Capítulo 14.- Rescate
Seiya despertó algunas horas después, no sabía si era de día o de noche porque estaba en un cuarto sin ventanas alumbrado por unas lámparas de techo muy antiguas, Kanon estaba cambiando un vendaje en su costado pero no estaba teniendo el menor cuidado en hacerlo, el castaño se encogió un poco por el dolor que sintió y cuando abrió los ojos vio a Kanon que lo miraba con rabia
- Así que despertaste… estás sanando muy rápido, has consumido sangre de vampiro verdad?
- Solo en el desayuno – dijo Seiya provocando al mayor que quería molerlo a golpes para quitarle esa sonrisita del rostro
- Así que estás todo graciosito, pero dime… ya que tus poderes curativos son tan fantásticos, si te corto un brazo… volverá a crecer? – Kanon tenía una sonrisa perversa de satisfacción
- Eres un títere de esa bruja, desgraciado sin personalidad – dijo Seiya cerrando los ojos tratando de ignorar al peliazul
- Puedes decir todo lo que quieras, tu eres el que está atado en esa camilla a mi merced
- Ajá
- Vaya… nos desafías?, la señorita Saori tiene razón, no mereces llamarte humano
- No me llamo humano, me llamo Seiya – contestó el castaño aún con los ojos cerrados pero con una sonrisita en los labios
- Bueno… Seiya… ahora te sientes con ánimo mas comunicativo o tenemos que seguir torturándote, no es que me moleste, ayer la pasé muy bien – al escuchar esto el joven abrió los ojos y miró desafiante a su captor
- No te voy a decir nada…
- Muy bien, hoy probaremos con el lanzallamas, tu crees que si te achicharramos la piel esta se caerá como la de las serpientes?
- El único reptil ponzoñoso aquí eres tu, pedazo de idiota
En ese momento las puertas se abrieron y era Saori Kido la que entraba, tenía una bandeja de cosas para comer, una botella de agua con un sorbete, fruta picada, pan tostado, un platillo de lo que parecía ser pollo con puré de papas y jugo
- Tienes hambre Seiya?, te alimentaremos si nos dices lo que queremos saber – dijo la joven con una dulce sonrisa, Seiya pensaba que esa mujer era la reencarnación de algún demonio, así era como había enredado a su tío Aioria?, con esa sonrisa y esa mirada inocente?, a su criterio ella era mucho mas sanguinaria que Hypnos
- No quiero nada – dijo el castaño cerrando los ojos y volteando el rostro
- Vamos… no seas arisco tienes los labios secos, no se te antoja un poco de agua? – insistió la muchacha
- No quiero nada – repitió Seiya sin moverse ni un milímetro
- Muy bien Kanon… prosigamos en donde nos quedamos ayer – dijo la Sacerdotisa poniendo la bandeja a un lado, la negativa de hablar de Seiya estaba colmando su paciencia
El peliazul fue hasta la otra mesa y por el sonido de varios instrumentos Seiya abrió los ojos para ver lo que le esperaba y lo vio volver con un bisturí y un mechero pequeño de alcohol que estaba encendido, puso la hoja de metal en las llamas y luego de un minuto la acercó a la piel del castaño que abrió mucho los ojos y trató inútilmente de hacerse a un lado pero Kanon llevaba el bisturí directo a su pecho
- Ya no mas… por favor… ya no mas… - Seiya rogó, una involuntaria lágrima resbaló por su mejilla y Saori sonrió satisfecha, detuvo la mano de Kanon que estaba a milímetros de cortar la piel del castaño, tan cerca estaba que Seiya podía sentir el calor que desprendía el instrumento, el peliazul bajó la mano y dio un paso atrás, Saori acarició los cabellos de Seiya que lucía derrotado, había llegado a su límite y esto complacía sobremanera a la Sacerdotisa
- Tu podías detener todo esto cuando quisieras, ahora nos dirás lo que queremos saber?
- Quiero ver a mi papá
- Lo verás luego de que hablemos – negó Saori
- No… quiero ver a mi papá, hablaré solamente si él está aquí conmigo o no diré nada… no diré nada…
- Eso no es parte del trato – dijo la joven con obvia molestia
- Pues hazlo parte del trato, mi papá…
- Lo pensaré
Saori salió de la habitación llevándose con ella al médico que la siguió sin comprender, la joven tomó de la mano a Kanon y se lo llevó por el pasillo para hablar con él sin que Seiya lo oiga
- Déjalo ahí por un par de horas, no lo vayas a ver ni le digas nada, esperaremos
- Pero mi señora… yo temo un ataque
- No Kanon, que esto te sirva de experiencia, a todos nosotros, lo hemos tenido en nuestra posesión por algunos días y nadie ni a preguntado por él, con todos los recursos que esas criaturas tienen no han hecho ninguna denuncia, contratado investigadores, no han hecho nada por él, simplemente lo han abandonado a su suerte no te das cuenta?, no ha habido nada fuera de lo normal además estamos preparados si se les ocurriera venir, lo que no entiendo es cómo Seiya no se da cuenta de lo obvio, para ellos él fue descartable, pobrecillo… esperemos que reaccione
- Usted cree que todavía hay salvación para él? – dijo el médico con incredulidad
- Si conseguimos que abra los ojos… tal vez
Un par de horas después Aioros fue llevado al laboratorio donde estaba Seiya atado a esa camilla, el castaño mayor al ver en tan lamentable estado a su hijo se quiso morir y matar a todos los que le habían hecho daño a su pequeño pero Seiya al verlo sonrió aliviado
- Papá… - susurró el joven
- Hijo mío… qué te han hecho? – Aioros se acercó a él y tomó su mano la que Seiya apretó muy suavemente
- Nada papá… estoy bien, tu estás bien?, y tío Aioria?
- Estoy bien hijo
- Papá… qué hora es?
- Cerca de las 6 de la tarde, por qué hijo?
- Solo… quería saber… - Seiya le guiñó el ojo a Aioros que no entendió la razón pero no dijo nada
- Bueno ya cumplí mi parte del trato ahora tu cumple la parte del tuyo, vas a responder a mis preguntas? – dijo Saori que había entrado a la habitación también pero Seiya no la vio porque estaba distraído mirando a su padre que ahora Kanon hizo a un lado para que Saori ocupara su lugar
- No… tu haces las preguntas equivocadas – respondió finalmente el joven castaño
- Muy bien… entonces dinos… qué sabes?
- No se nada… y lo se todo…
- Déjate de juegos… dinos lo que sabes
- Muy bien, pero ustedes lo pidieron… los vampiros… quieren acabar con la humanidad, están haciendo un ritual para despertar a un antiguo demonio que vive en las entrañas de la tierra, están consiguiendo los ingredientes necesarios pero es muy difícil, los clanes se están reuniendo y pronto desatarán el caos en la Tierra
- Cómo sabes esto? – esto era mas de lo que Saori hubiera esperado
- Lo escuché una noche que no podía dormir y bajé por un vaso con leche – al oír esto Aioros arqueó una ceja, Seiya solo lo miró y luego miró a la mesa de instrumentos que estaba atrás de él, el castaño mayor entendió lo que su hijo estaba haciendo y disimuladamente paso a paso y lentamente se fue acercando hasta la mesa y sin que nadie se diera cuenta tomó una daga y la escondió en su manga
- Hades está planeando esto? – continuó Saori el interrogatorio
- Si… con otros grupos, en total como cincuenta vampiros aunque Shun cree que son mas, ellos se reúnen frecuentemente para chequear sus avances pero ahora están estancados
- Por qué?
- Los magos y hechiceros que contrataron se niegan a hacer el hechizo necesario, ellos dicen que va en contra de la naturaleza y están consiguiendo a otros grupos, están buscando ahora en la India
- Que conlleva el ritual, lo sabes?
- Solo algunas cosas, se que necesitan la sangre de una virgen, el cuerno de un reno, la piel de una serpiente de agua, montón de plantas raras de las que ya tienen la mayoría, tiene que ser en luna llena, además se necesita sacrificios de animales y no se que piedra rara que están buscando pero que hasta ahora no pueden hallar, pero el mayor problema es el ritual en si mismo
- Por qué? – Saori estaba al borde de la intriga y la emoción, todo esto era… por todos los Dioses, algo así ella se imaginaba que era el plan final de las criaturas de la oscuridad y tan sumida estaba en la historia que no se dio cuenta de Aioros…
- Porque lo tienen que hacer en faldita… imbécil – dijo Seiya sonriendo ampliamente porque Kanon quedó fuera de combate ya que Aioros le golpeó en la cabeza con una charola y empujó a Saori haciéndola caer, en la caída la muchacha se golpeó la cabeza y quedó inconsciente, luego fue hasta su hijo y cortó sus amarras con la daga que había tomado antes y lo liberó, Seiya casi se cae al ponerse de pie pero Aioros lo sujetó y ambos salieron del laboratorio dirigiéndose a los calabozos que estaban en el mismo piso para liberar a Aioria, encontraron la llave en la pared y abrieron la reja dejando salir a Aioria, el cargó a Seiya en su espalda y corrieron por los pasillos, sigilosamente salieron del edificio evadiendo a los guardias que encontraron, cuando salieron del edificio la noche estaba cayendo, esto era bueno, el cobijo de la oscuridad los ayudaría pero no estaban ni a medio camino del patio dirigiéndose a la pared sur que escucharon la sirena de alarma, oyeron como todos los miembros de la orden se movilizaban, soltaron a los perros, prendieron las luces guías y no tardaron en hallarlos, sin ninguna compasión les dispararon dardos tranquilizantes y los tres fugitivos fueron apresados y llevados de vuelta a las mazmorras
***
Radamantys se encontraba de pie en el aeropuerto, eran cerca de las diez de la noche, Hades y los suyos llegarían pronto, el rubio guardó su reloj de bolsillo cuando vio acercarse a uno de los jets privados que llegaron esa noche y en efecto pudo ver que algunos minutos después la comitiva de cinco personas bajaban, Radamantys sonrió, a lo lejos pudo apreciar lo hermosos que eran los nuevos integrantes de ese clan en particular, bueno… solo esperaba que sean útiles en batalla
- Llegan tarde – dijo el rubio vampiro a modo de saludo
- Turbulencia, pero dime que sabes? – dijo el pelinegro estrechando la mano de su anfitrión que los recibía
- Yo tenía razón el muchacho si está allí, mis vigilantes del día me informaron que hubo un intento de escape al atardecer, el chico está bastante herido, casi no podía caminar y al parecer hay dos personas mas que están adentro igual cautivas con él porque lo estaban ayudando y no vestían esas ridículas túnicas, pero frustraron su escape, están en ese edificio pero no se mas, debemos ir de una vez y sacarlo o tienes alguna otra idea?
- Tienes un plano del lugar? – preguntó Hypnos algo cortante
- Con quien crees que estás hablando muchacho?, tengo un plano del sistema eléctrico y de alcantarillado también, contraté dos helicópteros por si acaso, tenemos autos y demás armamento – explicó el mayor
- Cuando dices armamento… - empezó a preguntar Thanatos
- Granadas, lanzacohetes y demás explosivos – completó Radamantys
- Vaya… - dijo Shun en voz baja, cuando Hades dijo que los vampiros de Inglaterra los ayudarían no se imaginó nada a gran escala, con un auto les hubiera bastado, ellos también habían venido preparados
- No solo a ustedes están vigilando, hemos decidido acabar con todo de una vez, vamos para que se cambien y prepararlo todo, atacaremos a la media noche
- Genial, lo siento Radamantys, perdona mis modales pero es la preocupación, esta es Pandora la pareja de Thanatos y este es Shun – dijo Hades poniendo su mano en el hombro de su joven amante
- Mucho gusto pero tu tienes razón, dejemos las cordialidades para cuando hayamos acabado con todo esto
Radamantys llevó a los recién llegados a su mansión en las afueras de Londres en donde se cambiaron de ropa, ahora usaban botas, trajes de camuflaje negro, cada uno de ellos tenía dagas, estrellas ninja y bombas de humo en los cintos, Minos y Aiacos estaban a cargo de los explosivos, no querían dejar piedra sobre piedra en ese lugar, todos estudiaron los planos y analizaron sus posiciones, entrarían a aquella edificación por todas las paredes del cerramiento, eran ocho vampiros, irían en parejas, Radamantys con Hypnos, Minos con Aiacos, Thanatos con Pandora y Shun con Hades, una vez dentro evadirían las luces y liquidarían a cuanto guardia se encontraran en las afueras hasta entrar, no se alimentarían de ellos, eso era esencial, si lo hacían perderían tiempo y el objetivo era sacar a los tres cautivos y acabar con todo, Minos y Aiacos no buscarían a nadie ellos iban a ubicar los explosivos en las bases de todas las edificaciones, los otros seis estaban en misión de búsqueda y rescate, cuando tuvieron todo listo partieron para allá, diez minutos antes de la media noche los ocho vampiros estaban de pie en la colina mirando la fortaleza y analizando la seguridad, a la señal de Radamantys todos partieron y sigilosos como las sombras se adentraron en ella sin levantar ninguna alarma
Seiya estaba de vuelta atado en la camilla, su intento de escape había fallado, no sabía en donde estaba su padre o su tío y eso le tenía preocupado, el castaño estaba adolorido, en lo que iba de la noche lo habían azotado, golpeado, lanzado baldazos de agua fría pero él igual no había dicho nada mas aparte de reírse de todos por creer esa estupidez del ritual inexistente que se había inventado, ahora lo habían dejado solo y la noche era como cualquier otra para los miembros de la Orden hasta que escucharon la alarma sonar, Seiya también la escuchó y sonrió, Hypnos…
Minos y Aiacos saltaron el muro y se adentraron a la propiedad, pusieron las cargas de explosivos en los pilares de afuera, los explosivos estaban activados para detonar a control remoto, tenían un pequeño receptor de señal, Radamantys e Hypnos se encontraron con un par de guardias afuera a los que eliminaron antes de que pudieran dar la alarma y lograron abrirse paso pero cuando abrieron las puertas de la edificación principal la alarma sonó poniendo en guardia a todos, sin perder el tiempo ambos rubios fueron escaleras abajo buscando al castaño que estaba en la base del edificio muy inquieto ahora al escuchar la alarma
Thanatos y Pandora treparon las paredes y entraron a la edificación por la azotea, fueron por el piso de arriba pero no encontraron a nadie y fueron revisando piso por piso abriéndose camino hacia abajo, en el segundo piso se encontraron con los primeros miembros de la Orden a los que dieron fin sin mayores preámbulos, cuando llegaron a lo alto de la escalera vieron como Hades y Shun acababan con algunos cazadores que estaban allí e intentaban atacarlos, uno de ellos fue lo suficientemente hábil de acertar un flechazo a Shun que le hirió en el brazo y cayó pero Hades acabó con él inmediatamente después, Pandora saltó las escaleras y jaló a Shun tras de un pilar para ponerlo fuera de la línea de ataque y de un solo tirón le sacó la flecha del brazo, el peliverde no gritó, solo apretó los dientes y vio asombrado como su herida se cerró casi inmediatamente después de que la flecha fuera sacada
- Beneficios de ser inmortal, vamos por Seiya… - dijo con una sonrisa la joven tomando de la mano a Shun para ir a las escaleras
- Hypnos y Radamantys ya bajaron – dijo Thanatos y Pandora solo asintió jalando a Shun para que la siguiera, Hades defendería el terreno para que nadie mas bajara
Los dos chicos pasaron tras de Hades que seguía evadiendo los ataques de los miembros de la Orden y bajaron las escaleras, al llegar al piso de abajo el que estaba iluminado tenuemente por antorchas vieron que había dos caminos, Thanatos fue por la derecha pero se quedó en la primera habitación que era la de la energía eléctrica y calderas y Pandora con Shun fueron por la izquierda, habían muchas puertas, las fueron abriendo una por una pero no encontraron nada hasta que llegaron a una especie de celda, se asomaron para ver a un vampiro que estaba en muy malas condiciones, estaba atado y se notaba que lo habían matado de hambre, al verlos les gruñó, Pandora de una patada tumbó la puerta y se acercó al vampiro
- Pandora…
- Valentine, pensé que habías muerto – Valentine era uno de los vampiros errantes que se dedicaba a recorrer el mundo, era muy amigo de Thanatos y le habían perdido la pista hace poco mas de tres meses, al parecer la Orden lo había atrapado, ellos pensaban que había muerto
- No sabes cuantas veces deseé morir, sácame de aquí preciosa – suplicó el débil vampiro
- Claro, ve arriba y corre lejos, si puedes matar a alguno de los miembros de la Orden en el camino pues mejor – dijo la chica rompiendo las cadenas que sujetaban a su amigo
- Están aquí por el chico verdad? – preguntó el vampiro recién liberado
- Si… sabes donde está?
- Al fondo hay un laboratorio estaba ahí ayer, yo escuché como gritaba
- Malditos… - dijo Shun con rabia pensando que su amigo debía estar herido
- Vamos por él, suerte Valentine
- Gracias Pandora
El vampiro estaba muy débil y cuando se disponía a salir un guardia entró y les disparó con balas de madera, los tres vampiros se botaron al suelo para evadir el ataque, el guardia siguió disparando pero los inmortales se movían muy rápido como para que el guardia los pueda ver, de pronto sintió como le quitaban el arma de las manos, le sujetaban y lo mordían salvajemente en el cuello, era Valentine que se alimentó de él hasta matarlo, el hambriento vampiro cuando soltó a su víctima que cayó al suelo recuperó en algo su fuerza
- Ya me siento mucho mejor – dijo Valentine con una sonrisa de satisfacción
- Nos vemos arriba, que no te maten – dijo la muchacha con una seña de despedida
- No podrán hacerlo, ya verán… en el desquite no hay venganza
Valentine salió de la celda y Pandora con Shun siguieron con su búsqueda pero aparentemente estaban en la sección de celdas, Shun abrió mucho los ojos cuando vio en una de esas celdas al papá de Seiya, estaba un poco mas viejo de como lo recordaba pero era él
- Sr. Hyuga…
- Shun?, eres tu?
- Hágase para atrás, vamos a sacarlo de ahí – dijo el peliverde
- Mi hijo, busca a mi hijo Shun – rogó el mayor aferrándose a los barrotes
- En eso estamos señor pero si no lo sacamos de aquí a usted Seiya nos mata luego, en serio hágase para atrás, vamos a botar la puerta abajo
- Cómo lo van a hacer?, esto es acero
- Usted solo hágame caso
Aioros y Aioria se arrimaron a la pared mas alejada de la puerta, Pandora pateó la reja que se abrió como si fuera de cartón, Shun entró y los sacó, los tomó de las manos y con Pandora fueron escaleras arriba, la joven llamó a Thanatos a decirle que la primera parte del plan estaba lista, dos de los tres humanos estaban seguros, ahora solo faltaba Seiya, el peliplata sonrió, su niña era fantástica, él estaba desactivando los sistemas de seguridad y eléctricos para evitar que vinieran refuerzos aunque al parecer no habría mayores problemas y pronto se irían de allí
Radamantys e Hypnos fueron por el sótano buscando al castaño, tomaron el camino de la derecha antes de que Thanatos bajara, Radamantys se quedó investigando en una de las habitaciones mientras Hypnos siguió hasta el fondo, esto era peor de lo que había creído, Radamantys encontró en frascos muestras de órganos y demás partes que habían sido sacadas no solo de inmortales sino de otras criaturas, esta chica estaba loca, habían partes humanas y carpetas interminables de estudios, pruebas y experimentos, al parecer Saori Kido estaba buscando la manera de implantar las fortalezas de vampiros en humanos, quería crear super soldados o una nueva raza o algo así, habían muchos casos clínicos pero en la documentación que estaba ahí mostraba que sus intentos no habían sido exitosos, la mayoría de los pacientes habían muerto…
Hypnos entró en la última puerta y el alma le volvió al cuerpo cuando vio a su castaño en una camilla, al acercarse pudo ver el triste estado en el que se encontraba, claramente lo habían torturado, esto le llenó de rabia pero… no podía detenerse ahora a cobrar venganza, lo primero es lo primero… Seiya al ver a Hypnos sonrió levemente tratando de esconder una mueca de dolor, una lágrima resbaló por su mejilla, eso conmovió a Hypnos que sin decir nada se acercó al muchacho y se mordió la muñeca poniéndola en la boca del castaño que tomó la sangre que le ofrecían, fue solo un poco, Hypnos retiró su muñeca y besó suavemente en los labios al joven mientras lo desataba
- Viniste por mi… - Seiya sonreía aliviado, ahora como que podía respirar un poco mejor, la sangre de Hypnos recorría todo su cuerpo y en verdad lo ayudó con el dolor que sentía aunque no lo eliminó, Seiya estaba en verdad muy lastimado, Kanon se había ensañado con él en las últimas horas
- Como no voy a venir por ti, tu eres mío recuerdas? – Hypnos acarició su rostro y lo besó nuevamente
- Hypnos… mi papá… mi tío… - Seiya miró suplicante a su amante que sonrió acabando de desatarlo
- Pandora y Shun ya los están sacando, solo faltas tu, vamos mi pequeño, tenemos que salir de aquí, tengo algo para ti, afuera hace frío
Hypnos ayudó a Seiya a levantarse pero el muchacho no pudo sostenerse en pie y casi se cae, por lo que el mayor lo apoyó en la camilla hasta sacar uno de los trajes que ellos estaban usando y prácticamente lo vistió mirando con preocupación su herido cuerpo y el mayor se llenó de indignación al escuchar las quejas de Seiya que intentaba ocultar, cuando ya estuvo listo lo ayudó a caminar pero el castaño no pudo hacerlo e Hypnos lo sostuvo con una mezcla de preocupación y furia, cómo se atrevieron a lastimarlo así??, y les dicen a ellos monstruos…
- Ven… no puedes caminar todavía y tenemos que salir de aquí – susurró el rubio
- No podemos matar a Kanon primero? – dijo Seiya con una mueca de dolor cuando Hypnos lo sujetó de los costados
- Quien es Kanon?
- El médico… el que me hizo esto…
- Maldito… si lo encontramos te lo prometo, pero quiero sacarte de aquí mi niño
- Ok.,
Hypnos iba a cargar a Seiya en su espalda como monito pero la puerta se abrió y un encapuchado miembro de la Orden entró y lanzó una flecha con una ballesta, el tiro iba dirigido a Seiya pero Hypnos lo protegió con el cuerpo y la flecha se clavó en su estómago, el vampiro cayó pesadamente al piso y Seiya cayó con él, el encapuchado sonrió satisfecho, se descubrió la cabeza y era Kanon el que sostenía el arma
- No… Hypnos no… - Seiya lloraba y acariciaba el rostro del mayor
- Tu no te irás de aquí y menos con esa criatura, si por lo menos podemos matar a uno ya es algo – Kanon volvió a apuntar a Seiya con la ballesta y sonrió, Seiya tenía una cara de pánico única cuando vio la flecha que apuntaba a su pecho pero de pronto el castaño cambió su expresión y sonrió maliciosamente, Hypnos a una velocidad imperceptible se puso de pie frente al médico y le quitó sin mayor esfuerzo la ballesta luego de extraer con un hábil movimiento la flecha de su estómago sin dar la menor muestra de dolor
- Él es Kanon – dijo Seiya poniéndose de pie también lentamente y con mucha dificultad
- Ohhh así que tu eres el famoso Kanon… qué dices cariño… lo desangramos, lo desmembramos, le clavamos una flecha en el corazón, tu que dices? – Hypnos sostenía a Kanon del cuello y tendió su mano a Seiya que con mucho esfuerzo llegó hasta él y se apoyó en su cuerpo para sostenerse de pie, ahora Seiya miraba con expresión divertida a Kanon que sabía que era el fin y estaba cayendo en la desesperación
- No se… si le sacamos una pierna, le crecerá otra? – dijo Seiya entre cerrado los ojos, Kanon al recordar que él le había dicho algo parecido palideció aún mas de ser posible, ahora los roles se habían invertido
- Ya se que hacer contigo, espera pequeño, déjame atarlo al pilar – Hypnos ayudó a Seiya a llegar a la pared para apoyarlo
- Lo vas a atar? – preguntó el castaño llevando una de sus manos a su pecho, con toda y la sangre que le dio a beber Hypnos aún le costaba respirar
- Minos y Aiacos ya vienen con fuegos pirotécnicos, como esta es la base del edificio tu… los disfrutarás mejor desde aquí – dijo Hypnos mirando con rabia a aquel que había lastimado a su niño
Hypnos jaló a Kanon y lo amarró estirándolo a mas no poder en uno de los pilares del laboratorio, cargó con mucho cuidado a Seiya luego de besarlo suavemente en los labios y salieron del laboratorio, pasaron recogiendo a Radamantys que seguía ojeando los papeles pero al ver que ya tenían al castaño tomó todo lo que pudo para leerlo con calma en su casa y se apresuró a seguir a Hypnos que ya tenía en sus brazos a la preciada carga, en el primer piso Hades seguía evadiendo ataques, los miembros de la Orden llegaban cual hormigas y el pelinegro estaba evitando que guardias o demás personal bajara, Thanatos se le había unido hace pocos minutos y tenían la entrada casi despejada cuando vieron que ya todos subían y que traían a Seiya por lo que se apresuraron a la salida, todos salieron dejando tras de ellos una estela de muerte y sangre, corrieron por el patio y salieron de la propiedad a toda velocidad, a lo que llegaron al punto de encuentro Minos accionó los detonadores y una explosión colosal consumió la fortaleza en cuestión de segundos, una nube de polvo y humo se levantó y cuando se disipó los inmortales pudieron comprobar que no quedó piedra sobre piedra de esa edificación