-Estás bien? Te veo un poco ido.-
-Estoy bien, solo… recordé cosas del pasado.-
-Ok, apúrate o nos va a dejar el vuelo a Nueva York.-
-Si, ya voy…-
Hace cuanto paso todo eso?... aproximadamente 2 años… en este lugar, bajo desafortunadas circunstancias, en ese ambiente tan frio, pesado, donde solo se percibía angustia, tristeza… dolor… muerte… como fue posible que estuvieras tu ahí?... pero creo que… agradezco que ahí… te conocí.
-Muy bien, ahora estarás en esta sala, espero que te sientas mejor.-
-Sentirme mejor?... acaso es una broma? Por algo me trasladaron a este lugar…-
-Aquí vas a recibir mejor atención que en el otro hos..-
-Ya, ya, solo quiero dormir.-
La chica de blanco le ayudaba a pararse de la silla de ruedas donde estaba el chico, pero este evitaba toda ayuda que le era dada. Bruscamente alborotaba las sábanas de aquella cama que olía a limpio, ese olor le disgustaba más que cualquier otro.
-Odio este maldito aroma…-
-Si necesitas algo solo aprieta ese botoncito rojo que ves a tu lado derecho.-
-Si ya se, lo de siempre: vendrán enseguida, me traerán lo que necesite, hasta para solo arreglar la jodida almohada de mi cabecera los puedo llamar… gracias pero puedo hacerlo yo solo.-
-Ok pequeñin, si ya sabes todo, entonces solo hazlo.-
La chica de aproximadamente 25 años dejaba al menor acostado en su cama y cerraba la puerta de aquella habitación.
-Ok.. un poco de paz y tranquilidad… je, eso es entre comillas…-
-Neee, por que tan agresivo?- decía una voz desde el otro lado de una cortina color azul cielo.
-No estoy solo!?.- el chico de tez un poco apiñonada jalaba aquella cortina y veía a un chico acostado, mirándolo con su cabeza levemente ladeada.
-Nop, no estas solo.- aquel chico le sonreía ampliamente y lo dejaba de ver.
-Claramente dije que quería un maldito cuarto solo!! Ahh como siempre, poniéndome con gente que solo molesta.-
-Hola.-
-Tks..-
-Nee, por que estas tu aquí?.-
-Ahhh!! Mira estoy de vacaciones, me encanta estar en estos lugares totalmente pintados de blanco, con todo en orden y sobre todo que hasta en el más recóndito lugar, huela a limpio.-
-Pues escogiste el mejor lugar.-
-Ganas me dan de pedir cambio de habitación…-
-Déjame adivinar: Neumonía? Pulmonía? Mmm.. algo con tus riñones?-
-Para que quieres saberlo.-
-Es solo curiosidad, te ves demasiado pues vivaz.-
-A ti que te importa?-
-Mm.. gustas un pocky?- el chico le señalaba una cajita de aquellos chocolates la cual estaba sobre un buró cercano.
-No gracias… odio lo dulce.-
-Un poquito de dulce no te caería mal.-
-Aquí nada es dulce.-
-Las enfermeras lo son.-
-De verdad, chico como te llames, me dejarías descansar un poco?-
-Kurohiko Satoshi-
-Eh?-
-Mucho gusto.- De nuevo, el chico de tez pálida le veía y le sonreía ampliamente, era una sonrisa bastante cálida pero el otro chico la ignoraba.
-Ahh, adiós tranquilidad.-
-Nee, no quieres de verdad un Pocky?-
-Buenas noches aunque sean las 5 dela tarde.-
-Oyasuminasai chico agridulce.-
-Tks..-
Como odio a las personas que sonríen de esa forma.. que acaso no saben que un hospital no es un lugar para estar sonriendo así como si nada? Solo hacen que se vean patéticos.
La madrugada llegaba y el chico recién llegado despertaba, al parecer no había sido buena opción quedarse dormido desde las 5pm.
-Fantástico, las 4 de la mañana… y ahora que diablos haré?-
-No puedes dormir chico agridulce?
-Y desperté a la bestia….-
Su compañero de cuarto prendía una luz de emergencia y se tallaba los ojos.
-Cuenta borreguitos, eso funciona.-
-El problema es que no tengo sueño.-
-Mm… hace tiempo me cantaban una canción de cuna.-
-Una canción de cuna? No soy un bebé.-
“Duerme ya, duerme ya… y ten buenas noches.
Con esta mágica canción de cuna.”
La voz del chicao era demasiado melodiosa y suave, por lo que el chico que tenia insomnio le escuchaba atentamente.
-Oye…-
-Mande?- el chico de cabellos castaños dejaba de cantar.
-Pues…-
-Lástima que no pueda a veces percibir mi propia voz…-
-Mh?.-
-Nada, anda ya duérmete, de verdad cuenta borregos o escribe algo, a mi me funciona escribir.-
-Soy pésimo en eso de la escritura.-
-Lo has intentado?-
-Si… pero después de saber que quizás no tendré mucho tiempo…-
-Al contrario, escribe.-
-Por que lo dices?-
-Si escribes puedes sacar varias emociones y sentimientos que tienes y que no puedes o no te atreves a sacar…o te ayuda a dormir jajaja.-
-Puede que tengas razón.-
-Entonces? Escribirás?.-
-Nop, quizá si cuente borregos.-
-Ok! Entonces.. Oyasumi.- el chico se recostaba cuidadosamente y ponía una leve cara de dolor
-Oye…-
-Mh?-
-Estas bien?.-
-Si… no te preocupes, de nuevo oyasumi-
-Oyasumi…-
Claramente vi que hizo una mueca de dolor… qué es lo que tendrá ese chico? Siempre sonriente…
Al otro día, al despertar el chico de cabellos cortos y ondulados, veía que entre varias enfermeras y enfermeros ponían al chico de a lado en una silla de ruedas, y aunque estaba semidormido, lograba ver que la mayoría del cuerpo del chico estaba cubierto por vendas.
-Se habrá quemado? Un accidente donde le provocaron fracturas múltiples?... por lo menos saldrá más rápido de este lugar que yo.. y por que tanto interés Ishikawa Shuu? Je, aunque… su sonrisa, al parecer no ha sufrido tanto como yo.-
Pasaban tres días y las veces en que los chicos platicaban iban siendo más frecuentes, aunque el que empezara la conversación fuese el castaño.
-Neee, ya casi una semana aquí… y sabes que es lo más gracioso?-
-Que las enfermeras le coquetean exageradamente a los enfermeros?-
-Jajajaja, eso es otra cosa, pero… yo me refería a que no se me tu nombre.-
-Je… a mi se me olvidó el tuyo chico.-
-Solo sé que eres chico agridulce.-
-Por que me dices así?.-
-Por que me das esa impresión, desde que llegaste parecías un limón amargo, amargo.-
-Entonces por que no solo me dices limón? Oh si.. le estoy dando opciones de apodos a un completo desconocido.-
-Ya no somos desconocidos, y si, me estas dando opciones para ver como te digo ya que no se me tu nombre.-
-Si te digo mi nombre.. me dejaras en paz por unas horas en lo que escucho mu música?.-
-Oke oke!.-
-Ishikawa Shuu.-
-Gusto en conocerte Ishi-kun.-
-Y aún así no me dices como debe de ser.-
-Ishi… una de dos, eres una piedra o eres un doctor.-
-Je, eso que?-
-Ishi que no es piedra? Pero también puede ser doctor…-
-Nunca lo había pensado de esa forma.-
-Ve más allá de lo que simplemente vez Ishi-kun.-
-Y tu? Cual era tu nombre?.-
-Satoshi, Kurohiko Satoshi.-
-Kurohiko? Vaya ese apellido no te queda.- Decía de forma instantánea y sin pensarlo el chico de cabellos ondulados.
-Mande?.-
-Ehh bueno, es que Kuro significa negro y pues yo no te veo como que esa au..-
-Y se me olvido preguntarte otra cosa.-
-Oye estaba hablando.-
-Por cual asquerosa enfermedad estas aquí?- Los ojos del chico se desviaban al piso y se quedaba ido. El chico de su lado derecho no sabía que hacer y de golpe decía:
-Leucemia.-
-Oh.. ya veo… por lo menos sé que alguien saldrá de aquí.-
-Solo hablas por hablar Kurohiko, me transfirieron a este hospital porque empezare con las quimioterapias y quizá radioterapias…. Sabes que es eso?!-
-Tienes más esperanzas Ishi-kun..-
-Ahh al diablo eso!.-
-La esperanza es lo último que muere sabías?-
- Olvídalo… y no se ni para qué te dije lo que tengo…-
-Oye…-
-Que te olvides de lo que estamos hablando Kurohiko!!-
-Si pudiese… me encantaría tocar algún instrumento.-
-Y ahora por que dices eso? Aaassh, mejor me pongo mis audí..-
-Que escuchas?.-
-Queti.-
-Mmh? Esa banda no la había escuchado.-
-Que te importa.-
-Mira tu.. oye..-
-Ash!! Ya deja de molestarme!!- se volteaba furiosamente y veía al chico que con ambas manos vendadas y una de ellas enyesada, le ofrecía uno de esos bocadillos que desde el día en que había llegado le había invitado.
-Un pocky para el señor agridulce?-
-Ay Kami-sama dame paciencia por favor.-
Shuu tomaba el pocky y al ver al chico en la cama este le sonreía ampliamente.
Que carajos?.. por que..siento… como.. si un leve rubor se apoderara de mis mejillas?
-Este..-
-Je, por lo menos, espero que disfrutes un poco de lo dulce de este lugar.-
-Aquí… dudo mucho encontrar algo dulce… y te dije.. odio lo dulce.-
-Pruébalo.-
-Ash..- Shuu le daba un leve mordisco a ese palito de galleta cubierto con chocolate y el sabor no era tan malo.
-Oye…-
-Ahh si, esta bueno, ya?.-
-No.. no es eso.. pero podrías hablarle a una enfermera? Necesito… que..-
-Que pasa?.-
-Solo háblales si?-
Shuu apretaba el botón rojo que tenia a su lado y de inmediato llegaban las enfermeras y enfermeros.
-Que es lo que pasa Ishikawa-kun?.-
-No soy yo.. es Kurohiko-kun.-
-No me digas que otra vez…?-
-Pero ahora fue la otra mano…-
-Ahhh, llamaré al doctor.-
Que extraño.. pues que tiene este chico?
Los enfermeros se llevaban a Satoshi y este ladeando su cabeza le decía a Shuu:
-Si gustas otro.. tómalo vale?.-
Lentamente el chico era sacado de aquella habitación dejado solo al peliondulado.
-Eres… bastante raro Kurohiko…-
Pasadas algunas horas, Satoshi regresaba en compañía de un doctor como de 29 años, de cabello semilargo agarrado en una pequeña coleta y de una estatura bastante alta.
-Nee nee, gracias Hazuki-sensei.-
-De anda Sato-kun, pero debes de tener más cuidado eh?.-
-Ya sabe usted que con lo más mínimo…-
-Como sea, cuídate un poco más si?.-
-Sipi!!-
El doctor veía a Shuu completamente dormido con sus audífonos conectados a su reproductor de música y lentamente se los quitaba.
-Este chico se quedará sordo si seguía con esto.-
-Por lo menos puede disfrutar bien de la música…-
-sato… todavía no pasas a eso, sabes que podemos ponerte un..-
-Nee, Hazuki-sensei… puedo ver que escuchaba Ishi-kun?.-
-Ishi? Que no es Ishika.. bueno, tu a todos les pones apodo.- el mayor le pasaba el iPod al menor y este reia un poco.
-Metaaaall!!!-
-Jajajaja, tu y esos gustos.-
-No me niegue que a usted no le gusta? He visto sus tatuajes.-
-Bueno… no te lo niego.-
-Jejejeje, pero Ishi-kun tiene buen gusto.-
-Es el chico que nos mandaron desde Osaka?-
-Me imagino.-
-Mañana es su primera sesión de radioterapia…-
-Nee Hazu-sensei… eso duele mucho?-
-No duele, solo te desgasta…-
-Bueno.. por lo menos no le dolerá.-
-Ya te hiciste amigo de Ishikawa-kun?.-
-No lo sé, pero no me gustaría verlo con cara de sufrimiento…-
-Sato… sabes que algunos tratamientos son muy dolorosos pero efectivos.-
-Pero… por que? Si se supone que la cosa es que nos deben de quitar la enfermedad… por que duele?-
-A veces no me gusta cuando pones en duda muchas cosas Satoshi…-
-Y eso de la quimioterapia… también será pues..-
-No quieres otra caja de Pocks?.-
-Recuerde que no puedo comer muchos dulces, las caries me atacarán estúpidamente rápido.-
-Jejeje, lo siento, entonces.. por cierto, mañana vendrá la dentista para ponerte unas carillas.-
-Me dan miedo los dentistas..-
-No te preocupes, ella sabrá lo que hace.-
-Ashhh..- se quejaba el chico de cabellos ondulados.
-Ahh despertamos a la bestia!!- Gritaba y reia Satoshi.
-Si… me han despertado..-
-Buenas tardes Ishikawa-kun-
-Y usted es…?-
-Él es Hazuki-san, mi doctor.-
-Mm.. hola.-
-Eres tal y como te describieron los doctores del hospital de Osaka.-
-Eh? Pues que tanto chismearon esos tipos?-
-Nada, nada, bueno yo los debo de dejar, y gracias por informarnos Ishikawa-kun.
-Pues que? Debía de hacerlo, quizás se le reventaron algunas ámpulas o se le sobreinfectó una herida a Kurohiko.-
-Este…-
-Neee, Hazu-sensei.-
-Mande?-
-Puede ir por el cuaderno que dejé en la sala de curaciones por favor?-
-Si, ahorita vengo.- El mayor salía de la habitación y Satoshi escondiendo su mirada en su flequillo de lado sonreía y le decía a Shuu.
-Osteogénesis imperfecta.-
-Perdón?-
-Nee, si gustas escribir.. te dono la mitad de mi libreta oke?-
-Yo no necesito libre..- el chico observaba detenidamente los ojos de Satoshi y veía que la esclera de sus ojos [[es decir la parte blanca de estos]] estaba pigmentada de cierto color azul. –Oye, qu tienes en los ojos?-
-Asi siempre han sido…-
-Mm que raro.-
-Gracias, me gusta serlo…-
Hazuki llegaba con la libreta y Satoshi arrancando unas hojas y poniéndole unas grapas, le daba ese cuadernillo casero a Shuu.
-Toma.-
-Te dije que no era necesario, si quiero llamo a mis padres y ellos me traerán una lap.-
-Yo podría hacer lo mismo pero no es igual que escribir a mano… a parte la lap pesa mucho.-
No entiendo que es lo que tienes… pero.. osteo que?... me suena a huesos…
Llegaba el otro día, y Shuu sabía lo que le esperaba.
-Nos vemos en unas horas… estaré encerrado en una fucking habitación para radiados.-
-Nee, llevate el cuadernillo que te hice.-
-Pues creo que si.-
Un grupo de enfermeras llevaban a Shuu hacia el cuarto de radioterapias y Satoshi juntaba levemente sus manos.
-Kami-sama… que no le sea doloroso… por favor.-
-Hola, tu debes de ser Ishikawa-kun.- le decía un doctor de cabello bastante largo agarrado en una coleta.
-Que es de moda que los doctores de aquí tengan cabello largo?.-
-Oh bueno, la verdad creo que si, Hazuki-san y yo somos los únicos así.-
-Bueno, ya empezaran las jodidas radioterapias?-
-Soy el doctor Hirano, Nii Hirano.-
-Ok, ya mese su nombre, ahora comiencen por favor.-
Pasadas unas 5 horas, el menor se sentía como si miles de elefantes le hubiesen pasado por encima.
-Sabía que esto no iba a ser agradable…-
-Ya estas mejor?- Entraba el doctor de tez blanca como la nieve a ver a su paciente.
-Obvio me siento cansado y mal…-
-Bueno, entonces te dejo descan..-
-Oiga.. el chico que esta conmigo… en la habitación 13… que es lo que tiene?-
El rostro de Nii se tornaba un poco melancólico y decía suspirando:
-Osteogénesis imperfecta, has oído hablar de los niños de cristal?-
-Los.. niños que.. sufren facturas múltiples con solo un leve traumatismo?....-
-Si… él tiene ya casi 12 años aquí…-
-Y como es posible que….-
-Ahh, es un chico demasiado fuerte y valiente, por eso cuando supe que Hazuki-san iba a ser su doctor me alegré…-
-Por que.. dice eso?.-
-Hazuki es especialista en esos casos desde que tiene 25 años, sabe tratar a las personas con ese mal y tiene un algo que hace que puedas sonreír un poco, y curiosamente Satoshi-kun igual…-
-Oiga…-
-Si?-
-Podría decirle a mis padres… que mañana me traigan mi lap?-
-Ok…-
-Y me podría pasar esas hojas que están en ese buró?.
-Sip-
Después de que Nii le pasara las hojas engrapadas al menor, Shuu empezaba a escribir algo pero por curiosidad volteaba la penúltima hoja y veía algo escrito en ella.
-Mm? Que dice?-
“Aún si dejamos de respirar y sufrir, nadie caminará al mismo ritmo.
Esta vida cotidiana es el reflejo de que siempre vivimos nuestra existencia en un apuro.
Bajo la presión del tiempo, os vamos perdiendo.
¿desde cuando? Desde que me di cuenta
De que ya no podía sonreír con inocencia.
Bajo la lluvia escondo mis lágrimas…”
-Osea…. Ese chico es un imbécil….-
Cómo es posible…. Que sonría!?
Aquí mismo.. dice que no sonríe con inocencia…
Por que lo haces entonces!?
Aunque… esa sonrisa… sea algo dulce.