acabaría en un tronar de dedos.

“Bien, iremos al Burger World, a la librería, el parque… Lugares favoritos de Ryou”. “Aibou… ¿Cómo sabes tanto de Ryou?”. “Ah, Yuugi, yo…”. Ese estúpido, cretino Faraón de pacotilla, tenía ganas de sostener una ‘Plática’ con él aunque fuese por unos breves segundos, pero tenía cosas mas importantes, y no desperdiciaría mi tiempo con él. “¡¿Lo buscaremos o que?!”. “Cálmate Bakura”. Tonta Anzu, cree que poniéndose gentil todo se calmará. “Mejor empecemos ahora, dos grupos, en uno irá Anzu y en el otro Honda, ya que ellos cargan celulares, así podremos comunicarnos en caso de que alguien encuentre pistas”. “Bien pensado Yuugi”.

Después de que esos tontos se pusieron de acuerdo, salimos en busca de mi Hikari, claramente se notaba que el Faraón era quien mas empeño ponía, por lo que trataba de distanciarme, tenía que encontrar a Ryou antes de ellos…

Pasé por las desoladas calles de la ciudad, era de noche, todo podría confundirse, nada bueno o interesante aun, hasta que algo llamó mi atención, dos caras dibujadas anunciando el teatro… ‘Caras que ríen y lloran’ ¡Aquí debe de haber algo! A Ryou le gusta venir aquí, y concuerda, solo debería ver que es lo que hay.

“¡Bakura! ¿A dónde vas?”. Faraón del demonio, tenía que verme, pero, tal vez no sea tan malo que venga, después de todo, la carnada va primero. “Vi algo que podría decirme donde está Ryou”. “¿Y que cosa es?”. “Si quieres ver ven a averiguarlo”. Me da risa, este tonto haría todo por Ryou, no lo pensó dos veces y me siguió, es la primera vez que no titubea al seguir una orden mía, pero no debo desviarme del tema.

“Chicos, ¿Qué tiene de particular este sitio? Es el teatro, no creo que debamos entrar así nada más”. “Bakura dice que aquí puede haber rastros de Ryou” .“Aun así, este lugar da miedo”.

Trataba de ignorar los torpes comentarios de Anzu y Atemu, no me podía equivocar en estas cosas, si la pesadilla de Ryou tenía algo que ver con esto, entonces iba por buen camino…

Aguarden… Ryou me contó lo que le pasaba y yo ignoré por completo su sufrimiento pensando que era algo infantil que tenía que superar ¿Y si todo esto es mi culpa? ¿Y si Ryou está en problemas porque no lo escuché? ¡No puede ser! No pensé que algo así pudiera suceder, era común en él, y ahora no está, no aparece, y si todo concuerda, el final es confuso, porque siempre despertaba antes de que algo mas pasaba, aun así debe de estar en una situación grave, lo que seguía era ‘Sombras que lo persiguen’ no me podía estar confundiendo, porque si lo hacía podría perder a mi Hikari, aunque no lo sepa, yo lo quiero, lo amo, y no es posible que por un descuido esté pasando esto.

Recuerdo lo mal que lo trataba, al principio estaba igual de confundido con él, jamás pensé que mi rudeza lo llevara muchas veces a querer quitarse la vida, los dos somos unos tontos, porque jamás tomamos las cosas en serio, siempre me propasé con él, su mirada, triste, fue lo último que pude ver en él, me contó todo con verdad, esperando recibir un consejo o un apoyo a cambio, ¿Y que hice? Decirle que madurara, compararlo con Yuugi, insultarlo, aun sin saber la causa por la que pasaba, me siento terriblemente mal, y si no lo encontramos, no se que pasará con mino, y no lo digo porque talvez ya no me pueda materializar ni existir, si no porque, aunque me cueste admitirlo, Ryou es todo para mi…

Mas no podía ponerme flexible, una vez ya me había ocurrido, por confiarme y por creer en las personas y en la amistad me habían utilizado, humillado, herido, física y emocionalmente, juré jamás involucrarme con humanos, y desquité la rabia que llevaba guardada por años con el pobre chico…

…l no tenía la culpa de mis problemas, mas sin embargo trataba de mostrarse amable, comprenderme, y yo solo hacía mas sólida la capa de mis sentimientos, repelando cualquier acercamiento con él, el día que lo vi por última vez, me dolió en lo mas profundo de mi alma verlo tan triste e inseguro, pero no podía ayudarlo, simplemente no podía, no tenía el maldito coraje de acercármele y abrazarlo, de escucharlo, de comprenderlo, de ayudarlo, simplemente le dije la verdad tal y como es, y por esto me arrepiento, por todo… He hecho todo mal en mis dos vidas… En la primera robar tesoros, cosas materiales, y en la segunda, robar vidas…

“Estúpido Faraón, ¿Por qué rayos te detienes tan bruscamente?”. El tonto me había sacado de mis pensamientos, eso me había molestado. “¡¿Por qué no contestas?!”. El torpe solo miraba atónito hacia una parte del teatro, luego, volteé a ver a Anzu, quien se cubría la boca con mas manos, aterrorizada, entonces fue cuando decidí voltear a ver por qué estaban así, y lo que vi, no fue nada de mi agrado.

Al principio no comprendí, había sangre en las paredes, manos impregnadas, líneas frescas que aún escurrían, no entendía que tenía eso de raro. “¿Qué rayos ocurre?”. Atemu se acercó a la sangre y se agachó a tomar algo, yo lo miré con el entrecejo fruncido. “¿Y? ¿Qué viste?”. “Bakura… Toma esto con calma”. “¿Por qué?”. Aquello que decía no tenía sentido, vi como sus vidriosos ojos se tornaban aun mas opacos, y fue entonces cuando mi vista se dirigió hacia lo que sostenía con fuerza en sus manos, que aun escurría de sangre.

Se lo arrebaté y lo examiné, no le encontraba bien la forma por tanta sangre en él, hasta que reconocí que era…

“¡¡Esto… Esto era un pedazo de la ropa que Ryou hoy cargaba!!”

Continuará…

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