Capítulo 4.- Ruptura
… en eso estaban cuando de una patada la puerta de su habitación se abrió, la luz se encendió dejando ver al dueño de casa que los miraba con furia
- Fuera AHORA!!!!! – gritó Aioros lanzándole a Ikky sus pantalones, mientras Seiya intentaba cubrirse con las sábanas, esto era por demás humillante, el peliazul no sabía que hacer, no quería dejar a Seiya así en especial ahora que Aioros estaba tan furioso por lo que se puso los pantalones pero se paró estoicamente frente a su castaño bloqueándolo de la vista de Aioros
- Dije fuera Fénix – amenazó el dorado arquero que temblaba de la rabia, estos chiquillos insultaban su inteligencia, qué creían que él era idiota o qué???
- No… no me voy a ir hasta que usted se tranquilice – dijo firmemente el peliazul mientras Seiya buscó por ahí algo de ropa y se puso sus pantalones de pijama que nunca usaba pero que estaban por ahí y una camiseta cualquiera
- Maestro… - intentó hablar el Pegaso pero fue interrumpido
- Cállate… fuera de aquí Ikky antes de que pierda la poca paciencia que me queda – el cosmo de Aioros era visible de lo furioso que estaba
- Pero Maestro…
- Dije que te callaras Seiya... y tu… sal de aquí antes de que te atraviese con mi flecha dorada y te quite lo que tienes de hombre
- Me iré cuando usted se tranquilice, no voy a dejar así a Seiya – Ikky no se inmutó ante las amenazas del guardián del noveno templo y le sostenía la mirada
- De cuál fue la idea?, tuya verdad?, mi hermano te ayudó? – Aioros le lanzó los chocolates a Ikky que ni se movió y seguía cubriendo a Seiya
- Nada de esto pasaría si usted no se metiera en nuestros asuntos – respondió Ikky desafiante
- No dejaré que corrompas a Seiya, no vas a hacer con él lo que a ti te de la gana, quién te crees que eres??, fuera de aquí Fénix, LARGO!!!
- Yo no lo estoy corrompiendo que no se da cuenta?
- Tu no lo vas a herir, no le pondrás un solo dedo encima otra vez, lárgate Fénix – Ikky sería mirándolo altanero y arrogante, aún no decidía que era lo que haría y hubo un silencio muy tenso por unos cuantos segundos que fue roto por el Pegaso
- Si él se va yo me voy con él – Seiya habló con una seguridad única, hasta ese momento había estado de pie medio escondido detrás de Ikky pero al decir esto se paró delante de su novio y levantó su cabeza en actitud desafiante reflejando la del Fénix, eso al dorado arquero le llegó al alma
- SEIYA!!! – Aioros no podía creer lo que estaba pasando
- Esta situación no da para mas Maestro – el tono del Pegaso era decidido, no era ofensivo pero el hecho de que se atreviera a enfrentarse a él por el Fénix… llegar a esos extremos… Aioros endureció aún mas de ser posible su postura y sentenció en voz baja
- Si eso es lo que piensas, pues… lárgate tu también, no eres digno de este templo ni de la armadura dorada de Sagitario, desaparece de mi vista Seiya – Aioros nunca había empleado un tono tan frío como lo hizo ahora, sea lo que sea que el Pegaso hubiera esperado como reacción de su maestro, esto… sobrepasaba cualquier cosa y no sabía que hacer, el joven castaño sorprendido susurró:
- Maestro…
- Dije fuera… los dos…
Seiya se quedó mudo y no sabía que mas hacer, no lo podía creer, Ikky tomó su mano y lo jaló, pasaron junto a Aioros que no dijo nada, ni se volteó a verlos siquiera mientras los dos jóvenes pasaron y cruzaron el templo, en la salida se encontraron con Aioria y Shaka que llegaban a la carrera cuando sintieron la conmoción en el templo de Sagitario, al ver a Ikky que estaba usando solo sus pantalones y a Seiya que igual estaba vestido con ropas ligeras fue muy claro lo que había pasado, el joven castaño estaba peleando las lágrimas, nunca había visto a Aioros tan molesto y decepcionado, eso era lo que estaba su maestro… decepcionado… por qué tenía que ser todo tan complicado?
- Aioros? – preguntó Aioria a Ikky que solo señaló el templo a sus espaldas, el León dorado le mocionó al Fénix para que baje las escaleras y su aprendiz solo asintió, abrazó a Seiya y empezaron a bajarlas lentamente, ahí el Pegaso ya no se pudo contener y amargas lágrimas rodaban por sus mejillas, Ikky trataba de calmarlo pero sin éxito, el joven estaba despedazado
Aioria entró al templo de Sagitario y vio a su hermano mayor parado en medio del salón con expresión sombría
- Aioros?
- Cómo pudiste?, cómo pudiste hacerlo Aioria?, tu sabías lo que yo siento por todo esto, tu sabías que Ikky no es para Seiya, tu sabías todo y… los ayudas?, a burlarse de mi… a hacer lo que les venga en gana… a drogarme?
- Aioros por favor…
- De todas las cosas que esos dos pudieran hacer para intentar burlarme, nunca pensé que mi propio hermano les ayudaría de esta manera tan vil y baja… Aioria… lárgate tu también… preferiste a tu aprendiz que a tu propio hermano, si ese muchachito lastima a mi Seiya será tu culpa
- Hermano por favor
- Vete de una vez
El castaño mayor solo se dio la media vuelta y fue templo adentro dejando a su hermano parado sin saber que hacer en la sala, el león dorado apretó los puños y bajó las escaleras con Shaka que prefirió no meterse en este asunto y se quedó en el templo de Virgo dejando que Aioria soluciones todo este rollo, el león dorado fue directamente a su templo en el que vio a Seiya que lloraba con desesperación en brazos de Ikky que intentaba consolarlo sin éxito
- Qué te dije Ikky?... que trajeras aquí a Seiya no que te quedaras allá – reclamó Aioria con rabia a su aprendiz
- Lo siento
- Esto ahora es un problemazo Ikky, Aioros está furioso, cómo es que no impidió que Seiya saliera del templo de Sagitario?
- No… me dejó… venir…, me botó… del templo…, me dijo… que… me largara… - explicó el joven entre sollozos
- Ohhhh… bueno… lo hecho, hecho está, mejor vayan a la habitación, ya pensaremos que hacer en la mañana, esperemos que mi hermano se calme para poder arreglar esto
- Gracias Maestro
- No me digas nada tu… pedazo de imprudente… te dije que no comieras ansias, mejor ya vayan a acostarse, es tarde – Aioria estaba todo molesto pero no tenía sentido desquitarse con los muchachos especialmente viendo lo mal que estaba Seiya
Ikky bajó la cabeza y llevó a Seiya a su habitación, eso era lo que debió haber hecho en primer lugar, Aioria si se lo dijo y ahora por su irresponsabilidad todo se había complicado, Seiya lloró en los brazos de Ikky casi toda la noche, cerca del amanecer fue que se quedó dormido del cansancio, Aioria los levantó temprano en la mañana, Seiya se veía fatal, estaba todo triste, no desayunó, solo se duchó y con ropa prestada de Ikky pasó la mañana acurrucado en el sillón de la casa Leo, era domingo, su día libre pero al castaño no le apetecía hacer nada, estaba muy mal y se entristeció aún mas cuando supo que Aioros había tomado una misión y estaría fuera del Santuario dos semanas, cuando se enteraron de eso a Aioria no le quedó mas remedio y habló con el Patriarca, la verdad hasta ahora habían manejado este asunto sin involucrar a nadie pero ya no era posible, Seiya no podía quedarse indefinidamente en casa de Leo si su maestro lo había echado, en esos casos por lo regular habían sanciones disciplinarias a los aprendices rebeldes pero este caso era discutible, Seiya no había descuidado sus obligaciones con el templo o la Orden, el problema era personal, por ende todo este caso era diferente
El Patriarca Shion consultó a los caballeros dorados que no tenían aprendices si se podían hacer cargo de Seiya, ningún caballero dio una negativa explícita pero si demostraron preocupación la reacción de Aioros, finalmente fue Shura de Capricornio el que dijo que el joven Pegaso no puede quedar a la deriva y que él lo acogería en su templo pésele a quien le pese, si Aioros se enojaba pues muy su problema, el caballero de Bronce había demostrado una y otra vez su fidelidad a la Diosa Atena y este asunto se había salido de toda proporción, con la bendición del Patriarca Seiya recogió sus cosas del templo de Sagitario que había sido su hogar por mas de dos años y se mudó al templo de Capricornio donde un sonriente Shura lo recibió de la mejor manera
- Ya instalado? – preguntó el Santo dorado de Capricornio asomando su cabeza en la habitación que ahora la ocuparía Seiya y estaba acomodando sus cosas en el closet
- Si Maestro, gracias – respondió el castaño con algunas prendas de vestir en sus manos
- Bueno, ve a lavarte que la cena ya está lista, no eres alérgico a nada verdad?
- No… solo a las picaduras de insectos
- Perfecto, hoy tienes que comer bien y descansar porque mañana te voy a evaluar – dijo Shura con una sonrisa algo extraña
- Está bien – respondió el nuevo aprendiz de Capricornio algo inseguro, qué diablos le iba a evaluar su nuevo maestro??
- Shyru viene a cenar, también invité a Camus y a Hyoga, yo se que dicen que Camus es extraño pero nosotros nos llevamos bastante bien, tu sabes… vecinos y todo eso, quieres llamar a Ikky?
- Puedo llamarlo? – Seiya sonrió y sus ojos le brillaron
- Claro pequeño, ya hablaremos de eso pero el Fénix es bienvenido en este templo en especial si te ayuda a lavar la loza que como yo cociné a ti te toca
- Gracias Maestro – respondió el castaño con una amplia sonrisa de agradecimiento
Shura en verdad mantenía un ambiente mucho mas relajado que el que mantenía Aioros, Shyru iba muy seguido a su templo y el santo dorado de Capricornio dejaba salir a Seiya sin problema, solo le decía que vuelva temprano pero no lo vigilaba en lo mas mínimo, además, los entrenamientos con Shura era por demás agotadores, si Seiya no dormía temprano al día siguiente no podía con el entrenamiento por ende no podría ver a Ikky, las reglas de Shura eran simples en teoría, si Seiya no cumplía a satisfacción en el entrenamiento lo mandaba a dormir luego de cenar, el problema era que los entrenamientos del Santo Dorado de Capricornio eran por demás agotadores, mucho mas que los de Aioria y eso que el León Dorado le sacaba el aire, literalmente, a Ikky, entonces hasta que Seiya cogió forma y agarró ritmo si habían noches en las que no podía ver a Ikky pero esto le motivó a esforzarse mas, Shura estaba muy complacido con los resultados, Seiya era fuerte y ágil, anticipaba muy bien los movimientos en batalla, ahora estaban practicando tácticas de evasión e infiltración para las que el castaño resultó un muy buen discípulo
Seiya en términos generales estaba mas tranquilo pero triste, en extremo triste, la partida de su maestro le hizo mella en el alma, la manera como lo miró cuando le dijo que se largara del Templo lo perseguía y eso no le dejaba vivir, se sentía como un completo fracaso, Ikky trataba de animarlo pero no podía, Seiya cayó en un estado depresivo muy fuerte, al fin de cuentas Aioros era lo mas cercano que tenía el castaño a un padre, ni los entrenamientos lograban distraerlo del todo, las dos semanas se cumplieron y el santo dorado de Sagitario no volvió, una semana mas pasó y de Aioros ni el polvo, Aioria estaba muy preocupado porque nadie sabía nada de él
Una de esas noches Seiya estaba en la habitación de Ikky, los chicos estaban acostados en la cama, escuchando música suave y abrazados, ahora pasaban algunas noches de la semana juntos, Aioria no se oponía pero en contra de todo pronóstico aún no habían tenido sexo, Seiya no estaba de humor y no podía, decía que en una extraña manera sentía que estaba traicionando a su maestro a algo así, Ikky si se moría de ganas de poder hacer el amor con Seiya pero entendía que ahora su castaño se sentía frágil, si él insistía lo mas probable era que Seiya lo acusara de quererlo solo para satisfacer sus instintos y le diría que su maestro tenía razón cuando no era así, en verdad que la paciencia no era una de las virtudes del poderoso Fénix pero no iba a presionar a Seiya ni mucho menos, le iba a demostrar que lo amaba, que no solo quería revolcarse con él, Aioria lo sabía… sabía que esos dos no hacían nada en las noches y francamente estaba sorprendido por la actitud de Ikky y cuando se lo preguntó su aprendiz solo sonrió y le dijo
- Yo quiero que Seiya se entregue a mi porque quiera hacerlo, porque me ama y no soporta la idea de estar lejos de mi, no quiero que lo haga porque ahora tenemos la libertad para hacerlo, en estos momentos… mi Seiya no está bien, está muy deprimido y si lo presiono con esto lo mas seguro es que acepte para luego arrepentirse, yo quiero que su primera vez sea especial, quiero que lo recuerde toda la vida, no quiero que me guarde rencor o que la culpa que siente nos separe, tampoco quiero hacerlo cuando le de un arranque de rabia o depresión, yo lo amo, es simple Maestro, me gustaría que Aioros lo entendiera, no sé que le hice en esta o en otra vida para que me odie de esta manera, la verdad que no lo entiendo
- Vaya…, en verdad lo amas
- Si… en verdad lo amo, además de mi hermano, Seiya es la persona mas importante de mi vida, sin él… nada tendría sentido, yo creo que terminaría lejos de aquí, no soportaría estar en este mismo lugar pero lejos, usted me entiende Maestro
- Solo esperemos que Aioros lo acepte
- Hasta cuando cree que Seiya lo va a aguantar??, él es sensible como Shun, es muy fuerte pero tiene sus puntos flacos y uno de esos puntos es la familia, lastimosamente para Seiya, su maestro cae en esa categoría, por eso le duele tanto lo que está pasando
- Lo se…
Al cabo de tres semanas mas casi a los dos meses de ausencia Aioros volvió para encontrar las novedades que para él no eran nada alentadoras, la noche que llegó a su templo lo primero que hizo fue ir a la habitación del castaño, el corazón se le encogió cuando vio el armario vacío y todo perfectamente en su lugar, Seiya era bastante despreocupado y despistado y su habitación no era lo que podría llamarse ordenada, al ver su templo casi inmaculado una ola de tristeza lo envolvió, luego se enteró que su antiguo aprendiz estaba en el templo de capricornio, bueno… pensó el dorado arquero, eso era algo, por lo menos no estaba en el templo de Leo viviendo con Ikky, al día siguiente el Patriarca fue el que le dio todos los datos, mandó llamar a Shura para un informe completo de Seiya y hablaron por mas de tres horas sobre los entrenamientos, cuando los dos caballeros dorados salieron del recinto del Patriarca, Aioros se moría por preguntar mas datos sobre su aprendiz pero no se atrevía
- Seiya está bien… te extraña mucho pero está bien – dijo Shura como quien no quiere la cosa, él sabía que Aioros se moría por preguntar pero no se atrevía
- Me extraña?, por favor Shura, ahora que yo no estoy debe bailar de felicidad
- Lo lógico sería pensar que es así pero no lo hace… Seiya ha estado muy triste últimamente, nada lo anima, tu sabes que Shyru es uno de sus mejores amigos y él me ha contado que sufre mucho por tu indiferencia, se culpa de lo que pasó y te extraña Aioros, en serio te lo digo
- Tiene a Ikky que le consuele no?
- No te creas… no te voy a mentir en esto aunque no debería decírtelo la verdad pero… Ikky si viene seguido a mi templo, se ha quedado a dormir también, Seiya baja al de Leo pero hasta donde yo se ellos no lo han hecho, tu sabes de lo que estoy hablando
- Pues tienes razón, no te creo
- Lo hablé con Aioria que le preguntó a Ikky y se lo confirmó, Seiya no es necesariamente muy comunicativo conmigo, aún no me tiene confianza por lo que si él no me lo cuenta yo no se lo pregunto… pero tu partida, mas bien dicho, como se dieron las cosas llevaron a tu siempre alegre aprendiz a una depresión de la que hasta ahora no ha podido salir, está mas delgado y eso que yo le insisto que debe comer y tiene problemas para dormir, no lo entiendes Aioros?, tu no solo eres el Maestro de Seiya, estos muchachitos son huérfanos, además tienes que tomar en cuenta la historia del Pegaso con la armadura dorada de Sagitario, el hecho de que ahora tu estés aquí, él… siempre te admiró, hasta podríamos decir que te idolatró, yo recuerdo cuando recién vinieron al Santuario estaba tan feliz de que tu serías su maestro, con el pasar del tiempo la relación de ustedes se solidificó, tu eres su modelo a seguir, su padre y en las pocas cosas que me ha dicho al respecto él cree que te ha decepcionado, que ha decepcionado a quien admira mas en el mundo, entiendes ahora lo que el pobre muchachito está sufriendo?, y si te pones a pensar la situación es por una tontería, él es joven, impulsivo y está enamorado, quiere tener sexo con su novio, es muy normal, no te niego que son jóvenes y por ende inocentes pero… déjale vivir su vida
- Es lo que hice al irme no?
- No… eso no fue lo que hiciste, al irte tu le generaste un sentido de culpabilidad de tal magnitud que no le deja vivir, él ama a Ikky pero no se siente libre de hacer el amor con su propio novio porque piensa que estaría defraudándote, la situación es complicada, Seiya los necesita a ambos en su vida para ser enteramente feliz, a ti como su padre, su maestro y a Ikky como su pareja, si alguno de los dos le falta… pues se siente incompleto, no lo vez??
- Tu lo haces sonar como que todo es mi culpa y no es así, Ikky fue el que lo destruyó todo, él fue el que interrumpió todo y se metió en la vida de Seiya, todo estaba bien hasta que él llegó – dijo Aioros con rabia
- Por qué lo dices?, qué hizo Ikky?, cómo cambió Seiya?
- Antes de que ese cretino empezara a buscar a Seiya, mi muchachito me lo contaba todo, me tenía confianza, apenas empezó a salir con Ikky todo cambió, salía del templo a hablar por teléfono, empezó a cerrar su puerta en las noches y andaba en los cuchicheos con Shun, ya no me contaba nada y se iba alejando poco a poco de mi, ya no me tenía confianza y todo cambió, empezaron los problemas y las discusiones siempre por el mismo motivo… Ikky…
- No te has puesto a pensar que si Seiya no te contaba nada es porque tu eres muy obvio cuando se trata del Fénix??, se te nota a leguas que lo odias entonces lógico cómo te va a contar tu aprendiz sus cosas si sabe que apenas abra la boca tu le vas a saltar al cuello
- Eso no es cierto
- Si es cierto, mira… Seiya es joven y está enamorado por ende no escucha razones, lo único que puedes hacer es escucharlo, apoyarlo y prepararlo para lo que va a hacer, no puedes cerrar los ojos Aioros ni negarte a la realidad, tu aprendiz ya no es un niño, dale un poco de tiempo que le pase la tristeza y lo embargue la ira y lo primero que va a hacer es ir a acostarse con su novio
- La ira?
- Si… si ahora que se entere que tu ya volviste y tu sigues en el mismo plan y no lo escuchas ni nada y no logran arreglar la situación, a Seiya le va a pasar la pena y la culpa que siente, se va a morir del coraje y adivina que va a ir a hacer para que se le pase?
- Entonces según tu lo único que puedo hacer yo es aplaudir mientras veo impasible como Ikky se mete en su cama y luego de un tiempo cuando se aburra lo bote??
- No seas tan radical, pero si… es lo único que puedes hacer si no cambias de actitud, si trataras de abrirte un poco y aceptar la situación podrías hablar con Seiya, pero hablar Aioros, lo único que han hecho ustedes dos es discutir, yo se que lo que quieres es proteger a Seiya pero en este punto para eso debes lograr que tu discípulo vuelva a confiar en ti y te cuente sus cosas, si ellos ya lo han decidido buscarán la oportunidad y lo harán, a Seiya no lo puedes detener, amarrar, enviar a una isla desierta o asesinar a Ikky y hacer que parezca un accidente, el hecho de que nosotros hayamos crecido solos y nos hicimos hombres a fuerza de golpes no significa que tiene que ser igual para estos muchachitos, tu crees que Docko saltó de felicidad cuando yo empecé a salir con Shyru, ahí donde lo vez me tuvo una tarde entera amenazándome, me dijo que usaría cada una de las armas de la armadura dorada de libra por cada lágrima que su aprendiz derrame por mi culpa
- Tu amas a Shyru, es diferente
- Ikky ama a Seiya, no hay diferencia, es más yo soy mucho mayor a mi dragón, no sabes como desearía poder llevármelo a mi templo a vivir conmigo pero si se lo insinúo a Docko o al Patriarca esos dos me cortan en mil pedacitos o algo peor
- No, no, no, no… tu tampoco lo entiendes y no me cambies el tema, Ikky no ama a Seiya, solo va a lastimarlo para luego abandonarlo
- Esa es solo una de las posibilidades que yo en lo personal la considero poco probable, pero en la realidad y en los actuales momentos mas lo lastimas tu al oponerte, que no te das cuenta?
- Dónde está ahora Seiya?
- En mi templo, lo dejé entrenando, es un buen chico se alegrará de verte si vas por ahí
- Ahora no, Shura por favor dile que… no… mejor no le digas nada
Aioros bajó las escaleras y rodeó el templo de Capricornio, no quería ver a su aprendiz o que él lo viera, todo esto era bastante complicado, al llegar al templo de Sagitario, el dorado arquero se encontró con Aioria que lo había estado esperando y se puso de pie al verlo llegar
- Solo escúchame Aioros, necesitamos hablar – dijo el León dorado en tono conciliador
- Tu dirás – contestó muy seco el castaño mayor
- Ya estás un poco mas tranquilo?, podemos hablarlo realmente ahora?
- Qué quieres Aioria?, si has venido a abogar por Ikky déjame decirte que ya Shura te ganó, aparentemente tu aprendiz es un santo que está en la espera de una canonización
- Contigo no hay como, definitivamente no hay como… qué te hizo Ikky por todos los Dioses?
- No lo entenderías
- Qué no voy a entender?, qué demonios pasa?, tu no eres así… por qué estás tan cerrado en este asunto?
- Ikky solo va a lastimar a Seiya, yo lo sé
- Hermano… pero cómo… ohhhh… ya veo… soy un estúpido, cómo no me di cuenta?, tu crees que lo que te pasó a ti le va a pasar a tu aprendiz verdad?
- Me equivoco acaso?
- Si… te equivocas, no puedes comparar a Ikky con Saga, por todos los Dioses hermano, el uno no tiene nada que ver con el otro
- Por favor Aioria, si son idénticos, la historia volverá a repetirse pero yo no voy a permitir que Seiya sufra lo que yo sufrí
- La historia no volverá a repetirse, las situaciones son totalmente diferentes, tu estás influenciado en contra de Ikky, mira hermano… yo se que en ese tiempo Saga estaba enloquecido por el poder y cuando te vio como un obstáculo en sus planes te mandó matar, a él no le importó nada pero no tiene nada que ver eso con Ikky, yo se y entiendo que tu amabas a Saga pero como te dije las cosas no son así, el amor que se tienen esos muchachitos es sano, no interfieras mas, mira lo que has logrado…
- Tu no eres quien para venir a decirme nada a mi, tu no sabes ni la mitad de lo que en verdad pasó con Saga entonces ahórrate tus comentarios – respondió con furia el dorado arquero
- Si no lo se es porque tu nunca has querido contarme, claro yo era un niño pero ahora podemos hablarlo no te parece?
- Qué quieres que te diga?, que yo lo amaba, lo amaba tanto que le entregué todo de mi, yo confiaba absolutamente en él, yo no sabía que él había usurpado el lugar del Patriarca, estaba tan ciego, tan embelesado, encandelillado por él que no me di cuenta de quien era Saga realmente, yo no sabía nada de eso y me enteré después, me enteré de una parte cuando morí y Hades me permitió ver mi vida y el resto lo supe cuando volví a la vida y eso me rompió el corazón nuevamente, él ordenó a Shura matarme, eso es amor?, no lo entiendes tu?, él solo jugó conmigo, se aprovechó de mi amor para hacer de mi todo lo que quiso y yo como gran estúpido lo aceptaba todo con una sonrisa – Aioros hablaba con amargura, él nunca se pudo reponer lo que pasó con Saga
- Aioros… todo lo que pasó contigo, ni siquiera encuentro las palabras para expresar lo que siento, pero cómo comparas a Saga con Ikky?, no lo entiendo
- Ambos tienen el mismo carácter, la misma mirada, la misma postura orgullosa, la misma manera de envolver y convencer, Seiya es muy parecido a mi, un poco mas hiperactivo no te lo voy a negar pero es inocente, como lo fui yo, ingenuo como lo fui yo y está completa y absolutamente enamorado como lo estaba yo, no es mas que una oveja que va feliz sin saberlo al matadero
- No hermano no es así, Ikky lo ama y no lo dañaría
- Como dijo Seiya una vez, en lo único que vamos a estar de acuerdo es que estamos en desacuerdo
- Solo… no te cierres hermano, Seiya te admira y te quiere como a un padre, dale una oportunidad
- Yo quiero a Seiya como a un hijo y todos ustedes me pintan como el malvado de la película, que no entiendes que yo lo único que quiero es ver feliz a mi muchachito?
- Si eso es así… por qué lo rechazas?, por qué te opones a su relación?, no te has puesto a pensar que tal vez son dos cosas muy diferentes lo que tu consideras la felicidad para Seiya y la verdadera felicidad que el cree es Ikky?
- Basta!!!, esta conversación no nos está llevando a ninguna parte y estoy cansado, vete por favor
- Como quieras, pero piensa en lo que hemos hablado
Aioria abandonó el templo de Sagitario y se fue a su templo, Ikky estaba entrenando en el patio, tal como lo había dejado, el León dorado fue adentro y se cambió de ropa, al salir entrenó la tarde con Ikky antes de que este fuera como todas las noches a ver a Seiya, cuando el Fénix llegó al templo de Sagitario se extrañó de ver luces encendidas, sigilosamente ingresó para encontrarse con Aioros que estaba caminando por ahí, el dorado arquero al darse cuenta de la irrupción en su templo y reconocer al infractor lo miró con resentimiento
- Pensé que tus visitas acabarían en este templo al no estar Seiya aquí, él está un templo mas arriba aunque supongo que ya lo sabes – el tono de Aioros era por demás frío
- No sabía que usted había vuelto, vi luces y me pareció extraño por eso entré – explicó Ikky tranquilamente, lo que menos quería era una pelea con el maestro de su novio, si había vuelto no era muy prudente que digamos buscarle bronca, todo por el bien de Seiya
- Bien Fénix, déjame decirte que tienes siempre el pase libre por aquí así que ya vete de una vez – Aioros se volteó para ir a las habitaciones pero Ikky se le adelantó y se paró en frente para preguntarle
- Sabe Seiya que usted ya regresó?
- Si… vino en la tarde
- Ohhh hablaron?
- No… no tenemos nada de que hablar, él te escogió a ti, en esta situación yo salgo sobrando
- Ohhh… pero…
- Ni una palabra mas Fénix, desaparece de una vez de mi vista, ya puedes estar tranquilo – Aioros dijo esto último con mucha rabia
- Tranquilo?, por qué?
- Ya no tienes quien interrumpa tu camino hasta la cama de Seiya, así es que ve… anda… haz con él lo que se te antoje – el castaño miraba a Ikky con un profundo resentimiento, a su criterio este muchachito era el culpable de todo
- Qué le he hecho yo?, le he dado motivo para que desconfíe así de mi?, por qué está convencido de que yo solo me quiero aprovechar de Seiya, eso no es así, yo lo amo…
- Solo el verte… eres… eres… ya vete de una vez
Ikky derrotado atravesó el templo y subió las escaleras hasta la casa de Capricornio y encontró a Seiya sentado en el sillón del salón, si antes estaba triste ahora… en verdad el castaño había perdido todo su brillo, se notaba que se estaba aguantando las lágrimas, trató de sonreír cuando vio a Ikky llegar pero no pudo, el peliazul se sentó a su lado y lo abrazó
- Ya no quiero verte así Seiya – dijo el Fénix en un susurro mientras sostenía a su novio que lo abrazaba y se acurrucaba en su pecho
- No quiso verme… yo fui… hoy… ni siquiera… me recibió… - Seiya peleaba las lágrimas, por qué Aioros le hacía esto??
- Seiya…yo te amo… lo sabes verdad?
- Ajá
- Bien… lo último que quiero en la vida es ser la fuente de tu sufrimiento, yo entiendo que para ti Aioros es sumamente importante, tu maestro, tu mejor amigo, hasta tu padre y los problemas que has tenido con él son por mi causa así que… creo que lo mejor es que dejemos de vernos – Seiya se incorporó en el sofá para encontrar la mirada triste pero decidida del peliazul
- No Ikky no…
- Yo ya no puedo verte así, este no eres tu, dónde quedó el muchacho alegre del que me enamoré?, tu estás sufriendo por todo esto, es mejor si nos separamos
- Pero yo te amo Ikky – protestó el menor tomando las manos del Fénix que levantó una de ella y la besó
- Y yo a ti, pero… si es lo que necesitas para arreglar las cosas con tu maestro pues… ya que le vamos a hacer, él nunca me va a aceptar como parte de tu vida, las cosas no pueden seguir así, te vas a enfermar y yo solo quiero verte bien
- Y por eso terminas conmigo?, para verme bien?, no Ikky no… si tu también me dejas yo me voy a morir
- Tu no te vas a morir, es mejor así – Seiya se puso de pie y empezó a caminar por el salón, todo su mundo se le venía abajo y no había nada que pudiera hacer
- Cómo puedes decir eso?, es que acaso no te importo en lo mas mínimo? – reclamó finalmente Seiya, en sus ojos solo había dolor
- Niño tonto, precisamente porque me importas es porque hago lo que hago, regresa a Sagitario que es tu templo, con tu maestro, yo solo llegué a tu vida a darle un vuelco y no de los buenos, no dudes nunca que te amo pero las cosas tienen que ser así
- No te vayas Ikky… no me dejes… - Seiya abrazó al peliazul que por primera vez en su vida no correspondió el abrazo y se soltó suavemente separando a Seiya de si mismo, besó su frente y solo susurró un “Lo siento” antes de darse la vuelta y empezar a caminar sin voltear a ver atrás
Ikky salió del templo de Capricornio con el corazón destrozado dejando a un deshecho castaño que se abrazó a si mismo y lloraba suavemente sin saber que hacer, por qué todo tenía que complicarse de esta manera?, por qué?, Seiya no lo aguantó mas, fue a su habitación, buscó su mochila que estaba algo gastada, empacó lo que encontró de ropa limpia, tomó todo el dinero que tenía que no era mucho por cierto y salió del templo de Capricornio con todo el sigilo del que fue capaz, el joven trataba de no ser visto, no quería que nadie lo detuviera, Shura no estaba en el templo porque había bajado a cenar con Shyru y Docko lo que facilitó su escape y cual sombra salió del Santuario caminando decidido hasta el pueblo para tomar un autobús o lo que encontrara para salir lo antes posible de ese lugar
A la mañana siguiente la noticia de la desaparición de Seiya recorrió el Santuario entero poniendo a todos en sobresalto, no se había llevado su armadura, no había dejado ninguna nota, no había dicho nada a nadie, Ikky se quería morir ahí mismo al igual que Aioros, no sabían por donde empezar a buscar porque cuando llamaron a Seika a Tokio, la muchacha la noche anterior había empacado sus cosas y solamente había dicho que tenía un viaje que hacer con su hermano y sin mas explicaciones también había desaparecido, la teoría era que ellos quedaron en encontrarse para ir juntos a alguna parte, el problema era que nadie sabía dónde era el “alguna parte”