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Las sombras en su habitacion. por ShimaAndYuu

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Notas del fanfic:

Este el primero que subo (por favor no sean malos conmigo).

Espero que les guste, son solo dos capitulos :)

A leer ps...

-                     Axel, eres tan divertido, hahaha… -dijo una chica que estudiaba en mi salón.

 

Sonó el timbre y todos los que estaban a mí alrededor se dispersaron; ellos no son mis verdaderos amigos, solo me buscan porque soy esa clase de “chico popular”.

Se termino el recreo y estoy de vuelta en mi escritorio viendo hacia la ventana.

 

-                     ¡¡¡¡ Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyy!!!!  Me duele, me duele, me duele…

-                     Presta atención Axel. –decía la señorita Francy, era estricta pero una buena profesora.

-                     ¡¡ No tenia que golpearme con el libro en la cabeza!!... –Respondía yo con un enorme dolor craneal.

 

Eso me pasaba casi todos los días en su clase.

Rin Rin…, volvió a sonar el timbre, pero esta vez indica que es la hora de salida.

 

-                     ¡Axel! ¡Axel! Espera… -Esa chica otra vez. En realidad no se como se llama, pero su casa queda camino a la mía, exactamente dos calles antes; así que siempre la acompaño cuando salimos de la escuela.

 

Me tomó por el brazo y nos fuimos caminando. Es extraño que alguien que a quien nunca le pregunté su nombre me lleve del brazo, pero supongo que está bien porque ella cree que la conozco.

-                     ¿Cómo te fue en la escuela Axel? –pregunta mamá.

-                     Otro día igual a los otros, madre. –respondo yo.

-                     Descansa hijo, tengo que salir unas horas, no me esperes despierto. –dice mi madre despeinándome.

-                     Está bien mamá, me iré a mi habitación.

 

Mi madre siempre sale de noche a atender a unos “clientes”. Lo entiendo muy bien. Si, mi madre es prostituta, pero a mí en realidad no me molesta su trabajo.

Así que camino a mi habitación, entro y me acuesto mirando al techo en donde hay muchas hermosas estrellas que yo mismo pinté.

Me quedé en un sueño profundo.

 

 

Me levanté temprano para ir a la escuela (de nuevo), seguro hoy será otro día igual a los otros.

Son ya las 10:05 a.m., hora del recreo; mientras un grupo de chicos y chicas me rodeaban y hablaban y reían de cosas absurdas con gran hipocresía, escuché un golpe. Un chico de un grado mayor resbaló y cayó en el suelo del patio.

Fue una excusa perfecta para alejarme de todas esas personas.

 

-                     ¿estás bien? –pregunté.

-                     Si, solo fue un acciden…

 

Se desmayó en el suelo. Sangraba por una aparente herida en el pecho.

Aun no sé cómo, pero levanté su cuerpo y lo llevé a la enfermería.

 

-                     Hay que llevarlo al hospital –decía una enfermera asustada.

 

Vi al chico salir en una camilla y la ambulancia que lo llevaria al hospital.

La doctora de la escuela me explicó que había perdido mucha sangre por una herida que tenia en el pecho, al parecer hecha por un accidente domestico.

Decidí donar un poco de mi sangre a ese chico.

 

Por los próximos tres días me empezaba a preocupar porque no lo había visto. Pero entonces lo visualicé en una banca del patio.

 

-                     ¿Así que no te moriste? –dije bromeando.

-                     ¿um…? Hola, no fue nada. Me ha pasado varias veces. –respondió un tanto nervioso.

-                     Pues que bueno que estés bien.

-                     Si, seguro. –decía él, aun nervioso.

-                     Y… ¿Cómo te llamas? –pregunté.

-                     Me llamo Ian. –respondió estrechando mi mano.

-                     Soy Axel, es un placer conocerte.

 

Desde ese día nos encontrábamos en esa banca, a la misma hora. Me di cuenta de que era el primer amigo real que tenia; hablábamos largos ratos de muchos temas y era en serio divertido.

 

Un día la chica que yo solía acompañar hasta su casa no fue a la escuela. Ian se ofreció a acompañarme hasta mi casa; primero lo dudé, pero luego me convenció esa mirada penetrante que Ian tenia.

 

Fuimos hasta mi casa y jugamos un juego que estaba de moda en la escuela: “preguntas y respuestas”. Si, lo sé, es aburrido; pero solo queríamos que pasara el tiempo. Comenzó Ian:

 

-                     ¿A tus cortos 15 años, ya te diste tu primer beso?

 

Me quedé pensando y respondí:

-                     Tú también tienes 15, porque estés en un grado mayor no significa que hayas vivido eso –estaba totalmente sonrojado.

Ian no entendió muy bien. Así que volvió a preguntar:

 

-                     ¿Te diste tu primer beso?

-                     N…no –respondí nervioso.

-                     Yo tampoco –dijo Ian. - ¿Qué tal si… que tal si lo… intentamos?

-                     ¿Ahm?... pero, somos barones, no sé mucho de eso pero, normalmente es entre un chico y un chica.

Ian volvió a mirarme con sus hermosos ojos grises, así no pude negarme. Además, quería saber lo que se siente besar a alguien sin estar en contra de tu voluntad.

 

Se acercó, se acercó más…

Primero cerramos los ojos, Ian tomó mi rostro en su pequeña mano. El silencio era tan profundo que escuchábamos nuestros latidos.

 

-                     Axel, ¿sientes eso? –preguntó Ian.

-                     ¿a que te refieres? – pregunté yo.

-                     Tu sangre corriendo por mis venas.

-                     No… no digas tonterías y terminemos esto de una vez. –respondí cortante.

 

Juntamos los labios, pero pensé que eso no era suficiente, así que continué apretando sus labios con los míos. Ian me correspondía perfectamente. Los movimientos eran lentos, delicados, nerviosos. Ian se retiró y dijo:

 

-                     Tu boca está caliente y mis dedos tienen frió.

 

Su dedo índice y medio entraron en mi boca.

 

-                     Saboréalos Axel –dijo Ian – te mentí, esta no es la primera vez que beso a alguien.

 

Intenté sacar sus dedos de mi boca, jalé su brazo hacia fuera, pero tomó mi brazo y volvió a besarme. Esta vez llegó a todos los rincones de ese espacio de mi con su lengua; tan suave, hacia que la mía también quisiera jugar un poco.

 

-                     Axel… muérdeme los labios – susurraba Ian en mi oído.

 

Narra Ian:

 

Axel se acercó y realizó la petición que le hice; empezó a llorar. Me abrazó y jalaba mi uniforme como no quisiera que me separara de él. Entonces entendí que la situación era un tanto dolorosa para el, pero después de un rato se calmo y me dijo algo que yo no esperaba.

 

-                     sígueme –dijo Axel.

 

Subimos unas escaleras, llegamos a una habitación. Axel me empujo hacia la cama y desanudó su corbata. Supe lo que iba a pasar, y en realidad estaba feliz porque yo estaba enamorado de él desde que entré nuevo a la escuela. Por eso estaba tan contento de que se convirtiera en mi amigo. Las palabras se escaparon sin permiso y dije:

 

-                     Axel, te… te amo.

-                     Shh… no digas nada. –me respondió.

 

Narra Axel:

 

Yo no sabia lo que estaba haciendo. Desabroché su camisa con los dientes y en cuanto su pecho quedo al descubierto me asusté. Detuve mis movimientos y estuve sentado en la orilla de la cama.

 

-                     ¿Qué pasa? –me preguntó Ian.

-                     Lo siento… me da miedo hacer esto. –respondí.

-                     Entonces… ¿también es tu primera vez?

-                     No exactamente… - respondí - ¿somos amigos cierto?

-                     Por supuesto que si Axel. – respondió Ian.

-                     Entonces puedo contártelo. – comencé una confesión –cuando tenia 13 yo… yo fui… abusado por mi padre.

 

Ian m miró fijamente y yo continué:

-                     decirle esto a alguien es muy difícil; no puedo continuar.

 

Ian no decía nada. Cerré los ojos y él se colocó cerca de mí, respiraba en mi cabello.

 

-                     yo te trataré con delicadeza… My princess – me dijo Ian.

 

Terminó de quitarme la corbata y desabrochó mi pantalón. Miraba mi miembro fijamente y lo sostuvo en su mano. Comenzó a moverla de arriba a abajo. Gemí un poco. Jaló mi cuerpo hacia atrás, se posicionó sobre mí, me desnudó completamente y él también lo hizo. Estuvo dentro de mí, el dolor no era más que el placer.

 

Narra Ian:

 

Axel no podía gritar, se ahogaba en sus propias lágrimas y las palabras se aprisionaban en su garganta. Sabía que el dolor lo poseía, pero aun así me pedía mas, que no me detuviera.

Estaba de espalda a mí, se movía mucho, pero no quería presionarlo para que no pensara que estaba haciéndole lo mismo que su padre.

 

Finalmente se calmó. Fue sobre mi entrepierna, introdujo mi sexo en su boca y lo lamía como todo un experto, aun con timidez, sabia muy bien lo que hacia. Primero lento, luego aumentaba la velocidad, hasta que me daba una sensación que provocaba mis gritos. Entrelazaba mis dedos en sus cabellos castaños, y cada vez que me estremesia los jalaba, jugaba con la saliva y de pronto me vine en su boca. Mi semen se confundía en su piel blanca. Lo separe de mi miembro y bese su boca hinchada, con tanta pasión que volvimos a hacer el amor.

 

-                     Axel, te amo. – le dije.

-                     Yo creo que…. También te amo Ian.

 

No pudimos continuar, la madre de Axel llegó. Supimos que debía ser sábado en la mañana…

Nos vestimos con rapidez, me prestó una de sus pijamas. Jugábamos con las manos y al final nos dormimos con ellas entrelazadas…

 

-                     te amo Axel.

 

Narra Axel:

 

Ese “te amo”, quedó resonando una y otra vez en mi cabeza. ¿Podría ser que yo también me hubiera enamorado?

Todo pasó tan rápido, aun no lo entiendo. ¿Qué estaba pensando al tener sexo con mi único amigo?

 

Solté la mano de Ian que aun estaba aferrada a la mía, los dos teníamos los ojos cerrados. Quise abrasarlo, pero cuando busqué su pecho, sentí ese líquido que ya había visto salir de él antes: sangre.

Notas finales:

Gracias por leer, dejen sus comentarios porfis...


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