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BURLANDO AL ARQUERO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, este es el final de la historia, muchas gracias por haberla seguido y espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 5.- Los caminos del amor

 

Aioros estaba hecho una furia, había bajado al pueblo a averiguar si alguien sabía en dónde se encontraba Seiya o si le había escuchado decir algo pero nadie le supo decir nada, lo mas probable es que el Pegaso se marchara en medio de la noche, Ikky quería ir a Japón al orfanato, Seika trabajaba con Miho, tal vez ella supiera algo mas de lo que dijo por teléfono, su castaño no podía desaparecer así como así, el Patriarca llamó a Saori para ver si ella lo podía localizar mediante su cosmo pero la joven Diosa solo dijo que en este caso ella no iba a intervenir, si Seiya no quería ser encontrado pues tenía derecho de tomarse algunos días para pensar su situación y decidir sus próximos movimientos, lo que ellos no sabían era que Seiya ya había llamado a su Diosa para contrale todo lo que había pasado, el caballero de bronce le pidió tiempo, necesitaba pensar las cosas y pasar algunos días con su hermana, Saori se lo concedió y ella mismo arregló para que los dos hermanos fueran a Italia, allí Julián Solo los recibiría inicialmente y luego los enviaría a su casa de la playa

 

En el camino Seiya le contó toda la historia a su hermana mayor, Seika sabía de la relación de su hermano con Ikky, no conocía realmente al caballero del Fénix, lo había visto solo un par de veces y le parecía un hombre por demás huraño, nada que ver con como Seiya lo pintaba, pero la chica prudentemente solo escuchó y abrazó a su hermano que se sentía en verdad muy mal y le hacía falta desahogarse realmente, Seiya estaba necesitado de cariño y hablar con alguien de fuera del círculo que tenga una visión fresca de todo el asunto

- Y ahora?, qué vas a hacer? – preguntó la muchacha que estaba sentada en el césped y acariciaba los cabellos de su hermano menor que tenía apoyada la cabeza en su regazo

- No sé… mi maestro no me considera digno, Ikky me botó, ambos alegan que quieren mi felicidad y me hacen esto?, son un par de idiotas – dijo el castaño con frustración

- Bueno eso si cariño, pero mejor vamos a caminar por la playa, así te distraes un poco y hablamos de otras cosas, no es bueno darle la vuelta al asunto todo el día no te parece?, mejor cuéntame cómo está Shun y Marin, y tu amigo Shyru – ambos muchachos se pusieron de pie y empezaron a caminar, aunque Seika era mayor, Seiya era mas alto y pasó su brazo por los hombros de la muchacha y abrazados caminaban lentamente

- Ohhh ellos están bien, te conté que Shun está saliendo con Hyoga?

- Él es el de Siberia verdad?

- Ajá… Ikky le dice solo pato de los hielos

- Y cómo tomó Ikky que su hermanito tenga novio ahora?

- Pues como te podrás imaginar Ikky odia a Hyoga con pasión pero no se mete en la relación, primero porque cuando todo estaba empezando Ikky tuvo una de esas discusiones épicas con Shun que le dijo muy claro que no le iba a permitir que interfiera, hubieron explosiones, muros rotos y demás fuegos pirotécnicos, ya después cuando las cosas se calmaron y pudieron hablar llegaron al acuerdo de que Ikky mantendría la boca cerrada, después de hablar mucho con él, ya te puedes imaginar lo celoso que es, finalmente lo llegó a aceptar a regañadientes, ahora ya está mas tranquilo con toda la situación, Shun no es ningún botado y se puede defender muy bien, aunque no lo parece mi amigo es digno hermano de Ikky lo que pasa es que su carita de niño bueno te confunde, Shun le hace ver luces a Hyoga y con todo y eso siempre está la presencia intimidante de Ikky que ahora bromea y dice que cualquiera que se involucre con Shun en verdad debe amarlo o es suicida – al decir esto el castaño sonrió muy divertido

- Suicida? – preguntó la muchacha con una sonrisa al ver que su hermano sonreía también

- Si… si alguien osa dañar a su hermanito Ikky lo suicida, bastante simple la verdad – respondió Seiya con una sonrisa, que se le borró del rostro casi inmediatamente al pensar en Ikky, todo esto era muy duro para él

- De armas tomar ese noviecito tuyo ah?

- Pues si, pero ya no es mi novio recuerdas?

- No lo se… yo creo que el solo quería hacer lo mejor para ti, tu maestro también, pero el problema es que nadie te ha preguntado a ti qué es lo que quieres

- Eso es lo que digo yo, la falla es que a mi nadie me hace caso

- Yo te hago caso cariño

- Es que tu si me quieres, pero ya mejor cámbiame de tema, me estreso, como está Miho?...

 

***

Aioros estaba en su templo cuando recibió una visita por demás inusual, Saga de Géminis pidió permiso para ingresar

- Aioros… - dijo el guardián del tercer templo, su tono era fresco pero se sorprendió al escuchar el tono frío con el que fue recibido

- Géminis…

- Vaya, así nos llevamos eh? – dijo el peliazul con una débil sonrisa y meneando la cabeza

- Qué quieres? – dijo como respuesta un muy molesto arquero

- Hablar contigo un momento, puedo pasar?

- No… dime que quieres y vete – Aioros sonaba muy seco y cortante, Saga suspiró, se armó de valor para poder decir lo que quería decir, esto lo había pospuesto desde que vio a su antiguo amor con vida otra vez, pero ahora las circunstancias habían cambiado

- Lo siento – dijo casi en un susurró el guardián del templo de Géminis

- Sientes qué? – Aioros se hacía el desentendido

- Todo lo que pasó, siento que por mi culpa se haya endurecido tu corazón, siento que fui un estúpido que no supo priorizar las cosas, siento haberte engañado y mentido y solo quería decirte que en medio de todo me alegra mucho verte ahora, yo se que en estos últimos años en los que tu has vuelto a nosotros casi no hemos cruzado palabra y eso está bien, yo se que no merezco nada de ti pero solo quiero que sepas que yo… te amaba… en ese tiempo no era yo mismo pero te amaba, cuando me di cuenta del alcance de mis acciones me destrozó el alma el haber hecho lo que te hice, me dejé llevar por mis oscuras ambiciones, ahora que las cosas son diferentes y soy yo mismo otra vez no tienes una idea de lo que siento Aioros, la culpa… es una de las cosas que no me deja vivir, el verte vivo y bien aunque sea de lejos me ayuda un poco

Aioros solo miraba a aquel peliazul que en un tiempo de su vida lo representaba todo, su mirada era distinta ahora, las cosas eran distintas, en todo este tiempo era muy cierto que casi no habían hablado, nunca aclararon las cosas, nunca le pusieron un punto final a todo aquello que les pasó y marcó sus vidas, Aioros era muy joven cuando todo pasó, tenía 13 años y Saga era mayor a él, por eso lo enamoró tan fácilmente, lo utilizó como quiso para luego deshacerse de él cuando el dorado arquero osó interponerse al salvar a Atena

- Por qué me lo dices ahora? – Aioros se cruzó de brazos y miraba fijamente a Saga que lucía tranquilo y empezó a caminar por el salón

- Porque necesitaba decírtelo y tu necesitabas oírlo, la verdad pensé que todo ya había sido olvidado y que tu estabas bien pero luego me enteré de los problemas que tenías con tu aprendiz y bueno atando cabos me pude dar cuenta de la situación, además… todos se pasean frente a mi y creen que no me doy cuenta de las cosas, sabes que en las noches yo sigo sin poder dormir y vi cuando tu aprendiz abandonó el Santuario

- Tu lo viste?, por qué no me avisaste? – reclamó Aioros

- Bueno, Seiya estaba total y absolutamente perturbado, yo creo que hasta lloraba cuando bajaba las escaleras aunque no estoy muy seguro, lo que si el pobre tan distraído estaba que ni me vio, él… necesitaba irse Aioros, necesita tiempo, yo se todo lo que ha pasado por Mu, él me lo ha contado

- Y cómo lo sabe Mu?

- Se lo contó Kiki que se lo contó Shyru pero eso no es lo importante, yo se y entiendo tus reservas, crees que Seiya sufrirá como yo te hice sufrir a ti, bueno… en todo este embrollo tienes razón en una cosa, Seiya si es muy parecido a ti pero te equivocas con Ikky, él no se parece en nada a mi

- Rayos!!!, todos abogan por el Fénix… - exclamó Aioros ya frustrado, deberían empezar un club de fans del Fénix en el Santuario o algo

- No te has puesto a pensar que si todos están equivocados y solo tu tienes la razón, no cabría la posibilidad de que las cosas fueran al revés?

- NO…, tal vez…, podría ser… pero en este caso NO

- Aioros… tan terco como siempre

- Tu no tienes derecho de opinar en este asunto Saga y ya vete que tu sola presencia me molesta

- Claro que tengo derecho si yo soy el causante indirecto de todo esto, la verdad siento mucho que las cosas se hayan dado de esta manera, lo siento por ti, por tu aprendiz y por Ikky, dime Aioros… has intentado tratar de conocer un poco al Fénix?

- Lo conozco lo suficiente

- Yo creo que no, yo creo que te recuerda a mi, por eso lo juzgas tan duramente

- Puede ser…

- Sabes… la vida nos pasa y yo creo sinceramente que debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para ser felices y dar felicidad a los que nos rodean

- El poderoso, práctico y cruel Saga de Géminis hablando de felicidad??

- Oye… si yo no puedo ser feliz no significa que no desee que tu lo seas, yo creo que deberías tener compañía mas agradable que tu hermano, tu sabes… variar de amistades, ampliar tu círculo, yo te recomendaría visitar a Mu un poco mas seguido – dijo Saga caminando por el salón, el santo de Géminis tenía una sonrisa muy particular en el rostro, Mu de Aries era muy amigo de Saga lo que era un poco sorprendente dado el temperamento suave del carnero

- Mu? – Aioros arqueó una ceja, qué tenía que ver Mu en todo esto?

- Tu subestimas el impacto que tienes en la Orden Aioros, Seiya no es el único que te admira, al borreguito le encantaría reparar tu armadura e invitarte un café

- Mi armadura no necesita reparación – replicó el guardián del noveno templo haciendo caso omiso a las insinuaciones de su visitante

- Entiende las indirectas, tu le gustas a Mu – explicó claramente Saga, Aioros se sorprendió, eso no lo vio venir…

- En serio?

- Si… en serio, no cierres tu corazón por lo que pasó conmigo, tu eres una persona maravillosa de la que cualquier hombre se sentiría orgulloso de tener a su lado, yo se que no tengo ninguna esperanza de volver a tener una relación amistosa contigo no se diga nada mas, lo se y lo entiendo, yo te he hecho mucho daño y me gustaría repararlo en algo, no dejes que mi estupidez arruine tu vida también, ya es suficiente que yo haya arruinado la mía no te parece?

- Solo te voy a conceder la razón en algo… yo no confío en ti, no te odio porque no te puedo odiar pero que te quede muy claro Saga que yo no te quiero en mi vida de ninguna manera, como te dije cuando estabas rondando a Seiya hace tiempo, si te atreves a poner tus ojos en este templo otra vez no me temblará la mano y te mataré

- Lo se… y me lo merezco pero escucha lo que te estoy diciendo, tu eres muy valioso como para que te cierres a la felicidad

- Yo no estoy cerrado a la felicidad

- Entonces dónde está el castaño alegre y divertido del que me enamoré?, él sigue por ahí muy adentro de ti, déjalo salir a flote, recupera a tu alumno, rehaz tu vida, se feliz Aioros, te lo mereces, si no es con Mu busca a alguien mas, no tienes por qué seguir solo, tu mas que nadie merece encontrar a alguien que te ame y te valore, que te mime y saque a relucir lo mejor de ti

- Vaya… no sabía que te preocuparas por mi

- Claro que me preocupo por ti, pienso en ti todos los días, si pudiera volver atrás el tiempo… las cosas serían muy distintas, sabes que hasta cierto punto le encuentro razón y sentido a todo lo que he hecho en mi vida, menos a lo que pasó contigo, yo te amaba… aún te amo… por eso busqué a Seiya, por que se parece a ti, porque me recuerda a ti, la noche que bajaste a mi templo a prohibirme buscar a tu aprendiz y vi la mirada dura en tus ojos, me vi reflejado en ellos y comprendí por primera vez lo profundo de tus heridas, por eso y por todo lo demás te pido ahora que me perdones

- Con un “Lo siento” no puedes arreglar todo Saga, lo hecho, hecho está

- Lo se… pero también se que me perdonarás, tu tienes un corazón noble, buscas paz y eso es lo que he venido a ofrecerte, de paso me das a mi un poco de paz también

- Si es por eso entonces no – negó muy serio Aioros

- Quieres verme sufrir eh? – preguntó muy divertido Saga

- La verdad… si -  Aioros aún conservaba la expresión seria y dura de su rostro pero ya no lo pudo evitar mas y sonrió sinceramente esta vez haciendo que Saga ría con mas soltura

- Esa es la sonrisa que tanto anhelé ver de nuevo en tu rostro, ahora ve y conquista al borreguito o a quien tu quieras con esa misma sonrisa, luego de que sanes el corazón del Pegaso por supuesto

- Tu lo haces parecer tan fácil – Aioros meneó la cabeza, las cosas con Seiya estaban muy mal

- Es que es fácil, tu siempre te complicas con tonterías, habla con el Fénix y busquen a Seiya, yo creo que Ikky debe tener una muy buena idea de dónde está

- Gracias Saga, por esto… por decirme todo esto

- No me lo agradezcas mucho, te lo debía además no he dicho nada que no sea cierto – dijo sinceramente el peliazul e hizo una seña de despedida

- Ya vete – completó de decir el castaño

 

Con la partida de Saga muchas cosas le vinieron a Aioros a la cabeza y al corazón, sería cierto que en verdad Ikky amaba a Seiya??, él era el equivocado??, Mu… en serio??, luego de mucho pensar y caminar como león enjaulado en su templo se decidió y bajó al templo de Leo para encontrarse a un desesperado Fénix que hablaba por teléfono (bueno mas bien gritaba) al que parecía ser el encargado de las reservaciones de vuelos y esas cosas, al ver llegar a Aioros colgó el teléfono con violencia y se paró en frente del visitante

- Sabe algo de Seiya?, lo encontró? – preguntó el joven peliazul sin saludar siquiera

- No… vine a ver si tu sabías algo pero aparentemente no es así

- Es mi culpa, todo es mi culpa… Seiya… - Ikky se dejó caer en el sillón y bajó su cabeza derrotado

- No te angusties, estoy seguro que Seiya debe estar bien – Aioros se sentó junto al Fénix y puso su mano en su hombro pero Ikky no se movió

- Usted no lo vio esa noche, estaba muy triste, me dijo que quería morirse si lo dejaba y yo… terminé con él…

- Terminaste con él? – esto era nuevo, nadie se lo había contado, tal vez nadie lo sabía aún

- Si… cuando llegué al templo de Capricornio él estaba tan triste porque usted no quiso recibirlo y yo… usted tenía razón, todo es por mi culpa, yo llegué a arruinarlo todo, el estaba bien antes de que yo… yo solo quiero que sea feliz, solo quiero verlo sonreír despreocupadamente como antes, últimamente siempre estaba triste y es mi culpa

- No muchacho, no es tu culpa… es mía, yo soy el que se opone, yo lo boté de mi templo, yo le he presionado hasta que reventó, yo lo perdí y tu… hasta el último pensaste en su felicidad por sobre la tuya, en verdad lo amas eh?

- Si…

- Bueno… vamos a recuperarlo entonces, sabemos que está con Seika verdad?

- Si…

- Muy bien, si Saori no quiere ayudar es probablemente porque Seiya le pidió que no lo haga por ende ella si sabe en donde está, tal vez en una de sus propiedades no?

- En Tokio?, no lo creo, si hubiera sido así le hubiera caído a Seika simplemente y se hubieran quedado en el orfanato – dijo Ikky, eso él ya lo había pensado

- Ok., Saori tiene propiedades en donde?

- Por todo el mundo pero no fueron a ninguna de ellas – Ikky se puso de pie y empezó a caminar por el salón

- Por qué no?

- Seiya es muy listo, él sabe que esas son las primeras opciones y yo ya llamé a toda las casas de Saori, hasta la de América y nadie lo ha visto

- Mmmm… si no está con Saori pero ella si sabe en donde está… entonces… quién mas de confianza que conozcamos y está fuera de la Orden podría saber el paradero de Seiya?

- Julián Solo – Ikky se detuvo y se volteó para ver a Aioros que asintió y se puso de pie también

- Sabes… no lo había pensado pero es una buena opción – concedió el castaño

- Si, ya lo creo, Julián tiene varias casas de campo y propiedades en todos los puertos

- Si es así a dónde pudo haber ido?

- Italia – dijo el Fénix sin pestañear

- Muy seguro eh?

- Seika siempre ha dicho que quiere conocer Italia y Seiya le prometió que algún día la llevaría, no está por demás averiguar no?, yo hubiera ido allá – Ikky se encogió de hombros y Aioros sonrió, la simpleza de la juventud, vaya…

- Lo conoces muy bien eh?

- Seiya habla mucho, él me lo cuenta todo, desde hace tiempo quería ir a ver a su hermana pero como las cosas no estaban bien con usted no se animaba a pedirle permiso

- Muy bien, entonces a Italia… vienes?

- Vamos a ir juntos? – Ikky no podía creer lo que oía

- Necesitamos hablar de muchas cosas en el camino si queremos recuperar a Seiya – dijo con tranquilidad el mayor

- Queremos?, en plural?

- Pues si, tu quieres que él sea feliz pero el no puede serlo contigo a su lado si no está conmigo y viceversa, lastimosamente Fénix, Seiya nos necesita a ambos en su vida así que… vámonos de una vez

 

***

Tres semanas habían pasado desde que Seiya llegó a la playa con su hermana, dentro de todo la habían pasado muy bien, habían tenido el tiempo necesario para compartir, descansar, hablar y sobre todo pensar, al castaño les gustaba mucho caminar por la orilla de la playa al atardecer y respirar profundamente parado de frente al sol

 

Una de esas tardes Seiya estaba sentado en la playa mirando como se ponía el sol, Seika ya había vuelto a la casa la cual no estaba muy lejos, al parecer Miho la estaba llamando por teléfono, Seiya miraba el sol ocultarse y pensaba, pensaba en Ikky, en su maestro, en el Santuario, en sus amigos, en las pasadas batallas, en todo y en nada, pensaba en su futuro, ellos le habían pedido la casa a Julián por un mes y sus vacaciones durarían hasta el final de esa semana, allí tendría que decidir lo que haría, el camino que su vida debería tomar, el castaño suspiró, cerró los ojos y se recostó en la arena, no se dio cuenta de que alguien estaba a su lado hasta que ese alguien habló

- No te parece que eres muy joven para estar tan agobiado? – Aioros estaba sentado junto al Pegaso disfrutando de los últimos rayos de sol

- Maestro? – Seiya no lo podía creer, cómo supo Aioros en dónde estaba?

- A quién mas esperabas? – el mayor sonrió divertido

- Cómo me encontró?

- Yo tengo mis medios muchacho, soy tu maestro, siempre he sabido en dónde estabas – dijo simplemente Aioros encogiéndose de hombros

- Ohhh – por algunos minutos ambos caballeros se quedaron sentados en la arena en silencio, Seiya se mostraba inquieto y Aioros estaba pensativo

- Así que… qué has decidido? – fue Aioros el que rompió el silencio con la pregunta tan directa a su aprendiz

- Qué le hace pensar que he decidido algo?

- Bueno… viniste aquí a pensar verdad?, pues…  qué has pensado?

- No he pensado nada, todo es muy complicado – dijo Seiya en tono cansado

- Ajá, bueno entonces a lo que vinimos… yo quiero descomplicar tu vida un poco, si tu quieres al volver al Santuario, si es que vuelves al Santuario claro está, tu lugar en mi templo está listo para recibirte, continuaremos con tu entrenamiento y todas esas cosas, eso no tiene por qué cambiar, no dudo la capacidad o las buenas intenciones de Shura pero tu lugar es el templo de Sagitario, tu eres mi aprendiz, yo soy tu maestro

- Yo… no quiero volver al Santuario, yo se que me va a decir que tengo que afrontar las cosas pero Ikky… a él no lo puedo enfrentar – Seiya se volvió a recostar en la arena y cerró los ojos, esa no era una posibilidad, él no podría volver y pretender que nada había pasado e intentar ser amigo del Fénix o algo así, él lo amaba, no podían ser amigos o convertirse en un par de extraños

- Sabes que he hablado mucho con Ikky, en este tiempo que tu no has estado he podido ver su desesperación por encontrarte al creerte perdido

- Usted ha hablado con Ikky?, en serio?

- Pues si…, además mi hermano me contó que terminó contigo pero se nota que te ama

- Eso es lo que me dijo, pero cómo va a terminar conmigo si me ama?

- Lo hizo por mi, para que puedas volver a mi lado y que no pierdas tu lugar en el Santuario, la armadura que te corresponde es la de Sagitario no la de Capricornio, en todo eso estaba pensando el Fénix cuando terminó la relación, estaba pensando en tu futuro y de cómo él lo arruinó todo para ti – dijo Aioros mirando a Seiya que le devolvía la mirada y se incorporó un poco en la arena

- Pero…

- Él no arruinó nada, yo lo hice y estoy aquí para enmendar mi error – Seiya se sentó completamente y sonrió

- Entonces… me dejará ver a Ikky? – preguntó el joven todo esperanzado

- El tiempo y las aguas me han hecho comprender que yo no soy nadie para prohibírtelo, es tu vida, son tus decisiones, pero yo entiendo que buscas mi aprobación así que… si te hace sentir mas tranquilo tienes mi bendición para hacerlo – dijo Aioros con una sincera sonrisa que fue contagiada a su aprendiz

- En serio Maestro?

- Si pequeño… en serio, solo quiero que consideres tus opciones, no tienes por qué apresurarte a nada, Ikky no se va a ir a ninguna parte, tu tienes 15 años solamente y si el dice que te ama esperará por ti el tiempo que le pongas a esperar, esa es la verdadera prueba del amor, no el sexo, él te demostrará que te ama si te tiene toda la paciencia del mundo sin presionarte a hacer nada de lo que no estés seguro de querer hacer

- Voy a cumplir pronto 16 años Maestro, no soy un niño

- No Seiya, aún eres un niño, no te voy a negar que has tenido que soportar sobre tus hombros muchas cosas, pero en cuestiones del amor eres muy inexperto, Ikky es tu primer novio, date tiempo, no te saltes las etapas, disfruta de tu juventud sin complicaciones por el mayor tiempo posible, tienes el resto de la vida para ser adulto, aprovecha ahora que lo que tienes en estos momentos ya no volverá

- Maestro…

- Ok., ya no te insisto mas, ya hemos hablado de esto hasta el cansancio y ahora ya te he dicho todo lo que he querido decirte y tu me has escuchado, no estamos discutiendo estamos dialogando, la decisión es tuya finalmente

- Maestro, nosotros queremos hacerlo, nos amamos y lo vamos a hacer

- Está bien, si ya no puedo hacerte cambiar de opinión voy a respetar eso pero por favor Seiya cuando lo vayas a hacer protégete… tu sabes a lo que me refiero, usen preservativos y sean responsables con ustedes mismos, nadie está libre de alguna enfermedad o desgracia, tu no lo has hecho antes pero Ikky es sexualmente activo, no me mires así… no estoy diciendo que esté teniendo sexo con alguien ahora, estoy diciendo que el ya lo ha hecho y eso implica riesgo, con esto en mente pídele que se haga exámenes de sangre, si te ama no se va a ofender y tu estarás seguro, es cierto lo que te dije esa vez, el sexo no es un juego, si quieres tener una vida sexual libre de problemas cuídate, protégete y se responsable contigo mismo y con Ikky

- Ya se lo pedí, Ikky ya se hizo los exámenes y él está bien, si he pensado en todo lo que me ha dicho Maestro, yo amo a Ikky y si he tomado en cuenta todo lo que usted me acaba de decir, puedo ser joven pero no tan ingenuo como parezco Maestro

- Eso me tranquiliza un poco, ahora hay otro asunto que quiero hablar contigo, mira Seiya… yo quiero que las cosas vuelvan a ser lo que antes eran, si tienes preguntas, dudas o algún problema con este asunto puedes acudir a mi, si necesitas un consejo o lo que sea me encantaría ayudarte, recuerda siempre que a mi solo me interesa tu bienestar, quiero recuperar la confianza que se perdió, te prometo que no le clavaré la flecha dorada a Ikky salvo que tu me lo pidas, de acuerdo?

- Gracias Maestro… gracias – Seiya abrazó a Aioros que lo abrazó de vuelta, al fin las barreras se habían roto y todo volvía a la normalidad

- Bueno… ahora dime, quién te dijo todo esto?, de lo que hemos hablado ahora

- Ohhh… Aioria, él nos acompañó al pueblo para que Ikky se hiciera los exámenes y nos llevó a un centro de planificación familiar donde nos dieron unas charlas de sexo seguro, enfermedades de transmisión sexual y todas esas cosas

- Aioria eh??, bueno… hizo bien, qué dices?, volvemos al Santuario?

- No se maestro, Ikky...

- Ohhh, yo no me preocuparía por eso

- Y si Ikky ya se buscó a alguien más?

- No lo ha hecho, mira… mientras mas pronto vuelvas al Santuario mas pronto lo podrás ver no?, si te interesa yo vine en el avión privado de Saori, solo tienes que darte prisa y partiremos apenas estés listo, te espero en el aeropuerto, vendrás?

- Si Maestro, deme 10 minutos, la casa está aquí cerca, solo empaco y nos vamos

- Ok, ahora ve…

 

Seiya corrió a la casa, el sol ya había acabado de ocultarse, el Pegaso entró corriendo pero casi se cae de la impresión al ver el salón principal iluminado solamente por velas distribuidas en toda la estancia, en la mesita de centro estaba una bandeja de varios snacks para comer, en una hielera estaba una botella de lo que al parecer era vino y en medio de todo esto estaba Ikky de pie que sonrió ampliamente al verlo

- Ikky?, que rayos haces aquí? – Seiya no salía de su sorpresa

- Vine con tu maestro

- Pero… yo iba a empacar para volver al Santuario a buscarte

- Que bien… pero yo tengo un plan mejor

Ikky caminó y cubrió las distancias, tomó al castaño en sus brazos y lo besó suavemente, Seiya pestañeó pero no opuso resistencia y abrazó al Fénix profundizando el beso

- Entonces no vamos a volver al Santuario? – preguntó el castaño cuando el beso se rompió, Ikky no lo soltó, aún lo sujetaba de la cintura y tenían pegadas sus frentes

- Hoy… no, Seika ya empacó y se fue a Tokio con tu maestro, tenemos la casa solo para los dos

- En serio?, mi Maestro te ayudó? – Seiya en verdad estaba sorprendido a esto, una cosa era que Aioros no se opusiera, otra cosa muy diferente era que les diera una oportunidad como esta

- Bueno, de eso veníamos hablando en el camino con Aioros, al fin aceptó o se dio cuenta que te amo y me prometió que ya no se iba a interponer entre nosotros, igual me recitó millón de reglas y cosas las cuales yo dije que las iba a acatar todas con tal de estar contigo, pasó horas amenazándome y describiéndome las torturas a las que me iba a someter si te hacía sufrir, tu Maestro en verdad se preocupa por ti pero no se que pasó, no se quien habló con él pero quien quiera que haya sido le debemos esta noche

- Ah si?

- Si… yo solo quiero estar contigo, no me importa las reglas medievales que ponga Aioros, no me importa si me pide exámenes físicos cada seis meses, no me importa si se las da de detective y se dedica a investigarme, yo todo lo acepto si tu estás a mi lado, Seiya… vuelves conmigo?

- No…

- No?

- No… no puedo volver contigo si nunca me perdiste, yo te amo Ikky, la mejor opción que hasta ahora tenía pensada era la de volver al Santuario y secuestrarte si no querías huir conmigo, estaba haciendo un plan para llevarte a rastras aunque sea, yo ya no resistía el estar separados

- Tanto me extrañaste?

- Si… yo no puedo estar sin ti, todos estos días lejos de ti han sido tortura para mi, he podido pensar y aclarar mi cabeza pero yo solo pensaba en ti

- Igual yo, sin ti nada tenía sentido, te amo Seiya

- Y mi Maestro nos dejó la casa para los dos solos?

- Si… dijo que va a escoltar a tu hermana a Tokio y que viene el viernes en la noche para llevarnos el sábado a Grecia

- Vaya… y me preparaste la cena?

- También traje un vinito, quiero que esta noche sea especial

- Esta noche?

- No me digas que ya tenías planes

- Estos están mejores

 

Ikky besó nuevamente a Seiya que lo abrazaba feliz de verlo, lo había venido a buscar, las cosas se habían arreglado con su Maestro, todo estaba bien ahora, no podía pedir nada mas, bueno la cena se veía buenísima por lo que se sentaron en la alfombra de la sala y comieron tranquilamente entre risas y besos, tomaron un par de copas de vino y luego estaban sentados frente al fuego de la chimenea abrazados acariciándose y hablando bajito, Ikky empezó a besar el cuello del castaño mientras lo estrechó contra su pecho, Seiya hizo para atrás su cabeza y buscó los labios del Fénix y se besaban suavemente al inicio luego tomaron viada y sus besos y caricias se hicieron demandantes y profundos, Seiya giró sobre si mismo y se sentó en las caderas de Ikky rodeando su cuello con los brazos para besarlo con mayor facilidad, el Fénix recostó al Pegaso sobre la alfombra y se acomodó entre sus piernas acariciándolo en los costados, por las caderas y el trasero, besaba su cuello mientras el menor enredaba sus dedos en el azul cabello y gemía suavemente

- Vamos… arriba? – dijo Ikky entre besos

- Arriba?

- Tu… dijiste… que querías… una cama…

- Es cierto… cómo… te acuerdas… de esas… cosas?

- Es lo importante… vamos…

- Vamos…

Ikky se puso de pie y tendió la mano al castaño que la tomó y se levantó, el peliazul lo tomó en sus brazos y lo alzó, Seiya rodeó el cuerpo de Ikky con las piernas y se besaban nuevamente mientras el mayor subía las escaleras, entraron a la habitación que Seiya ocupaba (el Pegaso lo dirigía) y al entrar cayeron en la cama y se acomodaron en ella entre besos y caricias

- Te amo Seiya

- Y yo a ti

- Seguro que quieres hacerlo?

- Si… no te parece que hemos esperado lo suficiente pollito?

- Por ti esperaría la vida entera

Ikky volvió a besar a su castaño y ambos empezaron a desvestir a su pareja lentamente, disfrutando estos momentos de paz en los que podían amarse libremente sin interrupciones, Seiya se veía tan sexy a los ojos de Ikky, correspondía a sus besos y a sus caricias de una manera muy sensual, Ikky lo fue desnudando mientras lo acariciaba y besaba sin prisa pero sin pausa, degustando su suave piel y llenándose de placer al escuchar los suaves gemidos y suspiros que escapaban de la garganta del castaño

 

Los besos de Ikky eran como fuego en la piel de Seiya, ahí el menor entendió lo de “Ave de fuego” y se sentía en las nubes, el peliazul lo estaba tratando con mucha delicadeza pero con pasión, lo encendía cual hoguera y le nublaba los sentidos, Seiya no supo a qué rato Ikky lo acabó de desnudar y se había desnudado el también, el mayor estaba fascinado por las caricia que su Seiya le brindaba, lo abrazaba pero también le acariciaba el pecho, bajaba sus manos hacia sus costados y en una de esas le apretó el trasero

 

Ikky se volteó en la cama acomodando a Seiya sobre él, el castaño sonrió y era ahora él quien besaba a Ikky por todas partes, bajó por su cuello, pasó por su oreja lo que hizo estremecer al mayor, fue por su pecho y llegó a sus pezones lo que hizo que el peliazul se arqueara en la cama y no pudo evitar gemir suavemente, esto a Seiya le pareció fantástico pero Ikky lo detuvo cuando sus manos llegaron a su miembro

- Que pasó? – Seiya estaba un poco extrañado por la actitud de Ikky

- Quiero hacerte el amor pero primero quiero terminar de hacer lo que estábamos haciendo la última vez antes de que nos interrumpan

- No puedo hacértelo yo?

- Mañana…, hoy déjame complacerte a ti primero

- Uy

Ikky volvió a recostar a Seiya y mientras lo besaba apasionadamente dirigió sus manos a la erguida hombría del menor que se retorció, literalmente, en la cama al sentir las muy hábiles manos del Fénix acariciarlo deliciosamente, el peliazul bajaba lentamente por el cuerpo del menor llenándolo de besos, se entretuvo con sus pezones a los cuales atendió por turno hasta que llegó a su miembro el cual primero lo lamió antes de metérselo en la boca chupándolo y atendiéndolo con maestría, Seiya respiraba agitadamente y se movía sin poder evitarlo, gemía con soltura ahora mientras le pedía a Ikky mas y mas, no tardó mucho en correrse correspondiendo a las atenciones brindadas, lo que ahora sentía el castaño no se comparaba a nada que hubiera sentido antes, corrientes eléctricas le recorrían entero, Ikky no dejaba de besarlo y acariciarlo por todas partes y sentía las expertas manos de su amante recorrerlo con dedicación, Ikky se acostó a su lado y Seiya que estaba cual pudín en la cama se volteó con las últimas fuerzas y lo abrazó acurrucándose en su pecho

- Todavía falta chiquito, espera un segundo enseguida vuelvo – dijo el Fénix soltándose suavemente del Pegaso y besando sus labios

- No… a dónde... vas?

- Detalles técnicos, no te muevas

Así Seiya hubiera querido moverse no podía, se sentía aletargado pero completamente satisfecho, en verdad Ikky volvió en menos de un minuto y al llegar lo besó en los labios y se acomodó entre sus piernas, en sus manos tenía un tubo de lubricante y un paquete de preservativos

- Esto se va a sentir extraño así que relájate y recuerda que me amas ok.?

- Ok., qué cosa?

Ikky se incorporó un poco y levantó la pierna de Seiya, con un dedo empezó a tantear su entrada mientras besaba la parte interna de su muslo, el menor sintió algo frío y resbaloso en su trasero, una presión y cierta incomodidad cuando el primer dedo de Ikky ingresó en él

- Relájate Seiya, eso es importante por ser tu primera vez, duele mucho?

- No… se siente incómodo

- Ok. Respira…

Ikky hacía movimientos circulares para dilatar la estrecha entrada del menor e introdujo un segundo dedo, ahí Seiya se quejó, eso si le dolió, Ikky buscó sus labios y lo besaba urgiéndole que se relajara, buscó su cuello y acariciaba su costado con su mano libre, cuando Ikky introdujo un tercer dedo Seiya dejó escapar un grito de su garganta y mordió el hombro de Ikky que no dejó de dilatarlo, cuando ya no podía hacerlo mas retiró sus dedos y colocó su miembro empezando a empujar lenta pero firmemente, Seiya se quejaba sin poder evitar un par de lágrimas que escaparon de sus ojos, este era un dolor agudo que no había sentido antes, pero no… él era un caballero de Atena, lo soportaría así le cueste la vida por lo que estrechaba a Ikky y le arañaba la espalda, el mayor buscó sus labios nuevamente y le dio unos momentos a su castaño para que se acostumbre a esta invasión antes de empezar a moverse en su interior, cuando lo hizo Seiya no pudo evitar quejarse ante el dolor pero con todo y eso cuando Ikky se detuvo el castaño le dijo que siguiera, todo esto era muy doloroso pero al mal paso darle prisa por lo que Seiya cerró los ojos con fuerza y abrazaba a Ikky que le sostenía de las nalgas y lo embestía lenta pero profundamente

 

El poderoso Fénix sonrió cuando vio como el semblante de su niño cambió, una indescriptible sensación de placer envolvió al castaño cuando Ikky con su vaivén empezó a tocar un punto dentro de él, era casi divino todo lo que le pasaba al menor, ahora gemía nuevamente llamando a Ikky por su nombre, el peliazul se sentía en las nubes, Seiya era deliciosamente estrecho y lo apretaba maravillosamente, Ikky sonreía complacido por lograr todo esto en él especialmente cuando tomó con sus manos su miembro y lo acariciaba igualando el ritmo de las embestidas, ahí Seiya empezó a hablar frases incoherentes a echaba su cabeza hacia atrás mientras se arqueaba en la cama y llegó al punto máximo del placer culminando en un explosivo orgasmo derramándose entre ambos vientres, Ikky respondiendo a las contracciones del cuerpo del castaño también llegó al orgasmo derramándose dentro del cuerpo de su amor

 

Ikky cayó en el pecho del castaño que lo recibió gustoso aunque se quejó un poco cuando su pareja salió de su cuerpo y eso que lo hizo con delicadeza, el Fénix giró en la cama acomodando a Seiya en su pecho, el castaño estaba exhausto pero tenía en su rostro una sonrisa única de felicidad, y escuchando el latido agitado del corazón de su novio se quedó profundamente dormido, cuando Ikky los cubría a ambos con las mantas vio un rastro de sangre entre las piernas de Seiya pero ahora su castaño ya estaba dormido y no quería despertarlo, el contempló al joven dormido en sus brazos por largo tiempo, lo abrazaba, le acariciaba los cabellos, solo lo miraba respirar y sonreía, Seiya se le había entregado y él lo había hecho suyo, ahora en verdad que Seiya era suyo, lo cuidaría y protegería como le había prometido a Aioros que lo haría, no solo por aquella promesa sino porque en verdad lo amaba y moriría antes de dañarlo

 

A la mañana siguiente Seiya despertó rodeado de los fuertes brazos del Fénix, el castaño se volteó lentamente, estaba algo adolorido pero no era nada de cuidado, el menor contempló por algunos minutos el dormido rostro de Ikky, se veía tan sereno… Seiya lo abrazó y empezó a besar su pecho, el mayor se revolvió en la cama abrazando de mejor manera a Seiya que le cruzó una pierna sobre sus caderas

- Mmmmmm – Ikky estaba despertando y se sentía muy cómodo y calientito, no tenía la menor intención de moverse siquiera

- Oye… - dijo Seiya en un susurro abrazándolo mejor y besando su cuello

- Mmmm?

- Ya no soy virgen – Ikky abrió los ojos y recordó la fantástica noche que habían pasado juntos, abrió los ojos y sonrió al ver cómo los ojos le brillaban a su castaño, le acarició el rostro y los cabellos apretándolo mas cerquita contra su pecho

- Es cierto… me encanta que yo fui el primero

- El primero, el único, el último

- Eso suena muy bien

Los chicos estuvieron en la cama por un ratito mas acariciándose y besándose, hablando bajito entre risas hasta que se levantaron cuando les dio hambre, se ducharon y bajaron a desayunar, así pasaron algunos deliciosos días que duraron hasta que Aioros llegó el viernes a buscarlos, los encontró acostados en la arena tostándose cual iguanas al sol, por un largo rato Aioros los vio a la distancia, los vio como se reían, como jugaban en la arena y en el agua, al dorado arquero le parecía que Seiya era un niño pero no… ya no lo era, era un muchacho joven y fuerte, tenía que dejarlo ir, tenía que dejarlo crecer, por mas que quisiera no podía protegerlo de los golpes de la vida, a veces la madurez llega a punta de golpes, pero nadie aprende en cuerpo ajeno, las experiencias son propias, es muy cierto lo de “Uno aprende de sus errores”, el castaño mayor suspiró y salió de su ensimismamiento cuando Mu que lo había acompañado a recoger a los muchachos le codeó suavemente y sonrió, en estos días Aioros había bajado seguido al templo de Aries, su relación con Mu siempre había sido buena pero ahora estaban mucho mas amistosos, Mu era muy agradable y a Aioros se le hacía fácil conversar con él, le daba rabia que Saga tuviera razón en eso pero Mu no tenía la culpa de ser amigo de ese idiota, luego de un suspiro del dorado arquero ambos caballeros dorados empezaron a caminar por la arena hasta que se hicieron visibles a los muchachos que se levantaron y se acercaban para recibirlos y luego volver al Santuario

 

Notas finales:

El capítulo me quedó algo largo pero no quería partirlo en dos

Espero que les haya gustado, muchas gracias por leer y comentar y nos vemos por ahi en otras historias


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