Capítulo 6.- Qué diablos eres tu?
Esa noche Shun y Seiya llegaron y solamente se ducharon y se acostaron, estaban molidos en todos los sentidos y desde el día siguiente se familiarizaron con la casa, con los sirvientes, tuvieron el recorrido turístico por la mansión, en la noche a cada uno de ellos Hades entregó las llaves de un auto deportivo y una cuenta bancaria de envidia con la promesa de ir a ver carreras en la Universidad, el trabajo que tendrían que cumplir para él no les llevaría mucho tiempo y podrían estudiar sin problemas, eso si… estudiarían y pobre de ellos que perdieran los semestres, eso no lo iban a tolerar, en el resto de planes que los chicos tuvieran Hades no mostró ningún interés o reparo lo que le pareció bastante extraño a Seiya pero bueno… así sería mejor
En los días que siguieron en verdad los muchachos fueron a hacer algunos mandados que Hades había encomendado, la mayoría era llevar y traer papeles donde sus abogados y gestiones bancarias, también aprovecharon para pasearse por la ciudad, era una ciudad hermosa, primero hicieron todo lo que un turista que se respete haría y fueron a todos los sitios históricos y turísticos, Shun llevó a rastras a Seiya a los museos, a las catedrales y a todas esas cosas y el castaño se dejó porque luego llevaba al peliverde a explorar los mejores sitios para comer y farrear, eventualmente fueron a la Universidad a ver carreras, Shun se decidió por bellas artes, el peliverde era sumamente hábil para la pintura en especial, también se le daba la escultura pero siempre había soñado con ser pintor, Seiya estaba husmeando primero por las carreras técnicas pero le dio flojera, luego fue a Idiomas, en estos años era lo que mejor se le daba, a la final ahora hablaba Japonés que era su idioma natal pero además con mucha fluidez hablaba alemán, italiano e inglés, entonces una carrera en idiomas le sonó como la mejor opción, quería aprender español, le parecía el idioma mas complicado del planeta y se lo puso como reto, después dijo que iba a aprender chino mandarín
Hades no imponía muchas reglas pero las que imponía eran inquebrantables so pena de quitarles todos sus privilegios: 1.- No pueden salir en la noche solos, si iban a salir lo harían con sus guardaespaldas, eso por ejemplo reventaba sobre manera a Seiya pero no hubo poder humano de hacer cambiar de opinión a Hades, él les dijo que ahora pertenecen a la familia y son los miembros mas jóvenes y vulnerables por ende necesitaban protección, 2.- Nadie entraba a su casa, nada de visitas, nada de estudios grupales, los novios, novias, revuelques o lo que sea lo harán fuera, en su casa nada de nada, sin la aprobación previa de Hades nadie y eso era nadie entraba en su casa bajo ningún motivo, no habían emergencias que valgan, en ese punto el mayor había sido por demás enfático, 3.- Nada de viajecitos o de irse de perdidos, ahora ellos habían dado su palabra, si querían ir a hacer su vida lejos de ellos no habría problema pero nada de huir, si huían no llegarían lejos y eso traería muy malas consecuencias para todos, ellos eran libres de irse a donde desearan pero debían avisar donde iban a ir, con quien, cuando volvían y a que hora, el mayor les había dado teléfonos celulares de última tecnología con GPS, Seiya decía que se sentía como perro con cadena pero el único consuelo era que la cadena era en verdad larga, 4.- Nada de drogas, si Hades descubría que ellos estaban consumiendo drogas los botaba de la casa sin contemplaciones, si los veía borrachos de igual manera, el mayor no se oponía a la ocasional fiesta, si se pasaban de copas alguna vez eso era tolerable pero que no se les haga costumbre porque pasarían la cruda en la calle, a esto los muchachos solo se miraron y asintieron, ni modo… algo tenía que costarles todo lo que los mayores ofrecían no?
Al inicio Seiya y Shun estaban muy curiosos por los extraños hábitos de los mayores, nunca aparecían durante el día, nunca cenaban ni les veían comer es nada, eran negados con la tecnología, era Pandora la que hacía los contactos por la red, la que montaba las videoconferencias, los principales inversores con los que Hades, Hypnos y Thanatos tenían relación era con los americanos pero ellos en si nunca iban, todo lo presencial lo hacían sus abogados, a Shun la seguridad en la casa le parecía extenuante e innecesaria, ellos habían tenido que pasar una semana todas las mañanas con los entrenadores de los perros para evitar posibles accidentes, era imperativo hacer que los animales los reconozcan, caso contrario corrían el riesgo de que los mataran por accidente, los códigos de acceso eran largos, complicados y varios, los tuvieron que memorizar, nada de papelitos o anotaciones
Casi un mes había pasado y la rutina era incambiable, Shun y Seiya disfrutaban sus días en el sol acostados junto a la piscina o paseando por las ya ahora conocidas calles de Milán, pero pronto se aburrieron, eso de que en las noches no podían salir sin vigilancia les parecía demasiado, quién querría algo con ellos?, Hades era muy exagerado o por lo menos eso pensaban
Una de esas noches cuando Hades a la madrugada regresó a la casa le pareció extraño ver una luz en sala principal, se dirigió hasta allá y vio a Shun acurrucado en el sillón tapado con una manta, la imagen dormida del chico le pareció sumamente provocativa, la manta estaba corrida y dejaba ver parte de su muslo, Shun llevaba puesta solo una camiseta de manga corta y Hades asumía que ropa interior porque pantalones no estaba usando, de cualquier manera el mayor se quedó como hipnotizado ante en movimiento rítmico del pecho del chico cuando respiraba, su aroma… intoxicante, aún conservaba ese rastro de manzana y canela, en el piso junto a él estaba un cuaderno de dibujo abierto, Hades lo tomó y lo ojeó, se sorprendió con la calidad de los dibujos, no estaban coloreados eran a lápiz pero su detalle era impresionante, el mayor estaba ensimismado en sus observaciones que se sorprendió cuando Shun habló
- Tengo otros mejores… ese es mi cuaderno de borrador – dijo el peliverde entre bostezos
- No sabía que dibujabas
- Voy a estudiar arte, eso no te dio una pista?
- Tienes razón… son muy buenos, pero qué haces acá abajo?
- Ohh… Seiya y yo estábamos charlando y viendo una película, me quedé dormido supongo
- No vas a subir?
- No… estoy cómodo y calientito, tus sillones son buenísimos
- Los escogió Pandora, cuándo es que empiezan clases?
- En una semana, dime… irás a la mañana inaugural?, se estila que los padres y demás familiares vayan
- Lo siento Shun… mis días son…
- Sacrosantos… si lo he escuchado mas de una vez, qué hacen en el día?, ni yo duermo hasta tan tarde, rayos… ni Seiya
Hades sonrió porque el muchacho sonreía, estaba curioso nada mas, era muy joven pero el mayor no notó rastro de malicia en su voz
- Me harás una pintura? – Hades era muy hábil para cambiarle de tema cuando Shun hacía muchas preguntas existenciales
- Dejarás que te pinte?, vas a permanecer en el mismo lugar mas de 15 minutos?, wow… - Shun se incorporó en el sillón aún envuelto en la manta y Hades se sentó a su lado
- No me gustan las fotografías, que me tomen fotografías, pero una pintura es diferente, tienen alma, ahí vamos a ver si voy a pagar tu carrera en vano o es una inversión a largo plazo
- A largo plazo?
- Cuando seas un pintor famoso yo podré decir que te descubrí
Shun rió y Hades también, el mayor no sabía por qué pero le era fácil hablar con este jovencito, no habían tenido muchas oportunidades en este último tiempo, siempre estaba alguien mas, nunca habían estado solos como ahora, Hades volteó el rostro y lo fijó en el pecho del jovencito que solo lo miró algo confundido pero no se apartó cuando la mano del mayor fue hasta su cuello, Shun dio un pequeño salto cuando Hades hizo el cuello de su camiseta a un lado y tomó suavemente la fina cadena que estaba en su cuello y la sacó hasta que el dije fue visible, el mayor acarició con su pulgar la piedra del dije y sonrió
- Cumpliste tu promesa, no te lo sacaste
- Tu cumpliste la tuya y volviste por nosotros… lo quieres de vuelta?
- No… consérvalo, si está en tu cuello no la he perdido no te parece?
- Eres extraño…
- Si… lo se, soy viejo tengo derecho a ser extraño
- Cuántos años tienes?
- De cuantos parezco?
- No se… 28?, 30?
- 26
- Ohh, lo siento, te puse mas años
- La vida era diferente, mas dura, ahora todo es tan fácil…
- De qué estas hablando?
- No me hagas caso…
- No puedo no hacerte caso
La puerta sonó al cerrarse acabando con la conversación, Hades se puso de pie al ver entrar a Hypnos que solo le hizo una seña con su cabeza y se dirigió al garaje, Hades miró a Shun y le acarició el rostro
- Ya duerme… ya se te acaban las vacaciones, mañana podrías ir a la playa con Seiya o algo así no queda muy lejos o si?
- Un poco… a Pandora le gustaba mucho la playa
- Le sigue gustando, siempre que puede arrastra a Thanatos hasta allá solo para caminar por la orilla con los pies descalzos
- No me lo van a decir verdad? – preguntó Shun frunciendo el ceño
- No te preocupes por eso, son solo costumbres nuestras, no pienses en ello y duerme criatura
- Tu me despertaste – dijo Shun acomodándose en el sillón y tapándose completamente con la manta
- Prometo no hacerlo nuevamente pero ya duerme
- No… despiértame… me gusta hablar contigo, solo nosotros dos
- Está bien
Hades salió de la sala y se fue al garaje en donde Hypnos los estaba esperando, el rubio se estaba paseando algo intranquilo y se cruzó de brazos cuando Hades entró
- Y?
- Pues tenías razón, los están siguiendo, la casa está vigilada, saben nuestras identidades y están haciendo las averiguaciones del caso con los chicos – Hypnos estaba mas molesto que preocupado
- Por eso no te preocupes, hicimos los trámites para el cambio de apellido y demás cosas hace tiempo, por eso no va a haber problema pero si queremos borrar nuestros registros debemos ir a Inglaterra y destruir totalmente a esa bendita Orden, los cazadores están mas agresivos, estoy algo preocupado por los muchachos – dijo Hades caminando por la estancia
- Ellos son inteligentes, no se si deberíamos decirles algo mas para que se tomen el asunto con la seriedad del caso, son jóvenes e impulsivos y no siempre vamos a estar cerca para salvar sus cuellos – dijo el rubio
- Hypnos??, en serio??, tu eras el mas opuesto en ese tema – dijo Thanatos entrando al garaje en compañía de Pandora que traía sus zapatos en las manos y los pies llenos de arena
- A mi me parece bien, yo lo tomé muy bien – dijo la chica con una sonrisa
- No todos reaccionan como tu mi belleza – dijo Thanatos levantando su mentón y buscando sus labios
- Yo lo único que digo es que son presa fácil, si uno de esa organización intenta infiltrarse tendremos problemas – dijo Hypnos en tono algo preocupado
- Algo debemos decirles, ya pensaré en eso, ellos… no están listos para saberlo – dijo Hades algo preocupado
- Mas seguridad entonces? – preguntó Hypnos
- Si… pero que ellos no lo sepan, se preocuparían y se pondrían mas sospechosos de lo que ya están – dijo Hades
- Siempre podemos modificar sus memorias – dijo Hypnos en tono despreocupado
- No… eso les causaría un daño irreversible, eso no… hablaremos mañana, está por amanecer
Los cuatro se dirigieron al sótano en donde estaban los cuatro féretros, cerraron la pesada loza y se acomodaron en sus sitios de descanso, el amanecer estaba despuntando, era su hora de dormir
La última semana de vacaciones les voló a los dos muchachos y pronto fue lunes, su primer día de clases, por primera vez en mucho tiempo Shun y Seiya estarían en aulas separadas con diferentes horarios, lo bueno era que podían verse a medio día para almorzar (habían escogido sus clases de esta manera para no comer solos), los primeros días de orientación fueron aburridos y las clases comenzaron, una de esas mañanas Seiya llegó al almuerzo acompañado de un muchacho rubio muy atractivo, parecía un par de años mayor a ellos pero era compañero de Seiya y habían hecho amistad en estos días
- Espero no te moleste, este es Hyoga, me salvó el trabajo de ayer – dijo el castaño poniendo su bandeja con su almuerzo en la mesa
- Ohh, tu eres el súper héroe?, soy Shun – el peliverde le sonrió al rubio que también acomodó sus cosas en la mesa
- Tu eres el famoso Shun, mucho gusto, Seiya habla mucho de ti
- Si bueno…, soy su único amigo no? – el peliverde sonrió y Seiya le hizo una mueca
Los tres chicos pasaron el almuerzo bastante tranquilo entre charlas y risas, los primeros días habían llevado los dos autos pero ya después decidieron esperarse mutuamente e ir en un solo auto, como vivían en verdad lejos era mejor si iban y volvían los dos juntos de la Universidad, esa noche fueron a dejar a Hyoga en su casa primero antes de tomar su camino, esta rutina se estableció con el pasar de los días, su nuevo rubio amigo vivía relativamente cerca de la universidad, Seiya pensaba que se encontró la gallina de los huevos de oro porque el rubio le facilitaba inmensamente la vida ayudándolo con los trabajos y los exámenes, al peliverde le caía bien el amigo de Seiya pero a veces se sentía un poco incómodo por la manera en que lo miraba
En la Facultad de Shun se organizó un baile por el inicio de año y Seiya quería ir al igual que Hyoga entonces los tres terminaron esa noche en el baile (con el permiso de Hades por supuesto), el ambiente estaba fantástico, y la estaban pasando genial, estaban tomando pero no estaban pasados de copas todavía, bailaban con las chicas de la facultad y andaban de aquí para allá, Shun era sociable pero no se comparaba con Seiya que estaba hablando con todo el mundo y él estudiaba en otra Facultad, en uno de esos ratos Hyoga le dijo a Shun que lo acompañara afuera que estaba algo mareado, el peliverde lo ayudó a pararse y lo llevó a que respirara un poco de aire fresco, Hyoga quería caminar hasta el bosque pero Shun no estaba necesariamente de acuerdo y se quedaron sentados en las gradas de acceso del edificio
- Shun?
- Mmmm?
- Somos amigos verdad?
- Si claro
- Quería decirte algo… tu… tu… me gustas mucho
- Ok., yo creo que has tomado por los dos, quieres que te vayamos a dejar en tu casa?
- No, yo quiero decirte que me gustas y lo quiero gritar – el rubio seguía subiendo el tono de voz y empezaba a hacer en verdad escándalo, Shun lo quería callar pero no sabía cómo y lo levantó para llevarlo un poco mas allá lejos de la gente, llegaron hasta el límite del campus y apoyó al rubio a un árbol, Hyoga se dejó caer quedando sentado, tomó la mano de Shun y lo jaló haciendo que se siente junto a él
- Eres tan cálido y tibio – dijo el rubio en un susurro
- Tienes frío?
- No… solo me pregunto qué diablos haces con ellos?
- Con quiénes?
- Hades… - cuando el rubio dijo esto perdió todo rastro de estar tomado, sujetó fuertemente a Shun del brazo, se puso rápidamente de pie y lo jaló inmisericordemente al bosque, Shun no reaccionó a tiempo de la sorpresa, Hyoga lo lanzó contra un árbol y lo arrinconó con su cuerpo
- Estás loco?, suéltame Hyoga – Shun se revolvía intentando zafarse pero el rubio lo sujetaba muy bien y no lo dejaba mover
- Eres su amante?, su juguete?, su cena?, qué te ha ofrecido? – el rubio hablaba con rabia, con dolor y decepción
- De que diablos estás hablando?, suéltame Hyoga o no respondo – Shun mas que asustado estaba molesto, Hyoga lo tomó por sorpresa pero mientras mas forcejeaba se daba cuenta que el rubio era mucho mas fuerte que él
- En verdad siento tener que hacerte esto, es cierto que me gustas pero no puedo ser plato de segunda mesa a un monstruo como ese
- SEIYA!!!!!!!! – gritó Shun intentando distraer al rubio y escapar
- Seiya está en el baile, Isack lo está entreteniendo aunque ya mismo nos alcanzan
- Qué quieres de mi?, de nosotros?, que te hemos hecho?
- Y tu que pareces que no rompes ni un plato, acostarte con esa cosa, no te da asco?
- Yo no me acuesto con nadie y eso no es asunto tuyo
- Ah si?, bueno eso ya no importa… a donde vamos a ir comprobarán si lo que dices es cierto
Hyoga volteó a Shun pegándolo al árbol, lo presionaba con su propio cuerpo para evitar que escape, con una sola de sus manos sujetó con fuerza ambas manos de menor mientras sacaba del bolsillo trasero de su pantalón un par de esposas y se las colocó a Shun que seguía moviéndose desesperado tratando de soltarse sin éxito por lo que el rubio lo volteó con fuerza y le dio un puñetazo en el estómago que lo dejó sin aire haciendo que caiga de rodillas al piso a los pies de Hyoga que se veía entre molesto pero complacido
- Ahí vamos a ver si en verdad no te has entregado a él, sería una pena si hubiera sido así – Hyoga jaló a Shun de los cabellos para que levantara el rostro y le dio un suave beso en la mejilla, Shun no podía mover la cabeza por el agarre del mayor que le volvió a golpear en el estómago – Pero… por qué esperar?, ahora mismo lo vamos a comprobar – dijo Hyoga mas para si mismo que para que Shun lo escuchara
- Muérete…, yo hago… con mi… vida… lo que… me… plazca… - Shun seguía sin aire
El rubio se arrodilló frente a Shun y de los cabellos expuso su cuello del lado derecho enfocando una pequeña linterna que tenía en la hebilla de su cinturón, hizo lo mismo en el otro lado, Shun se seguía quejando porque Hyoga lo estaba tratando con mucha brusquedad y le dolían las manos esposadas en su espalda, el rubio ya no decía nada y escuchaba impasible las quejas e insultos de Shun hasta que lo empujó dejándole boca arriba en el frío pasto y de un tirón le abrió la camisa haciendo saltar todos los botones y con la linterna seguía examinando la piel de Shun mientras éste se revolvía indignado
- Suéltame desgraciado… quítame tus sucias manos de encima – Shun se quejaba y miraba a su atacante con furia
- No quieres que te toque eh??, entonces si eres su amante?, confiesa… eres su amante…
- De quién… me estás… hablando?, Hyoga… NO!!!!!!!
Shun gritó en este punto con todas sus fuerzas lo que ocasionó que Hyoga le diera un puñetazo en el rostro cuando el rubio zafó el botón del pantalón para bajárselo, ahí fue cuando el atacante sintió como lo levantaban de la camisa y lo arrojaban hasta que se estrelló con violencia contra el árbol más cercano
- Creo que está hablando de mi verdad? – un susurro cargado de furia escapó de la garganta de aquel que los interrumpió
Hades estaba de pie entre ambos, tenía una expresión serena y los brazos a los lados, sus manos hecho puños, claramente estaba furioso así su expresión demostrara lo contrario, Hyoga se puso de pie y se abalanzó al mayor pero Hades lo atrapó fácilmente del cuello y sin el menor esfuerzo lo levantó mientras con una sola mano lo ahorcaba, el rubio se iba poniendo rojo, pataleaba e inútilmente quería con sus manos aflojar el agarre que el otro ejercía en él, cuando ya casi el atacante se había desmayado Hades lo volvió a lanzar contra el mismo árbol y el joven cayó pesadamente al piso y tosía, el pelinegro fue hasta donde Shun, como si fueran de goma rompió las esposas por la cadenita que unía las manos de Shun y lo ayudó a pararse, el peliverde intentó cerrarse la camisa pero eso era imposible, estaba toda rota, Hades se sacó el saco y se lo puso al joven que temblaba de frío y de rabia, en eso estaban cuando Hyoga nuevamente se le abalanzó al pelinegro que lo volvió a tomar del cuello
- Tienes un deseo suicida Hyoga Bryce? – dijo el mayor en un tono bastante divertido
- Bryce?
- Ese es su verdadero apellido, no es así? – Hyoga abrió mucho los ojos y ahora se notaba que estaba asustado – Yo lo se todo niño… yo lo veo todo… y lo anticipo todo… hiciste muy mal en tratar de acercarte a mis pequeños, y esta afrenta la pagarás con sangre
Hades lo tomó en sus brazos y mordió su cuello mientras el rubio gritaba y se agitaba inútilmente, Shun lo veía todo con ojos muy abiertos y no entendía que era lo que estaba pasando, inconscientemente Shun fue retrocediendo hasta que se chocó con un árbol y ahí se quedó como paralizado, tenía ganas de salir corriendo pero no era lo mas prudente dadas las circunstancias, Hyoga se resistía pero al poco tiempo se quedó sin fuerza y se dejó ir, Hades lo sostenía completamente en ese abrazo hasta que lo soltó y cayó pesadamente al suelo, el rubio estaba pálido y parecía dormido o inconsciente, Hades sacó un pañuelo de su bolsillo y volteó cuando sintió que Shun lo jalaba suavemente del brazo
- Qué diablos eres tu? – dijo el peliverde en un susurro al ver sangre en la comisura de sus labios, un par de colmillos que sobresalían en su dentadura y esa mirada fiera en sus ojos