Capítulo 16.- La belleza de la oscuridad
Aioros hablaba por teléfono todas las mañanas con Seiya y uno de esos días le contó que Mu lo había llamado y ahora estaba arreglando los documentos para tres personas, el joven castaño estaba contento por ello, los ex – miembros de la Orden habían seguido su consejo, los días seguían pasando en espera del crucero, se había decidido que Hypnos no transformaría a Seiya hasta que lleguen a América, este era simplemente un detalle técnico porque siempre era bueno tener mas seguridad en el viaje y el castaño velaría por los cinco indefensos vampiros durante el día
Una de esas noches Hades y Shun estaban caminando por la playa, era temprano aún, no era media noche y la luna brillaba, Shun se había adaptado bastante bien a su nueva vida, claro que tenía a Hades que lo cuidaba y lo protegía hasta de si mismo, la sed de sangre era muy fuerte y era una lucha constante el tratar de no matar a la gente, Hades tenía razón, en el momento que la sed nublaba sus sentidos a Shun no le importaba nada pero ya después se arrepentiría, Hades quería que su joven amante conservara lo mas posible de su humanidad y Shun era dócil en eso, todo era nuevo y aún estaba haciéndose a la idea de las cosas que ya no podría hacer nunca mas pero había otras que lo compensaban, Hades le había dicho que con el tiempo sería fuerte, rápido y ágil pero a criterio de Shun ya lo era, además el joven peliverde llevaba a Hades a cosas que él no creía que podrían ir, iban al cine, a patinar, a montar a caballo, las ciudades grandes tienen todo tipo de servicios abiertos hasta altas horas de la noche para la gente que trabaja y esto lo aprovechaban, Shun sabía decir que no solo podían cazar en la oscuridad, habían muchas otras cosas que podían hacer
Con el paso de los días Shun terminó la pintura en la pared del cuarto de Hades, si antes era bueno y muy hábil con el pincel ahora lo era mas, tenía mas precisión y un dominio de los colores impresionante, lograba matices que solo el ojo inmortal lo podía apreciar, una de esas noches que decidieron volver de su cacería temprano y quedarse en casa mientras todos seguían por ahí, Hades había encendido la chimenea y estaban recostados en la suave alfombra de la casa aprovechando la paz y el silencio que reinaba, estaban hablando de todo un poco y acariciándose junto al fuego
- Sabes?, ahora ya no tengo frío, ni calor ni nada, pero me gusta sentir el calor del fuego, me hormiguea la piel
- Solo mantén tu distancia prudencial y estarás bien – dijo Hades delineando suavemente el contorno de su rostro con los dedos
- Extraño a Seiya… - dijo Shun luego de un momento de silencio, sonaba entristecido, en verdad le hacía falta su mejor amigo, había tantas cosas que quería contarle pero nunca estaban solos, siempre había alguien, eso era muy molesto
- Lo sé, él te extraña a ti pero por el momento es mejor si mantienen sus distancias
- Pero él ya está bien – protestó el joven vampiro y era cierto, ahora Seiya estaba completamente repuesto de sus heridas
- Si… pero los accidentes pasan, por eso cuando nos llevamos a Pandora los dejamos a ustedes en el Colegio, no podíamos arriesgarnos, Thanatos la vigila constantemente pero siempre cabe la posibilidad de un escape y tanto tu como Seiya tenían un aroma muy atrayente, el instinto es muy fuerte, tu lo sabes…
- Bueno eso si… en serio Seiya y yo olíamos apetitosos? – preguntó Shun con una sonrisa divertida
- Si… tu aroma me recordaba a manzanas, manzana con canela, exótico y dulce, Hypnos dice que Seiya huele a frutillas, eso es difícil de resistir, Thanatos decía que Pandora tenía un aroma cítrico, naranjas…
- Y ahora ya no huelo a nada?
- No, ahora ya no hueles a nada
- Y cómo te gustaba más, antes o ahora?
- Todo tiene sus ventajas, antes temía dañarte, eras humano por ende muy frágil, ahora no tengo que tener cuidado de dañarte, eres fuerte como yo, es diferente Shun… pero me encanta
- Ah si?
- Si… ven acá
Hades estaba recostado en la alfombra sobre su espalda y recibió a Shun que se sentó sobre sus caderas y se agachó para besarlo, Hades tenía razón, ahora no tenían el menor cuidado y lo hacían fuerte, esto en verdad era diferente, pero esta noche no tenían prisas así que poco a poco se fueron quitando la ropa mientras bañaban sus cuerpos de caricias y besos, a Hades le parecía sumamente sensual el joven, lo que había pasado con Julián no lo había cohibido, bueno la verdad todo pasó muy rápido, Shun fue transformado y todo cambió para él
Shun fue besando a Hades por su cuello, le rozaba la piel con sus colmillos sin lastimarlo realmente, solo hacía que lo sintiera y esto estaba enloqueciendo al mayor que esperaba una mordida en cualquier momento la que llegó cuando Shun tomó con su boca el pezón derecho del mayor que se arqueó un poco al sentir la mordida, ahí ya no esperó nada y giró en la alfombra recostando a Shun sobre su espalda y acomodándose entre sus piernas
- No estás para juegos hoy? – preguntó Shun todo divertido
- Quiero hacerte mío entonces no… no estoy para juegos hoy
Hades reclamó el cuello de Shun y lo besaba y acariciaba mientras el joven reía y se dejaba hacer correspondiendo a las atenciones brindadas, estuvieron un rato besándose y cambiando de posiciones en la alfombra buscando el dominio de la situación entre risas y besos hasta que Hades volteó a Shun y levantó sus caderas haciendo que se apoye en sus manos y rodillas, el chico gimió cuando sintió la mano de Hades alcanzar su miembro y masajearlo mientras le besaba y le mordía la espalda, Shun movía insinuantemente las caderas y Hades no necesitó mas invitación y luego de prepararlo lo penetró con fuerza, el joven vampiro gimió mas fuerte y se aferraba a la alfombra cuando el vaivén empezó, su unión fue completa, su ritmo acompasado era enloquecedor y los sumergía en un mar de placenteras sensaciones, en algún punto de esto Hades salió del cuerpo del muchacho y lo volteó recostándolo en sobre su espalda, le levantó las caderas y lo penetró nuevamente, mas profundamente esta vez, le levantó la pierna y la flexionó, Shun se arqueaba y gemía deliciosamente en especial cuando Hades tomó nuevamente su miembro con las manos para llevarlo al borde de la locura, ahora se besaban mientras lo hacían, Shun atraía cada vez mas el cuerpo de Hades al suyo, parecía que quería fundirlos juntos y lo arañaba y mordía, al mayor le fascinaba ver a su joven amante perder el control de esta manera y todo culminó en un espectacular orgasmo algunos minutos después
- Esto no lo podíamos hacer así cuando aún eras humano – dijo Hades besando el hombro de Shun que se volteó para mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos negros que lo atraían como imán
- Me gustaba hacer el amor contigo antes, ahora es diferente, lo siento diferente, como mas intenso o algo así, esto fue genial, debería dolerme todo pero no me duele nada
- Ese es uno de los beneficios de ser inmortal Shun
- Y si después te encuentras por ahí algún otro humano que huela delicioso y quieras cambiarme?
- Eso es muy poco probable, es complicado y difícil que los de nuestra raza lleguemos a sentir algo por alguien pero cuando lo hacemos es para siempre
- Pero yo te amo – dijo Shun algo extrañado, ahora eran de la misma raza y él lo amaba
- Me amabas antes de convertirte en vampiro y ahora que ya lo eres lo sigues haciendo, yo me enamoré de ti después de cientos de años de vagar la tierra, ambas emociones son igual de intensas yo solo me demoré en encontrarte, eso es todo
- Eres extraño
- No es la primera vez que me lo dices, con el tiempo vas a ver las cosas diferentes, hay muchas cosas que quiero mostrarte y tendremos tiempo para ello
- Extraño el sol… los arcoíris… el agua cristalina en el lago… es tonto lo se
- No, no es tonto, solo debes buscar cosas bellas en la oscuridad es todo
- Bueno… si a eso vamos… la belleza de la oscuridad… para mi… eres tu
Hades sonrió y buscó los labios de su joven amante y entre besos rodaron en la alfombra preparándose para la repetición
***
Pronto llegó el tiempo en el que el viaje llegó, como el barco salía en la noche no tuvieron problemas con el abordaje y zarparon hacia América, el viaje en si fue muy divertido, como estaban en un espacio reducido (aunque el barco era grandísimo, 18 pisos, 3 piscinas, discoteca, mall y demás cosas), a Seiya le parecía sumamente gracioso lo claustrofóbicos que eran los vampiros, la cacería se les dificultaba, siempre había testigos por lo que tuvieron que usar toda su astucia para cazar en parejas, pero con sus poderes mentales lo hicieron sin problemas y sin levantar sospechas, llegaron a Miami a plena luz del día lo que representaba un problema pero Aioros había ido a recibirlos con varios camiones de carga para transportar los pesados baúles que Seiya custodiaba, el castaño abogado había arreglado un vuelo en la noche a New York en donde se asentarían por el momento
Todo el desembarque se hizo sin problemas aunque si fue noticia la desaparición de cinco de los pasajeros, pero todo el percance fue solucionado cuando Hades fue a hablar con el encargado al caer la noche, de cualquier manera eso les dio el tiempo justo de tomar el avión y dirigirse a su nuevo hogar, el cambio les sentó bien, Hades hizo contactos con los líderes de los clanes de vampiros locales que estaban curiosos de conocer a uno de los vampiros mas antiguos de los que habían oído hablar, pero las presentaciones se hicieron sin mayores incidentes, las únicas novedades eran que rumores corrían de que la líder principal de la Orden de Aurelius también estaba en Estados Unidos, la habían visto en Washington reunida con el líder de América, un hombre llamado Afrodita que tenía la base en la mencionada ciudad, Hades consideró hacerle una visita… se la debía por lo sucedido con Seiya…
Saori estaba acostada en la habitación asignada a ella por Afrodita en la nueva base que tenía la Orden en Seatle cuando despertó de un salto y casi le da un infarto al ver a un hombre parado junto a su escritorio ojeando unos papeles, cuando aquel escuchó que la joven había despertado se volteó y sonrió
- No te alcanzará la vida para esconderte, yo siempre te encontraré niña – Hades hablaba casi en un susurró lo que heló la sangre de la joven que no se atrevió a moverse en lo más mínimo
- Hades…
- Escuché que querías conocerme, bueno aquí me tienes – Hades se cruzó de brazos sin acercarse
- Cómo me encontraste?, cómo entraste aquí?
- Detalles de forma, escuché que ahora vas a poner tu base de operaciones aquí, no te lo recomendaría… algo insignificante como el océano y el viaje en barco no me impide llegar a donde sea que pretendas esconderte
- Si tu estás aquí…
- Hypnos también, sabes que me costó mucho convencerlo de no venir, él quería venir a saludarte personalmente, Seiya aún tiene las marcas en su piel que le quedaron como resultado de su estadía con la Orden – ahí Saori pudo notar la rabia en el tono del mayor cuando dijo esto
- Yo…
- Cállate… dame una razón para no matarte aquí mismo
Saori abrió mucho los ojos y tomó aire para gritar pero en un segundo se vio aplastada contra a cama, Hades reclinado sobre ella y le cubría la boca con una mano, al verla tan asustada sonrió nuevamente
- Sería muy fácil, como quebrar una ramita – la otra mano de Hades se cerraba en el cuello de la muchacha que se agitaba en la cama presa del pánico
- Pero eso sería muy fácil no te parece?, tengo una mejor idea, ahora mírame, eso es… no vas a decir ni una sola palabra cuando te descubra la boca, entiendes? – los ojos de Saori como que se desenfocaron y se relajó completamente, Hades estaba ejerciendo su control mental sobre ella
- Muy bien, ahora esto es lo que vamos a hacer, llamarás ahora mismo a tu abogado y le dirás que quieres que liquide todas tus propiedades en un plazo máximo de dos días, le dirás que no importa el precio que le ofrezcan lo único que quieres hacer es deshacerte de todo lo que te pertenezca, que lo regale si es necesario y el dinero resultante lo entregará en su totalidad a la Sociedad de lucha contra el Cáncer, le vas a decir que ya le enviaste por correo un poder general que tiene tu firma y sello para que ejecute tus órdenes inmediatamente, te disculparás lo tarde de la noche pero le dirás que has tenido una epifanía y que quieres dar un vuelco a tu vida, entendiste?
- Si…
- Hazlo…
Saori se levantó como autómata y tomó su teléfono para llamar a su apoderado el que se sorprendió por lo tarde que era pero después de que la joven le dijo palabra por palabra lo que Hades le había dicho que dijera su apoderado le aseguró que cumpliría sus órdenes, luego Hades hizo que la joven se acercara al escritorio en donde le hizo firmar el poder general del que le había hablado al abogado, este documento fue preparado por Aioros con anterioridad, el vampiro puso el sello que estaba en el escritorio y cerró el sobre guardándoselo en el bolsillo de su saco, el mismo lo pondría en el buzón al salir
Hades había hablado con Hypnos varias veces, matar a Saori no era ninguna garantía, había que destruir la Orden y demoler el edificio no era suficiente, había que cortar sus fondos y con el poder que ahora ya estaba firmado y sellado conjuntamente con la llamada lo habían conseguido, sin dinero los seguidores de la Orden no llegarían muy lejos, ahora tenían que asegurarse de inutilizar a la líder y en eso Hypnos había sido muy categórico con Hades, el ya no la quería muerta, quería que sufriera lo que le restaba de vida, el pelinegro había aceptado sin problemas
Saori había perdido totalmente la voluntad, estaba bajo el control de Hades pero como Hypnos le había dicho a Seiya alguna vez, el líder de su clan tenía la capacidad de destruir la mente de cualquier humano, por lo que sumió a Saori dentro de una pesadilla de la que no despertaría jamás, la Sacerdotisa de la Orden de Aurelius se vio envuelta en visiones de guerra, sangre, destrucción y muerte por el resto de sus días y sin posibilidad de escape, al día siguiente Afrodita encontró a la muchacha totalmente aterrada acurrucada al pie de la cama, por mas intentos que hizo el dueño de casa, la joven no pudo reaccionar, Afrodita de inmediato la llevó a la sala de emergencias mas cercana en donde pasó algunos días pero al recibir el diagnóstico no pudieron hacer mas por ella y la recluyeron en un hospital psiquiátrico en donde pasaría con una camisa de fuerza y en un cuarto de paredes acolchadas lo que le restara de vida…
Con el pasar de los días los vampiros vieron complacidos como las ramificaciones de la Orden se iban desmembrando, Mu, Shaka y Saga se los confirmaron al cabo de un mes, ellos estaban asentados en Boston, Shaka era profesor de Teología en una de las Universidades grandes, Mu trabajaba en un hospital al igual que Saga, ellos tenían cierto contacto con algunos miembros de la Orden y pudieron mantener informados a los vampiros de los últimos sucesos
***
Seiya dijo que ya no quería esperar mas, se había decidido que lo iban a transformar cuando llegaran a América pero habían pasado casi tres meses y aún no lo habían hecho, el sentido del tiempo no es igual para los humanos y los vampiros, Aioros lo sabía y le tomó mucho esfuerzo hacerse a la idea, pero eran los deseos de su hijo, de una extraña forma no lo perdería, así se lo había prometido, el último día del castaño como humano lo pasó con su padre, pasearon, tomaron el sol, comieron todo lo que pudieron y era de su preferencia, al anochecer se despidió de su padre con un muy sentido abrazo y lágrimas de por medio, Aioros besó la frente de su hijo, no podía evitar la sensación de que era la última vez que lo vería con vida, y en un extraño sentido si era así
Cuando Hypnos despertó subió a buscar a su castaño y lo encontró de pie en el balcón de su habitación, el rubio fue hasta él y lo abrazó por la espalda para besarlo con suavidad en el cuello mientras acariciaba sus caderas
- Qué hiciste en tu último día como humano? – preguntó el rubio en un susurro entre besos
- Lo pasé con mi papá, fuimos a comer y paseamos por la ciudad – contestó el castaño en voz baja también
- Estás seguro Seiya?, mira que luego ya no te puedes arrepentir – Seiya se dio la vuelta sin salir del abrazo de Hypnos y lo besó en los labios, luego lo miró con determinación
- Si… estoy seguro, yo… quiero estar contigo
- Pero estás conmigo ahora, no tienes por qué apresurar las cosas, puedes ir a la Universidad aquí o lo que quieras
- Yo quiero compartir tu vida y así como estamos no lo podemos hacer, nos vemos solo a ratitos, además siempre me pueden usar para llegar a ustedes nuevamente, soy una brecha en su seguridad o algo así… no me acuerdo exactamente lo que dijo Hades pero esa era la idea
- Por él no te preocupes que lo manejo yo, no quiero que te sientas presionado, eso es todo
- No me siento presionado, yo solo quiero estar contigo, en verdad estar contigo
- Ok., si ese es tu deseo, haré lo que tu me pidas, ahora tienes que estar tranquilo, duele pero es solo por un momento
- Shun me lo dijo
- No tengas miedo, yo cuidaré de ti
Hypnos tomó en sus brazos al castaño que apoyó su frente en el pálido pecho y suspiró, Hypnos levantó el rostro del joven del mentón y buscó sus labios, se besaron por un ratito nada mas y luego Hypnos dirigió sus labios al cuello de Seiya que hizo su cabeza para atrás brindándole mas acceso al mayor que luego de besar y lamer esa suave piel la mordió, Seiya se quejó un poco pero abrazó a Hypnos que lo sostenía posesivamente
Esto era en verdad diferente, Seiya sentía como se le iba la fuerza, sentía como su corazón se aceleraba tratando de bombear la cada vez mas inexistente sangre, el castaño iba palideciendo y su cuerpo ahora era como el de un títere en los brazos del rubio que se separó de él y lo recostó en la alfombra de la habitación arrodillándose a su lado, el castaño no estaba inconsciente pero ya se le empezaba a nublar la vista y buscaba enfocarse en Hypnos que vio miedo en sus ojos y para tranquilizarlo le acarició el rostro y se mordió la muñeca hasta hacerla sangrar, levantó un poco la cabeza del chico que abrió la boca y recibió la sangre del mayor que bajó por su garganta como fuego, la sensación era asfixiante, el castaño estaba preso de todo esto, ya no tenía voluntad
Hypnos presionó la muñeca en la boca de Seiya que naturalmente se resistía pero ya no pudo hacer nada, sin fuerza se dejó hacer pero no pudo continuar cuando aquella sangre inmortal llegó a su mortal corazón y le produjo un dolor agudo como nunca antes había sentido, ese era el momento del que le habló Shun, Seiya sintió como su corazón le comprimía el pecho, como al intentar respirar no podía y se ahogaba, el castaño se empezó a dar botes contra el suelo, convulsionaba y gritaba con todas sus fuerzas, sentía como se quemaba desde el interior, esto era agonía… Hypnos cruzado de brazos lo miraba sin acercarse, tenía una expresión entre nostálgica y preocupada en su rostro, Seiya se encogía y se estiraba dolorosamente hasta que luego de varios minutos se hizo ovillo en el suelo y ya no se movió más
Hypnos esperó unos momentos antes de acercarse mientras apreciaba los sutiles cambios que se habían producido en el castaño, su piel tenía una luminosidad especial muy bella, su cabello como que brillaba, se lo notaba mas sedoso y provocaba acariciarlo, Hypnos se arrodilló a su lado y lo volteó, su rostro ahora sereno tenía un aire de inocencia pero cuando abrió los ojos se pudo ver en verdad el cambio, Seiya tenía los ojos cafés pero ahora sus ojos tenían destellos dorados y su mirada antes alegre ahora se mostraba hambrienta de sangre y dejaba ver una ferocidad solo comparable con la del rubio vampiro que sonrió y lo ayudó a ponerse de pie
- Ven conmigo… debes alimentarte
Seiya se dejó guiar por la ventana y juntos saltaron desde el tercer piso, la sensación era fantástica, el castaño cayó como gato, como si siempre hubiera podido hacerlo, se sentía fuerte pero un ansia nublaba sus sentidos, Hypnos lo tomó de la mano y lo llevó a las partes bajas de la ciudad saltando por los techos de las casas, encontraron varios mendigos y vagabundos, el rubio le enseñó a su protegido la técnica del pequeño bocado y fueron de víctima en víctima causando el menor daño posible en ellos, Seiya al igual que Shun no le veía el sentido, la sed de sangre lo dominaba por completo y no le importaba en lo más mínimo las consecuencias pero no opuso mucha resistencia a lo que Hypnos le decía, cuando Seiya estuvo al fin satisfecho recordó todo lo que había pasado, volvía a ser él mismo hasta cierto punto, Hypnos lo miraba satisfecho, como alumno había resultado ser excepcional, hambriento como cualquier nuevo vampiro, aún era muy pronto como para que diera muestras de poderes mentales pero había algo especial en Seiya, era como que tenía un aura muy sensual que envolvía a sus víctimas, las atraía irremediablemente como moscas a la miel, el castaño siempre había sido muy sociable, tal vez eso sería un factor determinante para esta extraña habilidad suya de embobar a todo el mundo con una mirada o una sonrisa, eso no lo tenía Shun… realmente Seiya era único
Pasada la media noche fueron caminando por las calles de la ciudad, el castaño se maravillaba con las cosas mas simples, todo llamaba su atención y le parecía nuevo, él ahora absorbía y percibía la realidad con nuevos ojos, sus ojos inmortales veía lo que antes no había notado, era como si le hubieran sacado una venda y ahora miraba las cosas como por primera vez, maestro y alumno caminaron por largo rato admirando las luces de la ciudad y a las personas que estaban por allí, la luz de la luna le parecía fantástica a Seiya, como si nunca la hubiera visto antes, todo esto le parecía a Hypnos muy divertido, recordaba lo diferente que fue para él, en ese tiempo fue su hermano el que ayudó en la transición y Hades los cuidó a ambos por muchos años, hasta ahora lo sigue haciendo la verdad, eran una familia realmente, disfuncional pero familia al fin
Cuando llegaron a su mansión Hypnos y Seiya no entraron inmediatamente, estaban afuera en el jardín caminando a la luz de la luna y disfrutando de la frescura de la noche y del silencio que los rodeaba, bordearon la casa para luego detenerse y apoyados en un árbol besarse suavemente, todas estas sensaciones estaban magnificadas para el castaño, ahora lo sentía diferente, como si tuviera mas terminaciones nerviosas en su piel y las caricias de Hypnos eran cien veces mas placenteras, todo era mas intenso pero sin la menor prisa se fueron quitando la ropa lentamente llenando el ambiente de suaves gemidos de placer ante el contacto de sus pieles desnudas y terminó el castaño conociendo el verdadero éxtasis esa noche cuando Hypnos le hizo el amor bajo las estrellas