Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El CD-Drama por Rosie Takahashi

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Junjou Romántica no me pertenece a mí sino a la increíble Shungiku Nakamura ;)

Notas del capitulo:

Hola chicos y chicas de Amor-yaoi, soy Rosie y esta es mi primera historia yaoi, espero que les guste aunque sea un poquito n_n quise publicarla hoy (en mi país sigue siendo 3 de Marzo) porque es el cumpleaños de nuestro amado Usagi-san

 

-          Tu estás loca, Aikawa –dijo tranquilamente un peliplateado

-          ¡Pero sensei! Sabe que con eso las ventas se multiplicarían –exclamó la editora tratando de convencerlo

-          Eso no te lo niego, pero yo tendría que venir a la editorial a diario durante quien sabe cuantos días –aparte de la flojera de ir todos los días a la editorial, obviamente no podía dejar solo a su Misaki

-          ¡Aggh! Solo serían unos cuantos días hasta que encuentre una voz que le guste –antes de que Akihiko tuviera tiempo de negarse nuevamente, Aikawa continuó- a menos que me deje escogerla a mí, claro está

-          ¡Por supuesto que no! No cualquiera puede hacer la voz de mi Misaki –exclamó el escritor

-          Entonces, ya sabe lo que tiene que hacer si quiere que el CD-drama salga perfecto –Aikawa hacia un baile de victoria mental

-          No estés tan segura, tal vez se me ocurra algo –Usagi tenía una mirada pícara

-          ¿De qué hab..

-          ¡Nos vemos, Aikawa! –y así fue como el gran Usami-sensei desapareció antes de que la pelirroja editora pudiera siquiera terminar la frase

No tardó mucho en llegar a su departamento y mucho menos tardó en encontrar al causante de que fuera un pervertido de primera. Misaki se encontraba cocinando y como siempre olía delicioso –la comida, aunque Misaki también- sonrió y se acercó lentamente al chico de ojos verdes, cuando estuvo lo suficientemente cerca lo abrazó por la cintura.

-          Ya llegué, Misaki –susurró en el oído del castaño sobresaltándolo

-          ¡Usagi-san! No me di cuenta de cuando llegaste –exclamó Misaki, con una mano en el pecho

-          Te mirabas tan lindo concentrado –le sonrió y le dio un beso en la mejilla haciendo sonrojar al ojiverde

-          ¡Yo no soy lindo, baka Usagi! –le dijo frunciendo el ceño

-          Si que lo eres, eres demasiado lindo, sobre todo cuando te sonrojas porque hago cosas como esta –y terminando de decir esto, lo besó en los labios, un beso que comenzó siendo suave y dulce, terminando por convertirse en uno apasionado y sensual, donde la lengua del mayor irrumpía en la cavidad de un sonrojadisimo castaño

-          ¡Baka! No hagas eso tan de repente –y aunque Misaki pensó que el peliplata continuaría donde lo había dejado, se sorprendió al escucharlo decir

-          Bueno, espero que la comida esté pronto, muero de hambre –sonriendo, le robó un último beso y caminó escaleras arriba- estaré en mi estudio, háblame cuando la comida esté lista

-          Que raro, esta vez no me atacó –se dijo en un susurro Misaki. ‘Aunque no es como si yo hubiera querido que continuara ¡por supuesto que no!’ agregó inmediatamente su lado orgulloso

Así que Misaki se dedicó a terminar tranquilamente lo que estaba cocinando.
Mientras tanto, el escritor se dedicaba a buscar algo en su estudio, buscó detrás de los estantes pero nada, detrás de los sillones, debajo de ellos, en los diferentes cajones…

-          ¡Mierda! ¿Dónde rayos la pude haber dejado? –se preguntó a sí mismo- tal vez esté en mi habitación –por lo que se dirigió a su cuarto sin que Misaki se diera cuenta

Ahí dentro volvió a buscar como loco por todos los lugares, hasta que finalmente encontró lo que tanto buscaba refundido en el armario. ‘Con toda esa ropa encima cuándo la iba a encontrar’ pensó. En una cajita de cartón, completamente cerrada se encontraba un aparato rectangular, no muy grueso, con unos cuantos botones y con el nombre de Sony en la parte de arriba.

-          Ya sabía yo que este aparatejo algún día me iba a ser de utilidad –se dijo a sí mismo Akihiko con autosuficiencia y sonriendo arrogantemente

-          ¡Usagi-san, la comida está lista! –pudo escuchar la voz de su amor llamándolo desde el primer piso

-          Excelente, después de comer pondré en marcha el plan –sacó el aparatito de la caja, bajó a Suzuki-san y salió de la habitación

-          ¿Qué tanto hacías, Usagi? –preguntó un curioso Misaki viendo como Akihiko sentaba al gran oso de felpa en una silla junto a la de él

-          Solo buscaba unas cosas que necesitaba para mi nuevo libro –respondió el peliplata, no mentía después de todo- en forma de pulpo, como me gustan –dijo con una sonrisa de niño mientras se llevaba una de las salchichas a la boca

-          ‘Es tan solo un niño, pero si esto lo hace feliz no me importaría hacerlo todos los días’ –pensó el menor con una sonrisa tierna en su rostro- insisto, tú no eres normal –dijo después, su orgullo no le permitía decir lo que pensaba

-          Pero así me amas, Misaki –diciendo esto le guiñó un ojo sensualmente haciendo que las mejillas de Misaki adquirieran un tono rojizo. El castaño solo fijó su vista en el plato y comenzó a comer.

Comieron entre pláticas, hablando sobre los nuevos proyectos de Usagi o de cómo le iba a Misaki en la universidad, habiendo quejas únicamente de su maestro de literatura, que era un demonio en toda la extensión de la palabra. Después de terminar la comida, Misaki se dedicó a lavar los platos y Akihiko se levantó llevándose consigo a Suzuki-san. Acomodó a su oso en el sofá y sacó el aparato, que había encontrado antes, de su pantalón.

-          Veamos ¿dónde lo puedo esconder para que Misaki no lo vea? –se preguntaba en voz baja mientras veía en qué parte de su oso podría caber el aparato- ¡Claro! El moño es jodidamente grande –lo acomodó y cuando estuvo seguro de que no se veía apretó un botoncito que decía On

-          ¿Qué haces, Usagi-san? –preguntó Misaki, con curiosidad, saliendo de la cocina

-          Nada, solo acomodaba a Suzuki-san –se volteó y se fue acercando al menor lentamente- ¿ya te dije que hoy te ves especialmente violable?

-          ¡Idiota! No digas esas cosas tan vergonzosas –rezongó el estudiante

-          Pero es la verdad, Misaki –sin que el menor tuviera tiempo de hacer algo, el peliplateado lo tomó por la cintura y lo besó lenta y sensualmente

-          Mmm.…  usagi-san, es...pera…por  favor, estamos en la sala –le acordó el menor, al separarse del beso que cierto peliplateado le había dado

-          Que estemos en la sala no significa que no te pueda hacer mío –menciono el ojivioleta de forma posesiva y a la vez sensual.

-          ¡¿QUUEE?! El que sea tu departamento, no te da el derecho de hacer lo que te plazca con las personas –agrego un sonrojado joven castaño.

-          Quien dice que no… -volvió a besarlo de forma lenta, para que así su adoración, dejara de poner resistencia.

-          Mmm…. –poco a poco el menor fue accediendo, Usagi aprovechó, se separo unos milímetros de esos labios, que para el eran como una droga y pasó la punta de su lengua en ellos, pidiendo permiso para entrar. El ojivioleta sonrió victorioso para sus adentros, sintiendo como su amado accedía poco a poco. Usagi sostenía con sus manos al joven castaño, este último las tenía atrapadas en el pecho del mayor, el último mencionado, dejó los labios del castaño para así poder descender al pecho a la par que desabotonaba la camiseta del de ojos verdes, al ritmo que realizaba dicha acción dejaba un rastro de  besos,  se detuvo al borde de los pantalones del otro, empezó a desabrocharlo de manera rápida antes que el pequeño recobrara un poco la cordura y al momento de bajar el pantalón, el bóxer también descendió.

-          Ahh… -dejo salir el castaño al sentir una leve brisa en su parte intima. El peliplateado estaba de rodillas frente al miembro de su koi, sus manos lo acercaban más a él  pero antes –misaki como lo quieres ¿con mi lengua o mis manos?  –preguntó y Misaki se sonrojo a más no poder por tal pregunta y cerró sus ojos

-          No… no te lo diré… -menciono el ojiverde. Usagi no se daría por vencido, haría que su adoración le digiera, así que decidió provocarlo un poco, con sus manos empezó a  masturbar de forma lenta los testículos del menor.

 

-          Aahhh…. gimió al sentir esas manos –Usa…gi-san.

 

-          ¿Si, Misaki? –menciono el ojivioleta

 

-          Con…. con tu…. tú… lengua….-habló el menor cerrando sus ojos con fuerza y su rostro  teñido de un color carmesí hasta las orejas. Usagi sonrió y no perdió tiempo empezó a lamer la punta del mimbro de su koi, de forma lenta, para así poder seguir lamiendo de arriba hacia abajo.

 

-          Mmm…. aahhh…. Usagi- san…. – Misaki empezó a gemir mas al sentir que Usagi comenzaba a chupar más rápido, sentía como su saliva envolvía su pene, como pequeñas corrientes recorrían su cuerpo. El peli plateado levanto su mirada para poder aprecia su amante. Sonrió. Su mano derecha no detuvo su tarea de seguir masturbando los testículos de su pequeño castaño.

 

-          Aahhh…. aahhh… Usagi… Usagi-san me vengo… de…detente… -pidió el ojiverde.

 

-          Hazlo…. no te contengas – hablo el mayor sensualmente

 

-          Mmmm…. ¡Aaaahhh!….- Misaki dejo salir su esencia en la boca del peli plateado. El menor seguía sonrojado. El ojivioleta no perdió tiempo y recostó a misaki en el suelo, mientras se recuperaba del recién orgasmo. Empezó a lamerle sus lindos pezones dejando un rastro de saliva, sus manos acariciaban sus piernas delgadas y aperladas. Misaki se retorcía al sentir es lengua en su pecho desnudo.

 

-          Aahhh…. Usagi… usagi-san….aahhh…- el mencionado dejo de lamer esos lindos botones ya erectos, para luego pasar su boca en los labios de su Misaki, a la par que, uno de sus dedos traviesos penetró la entrada del pequeño castaño, este ahogó su gemido en la boca de mayor en un salvaje beso, donde las protagonistas eran sus lenguas, al sentir dicha invasión en su parte baja.

 

-          Mmm….ahhh….no… -gimió el joven castaño, al notar que usagi se separaba de su boca. El mayor acaricio de manera lenta y tierna con su mano libre el rostro de misaki, y sonrió al saber que a su pequeño disfrutaba sus besos.

 

-          Descuida, no dejare de besar esos carnosos y hermosos labios tuyos, mi amor….-  el menor comprendió sus palabras, y se puso nervioso por dejar expuesto lo que quería. El peli plata movió de forma circular su dedo, para sí poder meter un segundo, esta vez los movió de forma de tijera

 

-          Aaahhh… Usa…. Usagi…-san – misaki no aguantaba, necesitaba sentir a usagi-san ya

 

-          ¿Qué pasa, Misaki? –preguntó el peliplateado viéndolo intensamente y sacó sus dedos de aquél cálido lugar haciendo que Misaki gimiera de frustración, sabiendo que su adoración ya no aguantaba más

 

-          Usa…Usagi-san, por…por favor…-suplicó el castaño con los ojitos cristalizados y totalmente sonrojado

 

-          Te daré lo que deseas, mi amor –lo besó intensamente y de manera lenta fue metiendo su miembro en esa pequeña entrada

 

-          ¡Ahh! –gimió Misaki , aún dolía, aunque lo hubieran hecho infinidad de veces, seguía doliendo, pero el amor con el que Usagi lo besaba hacía que Misaki perdiera toda la razón

 

-          Tranquilo, pronto pasará –lo tranquilizó y siguió besándolo, a la par que terminaba de penetrarlo por completo. Misaki lentamente se relajó hasta que el placer fue más grande que el dolor y haciendo un ligero movimiento de caderas, Usagi-san comenzó a moverse lento

 

-          ¡Aahh! Usa…Usagi-san ¡aah! –Misaki sentía como el ojivioleta entraba y salía dentro de él cada vez un poco más rápido

 

-          Misaki, Misaki –jadeaba el escritor al sentir lo estrecho de su Misaki. El castaño enredó sus piernas en las caderas de su seme y pasó sus brazos alrededor de su cuello

 

-          Usa…Usag…Usagi-san ¡Ahhh! –en un impulsó Misaki lo había besado y aunque sorprendido, Akihiko le correspondió enseguida. Aumentó el ritmo de las embestidas y pasó de su boca a ese cuello, besándolo todo y dejando pequeñas marcas rojizas de las que estaba seguro, Misaki le reclamaría al día siguiente

 

-          N-no dejes mar-marcas, Usagi…san –lo regañó en medio de todo aquello pero Usagi solo le dio una fuerte embestida haciéndolo gemir intensamente- ¡AAH! –al parecer ya había dado con ese punto especial de Misaki, por lo que se dedicó a seguir embistiendo ese lugar. ¡Por Kami-sama que Misaki se estaba volviendo cada vez más deliciosamente estrecho y eso le encantaba!

 

-          Misaki, eres delicioso –susurró Usagi en su oído y luego le mordió el lóbulo de su oreja

 

-          ¡Ahh! ¡Aahh! No…no aguanto más –Misaki estaba a punto de terminar y aún podía sentir como ese hombre que se encontraba embistiéndolo se volvía más grande en su interior

 

-          Misa…Misaki yo tampoco puedo….!nnggh!

 

-          ¡N-no pue…puedo más! ¡AAAHH! –el castaño se corrió salvajemente, volviendo su interior aún más estrecho, haciendo que Usagi se corriera también dentro de él

 

-          Eres increíble, te amo, Misaki –susurró entrecortadamente el mayor dándole un beso a Misaki para luego dejar caer parte de su peso sobre él

 

-          Yo…yo…yo también, Usagi-san –respondió un muy cansado y avergonzado castaño

 

-          Je…-Usagi sonrió sinceramente al escuchar eso y cuando volteó para besarlo nuevamente Misaki ya se había quedado dormido- creo que lo deje agotado –rio levemente. Se levantó y cargó a Misaki para llevarlo a su habitación. Pero antes de hacerlo, se acercó a Suzuki-san, buscó el aparatito y apretó el botón de apagado- ya sabía yo que esta grabadora me iba a ser muy útil, gracias por la ayuda Suzuki-san, buenas noches

 

Y de esta manera, subió con el castaño en brazos a su habitación, lo acostó con sumo cuidado, se recostó junto a él y después de unos minutos se dejaron llevar por los brazos de Morfeo…

 

 

Al día siguiente el primero en despertar fue un ojivioleta. Despertaba como siempre malhumorado, pero al voltear hacia abajo y ver a su ángel de ojos verdes dormir sobre su pecho, todo su mal humor se fue y no pudo evitar sonreír tiernamente. Estuvo un rato observando a Misaki dormir y pudo escuchar, con fascinación, como el castaño mencionaba su nombre entre sueños, sacándole una sonrisa aún mayor. Después de estar así, se levantó con sumo cuidado de no despertar a Misaki, se puso un pantalón y bajó hasta la sala donde Suzuki-san lo esperaba en el mismo lugar donde lo había dejado. Sacó el aparato que había puesto la noche anterior en el moño de su oso de felpa y sonrió.

 

-          Sip, yo sabía que esta grabadora de voz me iba a servir algún día y lo hizo estupendamente –un brillo travieso se miró en sus ojos y así Usagi-san se dirigió al baño para darse una relajante ducha

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

-          ¿A dónde vas, Usagi-san? –preguntó Misaki al ver que después de desayunar su casero se ponía su saco dispuesto a salir

-          A la editorial, tengo que dejarle algo a Aikawa –se acercó a su lindo uke y le dio un beso apasionado- regreso enseguida, mi a-m-o-r –ahora se podría decir que Misaki era un lindo tomate con patas, oh sí

-          Idiota –susurró el castaño y Usagi solo sonrió mientras salía del departamento

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

-          Sen-sensei ¿qué hace aquí? –preguntó una sorprendida Aikawa

-          ¿No me habías dicho que tenía que venir? –Usami respondió con otra pregunta

-          ¡Ah! Si, si –respondió inmediatamente la editora- pero creí que tendría que traerlo a rastras desde su departamento

-          ¡Nah! No fue necesario, de hecho pienso irme ahora mismo –la pelirroja quiso hablar pero el peliplata no la dejó- antes de que me interrumpas déjame decirte que no me voy a ir sin darte algo que nos va a ahorrar muchos problemas –dicho esto, sacó la pequeña grabadora del bolsillo de su pantalón

-          ¿Una grabadora? –preguntó confundida y empezando a enojarse

-          Nop, la grabación que contiene es muy valiosa y ya no necesitaremos de esas fastidiosas audiciones –respondió simplemente

-          ¿Eh? Pero sensei…

-          ¡Me hablas cuando la hayas escuchado! Bye, bye, Aikawa –ya había salido del lugar cuando se regresó para agregar algo- te recomiendo que escuche eso con audífonos- y una vez más había dejado a la editora con la palabra en la boca

-          Me pregunto que será lo que contiene –la curiosidad la mataba, así que decidió hacerle caso al escritor y pronto comenzó a escuchar la dichosa grabación dejándola sorprendida y con una hemorragia nasal…

 

-          ¡Usami-sensei! No lo puedo creer ¿cómo lo hizo? ¿Misaki-kun se dejó? –preguntaba Aikawa, sumamente animada, por teléfono

 

-          No sé, solo se me ocurrió al recordar que hace tiempo había comprado una grabadora de voz que aún no utilizaba y por supuesto que Misaki aún no sabe nada de eso –contestó Usagi del otro lado del teléfono mientras compraba una cajita de chicles de fresa que Misaki una vez le había dado a probar ‘haber si esto te quita las ansias de fumar, baka Usagi’ esas habían sido sus palabras, aunque Akihiko supo que Misaki lo hacía porque no le gustaba que fumara, le acortaba la vida, según sus palabras. Pero volviendo al tema…

 

-          No creo que le agrade mucho cuando se entere –dijo la editora sabiendo de antemano como era el castaño referente a esos temas

 

-          Yo tampoco, ya veré como contentarlo –sonrió traviesamente recordando la copia de la grabación que tenía en su laptop y salió del local en donde estaba- quiero que alteres un poco nuestras voces, pero deja intactos sus gemidos

 

-          Entendido, sensei –respondió la editora- y muchas gracias por esto ¡lograré que le den dos semanas de vacaciones! –añadió completamente animada y enseguida colgó

 

-          Está completamente loca –se dijo a sí mismo riendo levemente y comenzó a conducir a su departamento

 

**Un mes después**

-          Mientras tanto, en el ámbito literario, Akikawa Yayoi, conocida por sus libros BL, ha publicado una nueva obra y no solo eso, sino que al parecer esta incluye un CD-Drama sobre una escena…digamos que algo comprometedora –la conductora del programa sonrió pícaramente a la cámara riendo quedamente- al parecer, esto se debe a que se cumple un año más desde que publicó su primer libro…

Misaki ya no quiso seguir escuchando lo que decía esa conductora y asustado apagó la televisión.

 

-          ¡TÚ! ¡Idiota pervertido! ¡¿Qué rayos es eso de un CD-Drama?! –preguntó alterado el ojiverde a su casero que venía bajando las escaleras tranquilamente

-          Verás Misaki, es un archivo de audio donde…

-          ¡Eso ya lo sé! –sip, Misaki estaba un poquitín alterado- lo que quiero saber es ¡¿por qué rayos tuvieron que sacar uno?! –era todo lo que iba a preguntar hasta que su cerebro hizo cortocircuito y pronto preguntó…- ¡¿Cómo grabaron eso?!

-          Mm…¿recuerdas que cuando quise comprar una grabadora de sonido no querías que lo hiciera porque según tú no me sería útil? –Misaki asintió aterrado- pues ¿qué crees? ¡Si me sirvió para algo! –Usagi sonrió “inocentemente”

-          ¡Yo te mato! ¡No me jodas que nos grabaste! –le gritó Misaki sonrojado hasta las orejas, golpeándolo repetidamente en el pecho pero sin hacerle mucho daño- ¡¿CUÁNDO?!

-          ¿También recuerdas la deliciosa noche que pasamos hace aproximadamente un mes? –Usagi tenía la mirada soñadora, recordando cada uno de los gemidos de su amado y orgulloso castaño- ¡ah! Que noche… -suspiró y Misaki se sonrojó más- Suzuki-san fue mi cómplice en todo

-          Pero ¿y si alguna de mis compañeras reconoce mi voz? ¡Ellas también leen esas cosas, baka!

-          No te preocupes, Misaki. Aikawa se encargó de editar nuestras voces, ya he escuchado como quedó todo y solo yo podría reconocer esa hermosa voz que tienes –le respondió acariciándole cariñosamente la mejilla. Misaki se relajó un poco- lo único que se conservó igual fueron tus gemidos –el castaño se volvió a tensar

-          ¡¿QUÉ?! ¿CÓMO SE TE OCURRE? –le gritó volviéndole a pegar

-          No hay de qué preocuparse, Misaki, solo yo conozco esos gemidos tuyos, porque solo yo te he hecho mío –el castaño se sonrojó violentamente y Usagi aprovechó y lo besó. Saboreó esos labios lentamente, esos labios carnosos y deliciosos que solo le pertenecían a él

-          Idiota…-susurró Misaki una vez que el oxígeno les hizo falta y tuvieron que separarse

-          Te amo –le dijo el escritor mientras lo abrazaba amorosamente, Misaki se apretó más a él y Usagi supo que esa era la forma de decirle que también lo amaba a pesar de que Akihiko se aprovechara e hiciera con él lo que quisiera

Y así era, Misaki amaba a ese hombre. Aunque no se lo dijera con mucha frecuencia, él lo amaba, a pesar que lo utilizara para realizar las más eróticas fantasías, escribir sus libros BL o, en este caso, grabar ese dichoso CD-Drama.   

Notas finales:

¿Llegaron hasta aquí? Entonces ¡muchas gracias! n_n 
Quiero agradecer a Hikari Shindou por haberme ayudado con el lemon, ya que yo puedo leer un montón pero escribirlos...ya es otra cosa xD ¡gracias, Hikari-chan! :D
Espero que les haya gustado y si gustan dejar un review se los agradeceré mucho:)
Besitos!
Rosie ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).