Capítulo 3: Doble Amor.
Volteé incrédulo a ver, pero para mi sorpresa, tres tipos con capas púrpuras, salían de entre las penumbras, enseguida guardé mi sortija en mi pecho y colgué afuera la falsa, Atemu me imitó pronto, y ambos volteamos a ver seriamente a esos tontos sirvientes.
“¡¿Dónde está Ryou?!”. Ahora que estaba tan cerca, no me rendiría, iba a avanzar hacia ellos dispuesto a ‘Negociar’ Pero el tonto Faraón me sostuvo el brazo, ¿Qué tenía en mente?. “¿Qué es lo que quieren?”. Preguntó de forma tranquila ¿Cómo podía estar así? Sabiendo que Ryou estaba en peligro.
“Ustedes lo saben”. “Primero muéstrenos que Ryou esté bien”. Los tipos se hicieron a un lado, para que alguien, de entre las penumbras, saliera, mi sorpresa fue mayor al ver de quien se trataba.
“¿Ryou? ¡¿Estás bien?!”. Corrí con rumbo hacia mi Hikari, quien tenía su mirada perdida, al parecer no reaccionaba, cuando iba a llegar, sentí una terrible descarga eléctrica en mi cuerpo, haciéndome caer. “No te acerques al niño si aun no hay trato”. “Estúpidos”.
“¿Bakura, estás bien?”. “Yuugi, no te acerques”. “¡¿Qué le hicieron a Ryou?!”. Atemu y Jounouchi vinieron y me ayudaron a incorporarme, todo mi orgullo ya se había ido. “Nada, solo le extraje su ‘Voluntad’”.
Como lo sospechábamos, el estúpido que se había atrevido a hacerle eso a Ryou era Marik. “¡Te advierto que liberes a Ryou!”. Estos dos tontos me sostenían por los brazos para que no fuera hacia Marik, mi forcejeo era inútil. “Que manera tan hostil de comportarse ladrón, pero que se puede esperar de ti, si eso eres”. Sus burlas estaban haciendo que perdiera la cordura y me incitaba a hacer cosas que ninguno de los presentes jamás se imaginaría.
“Marik… Si dejas a Ryou libre te prometeremos darte lo que quieres”. “No Faraón, no es tan simple”. “¿Entonces?”. “¿No lo entiendes?”. “¿Entender qué?”. “No quiero sus falsos artículos, ¿Acaso creían que no me daría cuenta? Las pesadillas, y ese mensaje, solo lo puse para distraerlos, en verdad me divirtió ver las expresiones y peleas que tenían por el amor de este ángel… ”. Ese estúpido se atrevió a tocar su rostro ¡Lo hizo!. “¡Déjenme aplastarlo, lo mataré, suéltenme!”. “No Bakura, así no se resuelve esto, cálmate”.
“Hazle caso al Faraón… Mejor será que te calmes, porque no entiendes, que todo este problema, no es porque quiera los artículos del Milenio, esa fue mi obsesión pasada, ahora, quiero, algo mas delicioso, como Ryou… Pero… No puedo tenerlo aun con solo haber robado su voluntad, también necesito que su otra esencia esté aquí, de otro modo los intentos serán en vano, ¿Ves todos estos rasguños? No se los hemos hecho nosotros, él se los ha producido, cada vez que nos acercábamos, actuaba muy similar a ti… No se porque opta por seguirte”.
Ahora recuerdo, yo le dije que debía ser como yo… Si le robó la voluntad, solo hacía lo que en el fondo sentía, al verse en peligro, recordó lo que le dije, y al no estar yo, trató de imitarme, pero…
“¿Qué ocurre? ¿Ya te quedaste sin habla ladrón?”. “Claro que no Marik, no entiendes ¿Verdad?”. Si todo salía bien, ese tonto estaría en el Reino de las Sombras muy pronto.
“¿Qué cosa? Te advierto que si tratas de hacer una de tus sucias jugadas, tu pequeña Luz se irá a un lugar donde el sol no alcanza a tocar”. “¿Y crees que te tengo miedo?”. “Bakura, ¿Qué crees que haces? No te pongas la soga al cuello”. “Tranquilo Faraón, tu solo sígueme el juego”.
“Eres un cobarde Marik… Si no, no te encontrarías ocultándote tras de sirvientes y de Ryou”. Mi plan iba bien, estaba poniendo furioso a ese bastardo, todos me miraban como si estuviese loco, pero pronto no tendré trato con esas escorias y salvaré a Ryou. “¡Vuelve decirme eso tonto!”. “Será un placer: Cobarde”.
Me apuntó con el cetro, logré esquivarlo, la esfera donde tenía la voluntad de Ryou estaba por romperse, si lo hacía, seguramente Ryou volvería en si, pero primero, el plan debía surtir efecto. “¿Es todo lo que tienes? Que patético”. “¡Cállate pedazo de escoria! No me retes”. “Uy, lo lamento, no quería incomodar tu sensibilidad”. “¿Qué está haciendo Bakura?”. “No lo sé, pero creo que tiene el plan, hay que tratar de seguirle el juego”.
Otro intento fallido, ese loco apuntaba a todas las direcciones menos a mi, me acercaba mas rápido cada vez, un poco más in alcanzaría la esfera, solo un poco más…
“¡Bakura!”. “¡No, Bakura! ¿Estás bien?”. Apenas oigo esas voces, me dio justo en el pecho, creo que después de todo, me propasé un poco con él, pero. “Tengo la esfera”. “¿Qué? ¿Cómo la consiguió?” .“¡Estúpido, dame eso!”. Un sonido sordo, la esfera cae en mil pedazos, se rompe, una esencia sale de ella, Ryou… Ya estarás bien, ya vuelves a reaccionar. “¡Faraón encierra al bastardo!”. “Bakura yo… De acuerdo”. Nuevamente inconsciencia, veo como Ryou se acerca a mi y me abraza, está consternado, veo como Marik dice algo, pero no escucho, solo me dejo llevar por mi dolor.
“Bakura… Bakura… ¿Está bien?”. “¿Ryou?”. “¿Está vivo?”. “Hey chicos ¡Bakura está vivo!” .“¿Qué pasó?”. “Pensamos que no sobreviría, Marik le dio directo en el corazón, su Sortija se deshizo, sin ella no puede estar aquí ¿Cómo…?”. “Tranquilo pequeño, solo tengo un dolor de cabeza”. “¿Está seguro?”. “Oye Bakura, al parecer Marik le dio a la falsa Sortija”. “Eso ya lo vi Faraón”.
“Muchas gracias”. “¿Qué?”. “Muchas gracias… Por salvarme”. Su rostro, lo veo de nuevo, a pesar de su condición, a pesar de que está sucio, arañado, y maltratado, vuelve a tener esa mirada, esa simple mirada que te embelesa, tan solo sus ojos te dan la fe para seguir, pero, no puedo darme todo el crédito, quiera o no. “De nada, pero yo no hice todo… El Faraón ayudó”. Ese tonto, ahora está apenado, claro que a mi tampoco me gusta ver que mi Hikari se le acerque, pero me ayudó, se lo merece.
“Muchas gracias, Yami”. Que escena tan conmovedora, lástima que ya perdí la sensibilidad, si no, me pondría a llorar, de todas formas, creo que el enano quiere decirle algo, al ver su cara te das cuenta de que lo que siente por Atemu es algo mas. “Hey Faraón, Ryou no es el único que quiere decirte algo”. “¿Ah, no? ¿Quién más?”. Ya se sonrojó Yuugi, que patético, pero en fin, debo devolverle el favor al tonto Faraón. “Está tras de ti”. Prefiero no ver esto.
/Creo que voy a vomitar/
/Hay Bakura, no sea así, si Yuugi quiere a Atemu, debe alegrarse/
/Pues si, pero ya que, a propósito, tu, ¿Podrías dejar de llamarme de ‘Usted’?/
/Emm… Lo intentaré/
“Aibou yo…”. ¿Un beso? Ese niño si que es atrevido, hubiera esperado una confesión, pero esto, es mas de lo que quisiera ver, además, se ve que a el otro tampoco le desagrada. “¿Contento? ¿Ya te diste cuenta de quien realmente te gusta?”. “Er…”. “Mejor no digas nada, por cierto, ¿Qué le hicieron a ese mequetrefe?”.
“Después de que caíste inconsciente, digamos que usé tu Sortija y mi Rompecabezas para hacer el doble hechizo… Usé ese, desde el principio pensé que no estaba materializado y que solo controlaba a Malik”. “¿O sea que Malik estaba en su cuerpo? Si era un cobarde después de todo”. “Si, así parece, él aun está inconsciente, en cuanto a los hombres, lógicamente estaban bajo el poder de Marik, ahora no recuerdan nada”.
“¿Y que? ¿Ahora ya perdiste Interés a mi Hikari?”. Naturalmente que haber aclarado las cosas con el enano nos beneficiaria a ambos, mi Hikari me veía consternado, no sabía de que hablábamos, el Faraón miraba a Ryou y a Yuugi con pena, examinando la situación, no hacía falta aclarar nada.
“Yuugi… No se lo que siento… Pero ese beso… Fue algo muy grande para mi, y, creo que me estoy dando cuenta, de que yo también te quiero”. “Aibou…”. Lo abraza, patético, se abrazan, todos los miran con una sonrisa, pero tanto amor me está fastidiando, siento lo mismo que cuando Anzu da uno de sus discursos acerca de la amistad.
“¿Ya nos podemos ir? No se por qué, pero de pronto perdí el apetito”. Lo que menos quería era seguir viéndolos tan melosamente, además, eso me recordaba, yo también tenía algo que decirle a Ryou. “Yo también me quiero ir, estoy muy cansado, no se por qué, pero siento que me hubiera comportado como un loco”. “¿Solo un loco? Lo que hiciste fue peor, imitar a Bakura”. “¡Vuelve a decir eso Jounouchi!”. “No vayan a empezar chicos”. “Solo fue un comentario”.
Ahora, pasando de todo ese barullo hasta este sitio tranquilo, debo admitir que es bueno que vuelva la calma. “¡Enfermo! No vuelvo a mezclarme con tantos humanos y menos por tanto tiempo”. “Bakura… No sea… Er… No seas así, solo trataban de ayudarme, le los agradezco”. “Lo sé, pero yo solo hubiera podido salvarte”. “¿Por qué presiento que está enojado?”. “Lo estoy, y no solo eso, estaba celoso, sobre todo por el estúpido Faraón”.
Ver a mi Hikari sonrojado con sutileza es algo que me mantiene embelesado, ese ligero rubor que da mas color a sus mejillas, y su mirada sublime, hacen que no resista, tome su barbilla suavemente, observándolo fijamente, he incrementado su sonrojo, me agrada verlo así. “Me divierte verte así”. “No soy un objeto de diversión”. “Como sea, eres lo mas hermoso que haya visto”. Al parecer toda su sangre se acumuló en sus mejillas, es tan lindo así. “Siento haber sido tan rudo con tigo”. “Tenía razón, soy un niño mimado, dependiente y miedoso”. “Si, eso lo sé”.
Me mira confundido, cree que aun sigo enojado, pero no es así. “Pero eres mi niño, siempre lo serás”. Y sin resistirlo más, lo beso suavemente, me corresponde, sus dulces labios, su tersa piel, su suave cabello, su profunda mirada… “Te amo, Ryou”. “Yo… También lo amo”.
Las caricias continúan, lo recuesto suavemente sobre la cama, está algo lastimado aun… “Déjame ayudarte”. Curé sus heridas, la Sortija me resultaba muy útil, pues tenía muchos usos y mañas, y había descubierto la forma de hacer que reluciera las heridas. “Gracias”. “¿En qué estábamos?”. Lo sigo besando… “Te quiero tanto, mi pequeño ángel”. A pesar de que hacía tiempo que él y yo manteníamos esta relación, era como si fuera la primera vez que le decía aquellas palabras.
“Me alegra verte bien… No sabes como me puse al saber que esto pasaría”. Comenté entre suaves besos en su cuello”. “Lamento preocuparlo… Pero me ha enseñado algo”. “¿Ah, si?”. Me encontraba mas atento en desabotonar su camisa que en otra cosa, acariciar su suave piel era algo que deseaba desde hace mucho. “Sí, a que pierda miedo a las cosas… Y que una persona es capaz de hacer cualquier cosa por el ser que ama”. Me detuve, ese comentario me hizo reflexionar, volví a abotonarle su camisa, lo abracé y dejé de besarlo. “Duerme, estás cansado, mañana será otro día”. Después de todo, tenía razón, haría cualquier cosa por él… Cualquier cosa…
Estúpido Faraón, ahora se por qué estaba enamorado de mi Hikari, pero pronto se dio cuenta, de que debía perder miedo, porque a quien realmente quería, era a Yuugi…
De todas formas, agradezco este acontecimiento, me ayudó a valorar a Ryou… Verlo dormir, es algo que me infunde paz… Jamás te dejaré… Mi niño…
° Fin °
Emmm unas cositas para terminar xD yo inventé lo que 'Kura dijo xPPPP nada es cierto jeje solo se me ocurrió, y tmb lo de la doble Sortija y bueno, se ve que lo hice algo a la carrera, y sip, porque lo terminé todo en un día, pero espero que les guste esta historia n_
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