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LA BELLEZA DE LA OSCURIDAD por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el final, espero que les guste

Capítulo 17.- El encuentro más esperado

 

El tiempo pasa muy rápido cuando se es feliz, eso se aplica a los humanos pero también a los inmortales, el particular clan de 6 que se había asentado en Estados Unidos se cambió de ciudad tres veces en 30 años, vivieron primero en New York, luego en Los Ángeles y finalmente en Las Vegas, habían temporadas donde se separaban (unos seis u ocho meses a lo sumo) porque iban en parejas a alguna parte en específico, Hypnos llevó a Seiya por todo América del Sur, las ruinas en Perú le parecieron fascinantes al castaño al igual que la Cordillera de los Andes y la jungla del Amazonas, Hades llevó a Shun a un recorrido por México, por las pirámides y las grandes ciudades, los que recorrieron todo Estados Unidos primero fueron Thanatos y Pandora que fueron de estado en estado, pero invariablemente siempre terminaban los 6 juntos, su vida era tranquila pero no bajaron su guardia y siempre estuvieron pendientes de los rezagados de la Orden de Aurelius que con el correr de los años no volvieron a dar mayores problemas, la Orden ya no pudo cobrar fuerza nuevamente al perder a su cabeza y principal fuente de financiamiento

 

Con el tiempo Seiya llevó a su papá a Las Vegas con ellos, el viejo abogado Aioros se había retirado ya y buscaba pasar sus días de retiro en clima cálido, Seiya lo visitaba todas las noches y veía por él, a fin de cuentas era la única familia que le quedaba porque su tío Aioria había muerto hace algunos años en un accidente de auto

 

Una noche Hades recibió una llamada, él había hecho una promesa a Shun que hasta ahora no la había podido cumplir pero luego de escuchar las noticias que recibió, sonrió, el viaje fue largo y les tomó un par de meses llegar, no podían ir por avión, las distancias no se los permitía, cuando llegaron Shun lo veía todo con nuevos ojos, desde que fue arrancado de su hogar cuando tenía 11 años no había vuelto a poner un pie en su país natal y ahora al recorrer las calles y plazas que apenas recordaba una ansiedad se apoderó de él, la noche que llegaron fueron por la dirección que le habían dado pero era ya muy tarde en la noche y todo estaba en penumbra, Shun no podía creer que él viviera en aquella casa, a la noche siguiente cuando cayó el sol los dos vampiros fueron nuevamente hasta esa casa y al llegar no encontraron a nadie pero Shun no lo resistió mas, fue hasta la puerta trasera que daba al patio, buscó una rana de cerámica que estaba junto a la puerta, la levantó y sacó una llave que estaba dentro, Hades solo lo miró y arqueó una ceja, pero no dijo nada y entraron

 

Shun caminó lentamente por la casa y lo miraba todo con ojos muy abiertos, la casa estaba muy cambiada, la estructura original no había sufrido muchos cambios solo su decoración era prueba del tiempo que había pasado en realidad aunque habían cosas que antes también la adornaban, un cuadro en la pared central de la casa que había pintado su madre, fotos en portarretratos de su padre, de su hermano y varias otras personas que no conocía y allí en la mesita estaba otro portarretratos con una foto suya en la que estaba parado en el césped el patio y jugaba con una pelota, esa foto fue tomada un par de meses antes de su desaparición, Shun la tomó, la acarició y sonrió, luego se la pasó a Hades que al verla sonrió también, en eso estaban cuando la puerta automática del garaje se abrió y un auto entraba, escucharon varias voces que hablaban todas a la vez y reían, Hades y Shun solo se miraron, el peliverde al sentir la cercanía de los dueños de la casa no se atrevió a quedarse y en un santiamén salieron de allí y desde la acera del frente vieron como se encendieron las luces y un hombre peliazul de mas o menos cincuenta y cinco años, venía acompañado de una mujer la cual Shun pensó que sería su esposa, tres muchachos, dos chicos y una chica además de una pequeña niña de no mas de 10 años, todos tenían fundas en sus manos y las estaban acomodando por ahí

 

Shun se quedó mirándolos por largo rato acompañado de Hades que lo tenía tomado de la mano

- Siempre puedes tocar el timbre Shun – dijo Hades al ver la expresión de dolor en el rostro de su niño, a pesar del tiempo que había pasado Shun sería siempre su niño

- Y qué le digo?, hola nissan si soy yo… soy un vampiro pero no quiero hacerte daño… suena demasiado extraño – Shun meneó la cabeza y bajó la mirada, por muchos años había querido volver a ver a su hermano y a su papá, pero mientras mas pasaba el tiempo la esperanza se iba perdiendo, ahora que estaba tan cerca la verdad se sentía tan lejos…

- Aioros lo aceptó bastante bien – dijo Hades apretando la mano de Shun que solo sonrió débilmente

- Puede ser, pero el vio a Seiya cuando aún era humano, yo parezco menor a los hijos de Ikky, es muy complicado Hades… yo debería tener ahora mas o menos cincuenta años y mírame… y si Ikky no lo asimila?, y si no lo acepta?

- Nunca lo sabrás si no lo intentas

- Qué derecho tengo yo de venir ahora a voltearle la vida con una bomba como esta?, míralo amor… se ve tan bien, feliz con su esposa y sus hijos, yo no podría caerle con algo como esto – Shun sonaba derrotado, muy extraño en él pensó Hades, al igual que Seiya el punto neurálgico de Shun siempre fue su familia, pero fue una pena no haberlos encontrado antes, al fin y al cabo Seiya compartió su vida con su padre, sea como sea estaban juntos

- Si no se lo dices él pensará que has muerto

- Técnicamente… - Shun se encogió de hombros cuando dijo esto

- Es tu decisión Shun – Hades besó la mano de su niño y lo jaló para abrazarlo

- Perdóname por arrastrarte cientos de millas para nada – dijo el joven acurrucándose en el pecho de Hades que le acarició los cabellos y los besó

- Ohh… no es para nada, has podido ver a tu hermano no?

- Eso si

 

Hades levantó el mentón de Shun y buscó sus labios, se besaron suavemente cobijados por el manto de la noche y comenzaron a caminar lentamente abrazados por la vereda, Shun volvía sus ojos a la casa en la que vivió de niño, su corazón se rompió pero no podía soltarle las cosas así a Ikky, el peliverde estaba sumido en sus pensamientos y caminaba con lentitud abrazado por su inmortal amor pero antes de llegar a la esquina vieron las luces de un auto que se aproximaba, como estaban en una zona residencial el auto no venía muy rápido, igual los pasó pero un par de metros mas allá frenó a raya porque la puerta se abrió y un hombre bastante mayor salió atropelladamente del asiento del copiloto

- Shun… - el anciano de cabellos verdes no daba crédito a sus ojos, ahí en medio de la acera estaba el menor de sus hijos, es que no podía ser otro que él, el mayor dio un par de pasos apoyado en el vehículo y extendió sus brazos hacia el joven peliverde que no sabía que hacer al ver a su ya anciano padre

- Shun… hijo… - Shion tenía dificultad para moverse pero igual avanzaba hacia Shun y lo llamaba con lágrimas en los ojos

- Papá – Shun soltó la mano de Hades y fue hasta donde su padre y lo abrazó, un muchacho se bajó del auto también, tendría unos veinticinco años, miraba la escena muy confundido

- Abuelo? – llamó el joven que tenía los cabellos azules como su padre pero los ojos verdes como su abuela y su tío Shun, al ver que su abuelo no tenía la menor intención de soltar a aquel pobre extraño sacó su teléfono y le mandó un mensaje a su padre, esta no era la primera vez que algo así pasaba, Ikky salió de la casa y se apresuró a ir junto a su hijo pero se quedó estático al ver el rostro de aquel al que su padre abrazaba, Shun abrió los ojos y sonrió

- Nissan – susurró el joven peliverde sin salir del abrazo de su padre, Ikky no daba crédito a lo que veían sus ojos, estaba impactado, Shion se separó un poco y besó a su hijo menor por todo el rostro y lo volvió a estrechar contra su pecho, ahí se dio cuenta de que Ikky también había llegado

- Ikky… mira quien ha regresado… - dijo Shion acercando a sus dos hijos frente a él

Ahí pudo Shun separarse un poco de su padre que temblaba de la emoción, Ikky no decía nada, estaba mudo del impacto y reaccionó cuando vio a su hijo mayor acercarse con el bastón de su abuelo y dárselo para que pudiera apoyarse mejor

- Lo siento, a veces le pasa, él confunde a todo el mundo con mi tío, disculpe por favor por las molestias y gracias por seguirle la corriente y dejarse abrazar – explicó el muchacho con una dulce sonrisa

- Cofunde?, no entiendo… - Shun frunció el ceño, su papá lo había reconocido, qué de extraño había en eso??

- Mi abuelo tiene Alzhaimer, ya no tiene muchos momentos lúcidos y piensa mucho en mi tío que murió hace muchos años – explicó el joven nuevamente

- Alzhaimer?? – dijo Shun sorprendido y dolido, esto era… muy triste…

- Shino… por favor lleva al abuelo adentro – Ikky salió de su mutismo y dijo esto a su hijo mayor en voz baja

- Si papá… buenas noches y gracias, vamos abuelo – dijo el joven tomando del brazo a su abuelo y dirigiéndole a la casa

- Quién eres tu? – preguntó el anciano al chico que le sonrió para responderle

- Yo soy Shino recuerdas?, soy tu nieto, ahora vamos a casa para la cena de cumpleaños de Sora, no quieres comer pastel? – preguntó el joven tomando suavemente al anciano del brazo y dirigiéndole a la casa

- De chocolate? – preguntó el mayor sonando esperanzado

- De qué mas, ven conmigo y le pediremos a mamá un pedazo extra grande para ti

- Mamá?

- Mi mamá… tu nuera, recuerdas?, le sabes decir que debería dejar a su marido que no la merece

- Ohhh… y eso es cierto?

- Bueno su marido es tu hijo entonces no creo que sea una buena idea – Shino hablaba con mucha naturalidad, sus hermanos y él habían crecido con su abuelo, su enfermedad los había afectado mucho pero lo querían por sobre todo y ya todos estaban acostumbrados a él y sabían como tratarlo para calmarlo

- Yo no tengo hijos – dijo Shion con mucha seguridad

- Tienes dos, Ikky que es mi papá y el tío Shun

- Shun está ahí… acabo de verlo – dijo el anciano volviéndose hacia atrás pero Shino no lo soltó y seguía llevándolo a la casa

- Si abuelo, luego viene a comer pastel, vamos o si no mamá no nos da nada

El abuelo y el nieto se alejaron lentamente rumbo a la casa, Ikky se quedó atrás, miraba con detenimiento a esa extraña pareja, Shun había escondido su rostro en el pecho de Hades para ocultar una lágrima de sangre que rodaba por su mejilla pero se volteó al escuchar a su nissan llamarlo

- En verdad eres tu Shun? – Ikky no sabía si acercarse o no, el parecido era… impactante, si aquel muchacho no era Shun debía ser su hijo o algo así, pero… no… él era Shun

- Nissan… lo siento tanto – Shun se volteó y se paró en la luz donde Ikky lo pudo ver bien y en verdad era su pequeño hermano, lucía de no mas de 20 años, inclusive menor a sus hijos, pero cómo podía ser esto??, Ikky no reaccionó inmediatamente cuando sintió como Shun lo abrazaba pero a los pocos segundos le correspondió el abrazo

- Cómo puede ser? – preguntaba Ikky abrazando a su pequeño hermano con fuerza, era extraño, lo sentía frío y duro al tacto, no era normal pero tampoco era una alucinación

- Es una historia muy larga nissan, me tomó mucho tiempo encontrarlos, se cambiaron de apellido, se mudaron de ciudad, nunca se me hubiera ocurrido que ahora vivieras en la antigua casa, nunca pensé en buscarte precisamente aquí

- Nos mudamos de vuelta aquí hace cinco años, pero eso no es lo importante, tu…

- Tienes que ir a la cena de tu hija verdad?, lo que tengo que contarte tomará mas de 10 minutos, ve… tu familia te espera

- No Shun…

- Tranquilo, no me voy a desaparecer otra vez, te parece si hablamos con calma mañana?, ahí te lo contaré todo… si tu quieres…

Ikky acarició el rostro de su hermano y sonrió al abrazarlo nuevamente, Ikky lloraba de la emoción aunque estaba confundido por todo lo que estaba pasando, cuando se separaron besó a Shun en la frente y lo soltó

- Entonces mañana, puedes venir a almorzar Shun?

- No… al caer la noche, en el día no puedo nissan, pero puedes ir tu a mi hotel?, necesito hablar contigo a solas, ya después tu decidirás si les quieres contar todo a tu familia, es complicado nissan…

- Por qué Shun?

- Ya mañana lo sabrás todo, hoy solo quería verlos… nissan por favor… nunca dudes lo mucho que te quiero y lo mucho que te he extrañado todos estos años, nos vemos mañana

- Ahí estaré a las siete de la noche, está bien?

- Si… a las siete está bien

Shun abrazó a Ikky una vez mas y caminó hasta Hades que lo abrazó y caminó con él por la acera pero Ikky lo llamó una vez mas y corrió hasta él, Shun se detuvo y se volteó para esperarlo

- Espera Shun… espera…, esto… es tuyo…

Ikky sacó de su bolsillo un pequeño muñequito de plástico y lo puso en la blanca mano de Shun que lo miró sorprendido

- Este es… este es… - empezó a decir Ikky

- El que se me cayó ese día, cuando me subieron a esa furgoneta – completó Shun muy conmovido – No puedo creer que lo hayas encontrado y lo hayas guardado todo este tiempo Ikky

- Yo sabía que te volvería a ver, nunca perdí la esperanza, papá tampoco, por eso solo a ti te recuerda, a nosotros no mucho la verdad, pero de ti no se olvida

- Hace cuánto..?

- Está enfermo?, poco mas de tres años, ya casi no tiene momentos lúcidos, pero cuando los tiene me pregunta por ti, ahora podré decirle que ya te encontré, bueno… aunque la verdad es que tu me encontraste a mi

- Lo siento tanto nissan… si no hubiera salido así de casa nada de esto habría pasado

- Si yo te hubiera acompañado cuando me lo pediste nada de esto habría pasado

- No nissan… tu no tienes la culpa de nada, el que se escapó fui yo, el que arrastró a Seiya conmigo fui yo

- Cielos Seiya… me había olvidado de él

- Ohhh él está bien, mañana hablaremos nissan, tu esposa salió a buscarte

- No quieres quedarte a cenar?, los dos claro está…

- No nissan, no es prudente, ya mañana lo entenderás, te espero Ikky

- No me lo perdería por nada, yo también te quiero mucho ototo y te he extrañado

- Nos vemos mañana Ikky, adiós

- Adiós

 

Hades se perdió en la oscuridad con Shun, Ikky se quedó parado en media calle hasta que vio a su hermano desaparecer al doblar la esquina, algo no estaba bien, algo estaba terriblemente mal, corrió hasta la esquina y ya no vio rastro de ellos dos, en sus manos tenía la tarjeta del hotel, era uno de los mas lujosos de Tokio, el pelizul salió de sus pensamientos cuando sintió la pequeña mano de su hija que se cerraba en la suya

- Vamos papi… dice mami que ya entres – dijo la pequeña Sora con una sonrisa, la pequeña se parecía mucho a su madre pero había heredado sus ojos azules

- Claro, vamos corazón, ya entró el abuelito? – dijo Ikky empezando a caminar hacia su casa

- Hace un ratito, él ya comió pastel

- Ya cortaron el pastel?

- No, mamá tenía dos, uno para que yo pueda soplar la velita y todo eso y otro para el abuelito

- Nada que hacer… tu mamá es una bruja – dijo el peliazul con una sonrisa divertida

- Oye… - reclamó la pequeña

- En el buen sentido de la palabra mi amor, ella es adivina entonces, eso suena mejor?

- Ajá, mami es muy linda

- Tu mamá es la mas linda de las mujeres, crees que me dará una rebanada del pastel del abuelito?

- No antes de la cena, solo el abuelito puede comer lo que él quiera

- Cierto

 

Ikky entró a su casa no sin antes dar una mirada a las desiertas calles de su vecindario, tenía una angustia única, no debió dejar ir a Shun otra vez… pero ya mañana hablarían, por nada del mundo se perdería el encuentro con su hermano, mientras tanto en el muelle de la ciudad Shun lloraba apoyado en el pecho de Hades que lo abrazaba y acariciaba sus cabellos tratando de tranquilizarlo, el ver a su hermano y a su padre fue muy fuerte para su joven amante, Shun había intentado por todos los medios no cerrar su corazón y no perder su humanidad, una parte de eso era la capacidad que tenía de sentir dolor y ahora estaba destrozado, poco a poco se fue tranquilizando pero seguía todo callado y pensativo

- Qué está cruzando por esa cabecita tuya eh? – dijo el mayor con ternura

- Mi nissan está bien, mi papá está enfermo pero… no lo podemos ayudar o si?

- No Shun… hasta donde sé el tipo de enfermedad que él tiene es neurodegenerativa, nuestra sangre ayuda con heridas, huesos rotos, balazos, pero no en ese tipo de enfermedades aunque… siempre podemos intentarlo

- Crees que lo entenderá?, me refiero a Ikky…

- Ya diste el primer paso, él no se alejó de ti, ya hablarás con él mañana y se lo podrás explicar todo, y si no lo entiende podemos borrar su memoria para que no sufra, cambia de cara, todo saldrá bien – Hades seguía abrazando a Shun que levantó el rostro y sonrió

- Tienes razón…

- Esa es la actitud, bueno… si esta es tu ciudad natal… muéstrame tus lugares favoritos

- La escuela cuenta?, me pregunto si mi cascabel está donde lo escondí

- Tu cascabel?

- Sabes lo que es un cascabel?

- Soy viejo Shun…

- Un cascabel es una especie de bolita dorada que suena, le pones en un collar y lo puedes poner en la correa de tu mascota y así lo escuchas cuando se acerca

- Para las mascotas?

- Si… Seiya se lo robó al gato del director y me lo dio a mi para que lo guarde, en la esquina del jardín había una piedra enorme, atrás había un huequito en la pared y ahí lo escondí, eso lo hicimos el último día que estuvimos aquí

- Bueno… vamos a verlo

- En serio?

- Claro… la noche aún es joven, podemos alimentarnos en el camino

- Me pregunto que sería de Jabu

- Y el quien es?

- Un niño de mi salón que me caía mal

- Siempre podemos buscarlo y merendarlo

- No… me daría indigestión, era un pesado

 

Hades caminó con Shun adentrándose en la ciudad escuchando las historias de cuando su peliverde era niño, de las cosas y travesuras que hacía con Seiya, de las veces que fue enviado a la Dirección y de cómo Ikky lo defendía de los otros niños, ahora su niño no necesitaba defensa alguna, Shun resultó ser magnífico como discípulo, como compañero, como amigo, como amante, ambos se entendía bastante bien y disfrutaban el tiempo juntos lo cual era bueno porque les esperaba la eternidad, Hades estaba seguro de que la conversación del día siguiente con Ikky iría bien, Aioros lo había aceptado muy bien, pero eso no era en la mayoría de los humanos, pero al juzgar por las actitudes del peliazul en la noche lo entendería, eso le traería paz y tranquilidad a su niño y podría disfrutar al fin de la compañía y el cariño de todos aquellos a los que por tantos años extrañó

 

Al llegar a la escuela Shun tomó de la mano a Hades y saltaron la cerca, hace mucho tiempo que el mayor no veía esa sonrisa pícara en los labios de Shun, esa sin duda sería una noche muy interesante…

 

Notas finales:

Muchas gracias por haber leido esta historia, me ha dado mucho gusto que les haya gustado, muchas gracias por sus comentarios y sus amables palabras para conmigo

Muchas gracias otra vez por leer y comentar y nos vemos pronto en nuevas historias, suyas y mías, cuidense mucho, saludos, bye


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