Capítulo 9.- La Orden de Aurelius
Tres días les tomó a Hyoga e Isack llegar hasta Inglaterra, en las afueras de Londres se erguía una edificación muy grande y antigua, tenía todo tipo de seguridades, guardias, perros y demás, los dos jóvenes estaban cansados del viaje pero Isack no entendía la premura y decisión que tenía su compañero de hablar con la misma Saori Kido, Hyoga solo repetía sin cesar que tenía un mensaje para ella y no le importaba nada mas al parecer, solo le urgía llegar hasta donde la líder de la Orden, estaba despuntando el nuevo día cuando llegaron al fin a su destino, la base central de la Orden de Aurelius, un hombre grandísimo y de aspecto fiero los recibió en la puerta, su nombre era Aldebarán, era uno de los jefes de célula, la orden de Aurelius estaba dividida en células que controlaban y monitoreaban las operaciones en todo el mundo, existían 13 células (incluida Londres) que llevaban a cabo la sagrada misión de buscar, encontrar y erradicar el mal para proteger a la humanidad de las criaturas de la noche
Aldebarán el líder de la célula de América Latina recibió a los muchachos y los retuvo en el jardín hasta que acabó de despuntar el día y los rayos del sol los bañaron suavemente, este tipo de precauciones eran tomadas sin excepción, no era la primera vez cuando aquellos grupos de inmortales convertía a uno de sus miembros operativos y lo enviaba de vuelta a casa con la misión de robar los secretos de la Orden o de matar a su Sacerdotisa, la señorita Saori debía ser protegida a toda costa, ella había traído nuevas ideas y métodos para acabar con el mal que aquejaba la humanidad y ahora los tiempos eras peligrosos, cualquier seguridad extra no era mal vista
Una vez comprobado que los muchachos eran humanos todavía fueron llevados con el líder de la célula de Inglaterra, era un hombre pelirrojo de aspecto fiero, estaba en sus veinte y tanto llegando a los treinta, estaba algo extrañado por el inusual pedido del joven Bryce, pero recordó a Shaka ( el antiguo líder de la célula de la India) y lo hizo pasar inmediatamente, llamó a la Señorita Saori Kido la que prestísima llegó al salón cuando le dijeron que uno de sus cazadores le traía un mensaje del ancestral vampiro que mas le intrigaba, hicieron pasar a Hyoga a una especie de salita, él había estado a cargo de la investigación de los dos muchachitos humanos que estaban en poder de aquel clan por lo que tenían varios datos de ellos y se hicieron pasar por estudiantes de su misma universidad, la premisa era que aún estaban a tiempo de salvarlos, aún eran humanos…
Cuando ya estuvieron todos los encargados del asunto presentes empezó el interrogatorio, Hyoga se puso todo ansioso cuando Saori Kido entró pero se tranquilizó al ver que la muchacha le sonreía dulcemente, se sentó junto a él, tomó su mano y le dijo suavemente
- Tienes un mensaje para mi verdad?
- Si mi señorita
- Dímelo
- Hades dijo: “El Señor Hades envía sus saludos y le urge dejar de meter sus narices en donde nadie le ha llamado, este clan no representa una amenaza para nadie, este clan gusta de la paz y la tranquilidad pero… no nos confunda con buenos samaritanos, si nos siguen molestando, vigilando o tratando de llegar a nosotros por medio de mis pequeños niños no nos tocaremos el corazón y arrasaremos su patética organización hasta que no quede piedra sobre piedra, es cierto que somos tres pero… no subestime nuestro poder de convocatoria”
- Cuándo te lo dijo Hyoga? – a Saori le sorprendieron las palabras del vampiro, no entendía su actuar, esto era lo que mas le confundía y tenía que descubrirlo
- Hace tres días, cuando fue el baile del curso de Shun, esa noche lo iba a traer junto con Seiya para que usted los interrogue pero Hades apareció y no lo pudimos hacer
- Hades apareció?, vaya… Hades en persona?
- Si mi señorita, él llegó, me golpeó, me mordió y luego me dijo el mensaje para que se lo dijera a usted
- Te mordió?, dónde?
- Aquí – el rubio señaló su cuello pero no había huella visible de ningún ataque
- Te dio a beber algo?
- No
- Te dijo algo más?
- Si… que viniera inmediatamente para acá y le diera a usted su mensaje
- Entonces no pudiste completar tu misión
- No mi señorita, nos fue imposible hacerlo
- Bueno… cuéntame… cómo son Seiya y Shun?
- Son muy simpáticos, son amigos de años, de la infancia, se conocen como hermanos, saben los gustos del otro, se cuentan todo, son muy divertidos y tranquilos, la verdad a primera vista ellos no dan la impresión de estar involucrados con esos seres, yo creo que ellos no saben lo que ellos son
- Ellos… son hermanos?, tienen algún laso de sangre?
- Tienen el mismo apellido pero eso tampoco tiene sentido, ellos son Japoneses pero se apellidan Kurtz, además Shun es mayor a Seiya con un par de meses entonces si son hermanos, son hermanos de padre, según los registros Hades es su padre pero no puede serlo
- Si les tomaste las fotografías que te pedí?
- Si señorita, ya se las entregué al señor Aldebarán
- Muy bien Hyoga, ya cumpliste tu encargo, ve al sótano y busca a Kanon que quiere revisarte, es un chequeo de rutina para comprobar que estás bien, ya luego podrás descansar cómodamente, ahora ve con Kanon
- Si señorita – Hyoga fue al sótano confiado en la dulce sonrisa de la Sacerdotisa, lo que no sabía era que Kanon le haría todas las pruebas físicas y psicológicas habidas y por haber hasta acabar con él, Hyoga sin saberlo había visto en el jardín del cuartel general su último amanecer, ahora en ese frío sótano solo le esperaba sufrimiento, dolor y muerte
Algunas horas después Saori Kido estaba sentada en su despacho mirando las fotografías de los muchachos en cuestión, Shun y Seiya Kurtz, la joven pasaba las fotografías una a una hasta que cerró los ojos y se apoyó en el respaldar del sillón, de pronto abrió los ojos y se incorporó cuando una idea le cruzó la mente, tomó el teléfono y llamó a Camus (él era otro de los líderes de célula, él estaba encargado de Francia), el joven acudió presto al llamado de la muchacha y entró a su oficina algo intrigado
- Diga mi señora
- Qué contactos tenemos en la policía de Japón
- En la policía de Japón, hasta donde yo sé Docko tiene un viejo amigo dentro de la fuerza, su nombre es Shura pero se especializa en la unidad anti secuestros
- Anti secuestros?, eso es fantástico, debemos ir allá lo antes posible
- Por qué mi señora?
- Por esto – dijo la joven mostrando las fotografías de Shun y Seiya a Camus que las tomó y las miró sin entender
- Estos muchachitos están en poder del clan del norte, son humanos y hasta donde Hyoga nos pudo decir han estado juntos por mucho tiempo, qué diablos hacen un par de humanos con tres vampiros?, bueno… cuatro vampiros, ellos no llegaron solos donde esos monstruos, posiblemente desaparecieron, son Japoneses, si buscamos en los listados de los niños desaparecidos de los últimos años tal vez podamos encontrar a sus familias, entiendes ahora la urgencia?, debemos alejarlos de esos asesinos y devolvérselos a sus familias
- Pero señorita, de ser ese el caso, por qué simplemente ellos no se van por su propia cuenta?
- Lo más probable es que no puedan, viste el estado en el que llegó Hyoga verdad?, a ellos pudieron hacerles algo parecido, Camus… reserva el primer pasaje de avión a Tokio, roguemos al cielo poder hallar a sus familias
Una semana después Saori Kido se encontraba hablando con el agente especial Shura en compañía de su buen amigo Docko, no le habían hablado claro sobre la naturaleza de su organización, solo le dijeron que tenían información de dos jovencitos que pudieron haber desaparecido hace algunos años, pero solo tenían sus nombres que podían haber sido cambiados, no tenían pistas ni detalles, nada con lo que proseguir, Saori no quería revelar que tenía fotografías de los muchachos por su propia seguridad y la joven algo frustrada estaba caminando pensativa por la oficina del oficial de policía que estaba discutiendo sus opciones con Docko, Saori caminó hasta una pared bastante grande llena de fotografías de casos abiertos, las fue mirando una por una hasta que en el extremo norte vio las fotos de los que indiscutiblemente eran Shun y Seiya cuando tendrían unos 10 años mas o menos
- Disculpe oficial, de que caso son estos niños? – preguntó la muchacha señalando las fotos de los menores
- Ohhh… ese es uno de los casos mas extraños en los que he trabajado, a esos dos niños se los tragó la tierra, yo ya hubiera cerrado el caso pero Aioria es el tío de uno de ellos – respondió el oficial reclinando su asiento al ver con tristeza a esa pizarra
- Aioria? – se interesó la joven
- Si, el trabaja en homicidios, me ha pedido que no cierre el caso, no tengo ninguna pista pero por respeto a su amistad no he cerrado el caso
- Es una pena, y sus familias?
- Aioros el hermano de Aioria murió en un atentado al igual que Shion el padre de Shun, de Ikky su otro hijo no sé qué pasó con él, es como si también se lo hubiera tragado la tierra
- Es una pena, muchísimas gracias oficial por su tiempo, es mejor que nos vayamos Docko
- Si mi señora, ha sido un gusto verte Shura, cuídate mucho, si alguna vez vas por Inglaterra me dará mucho gusto recibirte en mi casa
- Gracias Docko, estás seguro que ya están de regreso a Londres?
- Si… pero muchas gracias por todo
La joven y su pelirrojo acompañante salieron de la oficina del detective anti secuestros y preguntaron dónde podían encontrar a Aioria Hyuga, su oficina estaba en el piso de arriba por lo que los visitantes se dirigieron rápidamente para allá, al entrar tras ser anunciados vieron a un hombre joven de mas o menos 21 años, piel blanca tostada, ojos cafés y cabellos castaños, muy parecido a su hermano Aioros por ende a su sobrino Seiya, el joven policía se extrañó por la visita pero los recibió cordialmente
- En que le puedo servir señorita…
- Kido, Saori Kido, le traigo buenas y malas noticias oficial
- A qué se refiere?
- Su sobrino Seiya… está vivo y bien – Saori abrió su portafolio y sacó las fotos de los muchachos entregándoselas al joven policía que se puso de pie en un impulso sin dar crédito a sus ojos, en la fotografía Seiya estaba sentado en el pasto apoyado en una fuente y leyendo un libro, Shun estaba a su lado y al parecer dibujaba algo
- Por todos los Dioses… Seiya… - el muchacho castaño de las fotografías era indudablemente su sobrino desaparecido hace tantos años
- Esa es la buena noticia, la mala noticia es que está en manos de una especie de organización que lo tiene muy bien protegido, los muchachos son prácticamente inaccesibles, he tratado por varios medios de llegar a ellos pero a lo que nos enfrentamos es… no encuentro palabras para empezar a explicárselo, necesitamos hablar pero no aquí… puede usted venir esta noche a mi hotel?, ahí hablaremos con mas calma
- Dónde está mi sobrino?, dónde fueron sacadas estas fotografías?
- En Milán Italia, esa es la Universidad en la que estudia junto con su amigo Shun, yo le prometo contar todo lo que se pero no aquí y no ahora… esta noche en mi hotel a las nueve de la noche, le parece bien?
- Ahí estaré
En la noche se dio el encuentro pactado, el castaño policía no salía de su asombro al escuchar los cuentos de terror que esta niña le hacía, vampiros?, fuerzas de la oscuridad?, magia?, solo le faltaba escuchar la palabra centauro para ahí si convencerse de que había enloquecido, Aioria se iba molestando lentamente hasta que Saori al ver la incredulidad del policía sacó un folder en el que tenía muchas fotografías del mismo hombre de tez clara, cabello y ojos negros, la chica suplicaba a un cada vez mas desconfiado policía que mirara con detenimiento las fotografías hasta que el castaño cansado de todo las tomó y las observó, al inicio las pasaba con rapidez viendo siempre al mismo sujeto pero luego a insistencia de la chica se fijó en los detalles que ella le mostraba, el sujeto tenía el mismo corte de cabello, la misma expresión, solo los escenarios iban cambiando, Aioria palideció al darse cuenta de lo obvio, aquellas fotografías eran fechadas desde inicios del siglo pasado, diferentes estados de vejez, de la calidad del papel, hasta ahora que eran fotos digitales, este sujeto salía acompañado de otros dos, eran gemelos pero el uno era rubio y el otro peliplata
- Qué diablos significa esto? – el policía devolvió las fotografías a su dueña y se paseaba por la amplia habitación
- Es la prueba de lo que le decía, él es uno de los inmortales, ha llevado varios nombres pero en estas últimas décadas se le conoce como Hades Kurtz y se hace pasar por conde, esos dos que salen con él en las fotografías son sus fieles compañeros, Hypnos y Thanatos, hace no mas de cinco años han transformado a una jovencita de cabellos negros de la que no tenemos fotografías todavía pero sabemos que su nombre es Pandora, y ahora Seiya y Shun están bajo su protección, ahora entiende oficial la seriedad del caso?, no sabemos a ciencia cierta lo que esos monstruos quieran hacer con ellos, si los están utilizando o los han hecho sus amantes, sus esclavos o los piensan convertir en criaturas de la noche igual que ellos, necesitamos actuar rápido y usted es la única familia que uno de esos pobres chicos tiene
- No… no soy solo yo, pero… estamos perdiendo el tiempo, debemos ir a Italia inmediatamente, si los chicos van a la Universidad no será tan complicado acércame a ellos no?
- Han reforzado su seguridad, nadie puede acercarse a ellos, y aunque ellos son tan jóvenes e inocentes no se dan cuenta de la maldad que les rodea, debemos salvarlos y acabar con este mal
- Señorita Kido… pongo mi vida a su servicio, la ayudaré en lo que usted diga y no solo por mi sobrino, la tarea que usted cumple es una tarea muy noble para la humanidad
- Gracias Aioria… siempre necesitamos mas personas como tu en nuestra Orden
***
Hades estaba acostado en su cama tapado apenas con una sábana, veía a Shun dormido a su lado, pasó un ausente dedo que lo recorrió desde el cuello, bajó por sus hombros y siguió hasta su codo caminando por su brazo, el joven peliverde se movió suavemente y abrió los ojos, al ver que Hades estaba a su lado el joven sonrió y se acercó al mayor acurrucándose en su pecho
- No tienes frío?
- No… me gusta como eres – dijo el muchacho frotando su nariz en el pecho de Hades que sonrió y acarició sus cabellos – Yo pensaba que al ser vampiro serías completamente helado pero no es así, si estás frío pero no mucho
- Eso es porque me dejas beber tu sangre, porque tu bebes la mía y además de todo acabamos de hacer el amor
Shun sonrió pero se incorporó de un salto, Hades lo miró algo extrañado y esperó hasta que Shun hablara
- Lo que hacemos… tu sabes… cuando me besas… tu sangre… no me transformará en vampiro?
- No… tu tienes que haber perdido sangre hasta el borde de la muerte, cuando no haya mas salvación para ti tomarás mi sangre, lo que ahora te doy no constituye ni un bocado, solo te la doy a probar, entonces no… no te transformarás en vampiro
- Me vas a transformar?
- Solo si tu quieres
- Y Seiya?
- Eso depende de Hypnos… yo no puedo intervenir en eso, Seiya es de él, así como tu eres mío
- No te parece que eres un poco posesivo?
- No… tu tienes mi sangre, eres mío, hablando de eso, Shun… muérdeme
- Yo no puedo morderte
- Si puedes… quiero que me muerdas, que me hagas sangrar, ven… muérdeme…
Hades se recostó sobre su espalda y atrajo al joven que se acomodó sobre sus caderas y lo miraba algo extrañado
- Vamos muérdeme
Shun se agachó y buscó los labios del mayor y se besaron primero por un ratito, luego Shun fue bajando por el cuello de Hades, por sus hombros, por su pecho hasta que llegó a sus pezones, los lamió por turno, luego los chupó hasta que finalmente mordió uno, Hades se arqueó y gimió
- Mas fuerte… Shun… hazme… sangrar…
El peliverde lo intentó nuevamente y esta vez si hizo sangrar al mayor que se arqueó en la cama y gimió como Shun no lo había oído gemir jamás, el joven se apartó un poco, aún tenía rastros de sangre en sus labios los que fueron devorados por el inmortal que en un santiamén lo recostó en la cama con violencia para luego morder su cuello con fuerza, Shun gritó y arañó la espalda de Hades que no esperó nada, se acomodó entre las piernas de Shun y lo penetró de una sola vez, el pelinegro estaba en éxtasis e hizo suyo al muchacho que se movía muy sensualmente debajo de él disfrutando de todo el placer que el otro le brindaba hasta que llegaron a la culminación en explosivos orgasmos entre jadeos y gemidos
***
Seiya estaba recostado en el frío pasto de un claro en el bosque, Hypnos estaba recostado sobre él acomodado entre sus piernas, se estaban besando tranquilamente mientras se acariciaban suavemente, cualquiera que los hubiera visto no hubiera pensado nunca la naturaleza real del rubio y la fragilidad del castaño, Hypnos estaba besando el cuello de Seiya cuando coló una mano dentro de su camisa para acariciar su suave piel, Seiya respiraba agitadamente y enredaba sus dedos en la rubia cabellera mientras escapaban de su boca leves gemidos
- Hypnos… no… espera…
- No que te gustaba como te beso?
- Si… pero a eso… no vinimos… hasta acá…
- Está bien… está bien…, la verdad no se para que quieres ver esto
- Tengo curiosidad, quiero saber que haces luego de que me dejas dormido
- Ya te lo dije, tengo que alimentarme y no puedo beberte a ti sino ya hubieras muerto hace tiempo
- Pero igual quiero verlo
- Eres muy curioso mi niño… pero eso es lo que me encanta de ti, ven…
Hypnos se puso de pie y tendió la mano a su castaño para que se levantara, Seiya se puso de pie y se estaba limpiando el trasero que estaba con algo de tierra mientras Hypnos lo veía divertido
- Qué?? – preguntó Seiya con una sonrisa al sentirse observado y muy de cerca
- Si quieres yo puedo limpiarte
- No puedes pensar en otra cosa?
- No… pero es tu culpa, mira yo soy una criatura de hábitos e impulsos, cuando te veo mi primer impulso es hacerte mío y morderte, eres delicioso pequeño… en mas de un sentido – Hypnos tomó a Seiya en sus brazos y lo besaba suavemente, empezó por sus labios y fue por sus mejillas y su cuello, Seiya sonreía pero puso sus manos en el pecho del mayor y lo empujaba suavemente, Hypnos lo besó en los labios una vez mas, se detuvo pero no lo soltó
- Pues gracias pero… a lo que vinimos no? – dijo el castaño acariciando el rostro del mayor que besó su mano
- No comas ansias, somos cazadores y vamos a jugar… si tu mamá te decía que no debes jugar con la comida pues… en mi caso es lo opuesto, a mi me encanta jugar con la comida, además las presas están cerca y mas que nada, vienen directo hacia acá
- Cómo lo sabes?
- Puedo olerlo, alguien viene, tres… no cuatro… espera… pasos firmes… no están corriendo… están… acechando… ven…
Hypnos no dio tiempo a Seiya y lo cargó en su espalda, Seiya se agarró fuerte del cuello del mayor y rodeó su cintura con las piernas, estaba colgado como monito mientras el inmortal trepó con habilidad felina un grueso árbol para ver mejor, tal como lo supuso aunque estaban en un bosque abierto de caza los que se acercaban eran cazadores pero el rubio estaba seguro que pertenecían a la famosa Orden de Aurelius, llevaban ballestas en las espaldas, arcos, flechas, estacas y lámparas de aceite, eran 6 de ellos, todos jóvenes
- Ok., cambio de planes mi preciosidad, con ellos no vamos a jugar, a ellos los vamos a matar – dijo Hypnos con expresión fiera
- En serio?, así nada mas?
- Son cazadores de vampiros Seiya, de la orden de la que te hablamos, te acuerdas?
- Si claro… entonces…
- Si están en estos bosques es porque saben que me gusta cazar aquí, son un riesgo para todos nosotros mi niño, entonces… observarás o me ayudarás?
- Ayudarte?, pero cómo?
Los cazadores seguían avanzando sigilosamente, habían rumores que uno de los miembros del clan del norte cazaba en esos bosques, los fuertes cazadores seguían avanzando entre los árboles hasta que en un pequeño claro junto a un grueso tronco vieron el cuerpo de un muchacho que estaba hecho ovillo en el pasto, los cazadores no se acercaron inmediatamente, podría ser una trampa, poco a poco fueron rodeando al chico que parecía dormido, metro a metro avanzaban hasta que pudieron ver su acompasada respiración, ahí uno de ellos se acercó para comprobar si estaba vivo, al ver que si y que tenía una herida en el cuello que sangraba levemente se arrodilló junto a él, sacó de su bolsillo un pañuelo y trató de hacer presión para detener la sangre, los otros cinco cazadores estaban formando un círculo y no se movían, el que estaba atendiendo al herido lo trataba de reanimar pero el muchacho parecía estar inconsciente
- Qué tan herido está? – preguntó uno de los cazadores que tenía la ballesta y estaba atento con la mirada en los alrededores
- Solo una mordida en el cuello, ya paré la hemorragia pero no se por qué no despierta… - el cazador estaba preocupado y se volteó con horror cuando escuchó una fría voz en su espalda
- Porque no está dormido, verdad mi niño?
El castaño abrió los ojos y sonrió mientras se incorporaba apoyándose en el árbol a su espalda, el cazador que estaba arrodillado a su lado se levantó pero fue tarde, Seiya desde el suelo vio como si un vendaval pasara arrasando con todo, a un velocidad increíble Hypnos con un rápido movimiento fue rompiendo los cuellos uno a uno de todos los cazadores en el círculo, era impresionante… en menos de un minuto solo el cazador que atendió a Seiya estaba de pie inmóvil presa del pánico y no pudo hacer nada para ayudar a nadie, empezó a temblar cuando Hypnos se acercaba a él con paso lento como si absorbiera su miedo
- No creas lo que sea que te dijeron Seiya Hyuga, te mintieron, tu familia…
Pero el cazador no pudo decir nada mas porque Hypnos llegó a él y le rompió el cuello también con un rápido movimiento, el castaño no sabía que hacer o pensar, Hypnos no le dio tiempo de nada y se abalanzó a él, lo besó con fuerza y pasión, le abrió la camisa de un solo tirón, Seiya no supo cómo pero se sintió apresado contra un árbol mientras el mayor recorría ávido su cuerpo y le abría el pantalón
- Hypnos… espera
- No… aquí y ahora… tu eres mío… y te haré mío
En menos de un minuto Seiya estaba desnudo recostado en el pasto con Hypnos moviéndose con cadencia en su interior, el rubio estaba sumamente excitado, la sed de sangre, los recientes acontecimientos despertaron su lado primitivo y poseía a Seiya con fuerza y pasión, el castaño se entregaba totalmente a estas sensaciones, no tenía opción, lo que hacían ahora era totalmente distinto a lo que habían hecho antes pero igual lo estaba disfrutando, esta faceta salvaje del mayor era nueva, Hypnos no le estaba haciendo daño pero era rudo y fuerte, primitivo…, el rubio vampiro lo volvió a morder en el cuello, el castaño solo gemía y se dejaba hacer, todo esto era excitante y peligroso según él… pero le encantaba, en el claro del bosque solo se oía jadeos y gemidos de la pareja haciendo el amor bajo la luz de la luna que no le importó encontrarse allí rodeados de muerte y sangre