Celi- ya estoy lista sensei-
Celi se asoma ligeramente por una abertura en la puerta, mostrándose al lucir el precioso y atrevido vestido que a su parecer dejaba muy poco a la imaginación.
Sensei-señorita antes de ir y hablar con esas extrañas creaturas, mucho me temo que... (Suspiro) tengo que compartir con usted una verdad que había jurado callar.
Sensei con la delicadeza que siempre había mostrado, tomo la mano de Celi y la dirigió hacia la habitación, la plática que hubo en ese cuarto fue privada, y bastante duradera, lo que se habló en ese lugar tubo gran impacto en el corazón de la pequeña, ya que al abrir la puerta, la chica se mostraba cabizbaja y con una enorme marca en su ojo derecho, el contrato ya estaba hecho y su corazón se había partido en cientos de pequeños fragmentos.
Ciel con su implacable presencia imponía un terrible miedo, pero Celi estaba preparada para lo que venía, estaba furiosa y tenía el corazón destrozado, enfocaría toda su ira en las negociaciones que seguramente serian tortuosas, Sebastián se acerca a los inesperados pero ahora invitados de la casa:
Sebastián-Haga el favor de pasar al comedor señorita, el desayudo está listo
Ciel- no es necesario Sebastián, no tengo intención alguna de que crean que cuentan con mi apoyo, así que te exijo que me digas quien eres tú, y que haces aquí
Celi-(responde ofendida) esa no es manera de dirigirte a mí, muestra un poco de respeto a las personas que son obviamente superiores a ti (actuando como mama) o es que acaso no sabes cómo tratar a una chica como yo deberían de lavarte la boca con arsénico
Sebastián-(con una risita burlona) Joven es verdad, la señorita merece respeto
Sensei-si me permiten interrumpir les diré que la señorita es heredera de la noble casa Pantomhibe, fundadores de la más grande desarrolladora de armas y tecnología militar de Londres
Ciel-(exaltado) yo soy Ciel Pantomhibe y ella es una impostora, debieron de realizar mejor sus investigaciones, la casa Pantomhibe no desarrolla tecnología, Sebastián te ordeno que la saques de aquí
Sebastián se disponía obedecer el mandato de su amo cuando una orden distinta entro en vigor
Celi-(se levanta de su asiento) no te atrevas a tocarme Sebastián,
Sebastián- como usted ordene
Ciel-explícame ¿qué es esta insubordinación?
Celi-(interrumpe) custodia compartida, también tengo la marca de tu contrato
La chica, levanta su cabello dejando ver en su ojo el mismo símbolo, que llevaba por marca Ciel
Ciel-(exaltado y molesto) no es posible ¿Cómo? Sebastián explícame ¿cómo es que esta impostora lleva encima la marca del demonio?
Celi- (cínicamente) tú y yo somos la misma persona al menos en esencia, así que tenemos la custodia compartida
Sebastián- eso es verdad joven
Ciel-¿Cómo es que Tu sabias eso?
Celi-pensé que serias más inteligente, obviamente, también me acompaña alguien... que no es humano
Celi-ayer me tomaste por sorpresa, no te creas que vas a poder hacer conmigo lo que se te antoje, la sangre de la noble casta de los Pantomhibe también corre por mis venas, así que no se te ocurra pensar siquiera que soy una chica cohibida , olvídate de tratar de mandonearme, Sensei me ha dejado muy en claro cosas que hasta ahora no tenían explicación alguna
Ciel encolerizado no dejaba de mirar alternadamente a Sebastián y a Sensei, su cólera fue avivada por un ademan de reverencia que hacia Sensei
Ciel-si es así, ¿Por qué es que yo no tengo marcas nuevas? debes de estar mintiendo
Sensei- eso es porque estoy al servicio de la familia, por mis propios intereses, no por un contrato, pero descuide puedo cuidar de mi ama por mí mismo, tengo habilidades muy superiores a las de cualquier demonio
Ciel- ¿Por qué han venido aquí? ¿De dónde vienen?
Sensei- (suspira y cierra los ojos) no lo sé, resbalamos por una cascada y al despertar estábamos aquí, sin más, así de sencillo, tristemente no tuve nada que ver en esto, lo que menos hubiese querido es que la señorita se hubiese enterado de esto,
El pequeño muchacho se mostraba inflexible ante su parte femenina, la cual parecía tener un carácter más explosivo que el suyo, en esos momentos era como si en lugar de un corazón de carne le hubiesen puesto un tempano de hielo, no sabía de donde habían venido ellos pero lo cierto es que no le interesaba ni en lo más mínimo averiguarlo.
Ciel-ese no es mi problema, no me interesa saber de dónde vienen ni quiénes son, solo no interfieran en mis asuntos, o me veré forzado a quitarlos de mi camino, aún si Sebastián no puede tocarte, tengo a mi servicio a muchos más asesinos que pueden encargarse rápidamente del trabajo
Celi-no te atrevas a amenazarme, es decir quién sabe lo que podría ocurrirte a ti si yo muero en esta dimensión
Sebastián-es verdad yo jamás había oído de algo parecido, pero si la señorita Celi y el joven Ciel son el mismo, supongo que las mismas acciones deberían de afectarlos igualmente
Sebastián con su casual galantería, se colocó frente a Celi, mostrando en el rostro una sonrisa que claramente mostraba sus intenciones, Celi comprendiendo del todo lo que sin palabras le proponía, inclino su cabeza en señal de aprobación, Sebastián giro su cuerpo directo hacia donde se encontraba Ciel lo tomo de la mano y poso su brazo en las caderas del pequeño, y antes de que este arruinara el momento con palabras, Sebastián poso sus labios sobre los de su amo, beso que no duro más que un par de segundos.
Sebastián-y bien señorita ha sentido siquiera un cosquilleo
Celi-no, creo que nuestra conexión no es tan fuerte como podría ser
Ciel-(aclarándose la garganta)bien entonces, creo que no tendré ningún problema
Sebastián-no creo que eso sea prudente amo, después de todo no sabemos qué tipo de dificultades podrían causarnos, sin mencionar, que podrían interferir en nuestros planes
Haciendo un sonido de desacuerdo, y cerrando los ojos Ciel piensa en las palabras de su mayordomo, soltando un suave suspiro y con gesto de resignación.
Ciel-está bien te ayudare, te haremos pasar por mi hermana gemela, diremos que habías estado estudiando en el extranjero, ¿con eso te basta?
Celi- yo no he pedido tu ayuda, además quiero explorar un poco más este mundo así que Sebastián sígueme, Sensei ocúpese de el
Ciel-no puedes llevarte a Sebastián
Celi- ¿acaso hay algún lazo más allá del sirviente amo?
Ciel-claro que no eso es absurdo, simplemente me rehusó a que te tomes tantas libertades con mis sirvientes
Celi- aparentemente aún no te das cuenta de que no soy una invitada que viene a pedir posada yo soy tu y tengo los mismos derechos que los tuyos siendo tu hermana ¿no es verdad?
Sebastián- Joven amo me parece que hay gran verdad en las palabras de esta chiquilla
Ciel-Pues supongo que no hay alternativa
Celi – (camina a la puerta) esplendido, nos vamos Sebastián
Celi se retira junto con Sebastián, para dar un paseo por los jardines de la mansión
Sebastián- dígame ¿qué es lo que desea que haga?
Celi-nada solo quería pasar un rato tranquilo, a sensei no le agrada pasear, pero...igual no creo que debamos estar juntos por ahora
Sebastián-comprendo, lo que es a mí no me desagrada en lo más mínimo, además yo estaré con usted cuando mi otra parte no pueda cuidarla
Celi- Sebastián me haces feliz jaja, dame la mano caminemos juntos por las flores
Mientras que Celi y Sebastián pasaban un rato agradable, Ciel tampoco la pasaba tan mal
Ciel- no me toques eres inferior a mí no tienes el derecho
Sensei- pues mis besos no lo disgustaron
Ciel-eso es distinto
Sensei-mmm… ya veo, le atrae su mayordomo, pero tengo la sensación de que no le permitiría acercarse tanto como a mí ¿no es verdad?
Ciel- no es que tú seas especial, pero él es un simple gato arrastrado
Sensei-¿entonces? ¿Le gustaría jugar un poco más?
Ciel-creo que me sería difícil zafarme de esto ¿no es así?
Sensei-por supuesto que si
Ciel-entonces muéstrame si de verdad eres superior a mi mayordomo
Sensei-como usted ordene (decía con una mirada picaresca)
En el estudio, Sensei desvestía con tacto y cuidado al aparentemente frágil Ciel al quitar su camisa recorría con sus labios el cuello del pequeño la habitación se comenzaba tornar cálida, desabrochando los pantalones de Ciel, Sensei le decía-te deseo- Ciel no respondía más que con una mirada indiferente, el mayor tomaba entre sus manos el miembro de Ciel, lo acariciaba con ternura, tratando de disfrutar al máximo el momento, con cada roce, de sus dedos un gemido mudo de la boca del pequeño surgía,
de pronto inesperadamente Sensei se colocó de pie se arregló la ropa y salió de la habitación, dejando confundido a Ciel.
Ciel- hey que.. ¿qué ocurre a dónde vas? ¿no terminaras lo que empezaste?
Sensei-me temo que por ahora tendrá que ocuparse usted mismo
Ciel-no tienes derecho a hacerme esto
Sensei-yo solo sigo órdenes
Ciel-de ¿Quién?
Sensei-me llama la señorita Celi
Ciel enardecido furioso y humillado, se quedó solo en el estudio, y sin más alternativa decidió conservar su dignidad, se vistió como sus capacidades le ayudaron que no fue mucho realmente y decidió encargarse de sus asuntos pospuestos.