Capítulo 13.- No… mi hijo no
Seiya estaba sentado en el sol con su papá y su tío, los dos mayores querían que el joven castaño les contara de los vampiros pero Seiya estaba un poco molesto por la insistencia en la preguntadera a la que era sometido esta vez por su propia familia por lo que optó por no decir nada y estaba sentado de cara al sol con los ojos cerrados, Aioros se calló cuando vio llegar a Mu, Milo y Camus y otro hombre algo mayor de cabellos azules que los miraba a todos con rabia, especialmente a Seiya y que se acercaban serios a ellos, Seiya al oír lo pasos que se acercaban apresuradamente se volteó y los miró
- Seiya por favor ven conmigo – dijo Mu tendiendo su mano al castaño que lo miró desconfiado, Seiya se dio cuenta de lo cargado del ambiente, esto no le gustaba para nada, aunque también notó la molestia de Mu pero no podía determinar si estaba molesto con él o con alguien mas
- Para qué? – dijo cautamente el castaño
- La señorita Saori quiere hablar contigo otra vez – dijo Milo tranquilamente
- Y para eso los manda a ustedes tres? – Seiya arqueó una ceja, el era joven e inocente pero no estúpido
- Estábamos ahí y decidimos venir con Mu – dijo Camus tratando de suavisar la situación sonriendo y encogiéndose de hombros
- Tengo que ir aurita… lo que pasa es que estaba por ir al baño y… - empezó el castaño a excusarse, esto en verdad se le hacía extraño
- Vas al baño allá… vámonos – Milo intentó tomar a Seiya del brazo que lo esquivó y empezó a correr por el patio, los tres mayores lo siguieron pero el castaño era muy rápido, Seiya estaba escalando el muro cuando una voz potente lo llamó
- SEIYA!!! Si te vas… él pagará las consecuencias – el castaño volteó y vio al grandote aquel… Aldebarán que tenía a su papá apuntado al pecho con una ballesta
- NOOOO PAPÁ!!!!!!!!!!!!
- HIJO VETE DE AQUÍ… CORRE… - Pero Aldebarán afianzó la ballesta al pecho de su padre y Seiya derrotado saltó del muro dentro de la propiedad, Camus y Milo fueron hasta él y ataron sus manos en la espalda
- Llévenselos a los calabozos – dijo Kanon a Aldebarán que sostenía a Aioros y a Milo que sostenía a Aioria, ambos castaños no lo podían creer, qué le iban a hacer a Seiya???, Kanon fue el que llevó a Seiya hasta el edificio principal pero en vez de ir escaleras arriba al despacho de la pelimorada fueron escaleras abajo y caminaron por pasillos de piedra iluminados con antorchas, llegaron a una puerta que estaba al fondo del pasillo, al abrirla habían varios equipos médicos, instrumental y demás cosas, el castaño al ver esto se asustó y empezó a forcejear para soltarse pero algo le golpeó la cabeza dejándolo inconsciente
Kanon cargó a Seiya y lo puso en la camilla, con la ayuda de Mu lo desnudaron y le pusieron una bata, la camilla tenía amarras muy fuertes, era usada para el estudio de las diferentes criaturas que lograran atrapar, Kanon era médico científico y este era su laboratorio, ataron a Seiya a la camilla, pasaron correas por sus manos y piernas además de una correa por su vientre, dejaron al castaño totalmente inmovilizado, cuando despierte no podría escapar, Kanon tomó su bandeja de instrumentos y procedió a sacar sangre del castaño para analizarla además tomó una muestra de cabello, en eso estaban cuando Seiya se empezó a mover, Kanon arqueó una ceja algo incrédulo, el golpe debía dejarlo inconsciente por lago mas de un par de minutos pero aparentemente no era así… vaya…, sin mas le aplicó un poderoso sedante en el brazo lo que le permitiría mantenerlo quieto y dormido mientras le hacía el resto de exámenes y obtenía todas las muestras que quisiera
Cuando Seiya despertó estaba atado a una camilla, se sentía débil y mareado, sus ojos no enfocaban bien los objetos a su alrededor y sentía que tenía todo revuelto, intentó hablar pero ningún sonido salía de su garganta, estuvo así por varios minutos hasta que pudo abrir bien sus ojos y vio que aquel peliazul que estaba en el patio y Saori estaban hablando en susurros cerca de su camilla
- Déjame… ir… - dijo el castaño con algo de esfuerzo, le costaba respirar y le dolía la garganta, el estómago le ardía y temblaba del frío que sentía
- Viste Kanon yo tenía razón, tu has consumido sangre de vampiro verdad?, para qué te la daba?, o solo era durante el sexo que intercambiaban sangre? – preguntó la Sacerdotisa en tono agresivo
- Estás… loca…
- Nos llegó un video muy informativo cariño… indudablemente tu eres uno de ellos, ahora morirás como uno de ellos, tu no te puedes catalogar como humano después de lo que has hecho – sentenció la muchacha a lo que Seiya sonrió
- Y… quien… murió… y… te nombro… reina…
- Yo soy la líder de esta organización pequeña sanguijuela, tu lo ayudaste a acabar con ese equipo de cazadores, su sangre reclama la tuya
- Muérete… bruja…
- Qué dicen sus exámenes de sangre Kanon? – la joven estaba indignada ante toda esta situación
- Todo está dentro de lo normal, no hay nada extraño
- Lo único extraño es que se haya repuesto en una hora de un calmante que dura seis horas?
- Pues si
- Probemos su resistencia al dolor, tal vez ahí haya algún cambio
- Pero él es…
- Él no es humano Kanon, ningún ser humano haría lo que él ha hecho, es un monstruo igual a ellos, será tratado como tal
- Si mi señora…
Los gritos del castaño se podían oír en todo el subsuelo del edificio, Aioros estaba desesperado en la celda escuchando gritar a su hijo, Aioria intentaba clamarlo sin éxito, el castaño mayor quería rescatar a su retoño que ahora estaba sufriendo en manos de humanos un dolor que ni siquiera en manos de las criaturas de la noche había padecido, Aioros gritaba y llamaba a quien sea para que lo dejen salir, al fin Milo acudió a sus gritos
- Basta de gritos, tenemos suficiente con los de tu hijo – dijo el peliazul bastante molesto y fastidiado acercándose a los barrotes de la celda en donde estaban ambos castaños
- Por favor, déjenos ir… no nos volverán a ver nunca solo… detengan esta tortura… esta misma noche nos iremos… por favor… por favor… se lo ruego – Aioros quería apelar al lado humano de Milo pero solo encontró una mirada dura
- Seis de mis compañeros murieron a manos de un vampiro hace dos semanas aproximadamente, su amante, que era humano por cierto, lo ayudó a hacerlo le sirvió de carnada y los masacraron, luego en ese mismo lugar… sin importarles… sin importarles nada, ellos… ellos… se revolcaron sobre la sangre de mis compañeros caídos, una alimaña así no merece vivir, seres sin sentimientos, sin conciencia, sin dignidad u orgullo
- Lo siento mucho por sus compañeros pero eso que tiene que ver con mi hijo? – a Aioros le faltaba poco para llorar, no podía ser cierto lo que ese hombre estaba diciendo
- No lo adivina acaso?, fue su hijo el que se prestó para ser la carnada de ese sádico, su hijo dejó entrar a ese ser a sus entrañas sobre la sangre de mis compañeros caídos, su hijo se ha dejado morder de esos monstruos a cambio de un poco de su sangre, su hijo es igual que ellos y ahora morirá igual que ellos
- No… mi hijo no, mi hijo no…
Aioros cayó al suelo cubriéndose la cara con las manos mientras Aioria lo abrazaba tratando de consolarlo, el castaño mayor solo lloraba y repetía la misma pregunta en voz alta, por qué Seiya??, por qué??, Aioria se quería morir, no debió dejarse engatusar por la supuesta bondad de esa mujer, debió tratar de contactar a Seiya directamente, ahora era ya muy tarde, él había escuchado rumores de esta organización pero se negó a creerlos pero ahora al escuchar los gritos de dolor de su sobrino su corazón se encogía, si era cierto lo que Seiya les había contado, había buenas posibilidades de que esas criaturas se preocupen por él, tal vez lo buscarían… tal vez vendrían por él…
***
Shun despertó al anochecer del día siguiente, cuando lo hizo se moría de sed, abrió los ojos y buscó con ansias por la habitación, Hades ya se había levantado y estaba de pie junto a un refrigerador, el mayor lo llamó y el joven obedientemente fue hasta él y sonrió al ver que el pelinegro tenía una bolsa de sangre en las manos
- No es conveniente que salgas de aquí hasta que hayas calmado un poco tu sed, ten… bébelo, está fría pero es mejor que nada
Shun mordió una punta y bebió la sangre con real hambre, Hades tenía razón, estaba fría pero no sabía tan mal, además le ayudó a calmarlo, cuando acabó la bolsa de sangre Hades le dio otra e igual de ávido se la bebió en un santiamén
- Quiero mas… es eso normal?
- Tu sed será toda voraz los primeros años, con el tiempo como que va disminuyendo, si ves a Pandora?, ella ya lo tiene bajo control y tiene solo cuatro años, tu lo harás muy bien solo hay que mantenerte bajo nuestro cuidado no quiero que tengas que afrontar lo que nosotros
- A qué te refieres?
- Pandora no ha matado a nadie todavía y ella vive feliz, nosotros tres tenemos que cargar en nuestras conciencias a todos aquellos que hemos matado, con los años la culpa empieza a pesar, la conciencia no solamente te habla, en algunos casos te grita, esa es una de las razones principales por las que los vampiros perecen voluntariamente, se dejan cazar o se exponen al sol, yo quiero evitarte ese sufrimiento
- Me amas?
- Para un vampiro los sentimientos no son iguales a los sentimientos humanos, te vas a dar cuenta que la pena se transforma fácilmente en desesperación, el enojo en ira, el gusto en obsesión y el amor pues… en una forma mas profunda de sentir al igual que el odio o la venganza, por eso los inmortales encuentran que es mas fácil desconectar los sentimientos y no sentir nada pero eso… a mi criterio… es una manera muy pobre de pasar la eternidad y se convierten en seres sanguinarios sin sentimientos, muy parecidos a los animales, yo no quiero eso para ti o para mi, pero… contestando a tu pregunta… si Shun… te amo
- Estaré bien entonces – Shun buscó los labios de Hades y se besaban suavemente pero fueron interrumpidos por Hypnos que bajaba a buscarlos
- Radamantys llamó dijo que va a estar al pendiente por si llega a saber algo pero yo creo que debemos ir allá por si acaso, si ella osa tocar un solo cabello de su cabeza yo arrancaré la de ella de un solo tirón
- Tranquilo Hypnos, el que se enoja pierde, Seiya es humano no lo dañará y no es un niño que se va a dejar convencer de lo que sea que ella le diga, mira… en el peor de los casos nos mudamos a América y empezamos de cero si Seiya abre la boca y cuenta nuestros secretos aunque eso no lo creo… el chico es fuerte, no se va a dejar engatusar por ella – Hades trataba de tranquilizar al rubio que caminaba de un lado a otro en la habitación sin atinar que mas hacer
- Mi pequeño huyó Hades… huyó – dijo Hypnos luego de algunos minutos en silencio, se oía desesperado, Shun nunca lo había visto así, Hypnos por lo regular era el mas despreocupado de los tres, por eso se llevaba bien con Seiya, nada se lo tomaba a manera personal, pero ahora…
- Si lo hizo debe tener una razón muy poderosa, yo creo que tiene que ver con su papá, tal vez no murió como decía en el periódico y la orden lo encontró – razonó el mayor
- Puede ser – dijo Hypnos aún sin convencerse
- Es lo único que movería a Seiya, su papá – completó Shun
- Está bien Hypnos, prepara todo y partiremos a Inglaterra, hablaste de eso con Radamantys?
- Si se lo dije y me dijo que estaría encantado de recibirnos, cuando le dije que ahora somos cinco se mostró sorprendido pero dijo que quería conocer a Shun y Pandora, dijo que ellos han buscado por años pero nunca han hallado a alguien digno de su sangre
- Digno de su sangre? – preguntó Shun confundido
- Radamantys es algo elitista, el dice que el humano que transforme debe tener cualidades inexistentes, el dice que nuestra sangre no será dada a cualquiera, ellos son muy celosos con eso – explicó Hades
- Y nosotros también no? – dijo Hypnos cruzándose de brazos
- Pensándolo bien si… el primero en caer fue Thanatos con Pandora, ella lo hechizó como tu me has hechizado a mi, tenemos que empacar – dijo Hades acariciando suavemente la mejilla de su joven amante
- Cómo iremos? – preguntó el peliverde
- Intentaremos esta noche por avión, si no podemos haremos reservaciones con tiempo, vuelo directo, no nos podemos exponer al sol
- Qué pasa con el sol? – Hades ya se lo había dicho pero a veces se le confundían las ideas, esto era bastante normal para un vampiro recién nacido que no se ha alimentado bien en la noche, Shun necesitaba cazar y pronto
- El sol quemará tu piel y en cuestión de segundos te hará cenizas, así que nada de bronceado para ti
- Ok.,
Hypnos hizo las llamadas de rigor pero no consiguió vuelo para esa noche, entonces Hades alquiló un jet privado para la siguiente noche, los cinco miembros de ese clan en particular partirían inmediatamente a Londres, mientras tanto en esa ciudad un grupo de tres vampiros estaban escalando una colina, en el valle de abajo se podía ver una fortaleza de piedra, los humanos la catalogarían como segura pero para ellos entrar en ella no representaba ningún reto, habían varios perros de caza, personal armado que custodiaba el perímetro, mas o menos unos veinte hombres armados, había rejas eléctricas y luces de vigilancia, los inmortales solo hicieron una seña con la cabeza y desaparecieron de donde se encontraban para acercarse a la edificación, burlando todas las seguridades de unos saltos impresionantes franquearon el cerramiento y evadieron las luces vigías, luego cada uno por su propia ruta fueron chequeando las ventanas buscando al joven castaño del que Hypnos había enviado fotografías, pero por mas que buscaron no lo encontraron, pero estaban seguros de que algo ocultaban, esta no era la primera vez que Radamantys, Minos y Aiacos vigilaban el lugar de cerca y nunca antes habían visto el mismo despliegue de seguridad
Cuando se encontraron en la cima de la colina una vez mas dedujeron que el joven castaño debía estar allí en alguna parte pero deberían entrar a los edificios para poder encontrarlo, tenían que revisar los sótanos, las mazmorras y los pasadizos, eso ellos tres lo podían hacer pero correrían riesgos por lo que consideraron prudente no hacerlo solos, cinco vampiros ya estaban en camino a Londres, cinco furibundos vampiros que venían a reclamar a uno de los suyos… vaya… no pensaron que sucedería de esta manera pero la Orden de Aurelius no vería el amanecer en un par de días
Al volver a casa Radamantys llamó a Hades, debía ponerlo al corriente, el mayor estaba en los muelles cazando con Shun que se quedó todo quieto, ahora era impresionante él podía escuchar la conversación entera sin tener que pegarse al teléfono, Radamantys creía que el muchacho se encontraba ahí pero la situación no era como la habían pensado al inicio, al parecer Seiya y su familia no eran invitados de la generosa benefactora de esa Orden, ahora como no estaban en las habitaciones o en los salones lo lógico era pensar que debían tenerlo prisionero en los sótanos y eso representaba un problema, Hades había escuchado esos rumores también y su expresión se ensombreció, al colgar el teléfono tomó a Shun de la mano y siguieron caminando por el muelle
- A qué se refería Radamantys?, qué problema?
- He escuchado rumores de que a raíz de la muerte de Mitsumasa Kido su nieta Saori ha llevado a la orden por otros caminos, ellos ahora tienen cazadores y equipos médicos y científicos que se dedican al estudio de los seres sobrehumanos, pero dime Shun, tu estudiaste biología en el Colegio verdad?
- Si, eso que tiene que ver?
- Para aprender cosas hacían experimentos verdad?, por ejemplo, tu diseccionaste una rana?
- Si pero eso… oh no… no no no… Seiya… - si Shun pudiera palidecer lo hubiera hecho, en dónde diablos había caído su amigo??
- No creo que lo diseccionen pero esa es la preocupación de Radamantys, no está en la parte visible de la casa, si no está allí es porque está en el sótano, en las mazmorras, en los laboratorios, entiendes ahora?
- Pero Seiya es humano
- Si… relacionado con un vampiro, deben haberle tomado todo tipo de muestras y deben estar haciéndole todos los exámenes que se les ocurra, pero tranquilo mi pequeño… no lo matarán
- Estás seguro de eso?
- Si… el objetivo somos nosotros, Seiya es la carnada
- Ohhh Seiya…
En una camilla en Londres estaba un castaño acostado con los ojos cerrados, ya se había cansado de gritar, al parecer lo iban a dejar descansar un poco, su cuerpo presentaba todo tipo de cortes, quemaduras y laceraciones, en todo este tiempo Saori Kido había estado parada en la cabecera de su camilla haciéndole todo tipo de preguntas que él no había contestado, ni contestaría, si ella quería respuestas pues que las busque en otro lado, el no iba a traicionarlos a ellos, no porque les tuviera miedo ni mucho menos, sino porque Saori tenía razón, él si era uno de ellos, Hypnos era su amante, Shun su hermano, Hades era como su padre, y Thanatos y Pandora sus amigos, no los iba a traicionar…
Una lágrima resbaló por la comisura de su ojo, Saori lo había estado mirando y al ver esto sonrió, ya lo estaban ablandando, pronto hablaría, ordenó a Kanon que tratara sus heridas y lo dejara descansar, ya mañana sería otro día…
Seiya fue dejado solo en ese frío salón, el joven estaba todo congelado y adolorido, involuntariamente reaccionó ante la puerta que se sonó a lo que se abrió y al abrir los ojos vio la luz titilante de una linterna, había un encapuchado que se acercaba, Seiya instintivamente se encogió del miedo pero el encapuchado se llevó un dedo a los labios indicando silencio y se lanzó al suelo escondiéndose tras un viejo mueble cuando la puerta se volvió a abrir y uno de los guardias solo miró el interior del salón, cuando el guardia se fue el encapuchado se puso de pie y se descubrió la cabeza, era aquel joven pelilila que lo había llevado a su padre, el que se llamaba Mu
- Qué diablos te hicieron muchacho? – dijo el miembro de la Orden muy contrariado al verlo en ese estado tan lamentable
- De todo… qué haces aquí?
- Vine a darte esto, abre la boca – Mu tenía unas pastillas que las puso en los labios de Seiya pero el chico cerró la boca asustado y meneó la cabeza
- Es algo para el dolor, para que puedas dormir, no quiero hacerte daño – Seiya vio compasión en los ojos de Mu y abrió la boca para tomar lo que el enemigo le daba, luego le acercó un vaso con agua que tenía un sorbete
- Eso es… te sentirás mejor – dijo Mu pasando un pañito húmedo por la frente del castaño
- Por qué me ayudas?
- A mi no me importa lo que digan, para mi tu eres humano, lo que te están haciendo no es justo, intenté convencer a mi señora que esto no está bien pero me dijo que tienes pruebas que tu ya no eres de los nuestros – dijo Mu entre molesto e incrédulo
- Qué pruebas?
- No lo sé, yo lo único que se es que te vi sentado en la pileta de frente al sol hablando con tu padre, eres lo suficiente humano para mi, no eres vampiro ni mucho menos, qué mas puedes ser, no me digas que los hombres lobo si existen?
- No lo sé, nunca he visto uno, pero mi papá… dónde está?, cómo está? – Seiya estaba angustiado por su papá, no lo había visto desde que los separaron
- Está bien, tu tío también, están en un calabozo al otro lado del pasillo, no se que van a hacer con ellos, no creo que les hagan nada, deberías decirles lo que sabes
- No puedo decir lo que no se, ellos me preguntan cosas que no se, si les miento o me las invento me va a ir peor no crees?
- Pues si… mejor intenta dormir, no se lo que vayan a hacer contigo mañana, pero sea lo que sea necesitas estar fuerte
- Gracias Mu, no olvidaré lo que has hecho por mi
- Ya duerme – Mu se dio la vuelta para salir pero de detuvo y se volteó cuando Seiya lo llamó
- Mu… pide unos días de permiso o algo, vete de aquí o por lo menos no estés aquí en las noches
- Ellos… vendrán por ti? – eso era lo que los miembros de la Orden habían estado discutiendo, unos decían que si, otros que no, pero la posibilidad de que lo hagan tenía a varios intranquilos
- No lo sé… eso espero, si están enojados conmigo por huir nos matarán a todos, si están preocupados por mi, los matarán a ustedes, así que… he estado aquí algunos días, ya deben saber dónde estoy o lo sabrán muy pronto, es cierto lo que dije de que son paranoicos con la seguridad, si creen que soy una amenaza me eliminarán y a ustedes también
- Cielos Seiya…
- Es simplemente como son… no piensan igual que nosotros, son diferentes pero muy entretenidos y divertidos
- Divertidos??, cielos… mejor duerme pequeño… descansa…
Mu salió sigilosamente de la misma manera en la que había entrado dejando solo una vez mas al castaño que en verdad sea lo que sea que le haya dado Mu le ayudó y mucho, sentía menos dolor y estaba todo somnoliento así que se entregó al cansancio y se quedó profundamente dormido pensando en su rubio vampiro y preguntándose si estaría pensando en él o si ya se le pasaría el enojo por su huida