Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mundo Pokémon por JimeHyuuga37

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Junjou romantica y pokémon no son de mi propiedad son de sus respectivos creadores. Jime solo utolizo los personajes para hacer una parodia rara.

Notas del capitulo:

!Hola! Bueno aqui Jime con un nuevo fanfic hehhehehehe (No maten a Jime)

Bueno talvez muchos no lo sepan pero Jime ADORA las parodias casi tanto como el yaoi y como Jime ah estado traumada con pokémon de la nada sirguio este fanfic.

Como Jime ya especifico no se necesita saber nada de pokémon para entender la trama ya que Jime explicara todo y mostrara imagenes al final sobre cada pokémon qeu salio durante el capitulo.

Lestras normales- trama del fic

Lestras en negrita - voz de Pokédex

Negrita cursiva- pensamientos

Cursiva- sonidos o x cosas (xD)

Una ultima cosa: El inicio tal vez se les torne un poco aburrido pero es necesario agregarlo para que se entiendacomo sirguio todo.

Jime promete qeu se hara más interesante después

 

Mundo Pokémon

Capitulo 1: Pokémon ¡yo te elijo!

Colocó encima de su castaña cabellera la gorra que llevaba siempre, acomodo sus guantes del mismo color que sus ojos y  se dio un vistazo al espejo.

Tenía puestos unos pantalones de mezclilla clara y una camisa negra con un sobrepuesto azul con mangas blancas además de unos guantes de hule sin dedos y su gorra color rojo por detrás y blanco la parte de enfrente junto con la marca de la expo oficial de la liga pokémon y la visera roja de igual manera.**

Bajo las escaleras para encontrarse con su hermano que estaba en la cocina. En cuanto se percato de su presencia corrió a abrazarlo fuertemente.

Para ser hermanos casi nos e parecían. Takahiro tenía el cabello negro y ojos café obscuro además de ser de una estatura normal para un hombre de su edad contrario de Misaki que con su cabello castaño y ojos verdes no llegaba ni al 1.65 mts.

-¡Misaki!- chillo - ¡No puedo creer que hoy inicias tu viaje como maestro pokémon! ¡Estoy tan emocionado y triste a la vez!

-Nii-chan… me asfixias…

Lo separo un poco para verlo a la cara y dejar de robarle el aire –Hehehe perdón pero no puedo creer que ya estés a punto de comenzar tu viaje ¿Ya sabes que pokémon elegirás? Ya sabes que es una decisión importante.

-No importa cual elija, después de todo mientras lo entrene correctamente y cuide de él será el mejor de todos- sonrió con ternura haciendo que su hermano lo vuelva a abrazar.

Ese era el pensamiento que tenía, el cual compartía con sus difuntos padres.

-Si consigues un pokémon, no importa cuál sea mientras lo trates con cariño y lo entrenes con dedicación siempre te será fiel y lograra ser el mejor de todos.- Eran las palabras que más de una vez le había dicho su padre.

-Es hora de irme, no te preocupes vendré de nuevo para despedirme y tomar mis cosas- después de decir esto se soltó del abrazo de su hermano y fue a la entrada para colocarse sus tenis blancos con negro y salió por la puerta rumbo al laboratorio del doctor Oak.

Camino despacio, sin prisa, estaba emocionado por que estaba a punto de tener a su primer pokémon del profesor Oak pero de igual manera no se volvería a pasear por esos lugares en mucho tiempo.

Era un pueblo pequeño, pegado al océano pero no había playa. Simplemente un gran risco donde se terminaba la tierra. Conocía a casi todos los habitantes los cuales no eran muchos por lo que era un lugar muy tranquilo.

Siguió ese camino por donde había pasado casi diariamente 18 años de su vida.

Prontamente distinguió el laboratorio y con una sonrisa en el rostro se encamino al lugar.

-¿Profesor?- pregunto tímido al entrar.

-¡Misaki!- exclamo uno de los científicos que estaban allí.  Ya todos lo conocían pero con él había trabado una amistad bastante buena a pesar de la gran diferencia de edad.

-Me alegro de verte Aides- saludo al señor de desordenada cabellera obscura que mostraba algunas canas y ojos grises cubiertos por unas gruesas gafas circulares haciéndolo ver como científico-loco.

-El profesor te estás esperando ¿Esas listo? ¿Sabes cual quieres que sea tu pokémon inicial?

-¿Por qué todos insisten en esas preguntas si son tan obvias las respuestas?- rio un poco para seguir por lo largo del laboratorio al científico hasta llegar una puerta donde de seguro atrás estaba Oak.

-Supongo que simple rutina- respondió con su habitual sonrisa para después abrirle la puerta y cederle el paso.

-Que bien que llegas- exclamo un hombre de cabellera castaña opaca, casi blanca y ojos negros.

-Un placer verlo profesor.

-Y bien dime ¿Eres un chico o una chica?- Misaki solo se le quedo observando unos momentos a los ojos.

-¿Chica?-  pregunto viéndolo fijamente a lo que el oji esmeralda solo se llevó la mano a la cara.

-Profesor me conoce desde que nací y aun así ¿Cómo puede preguntar eso?

-Lo siento, son preguntas de rutina.

Misaki suspiro esperando la próxima pregunta pero como parecía que jamás llegaría y dijo captando el mensaje –Chico.

-¡Bien! ¿Cómo te llamas?

-Misaki Takahashi- respondió siguiéndole el rollo.

-Ok ¡El es mi nieto!- exclamo haciéndose a un lado dejando ver a un joven con anteojos y cabellos castaño claro como el de su abuelo. Un joven que conocía bastante bien puesto a que crecieron juntos su amigo/Rival.

Tenía puesta una camisa negra y un pantalón holgado de color morado además de su collar con el ying yang de color azul y verde. **

-¿Me dices como se llama?

-¡Pero es su jodido nieto!- de nuevo silencio.

-Se llama Keiichi Oak**- respondió rodando los ojos.

-¡Si ya lo recuerdo! Muy bien, Hoy están aquí ya que desde hoy se dará inicio a su viaje pokémon. Para empezar pueden escoger uno de los tres pokémon iniciales que son: Charmander, tipo fuego, Bolbasour que es tipo planta y Squirtle que es tipo agua. Misaki es tu momento de elegir.

-Los  perdedores van primero- se burló Keiichi.

Por esta ocasión el castaño hizo caso omiso a sus comentarios y se acerco a la mesa donde reposaban las Pokeballs con los tres tipos.

Trago en seco, hace unos momentos estaba completamente seguro de su decisión pero ahora se lo cuestionaba.

Sabía que era una de las decisiones más importantes de toda su vida así que solo respiro hondo, levantó su brazo y tomo la pokeball de en medio.

-¡Escojo a Bolbasour!

-En ese caso yo escojo a Charmander- dijo el de lentes acercándose a tomar la pokeball del lado izquierdo de la mesa. Fue un movimiento listo de su parte, escoger al pokémon con ventaja al suyo, después de todo es lo más básico conocer que el fuego le gana a la yerba pero eso no importaba por el momento, estaba feliz de tener a su primer pokémon.

-¿Desean ponerle nombre a su pokémon?- pregunto a los entrenadores.

-¡Yo sí!- exclamo el castaño. Observo fijamente la pokeball y dijo en voz alta –Tu nuevo nombre será V’saur.

-Que nombre tan estúpido, además solo un idiota le pone nombres a sus pokémon.

-¡Tu eres el idiota! Es mejor nombrarlos para que así se sientan especiales. Además así uno tiene un lazo especial con ellos- sonrió regresando la vista a la pequeña bola de color blanco y rojo.

-Sal V’saur-exclamo el castaño haciendo que de un rayo rojo apareciera un Pokémon cuadrúpedo de color verde y manchas más oscuras de formas geométricas. Su cabeza del tamaño cerca de un tercio de su cuerpo. En su frente tres manchas. Con orejas pequeñas y puntiagudas, ojos  grandes y de color rojo Las patas cortas con tres garras cada una y plantada una semilla/bulbo en la espalda.

-Saur- dijo el pequeño animalito causando una gran ternura en el entrenador de menos estatura.

Misaki se inco para quedar más cerca del pequeño color verde y le hablo con dulzura.

-Me llamo Misaki y seré tu nuevo entrenador espero nos llevemos bien- sonrió al final extendiéndole su manos para que la olisqueara.

El pokémon se le quedo observando unos momentos, después de familiarizarse con su olor, tomo confianza y se acerco dejándose hacer mimos.

-Eres muy lindo- menciono al tiempo que acariciaba con cuidado su cabecita y lo acercaba más a él.

-¡Saur!- Exclamo después de dejarse acariciar para después lamer la mejilla de su nuevo entrenador y amigo.

El profesor sintió ternura al ver lo bien que se llevaban esos dos mientras Keiichi solo lo miraba indiferente.

-Como sea, no deja de ser estúpido… Oye ¿Qué te parece una pequeña batalla?- pregunto acercándose al sonriente Misaki.

-¿Batalla?- lo miro incrédulo.

-Así es, ya sabes… para probar a nuestros pokémon, será pura diversión, nada de pagar la cuota si pierdes.

-Está bien- no estaba dispuesto a decir no a una batalla.

Salieron del laboratorio seguidos por el profesor y Aides que se moría por ver la primera batalla de los entrenadores novatos.

-Recuerden que los dos apenas son nivel 5, por lo que conocen pocos ataques- comentó el azabache.

Ambos asintieron al mismo tiempo y se voltearon a ver directo a los ojos.

Guardaron una distancia prudente y V’saur se puso en posición.

-¡Charmander yo te elijo!- grito Keiichi haciendo que de su pokeball saliera un pokémon pequeño parecido a un lagarto que caminaba con sus dos patas, de piel anaranjado y su cola con la punta envuelta en llamas.

-Te concedo el primer ataque- dijo el de lentes.

-De acuerdo, ¡V’saur usa envestida!- Al momento de escuchar la instrucción de su entrenador el pokémon verde corrió para azotar su cuerpo contra el otro.

-Charmander usa rasguño-

Haciendo caso a las instrucciones de su maestro el pokémon naranja saco sus afiladas garras lanzando un gran zarpazo al momento que el otro se estrellaba con el envistiéndolo.

Ambos retrocedieron de un salto al momento de recibir el impacto del contrario.

El de gorra sintió una gota de sudor resbalar por su nuca, respiro hondo y trato de recordar otro de los movimientos que tiene su pokémon inicial.

-Usa gruñido- dijo al momento de recordar el ataque. Izo caso y gruño de forma amenazante dejando ver sus colmillitos.

-Char…- balbuceo el otro pokémon sintiendo como un escalofrió recorría desde la punta de su cola hasta su nuca.

-¡¿Cómo puedes temer a esa cosa?! ¡Déjate de juegos y usa lanzallamas!-

Volviendo en sí, Charmander respiro profundo y en una gran exhalación dejo salir unas ardientes llamas de su boca rodeando al pokémon yerba.

Cando las llamas pararon se alcanzó a ver a Bolbasour tirado en el suelo inconsciente y con varias quemaduras en su piel.

-V’saur- grito Misaki mientras se cercaba a atender a su pokémon.

-Parece que la victoria es mía- sonrió engreídamente –Más suerte para la próxima, perdedor- dijo para después darse la vuelta y largarse de allí siendo seguido por Charmander que sintiendo culpa se acerco al castaño.

-Char- dijo suavemente mientras lamia los dedos del oji esmeralda, este sonrió y le acaricio la cabeza dándole a entender que estaba bien.

-Bolba… saur- balbuceo un poco como diciendo “No te preocupes” lo que hizo que Charmander se tranquilizara y le dio a entender a Misaki que los pokémon pueden comunicarse entre ellos.

-¡Charmander! Ven para acá- Grito el de lentes por lo que el pequeño color naranja se fue corriendo.

-Parece que Charmander no es un mal pokémon, es cariñoso y tímido… Que lastima que le haya tocado ese idiota como entrenador-pensó para después regresar la vista a su lindo amigo que estaba herido. Se puso de pie con él en brazos.

Después de todo era bajito, no media más de 50 cm y pesaba solo 6 kilos.

-Que mal que hayas perdido tu primera batalla- se acerco Aides – Pero habrá muchas otras, estoy seguro de que lograrás ser el mejor de todos los entrenadores- sonrió dándole ánimos.

-Te lo agradezco mucho

-Ven conmigo, te ayudare a curar a tu pokémon y veras que estará como nuevo después de unos minutos.

-¿Esta seguro?

-Claro, sus heridas no son tan graves después de todo las llamas de Charizard no son tan fuertes porque aun es un pokémon débil. Ahora dámelo. Pidió extendiendo los brazos.

Misaki izo caso y le entrego a Aides a su pequeño amigo.

Este al tenerlo en sus brazos emitiendo un leve brillo blanco comenzó a curar las heridas del pokémon verde.

Era una habilidad muy especial eh increíble que los entrenadores de la ciudad de Viridian tenían. La curación de los pokémon sin importar que tan fuertes fueran las heridas. Por eso la gente de allí tenía muy buena reputación y los entrenadores más fuertes eran de allí. Pero increíblemente las personas que habitan en esa ciudad se dedican a fabricar medicamentos en lugar de dedicarse a entrenar pokémon.

Sin embargo los entrenadores de allí tenían fama de ser muy poderosos, inclusive un joven de esa ciudad  era parte de la elite cuatro. Gente que era reconocida en todas las regiones por ser los entrenadores más fuertes que hay. Solo la persona que pueda vencer a los cuatro puede ser reconocido como el mejor entrenador y el último que lo logro desapareció misteriosamente.

Cuentan que Red el último campeón de la liga fue al monte Silver a entrenar a sus pokémon pero después de eso nunca se le volvió a ver.

-¡Saur!- el entrenador volvió en si al escuchar la voz de su amiguito.

¡V’saur!- extendió los brazos y el pokémon le salto en cima. Disfrutaría de esos momentos por que dentro de un tiempo Bolbasour tendía que cargarlo él. Justo como su padre…

-¿A qué hora partirás?- quiso saber el profesor Oak.

-Dentro de un par de horas, primero debo desayunar y terminar de preparar mis cosas para irme.

-Cuando te vayas a ir quiero que nos des una última visita, hay algo especial que quiero darte- le sonrió para después darse la vuelta y entrar al laboratorio junto con Aides.

El castaño dejo a Bolbasour en el suelo y emprendió su camino de vuelta a su casa aliviado de que su amiguito estuviera bien.

-¿No te duele nada?- pregunto.

-Bolba-  respondió como diciendo “Estoy bien”

-Me alegro- sonrió de vuelta.

Siguieron caminando y vieron que Keiichi  iba saliendo de su casa. Misaki apresuro el paso para averiguar qué hacía allí.

-¿Buscabas algo?- pregunto al estar frente a él.

-Solo vine a despedirme de Takahiro ¿Qué tiene de malo que me despida de mi vecino?

-Supongo que nada- contesto. Bolbasour se escondió entre sus piernas. No le gustaba mucho ese tipo.

-Veo que ya se recupero tu pokémon- dijo para después agacharse y quedar a la altura del pequeño que retrocedió al verlo.

-No fue nada personal- le hablo despacio extendiéndole la mano –Fuiste un digno rival, apuesto que llegaras a ser un pokémon fuerte con otro entrenador- se burlo un poco a lo que lo mordió. No iba a tolerar que se burlara de su maestro.

-Solo era broma- menciono poniéndose de pie y sobándose la mano en la cual recibió la mordedura.

-Lo siento por eso- se disculpo por su pokémon.

-No hay problema, yo hubiera hecho lo mismo- se rio un poco. –Por cierto antes de que te vayas Daisy me pidió que te dijera que pasaras por la casa quiere darte algo.

-De acuerdo ¿Ya te vas?

-Así es, ya estoy a punto de irme. Nos vemos luego perdedor- se dio la vuelta y camino el pequeño trecho para llegar a su casa.

-Idiota- dijo bajito para después entrar a su casa.

No era mala persona solamente muy estricto y gustaba de hacer enojar al castaño pero aun así eran buenos amigos/rivales desde siempre. Después de todo crecieron juntos y han sido vecinos toda la vida.

Ya estando dentro Misaki le dijo a V’saur que podía pasear por cualquier lugar de la casa. Mientras terminaba de alistar sus cosas. Pero este se quedo fiel a su lado.

-¿Ya llegaste Misaki?- pregunto desde la cocina Takahiro.

-Sip, ya estoy aquí- respondió y vio salir rápidamente al hombre de cabellonegro y acercarse a él.

-¿Y bien? ¿Dónde está tu pokémon?- pregunto con emoción.

-Justo aquí- dijo haciéndose a un lado dejando ver al pequeño de color verde.

Takahiro se quedo viendo impresionado al verlo. Ahora entendía porque Misaki decía que era una sorpresa cual sería su pokémon inicial.

-Se llama V’saur-

-E...Es… ¿e...es?- quiso saber sin poder terminar la pregunta pero confiaba en que su hermano captara el mensaje.

-Sí, el hijo de Bessy y Saurus- contesto feliz sentándose en el suelo junto a su nuevo amiguito.

Bessy solía ser la Venusaur de su padre y Saurus el de su madre. Ambos feroces peleadores pero muy mansos y fieles. Fieles más que todo.

Ambos se quedaron con sus entrenadores hasta el final, literalmente hablando. Fue un día  en el que el pueblo paleta quedo registrado en la historia perdiendo a casi todos los maestros pokémon del lugar incluyendo a los padres de Misaki y Takahiro al igual que los de Keiichi y Daisy.

-Sabia que lo escogerías a él- menciono su hermano después de hincarse y comenzar a acariciar la cabecita del pokémon con mimo.

-No me perdonaría a mi mismo si no empezaba mi viaje con él- sonrió de vuelta.

Continuaron hablando mientras desayunaban, después de todo eran las ocho de la mañana.

Después de desayunar Misaki fue a cepillarse los dientes y guardar el cepillo dentro de su mochila junto con el resto de las cosas que necesitaría mientras V’saur dormía encima de su cama.

Cuando ya tuvo todo listo metió dentro de su pokeball a su fiel acompañante y acomodo la esfera en un compartimiento especial de su cinturón. Que servía especialmente para almacenar 6 pokeballs. Las cuales eran el máximo que podía llevar un entrenador consigo.

Se llevo la mochila a la espalda y acomodo su sleeping-bag para que no se caiga comenzó a bajar las escaleras. Encontrándose con su hermano abajo.

-Nii-chan ya es hora de que me valla.

-Te extrañare mucho Misaki- le dijo abrazándolo.

-Y yo a ti- le devolvió el abrazo.

-Estoy seguro que mamá y papá estarían orgullosos de ti- le dijo al separarse.

-¿Por qué? No eh hecho nada aun solo eh tenido una batalla y la perdí- dijo confundido.

-El simple hecho de que tengas el valor para comenzar el viaje  es motivo para estar orgulloso- sonrió

-Gracias.

Después de que su hermano le repitiera dos veces todo lo que debía hacer para cuidarse finalmente salió de su casa pero antes de salir del pueblo tenía que hacer dos rápidas paradas.

Primero se encamino con su vecina. La nieta del profesor Oak y hermana de Keiichi.

Toco la puerta esperando a que le abrieran mientras observaba el patio donde había pasado tantas cosas, la mayoría de ellas enojos pero cuando las recordaba una sonrisa se dibujaba en su rostro.

-Qué bueno que estas aquí- dijo con dulzura una voz femenina.

-Keiichi me dijo que querías entregarme algo Daisy.

-Así es- sonrió –Es algo que conseguí especialmente para ti- después de decir esto tomo de un cajón de la entrada un tipo pergamino que estaba bien cuidado.

-¿Qué es?- pregunto al recibirlo

-Ábrelo y lo averiguaras.

Haciendo caso a las palabras de Daisy, el castaño comenzó a desdoblar el pergamino encontrándose con un mapa de la región Kanto. **

-Te lo agradezco mucho- le dijo abrazándola.

-No hay problema, espero que te vaya bien.

Se despidieron rápidamente y Misaki guardo en una parte especial de su mochila el mapa el cual le sería de gran ayuda.

Se dio la vuelta y se dirigió al laboratorio del profesor Oak.

Ya estando allí noto que Aides y el profesor lo esperaban afuera.

-Que bien que llegas- dijo Oak.

-Lamento la tardanza.

-Está bien, como no te quiero hacer perder tiempo aquí esta lo que te quería dar- De uno los bolsillos de su bata de laboratorio saco un pequeño artefacto rectangular de color rojo. Tenía en la esquina superior derecha un tipo foco azul redondo y al lado otros pequeños tres de diferentes colores.

Podía abrirse y dentro tenía una pantalla y muchos botoncitos.

-Es un Pokédex te ayudara durante tu viaje, este pequeño artefacto posee toda la información de todos los pokémon de la región- comentó Aides.

-Tu padre fue el que me ayudo a reunir toda la información, fue un gran Pokédex-holder.

-Se lo agradezco mucho profesor, a ti también Aides.

Se despidieron y Misaki volvió a dar la vuelta para dirigirse a la ruta 1  que lo llevaría a ciudad Viridian.

Vio el letrero que anunciaba que estaba por entrar en la ruta. Era la primera vez que salía del pueblo… Bueno al menos por sus propios pies. La última y primera vez que había salido fue hace 10 años y era algo que no le gustaba recordar en lo absoluto.

Ignorando sus pensamientos pesimistas se encamino a ciudad Viridian que era el lugar donde tenía que llegar y tardaría aproximadamente 8 horas a pie.

o-o-o

Se dieron las seis de la tarde y Misaki pudo apreciar las luces de la cuidad. Ya estaba cansado pero había sido un viaje entretenido. Había tenido la oportunidad de ver muchos pidgey y rattata pero no pudo capturar a ninguno puesto que no tenía pokeballs en su poder y no estaba interesado en capturar ningún pokémon de tipo normal o volador. O al menos no todavía.

Sabía que la mayoría de los entrenadores el primer pokémon que capturaban era uno de esos o tal vez alguno de tipo insecto pero nunca vio ninguno a su alrededor.

Llego a la ciudad y pidió posada en una de las casas que estaban entrando. Era una ciudad pequeña con pocos habitantes. Estaba tirándole a pueblo pero sin embargo tenía demasiadas casas y lugares para ser uno.

-Es un placer tener a un maestro pokémon esta noche en mi pequeña posada- dijo una señora mayor con cabello grisáceo.

-Estoy muy agradecido de que me deje quedarme esta noche- respondió haciendo una reverencia.

-No te preocupes pequeño, en este lugar siempre son bienvenidos los entrenadores, mi esposo era un gran maestro pokémon pero lamentablemente ya no está conmigo.

-Lo siento mucho- dijo con aire preocupado sintiéndose mal por hacer recordar a la ancianita a su difunto esposo.

-No hay problema. Se que está bien junto a su Psyduck en el cielo- sonrió haciendo resaltar las arrugas de su cara.

Ya en la cama que le había dado la ancianita Misaki estaba recostado con V’saur a su lado. Durante el viaje que hizo no pudo evitar recordar tristes escenas del pasado poniéndolo un poco melancólico.

-¿saur?- pronuncio el animalito verde al notar la afliges de su maestro.

-Estoy bien- le respondió – solo un poco pensativo, vuelve a dormir- le acaricio la cabecita esperando a que se quedara dormido.

-¡Mamá! ¡Papá!- gritaba el pequeño castaño que iba sujeto por un hombre vestido de negro encima de un Rapidash.

-¡Misaki!- Gritaron al unisonó los padres del niño para después montarse encima de un Tauros  para ir a rescatar a su hijo menor.

  o-o-o

Una gran explosión se escucho en el laboratorio. Takahiro cubrió a Misaki abrazándose a él protegiéndolo con su cuerpo.

El castaño estaba más que impactado sus padres estaban allí dentro…

Se levanto de golpe en la cama sudando y jadeante. –Solo fue un sueño- se dijo a sí mismo. Pero la experiencia había sido tan real, casi como si lo hubiera vuelto a vivir.

-Bolba Bolba saur- pronuncio preocupado por la reacción que había tenido.

-No te preocupes estoy bien solo fue una pesadilla- le dijo a su alterado amigo para que se tranquilizara.

Se fijo bien y noto que el sol ya había salido, tomo su reloj de muñeca y vio que eran las 8:30.

-Es hora de levantarse- se puso de pie y comenzó a acomodar su ropa en el lugar correspondiente de su cuerpo.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!- escucho un fuerte ruido de la cocina de la casa, era la voz de la ancianita que dulcemente le había dado posada.

Se quedo asimilando un momento el ruido y después de voltear a ver a Bolbasour para después ambos salir corriendo del lugar donde se escuchaba el escándalo.

 Llego a la cocina resbalándose por el suelo pero rápidamente poniéndose de pie para ir a ver qué pasaba.

Llego a la cocina y pudo apreciar que encima de la mesa estaba la abuelita que lo había atendido, bajo la vista un poco y vio que había un pequeño pokémon amarillo que parecía un ratón. Tenía en la espalda tres manchas marrones y en la punta de sus largas orejas una tonalidad negruzca. Su cola era grande y larga en forma de rayo y en la base se veía color café.

-¿Qué pasa?

-¿Pika?- volteo el pequeño animalito al escuchar una segunda voz en el cuarto. La carita del pokémon era adorable. Tenía ojos pequeños al igual que su naricita y su boquita y sus mejillas tenían dos manchas bastante grandes de color rojo.

-¿Qué pokémon es ese?- pregunto mientras sacaba su Pokédex y lo abría para después apuntar al animalito  y una voz electrónica dio los siguientes datos:

-Pikachu, un pokémon eléctrico. Almacena grandes cantidades de energía en los polos de sus mejillas- termino de recitar el aparato y Misaki se dio cuenta de que los polos a los ue se refería eran las manchas rojas de sus mejillas.

-¿Pika chu? – dijo curioso mientras se acercaba al oji esmeralda este se hinco para quedar más cerca de él y le extendió el brazo.

-¿Se te ofrece algo pequeño?- pregunto amablemente dejando que olisqueara su mano.

-Bolba Bolba, Bolba saur.

-Pika Pika…

Ambos humanos nada más se quedaron observando cómo ambos pokémon se comunicaban y después de que terminaron de “Conversar” Pikachu se acerco al entrenador y restregó su carita contra su pecho mandando pequeñas descargas eléctricas sin lastimarlo.

-¿Quieres quedarte conmigo?- le pregunto sonriendo al tiempo que acariciaba su orejita.

-¡Pika Pika!- dijo feliz.

-Parece que ahora tienes un nuevo amigo- dijo la ancianita tratando de bajarse de la mesa.

-Así parece- respondió ayudando la a bajarse –Creo que solo tenía hambre y al oler el desayuno que preparaba vino a ver de qué podía alimentarse.

-Los pikachu se alimentan de bayas- dijo el Pokédex.

-¡Oh! Entonces ya veo que fue lo que sucedió. Estaba preparando unos Hot cakes de bayas y este pequeño al olerlas vino a buscarlas- sonrío.

-Así parece- rio un poco.

La abuelita le dio de desayunar a Misaki, a V’saur y a su nuevo amigo P’chu.

Cuando termino agradeció la amabilidad de la señora y salió a buscar el gimnasio de la cuidad ahora que tenía dos pokémon todo sería más sencillo pero antes que nada paro en un mini mart para comprar pócimas y pokeballs que necesitaría.

Se paseo un rato por la cuidad completamente perdido. EL mapa que le había dado Daisy no le servía para un lugar en especifico porque era de toda la región no venían detalladamente las ciudades.

Después de cuestionarse un rato decidió preguntar dónde estaba el gimnasio.

-Disculpe- dijo a un señor mayor -¿Me podría decir dónde está el gimnasio de esta ciudad?- pregunto amablemente.

-Lo siento hijo, pero el líder de gimnasio de esta cuidad desapareció, tendrás que seguir a la siguiente cuidad donde el líder si se encuentra allí.

Misaki agradeció y decidió ponerse en marcha. Vio que había un sendero que servía para acortar camino pero justo en medio había un árbol delgado de no más de un metro de altura.

Pensó que sería buena idea rodearlo pero justo cuando iba a hacerlo algo lo interrumpió.

-¿! Que crees que haces!?- grito el anciano al que le había pedido indicaciones.

-Voy a ciudad Plateada- dijo sin entender.

-No puedes ir por allí, tienes que conseguir un pokémon que aprenda “Corte” para poder pasar de otra manera es imposible y tendrás que ir por el bosque de Viridian para llegar a la dichosa ciudad plateada.

-Qué tontería.

-Así es este mundo, acostúmbrate- le dijo para después darse la vuelta eh irse.

El Cataño decidió hacer caso a las palabras del abuelito y se dirigió hacia el bosque de Viridian.

Ese camino era largo y sabía que no llegaría hasta mañana a cuidad plateada pero no importaba mucho ahora tenía consigo a V’saur y a P’chu

Camino por un  par de horas hasta que su estomago empezó a molestar por la falta de alimento. Decidió hacer una pequeña escala en su camino para comer algo. Tenía suficiente comida enlatada para 3 días los cuales eran más que suficientes ya que si bien tenía calculado llegaría mañana a ciudad plateada.

Saco de su mochila una de las latas de comida, no le desagradaba comer eso ya que tampoco era muy fanático de la carne de pokémon pero sin embargo la comía de vez en cuando por que su cuerpo necesitaba los nutrientes que le aportan.

Saco a P’chu y a V’saur de sus pokeball correspondientes y les dio un poco de alimento, bueno a pikachu ya que los Bolbasour se nutren absorbiendo la energía del sol por medio del bulbo de su espalda.

-Gracias por la comida- dijo llevándose un poco del alimento a la boca.

-Pika chu- pronuncio el ratoncito comenzando a roer una baya.

-Saur Bolba saur- dijo el restante para después echarse en el pasto.

Misaki se comenzó a cuestionar si los pokémon solo podían decir silabas que curiosamente formaban su nombre. Ignoro sus pensamientos y siguió comiendo.

Mientras comía escucho un ruido detrás de él como si fuera un golpe seco, volteo raídamente encontrándose con un pokémon que parecía un plátano verde con ojos. (xD)

-¿Quién es ese pokémon?- se cuestionó así mismo al tiempo que sacaba su Pokédex.

-Metapod un pokémon tipo bicho, su dura coraza protege los ataques de los pokémon salvajes- comentó la voz electrónica.

-Genial, me parece que es el momento de capturarlo… ¿Cuáles son sus ataques?- pregunto mientras picaba cierto botón de su Dex.

-El único ataque de Metapod es endurecer haciéndolo un pokémon completamente inútil. Tarda una semana en evolucionar a un Butterfree.

-De a cuerdo, sea inútil o no su evolución es un Butterfree- se volteo la gorra dejando la visera del lado trasero y tomo una pokeball vacía.

Lanzó con fuerza la esfera tricolor haciéndolo entrar y cerrarse. La pokeball se comenzó a mover de un lado a otro y el botón que tenía en el centro parpadeaba causando gran tensión en el aire.

Justo cuando dejo de parpadear esta se abrió.

-Antes de capturar a un pokémon primero  se debe debilitarlo- escucho la voz de Dex.

-¡Lo hubieras dicho antes!- protesto. Respiro hondo y mando a V’saur al campo.

-Muy bien usa cabezazo- ordeno y Bolbasour comenzó a correr estrellando su cabeza contra el pokémon salvaje.

-¡Bolba!- se quejo llevando sus patitas a su cabeza por el duro golpe que dio. Mientras que el otro permanecía quieto.

-Mejor regresa V’saur- le ordeno sintiendo como una gota de sudor resbalaba por su nuca.

-P’chu usa electro-shock.

-Desde donde estaba el roedor amarillo dejo a un lado la baya que consumía y cerrando sus ojitos fue cubierto por una honda de electricidad al mismo tiempo que un rayo salía de este.

-Bien eso parece ser suficiente- dijo al ver como Metapod cerraba un poco sus ojos por el dolor. Tomo otra pokeball y la lanzo fuerte encerrando nuevamente a Metapod y esta vez con excito no volvió a abrirse.

-¡Bien!- exclamó llendo corriendo por su nuevo amigo. Lo saco y le dijo con cariño –Tu nuevo nombre será M’Pod.

El pokémon solo lo volteo a ver con sus ojos inexpresivos y cerró los ojos descansando. Tal parecía que poco le importaba haber sido capturado.

-¿Qué pasa? ¿Te caigo mal?- pregunto con dolor al mismo tiempo que lo abrazaba.

El pokémon  se quedo inmóvil.

o-o-o

Ya era de noche y aun le faltaba para llegar a ciudad plateada así que decidió acampar en el lugar.

Había sido un día agotador puesto que se encontró con varios entrenadores los cuales lo retaron y para su buena fortuna gano todas y cada una de las batallas haciéndolo sentir especial.

P’chu y V’saur habían dado lo mejor de sí excepto M’Pod que no hacía nada más que endurecerse.

Tomo su saco de dormir y lo tendió en el suelo. No le molestaba dormir a la intemperie después de todo dejaría a sus pokémon dormir fuera junto a él así tendría protección y compañía.

Se acomodó en su sleeping-bag después de quitarse el exceso de ropa. No le molestaba dormir en bóxers y camiseta. De hecho casi siempre lo hacía así que no le dio mucha importancia.

Sus pokémon se hicieron bolita junto a él. Excepto Metapod el cual Misaki tuvo que moverlo para que quedara acomodado. En el lapso de tiempo que llevaban juntos descubrió que ese pokémon no emitía ningún ruido y no se podía mover puesto que era un capullo pero podía sentir el afecto que le daba de cierta manera.

Se quedo observando las estrellas un buen rato. No tenía deseos de dormir con ese bello panorama a su vista. Había luna llena la cual iluminaba tenuemente el extenso bosque que en lugar de darle temor lo llenaba de calma. Las estrellas brillaban fuertemente, más que cualquier noche lo cual le daba el presentimiento de que algo especial ocurriría pero no podía adivinar qué.

Después de estar un rato observando el bello panorama una tenue luz comenzó a brillar a lo lejos causando cierto temor en Misaki, después escucho unos pasos pero no sonaban como los de un pokémon salvaje si no como los de un humano.

Se puso de pie y sus leales compañeros imitaron su acción.

-¡¿Quién está allí!?-  pregunto fuertemente y noto que la luz se acercaba y los pasos sonaban más cerca.

-¡Responda!- pero no hubo contestación en cambio la luz se acercaba más y los pasos sonaban próximos. –Tengo un Bolbasour, un pikachu y un Metapod los cuales están en entrenamiento pero son muy poderosos- amenazó cuando la luz se notaba a unos pocos metros.

-Los Metapod no son tan fuertes- se escucho una voz varonil –En cambio mi Nidorino y mi Nidorina sí que son poderosos- Después de decir eso la luz de la lámpara ilumino a Misaki y compañía.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la luminosidad de la lámpara pudo apreciar que un hombre alto de cabellera plateada y piel clara que brillaba con la luna estaba en frente de él.

-Perdón por asustarte- se disculpo el hombre –Mi nombre es Usami Akihiko, soy de ciudad Plateada.

El castaño se quedo observando lo guapo que era ese sujeto, se veía su cuerpo fuerte y sus facciones parecían haber sido esculpidas por los mismos ángeles. Su cabello y piel pálidos brillaban con la luna dándole un aspecto celestial.

-Emm... Mi nombre es Misaki Takahashi y soy de pueblo Paleta- contesto nervioso, no sabía porque ese sujeto lo ponía así. Sentía su corazón acelerado golpeando ferozmente contra su pecho.

¿Qué haces a estas horas de la noche en el bosque?- pregunto Usami mientras se acercaba al oji esmeralda.

-Eso debería preguntártelo yo- Si él no usaba un lenguaje formal con él entonces entendió que no había necesidad de usarlo el también

-No es justo yo pregunte primero- dijo mientras se sentaba enseguida de la bolsa de dormir del entrenador mientras extendía su mano para que los pokémon eléctrico y yerba se familiarizaran con su olor y no lo atacaran.

-Soy un maestro pokémon y voy a ciudad plateada en busca de mi primera medalla- respondió con toda la seguridad del mundo para después tomar asiento junto al desconocido. -¿Y tú?

-Soy un artista pokémon- dijo sacando del morral que tenía una libreta de bocetos y extendiéndosela a Misaki –Esta noche evolucionaran algunos Metapod y quería tener la oportunidad de dibujar algunos Butterfree.

El menor observo la libreta un segundo y después la abrió dejando ver al inicio algunos dibujos muy buenos sobre dos Nidoran un macho y una hembra. Las obras eran hermosas, los que estaban a color tenían la cantidad justa ni muy ostentosa ni muy pobre y los colores creaban una armonía perfecta. Los que estaban a blanco y negro algunos hechos con carboncillo y otros a lápiz eran increíbles. Reflejaban tal realismo que casi podía sentir las emociones que manifestaban cada dibujo o inclusive cada línea. Sin duda tenía talento.

-Woow son obras impresionantes Usami-san- dijo mientras que continuaba observando y conforme avanzaba las páginas noto que los Nidoran que había dibujado se iban viendo más maduros y después comenzaron a aparecer los dibujos de Nidorino y Nidorina.

 -Por lo que veo le gusta este pokémon- sonrió mientras veía detalladamente una obra a color de Nidorina sentada sobre el pasto observando melancólicamente las estrellas.

El realismo de esa obra casi hizo que pudiera sentir la tristeza de ese pokémon y ya había notado eso. Que en la mayoría de sus dibujos por no decir en todos el único sentimiento que lograba captar era el de tristeza y soledad.

-Si me gusta bastante porque son los pokémon que han crecido conmigo- dijo mientras tomaba un par de pokeballs y de ellas salían respectivamente Nidorino y Nidorina.

El primero era el macho, caminaba en cuatro patas y tenía orejas grandes y filosas garras además del gran cuerno que sobresalía del centro de su cabeza y su color era morado en su totalidad con algunas manchas de un morado más obscuro en las patas.

-El es Nidy- los presentó -  y ella es Queeny- dijo apuntando a la hembra la cual era muy parecida al macho solamente que no tenía cuerno y su color de piel era un azul gris y tenía unas cuantas manchas de azul obscuro en las patas. También se le podía ver de un aspecto más delicado y fino a diferencia del otro que se veía muy tosco.

Misaki extendió su mano dejando que ambos lo olisquearan y no le hicieran daño porque esos dos son de tipo veneno y el simple rose de su piel cuando desprenden su veneno podía llegar a dañar fuertemente el organismo.

Al parecer a ambos les agrado Misaki puesto que comenzaron a lamerle la palma al mismo tiempo y movían su cola llenos de felicidad.

-¡Bolba! ¡Bolba!- llamó la atención el pokémon verde.

-¡A si! Los presentare- el castaño tomo a Bolbasour y lo puso frente a él. –Este es V’saur, el es P’chu- apunto donde estaba el pokémon eléctrico que se encontraba olisqueando a los nuevos amigos.

-Y el es M’Pod- apunto detrás de si donde estaba el capullo. - ¿eh? ¿! Que pasa?!- se asusto notando como su amiguito emitía una luz blanca y temblaba además de que parecía que se deformaba.

-Está evolucionando- le respondió Usami tomando rápidamente un carboncillo de su morral y su libreta de dibujo.

Cuando el brillo acabó de emitirse se pudo apreciar a un pokémon parecido a una mariposa con unas hermosas alas de color blanco y morado. Su cuerpo era morado de igual manera y sus ojos eran grandes y rojos.

-¿M’Pod?- susurro y la mariposa Butterfree se le acerco y con cariño restregó su carita con la de el entrenador.

-Sigue siendo él solamente con un aspecto diferente.

Misaki seguía sorprendido pero sonriendo coloco su brazo para que allí se parara su ahora Butterfree.

Mientras mimaba la cabecita de M’Pod y Akihiko rápidamente trazaba algunas cosas en su libreta ocasionalmente levantando la vista escucharon un ruido como de aleteo.

Ambos levantaron la mirada y de pronto el cielo se lleno de muchos Butterfree de diferentes tonalidades y distintas formas en sus alas, algunos eran más pequeños que los otros y si se observaba detenidamente podían apreciar las diferencias de cada uno.

-¡Es increíble!- Exclamó Misaki maravillado.

El artista volteo a ver al menor y se quedo embobado con la hermosa imagen que tenía frente a él:         El joven viendo tiernamente hacia el cielo con una expresión adorable mientras que la tenue luz de la luna hacía brillar sus ojos esmeraldas.

Prontamente dejó de dibujar a Butterfree y cambio lo más rápido que pudo la página para comenzar a dibujar ahora la escena que estaba frente a él.

No se detuvo si quiera en hacer una base apropiada para comenzar. Solamente empezó a trazar las líneas que tenía en frente.

Su corazón se acelero de la nada aun más de lo que ya estaba. Desde que vio al muchacho se había comenzado a sentir extraño pero no lograba asimilar el sentimiento ya que lo único que conocía era el de melancolía, tristeza y soledad sobre todo.

Normalmente no se hubiera acercado a una persona en el bosque ya que normalmente las evitaba y tampoco hablaba tan familiarmente con otra persona pero sentía que ese niño era especial.

Durante un rato el albino se mantuvo sumido dibujando la adorable imagen frente a él y el castaño observando el cielo hasta que ya no vio a ningún otro pokémon bicho.

Volteo donde se encontraba el mayor y lo noto dibujando aun arduamente.

-¿Puedo ver lo que dibujas?- pregunto con una sonrisa.

Usami dudo en enseñarle o no pero ¿Qué más daba? Después de todo tarde o temprano acabaría viéndolo. Dejo a un lado el carboncillo y le extendió la libreta dejando asombrado al oji esmeralda.

En la hoja estaba plasmado un dibujo de el mismo observando el cielo y aun lado de él estaban sus fieles pokémon. A demás de ser un dibujo muy bien elaborado y bastante realista por que se parecía demasiado al boceto noto que no había tristeza ni soledad reflejada en el dibujo si no todo lo contrario. Casi era palpable el cambio tan radical de emociones de un dibujo a otro mientras en unos la soledad te aplastaba los hombros con verlo un poco en este se podía apreciar fácilmente que había calma, felicidad eh inclusive amor.

-Es muy impresionante Usami-san- le devolvió la libreta.

-Gracias… No me llames por mi apellido Misaki, tú puedes dirigirte a mí por mi nombre.

-De acuerdo… ¿Akihiko-san?- se sonrojo un poco sin saber el porqué lo que al alvino le pareció completamente adorable.

-¿Así que vas a ciudad plateada por tu primera medalla?- pregunto Akihiko para relajar un poco el ambiente y familiarizarse más con el muchacho.

-Así es- respondió con entusiasmo.

-No entiendo para que la gente busca tener las ocho medallitas de esta región- comento recostándose en el suelo.

-¡Es para poder pelear contra la elite 4!

-Aun así no entiendo el alboroto. Solo son cuatro personas normales con pokémon muy fuertes.

-Es un gran honor pelear contra ellos y tener las ocho medallas de Kanto.

-Sí, si un gran honor. Mira si peleas con cada líder de gimnasio es como si los hubieras vencido dos veces.

-¡Ellos son incluso más fuertes que los lideres!- los defendió –Además si logras venceros puedes pelear contra el actual campeón de la liga y quedar como campeón – dijo con ilusión –Mi sueño siempre ha sido ser el mejor entrenador de todos.

-¿Sabes cuantos jóvenes tienen el mismo sueño que tú?- pregunto con arrogancia sentándose y viéndolo directo a los ojos.

-Sé que hay mucha gente que anhela ese puesto pero ¿Cuántas personas lo han alcanzado? ¿Cuántas han hecho el intento? ¡Yo me estoy esforzando! Por esa razón salí del pueblo y comencé el viaje por que quiero ser el mejor de todos los entrenadores.

-Los sueños, sueños se quedan. Y más cuando hay alguien allí que te impide seguirlos- dijo con tristeza desviando la mirada.

-Yo siempre eh tenido alguien que me hace quedar como un inútil, mi rival desde que era pequeño pero por esa razón no me doy por vencido por que se que algún día lograre vencerlo y él será el que quedara como idiota.

Akihiko se quedo meditando eso.

-Creo que algo peor que no poder conseguir tus metas es no intentar si quiera cumplirlas.

Esas palabras calaron muy en el fondo del artista. El muchacho tenía razón y se sentía patético por haber estado 28 años de su vida convenciéndose a sí mismo que era imposible que lograra su objetivo.

-Akihiko-san ¿Tú tienes algún sueño?- pregunto viendo a las estrellas.

-A decir verdad si, desde siempre me han fascinado los pokémon fantasma y toda mi vida eh deseado poder atrapar alguno pero nunca eh ido más allá de ciudad Viridian… digamos que hay alguien que nunca me ah apoyado en eso y por esa razón nunca intente cumplirlo.

Misaki pensó un poco en eso después una idea le vino a la mente.

-¡Viaja conmigo!- exclamo de pronto.

-¿Eh?

-¡Viaja conmigo! Es decir… yo recorreré toda la región buscando conseguir las 8 medallas y obligatoriamente pasare por ciudad Lavander. Ese lugar es conocido por la torre pokémon que es un cementerio pero se rumora que en el último piso hay pokémon fantasma.

La razón por la cual proponía esa idea era que le gustaría ayudar a ese hombre a cumplir lo que siempre había deseado además de que le seria doloroso despedirse de él en ciudad Plateada que es donde el habitaba.

Akihiko también se quedo meditando eso y trato de encontrar una razón por la cual negarse pero no encontró ninguna además que debía admitirlo no quería separase de ese muchacho que lo tenía fascinado.

Sonriendo dio la afirmativa a su propuesta y decidieron descansar por lo que restaba de la noche y mañana partirían a la ciudad y por lo que decía Akihiko estaban aproximadamente a unas 4 horas de distancia.

Ya lo tenía todo planeado. Después de que Misaki lograra vencer al líder de gimnasio le diría al idiota de su padre que se largaba de esa jodida ciudad para acompañar al pequeño y cumplir su sueño de obtener un pokémon fantasma y otro más que se había sumando el cual era conquistar el corazón del joven castaño que lo había enamorado en una sola noche.

 

Notas finales:

Aclaraciones:

*(1)* Después de mucho pensarlo Jime decidio ponerle a Misaki la ropa que lleva Ash (Satoshi) en las primeras 5 temporadas.

http://images2.wikia.nocookie.net/__cb20110515085254/pokemontowerdefense/images/9/9e/AshKetchum.png

*(2)* Tiene puesta la ropa de Gary Oak (Shigeru) porque Jime penso que seria mejor para mostrarlos más apegados a la rivalidad que tienen. http://1.bp.blogspot.com/_KPkhcgC5xjU/Rn6g9EeoXgI/AAAAAAAAAAc/iUKAVTHI1R4/s320/gary1.gif

*(3)* Jime le cambió a Sumi Keiichi el apellido por que Jime no quiso sacar al profesor Oak de la parodia así qeu como Gary es el sobrino de el profesor le tuve que cambiar el nombre a Keiichi.

Mapa de la reguion Kanto y pokedex:

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/b/b7/Pok%C3%A9dex_GenI_Kanto.png

http://pokedream.com/games/fireleaf/worldmap/worldmap.png

Bueno pasemos a lo siguiente: La prronunciacion de los nombres. Jime en los videojuegos tenía la costumbre de ponerles nombre a sus pokeon pero todos eran con pronunciacion en ingles y como se dieron cuenta es la inicial del pokemon junto con la ultima sílaba.

-V'saur: se pronuncia Bisaur

-P'chu: se pronuncia Pichu (Curiosidad: la pre evolucion de pikachu es pichu pero aqui solo es la region Kanto por lo que no hay ningun pichu poruqe fue metido en la segunda generacion.

-M'Pod: se pronuncia Empod

Bueno por ultimo Jime les deja imagenes de los pokemon qeu fueron mencionados:

Bolbasaur y Venasaur: http://4.bp.blogspot.com/_b3Ah1T8M1oY/S0jmTgPDW3I/AAAAAAAAAIA/qlg-G5DPt6o/s320/001Bulbasaur.png

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/b/be/Venusaur.png

Charmander:

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/5/56/Charmander.png

Pidgey y rattata:

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/b/b7/Pidgey.png

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/c/c4/Rattata.png

Psyduck, tauros y rapidash:

http://soluciones.solucionesytrucos.org/pokedex/psyduck.gif

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/9/98/Tauros.png

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/0/01/Rapidash.png

Metapod y butterfree:

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/6/6b/Metapod.png

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/9/96/Butterfree.png

Nidorino y nidorina/ nidoran (macho y hembra):

http://images.wikia.com/es.pokemon/images/c/c8/Nidoran%E2%99%80.png

http://1.bp.blogspot.com/_94RuXVxDw6Q/SiKUTrD6mMI/AAAAAAAAAkc/

RjnMVF1g6uU/S230/nidoran_m.jpg http://fc01.deviantart.net/fs70/f/2010/340/4/a/nidorino_and_nidorina_by_tarripin-d34d6on.jpg

Ok antes que las notas finales sean más largas qeu el capitulo Jime se despide y es su decicion: ¿Este fanfic debe continuarse o quedarse en el olvido? !Dejen su respuestas, dudas y comentarios en un review!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).