Decían que era una locura…casarte tan joven, y tenían razón.
El amor a veces nos lleva a lugares inesperados… allí termine yo.
Fueron casi 10 años, el mes entrante se cumplían exactamente.
Que irónico no? Justo en la fecha de mi cumpleaños... vaya regalo.
Ruki se encontraba en una depresión absoluta… había perdido muchas cosas en poco tiempo, lo consumía un gran dolor.
Su reciente separación de su esposa, el trabajo al cual no tuvo más elección que renunciar y la pérdida de casi todo lo que poseía con su divorcio.
Aunque hizo todo lo posible por remediar la situación, su esposa, ahora ex, no entendía su personalidad. Era un hombre reservado y en extremo serio, no le gustaba demostrar mucho lo que sentía, y si lo hacia era en escaso sentimiento.
Cuando tomaron la decicion de separarse definitivamente, solo pudo decir “fue tu mejor decisión” y ante el enojo de su ex esposa solo tuvo que aguantar lo que venia.
Lo único con lo que el pudo quedarse fue con su casa de la playa, la cual tenia pensado vender, pero después decidió quedársela…le traía bonitos recuerdos.
Era una construcción hermosa, con un amplio jardín de bellas flores y en su parte posterior tenia una piscina grande que ocupaba todo el espacio.
La casa de color ocre y ventanas de madera, estaba ubicada justo enfrente del mar celeste de la costa de Japón. Ruki amaba esa casa… siempre quiso vivir cerca del mar… lo tranquilizaba.
Por eso a pedido de su psicólogo fue a vivir allí, no sabía por cuanto, pero tenía la urgencia de ir.
Al encontrarse con tal hermosura se puso contento de no haber colocado en ella el cartel de “se vende” y la sonrisa en sus labios no se hizo esperar.
Solo que fue borrada por los recuerdos que muy mal lo tenían, en esa casa habían pasado tantas cosas buenas y malas…
Al ingresar vio que todo seguía como antes, el living grande con una pequeña mesita en el centro y los sillones color negro en los extremos de la sala. Las habitaciones amplias y bien decoradas lucían delicadas. Su “habitación principal” lucia extrañamente perfecta ante sus ojos, la luz del atardecer entraba por el gigante ventanal que daba vista a la playa y fue como si esa escena se burlara de el… todo el naranja del sol quedaba pintado sobre aquellas paredes color blanco.
Un fuerte dolor oprimió su pecho y apoyado sobre la puerta de esa habitación se tomo con sus manos el rostro y dejo salir ese llanto que tanto había guardado.
Sentía que su vida estaba arruinada, no había consuelo… por mas que todo había terminado, el la amaba y aunque no quería reconocerlo la extrañaba mucho.
Pero había sido ella quien no podía aceptar lo que a el le pasaba, por mas que lo habían hablado y discutido… ella no entendía… nunca lo entendería.
Consumido y agotado de tanto sufrimiento decidió empezar denuevo, si es que podía, la vida había sido injusta pero el tenia que seguir…
Como pudo trato de calmarse y fue hasta su living… aun con las valijas sin desarmar, se sentó en uno de sus cómodos sillones y, aunque no era lo conveniente, se dejo llevar por esos recuerdos que le partían el alma en dos…
Y así como si fuera a la velocidad de la luz Ruki empezó a recordar y entender por que todo lo que había pasado… las peleas constantes y su frustración laboral, llevaron a este fin, el maldito final, según el.
Los recuerdos en su mente iban y venían, pero se detuvo en el más influyente… el que mas dolor le causaba.
// 10 años atrás…
Ruki era el modelo/actor más buscado y solicitado del medio. Firmo con las marcas más influyentes de moda y actuó en muchas películas. Su esposa también era modelo, la había conocido en un evento social muy importante.
Se casaron cuando apenas cumplían ambos 20 años… muy jóvenes, decían algunos.
Pero Ruki estaba loco por esa belleza, su esposa, en ese entonces, era la mujer de sus sueños… una mujer alta de un porte elegante y cabello oscuro, ojos claros e intensos.
Su piel blanca y suave como la seda hacia que Ruki volara por los cielos mas azules. En fin estaba idiotizado por esa mujer.
Cuando llevaban casi 5 años de estar juntos, las cosas ya no iban del todo bien.
Ruki había perdido el interés en su esposa… estaba bloqueado de sentimientos.
Sentía que su “amor” estaba escaso. Por que?...
Estaba enamorado de un hombre… su amor pertenecía a la “nueva cara” de su compañía.
Por mas que trato, por mas que aguanto… era mas fuerte que el.
Ahora su obsesión era Uruha, el rubio y esbelto, delicado y elegante Uruha. //
Ruki despertó sobresaltado de su trance/recuerdo porque llamaban a su puerta.
Cuando se asomo a ver quien era se sorprendió al ver que era alguien que nunca había visto en ese barrio.
Del otro lado de la enorme puerta de roble, estaba un muchacho con una sonrisa muy simpática dibujada en sus labios, sus ojos de un intenso negro eran muy brillantes y a pesar de que no era muy elegante, a Ruki le llamo mucho la atención de su aspecto. Tenia puesto un jean azul oscuro y una remera blanca mangas cortas, su pelo largo caía delicadamente en sus hombros y su flequillo corría a un lado de su blanco rostro.
Ruki no sabia que decir, prácticamente estaba idiotizado por ese chico, se quedo en silencio por un minuto admirando esa hermosa sonrisa.
-Es un gusto conocerte –dijo el muchacho.
Ruki parpadeo muchas veces para salir de su nube de amor y respondió.
-Gracias, para mi también –extendió su mano –soy Ruki…-
-Me llamo Kai, soy tu vecino –dijo tomando la delicada mano de Ruki
-así? Nunca te había visto –
-Pasa que me mude hace poco –dijo soltando la mano del modelo.
En un acto de cortesía invito a pasar a Kai a su casa, ya sentados en el living, este lo acribillo con preguntas.
-Es la primera vez que te veo por aquí –dijo tomando un sorbo de te que le ofreció Ruki.
-Si pasa que … me mude recién –y señalo las valijas que aun seguía allí.
-Ya veo… y vienes con tu esposa? –pregunto Kai
-No, me separe –dijo bajando la mirada.
-Oh, lo siento no quise molestar con mi pregunta –
-No esta bien –y sonrío al ver el rostro de aquel muchacho sonrojado.
-Bueno, mejor me voy, veo que aun no has desempacado –y giro su rostro evitando la mirada incomoda del modelo.
-Si la verdad me da flojera hacerlo –dijo en un tono burlón
Kai le regalo una de sus lindas sonrisas y se dirijo a la salida.
-Espero volver a verte –dijo Ruki
-Si seguro, salgo poco , pero si necesitas algo solo llama a mi casa –y se fue.
Ruki volvió a su antiguo trance, pero no pudo… la sonrisa de ese chico fue lo que necesitaba para que su día terminara bien.
Desempaco sus cosas y se dispuso a dormir, aunque como siempre no lograba hacerlo y una sonrisa vino a el recordando ese día…
// -Como que no puedes dormir? –pregunto Uruha sentado en su enorme cama de 2 plazas, cubierto por la sabana color gris.
-No puedo, es un defecto que tengo desde niño –respondió Ruki mientras corría el cabello del rostro de Uruha.
-Hay Rukito… tu si que estas mal –y sonrío
Ruki tomo a su “novio” entre sus brazos y dijo
-Hazme dormir Uru…-
-Tengo cara de niñera? –y sus ojos se posaron en los de Ruki.
El rubio tenia el poder de seducir a cualquiera con solo mirar a los ojos, esos ojos color miel que te derretían con solo el contacto.
-Si, mi niñera –se mojo los labios y beso a su amado atrayéndolo hacia el…//
Esa clase de recuerdos eran los que lo acribillaban con millones de puñaladas al corazón. Entendía que era imposible olvidarlos, pero tenía que tratar de no recordar. Y fue en ese instante donde como un fugaz sonido viniera a el, escucho la voz de su ex esposa cuando se había enterado de su relación con Uruha…
“Te di mi vida entera…te entregue mi felicidad en bandeja de plata, te di todo Takanori… y así me pagas? Acostándote con esa perra! Acaso no fui lo suficiente? Eres lo peor… 10 años, Takanori…10 años… y me dejas por ese rubio estirado, por ese que seguro se acuesta con todo el mundo! Te odio!”
Con dificultad se seco las lágrimas de su rostro, le dolía mucho haber perdido tantas cosas. Sus bienes, su familia, su esposa y hasta Uruha. No tenia nada… al menos eso creía…
Continuara…