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Writter por ParadiseNowhere

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Notas del capitulo:

Tengo miedo. Tengo mucho miedo.

Esta historia ha crecido tanto... La verdad, nunca esperé que gustara a tanta gente, que tuviese tanta aceptación, tantos lectores...

Y ahora, tengo miedo.

Temo no poder estar a la altura, temo cagarla ahora que estoy tan cerca de acabar...

Temo que todas las personas que dedicaron su tiempo a leer Writter queden decepcionadas con el final.

Temo decepcionar a Denzel y a Charlie (aunque suene extraño).

 

Aun así seguiré adelante. Solo sabemos con certeza haber errado una vez cometido el error.

Aún así, tengo miedo.

Capítulo 13_ Sin una palabra.

 

 

 

 

Charlie no sabía qué hacer. Denzel estaba… Denzel lo estaba besando. Notaba el roce suave y firme de aquellos labios que lo aprisionaban, que le robaban el aliento.

Un instante antes de ceder, un mísero segundo antes de dejarse llevar por la situación, su raciocinio volvió. Se separó bruscamente de él, rojo como un tomate.

Denzel también estaba sonrojado. Sus ojos lo miraban con un brillo extraño, lo miraba de una forma en la que no lo había mirado nunca. Una forma intensa y algo feroz, y a la vez temerosa.

-¿Qué… qué crees que estás… haciendo?- preguntó.

-Yo… yo te quiero, Charlie.

-¿Qué?

-Te quiero.

-No puedes estar hablando en serio.

-Claro que estoy hablando en serio. ¿Bromearía con algo así?

-Yo… yo no…

-Charlie…

Fue hacia él y alargó una mano hacia su rostro, pero Charlie se apartó. Resignado y abatido, bajó la mano, suspiró y lo miró fijamente.

-Charlie, escucha.

-No, no quiero escucharte. Simplemente, no puedes estar hablando en serio. ¿En qué diablos estás pensando? ¡¿En qué piensas, Denzel?! Dios, los dos somos hombres…

-¿Y qué? ¿Qué importa?

-A mí sí me importa.

-¿Por qué importa tanto?

Charlie no sabía qué hacer. No sabía cómo afrontar esa situación. ¿Qué debía hacer? Más importante ¿Qué era lo que en realidad sentía, qué era lo que quería hacer en aquel momento?

Se sentía sobrepasado por la situación, así que optó por hacer lo que siempre hacía en esas situaciones; huir. Se giró sin decir nada y fue hacia su casa.

-Charlie, espera- dijo cogiéndolo del brazo.

-Suéltame- espetó secamente.

-No, espera- no cedió un ápice el agarre. Se colocó enfrente de él-. No te vayas así, solo quiero hablar contigo…

-Yo no quiero hablar, suéltame.

-Charlie, no…

-¡He dicho que me sueltes!

Sin pensar bien en lo que hacía, con su mano libre le asestó una bofetada.

No fue un golpe especialmente duro. Apenas si dejó una pequeña marca roja en su mejilla, pero para Denzel aquella bofetada reverberó en todo su ser, la sintió como si le hubiesen roto todos los huesos del cuerpo. La mano con la que lo sujetaba se aflojó hasta soltarlo del todo.

Sin más, Charlie lo hizo a un lado y prácticamente corrió hacia su casa. Denzel se quedó allí de pie un rato incapaz de pensar o hacer nada. Sólo sentía. Sentía el viento en la piel, la nieve caer, sentía la soledad y el leve dolor en su mejilla.

Luego, derrotado, se dirigió al portal. Llamó al timbre una y otra vez, mirando fijamente la cámara del telefonillo. Pero no obtenía respuesta, Charlie ni siquiera se molestaba en decirle que lo dejara en paz.

-Charlie… Charlie, escucha- dijo sin saber si estaba allí o no-. Yo… no puedo pedir perdón. He sido honesto, he dicho y hecho exactamente lo que mi corazón me pedía. No estoy jugando, no estoy bromeando y Dios sabe que no estoy equivocado con lo que siento. Te quiero. Es cosa tuya creerme o no. Es cosa tuya el corresponderme o no. Pero… yo…

>>Yo sé que es difícil. ¿Si no fuera un hombre, qué me dirías? Yo… bueno. Sinceramente, no sé qué decir. No sé cómo explicártelo. Por primera vez en mucho tiempo, las palabras no me salen.

>>Yo solo… yo… Charlie, yo…- calló, sin saber cómo continuar.

Al otro lado, Charlie miraba la pantallita monocroma del tele comunicador. Escuchaba cada palabra con atención y sin emitir sonido alguno. ¿Qué haría si decidía quedarse allí esperando, a la intemperie, como la otra vez?

¿Sería capaz de dejarlo allí?

-Charlie, me voy a ir. No quiero que te enfades más… Tal vez si insisto ahora sólo empeore la situación. Por favor, no me odies.

Y sin más se fue.

 

*****

 

Denzel apenas durmió aquella noche. Pensaba en todo y en nada a la vez. Sentía un nudo en el estómago que lo hacía sentirse de forma horrible.

Tenía miedo. Todo con Charlie había pasado tan deprisa… pero estaba seguro de no equivocarse. Sabía qué era lo que sentía.

Se pasó todo el día como alma en pena, yendo de aquí para allá en la casa. Quería llamar a Charlie, o ir hasta su casa, pero temía que aquello solo empeorara la situación.

 

*****

 

Charlie pasaba las horas sin hacer nada. Nada le levantaba la moral, nada le apetecía. Pero el festivo pasó y tenía que ir otra vez a trabajar. Pero, no quería ir, no se sentía con fuerzas de afrontar el día.

Denzel empezó a llamarlo. Nunca le contestaba.

Tenía miedo.

Pero, ¿De qué tenía miedo? ¿No sería que… había empezado a sentir algo por él? Era imposible. Simplemente, no podía ser.

Por amor de dios, lo conocía desde hacía unos meses tan solo. Apenas sabía nada de él, de su pasado, de su familia… No era posible que sintiese algo por él.

Luchaba contra sí mismo, tratando de convencerse de que aquello era mentira, que estaba equivocado… pero, simplemente, cuando pensaba en él, no necesitaba más evidencia.

¿En qué momento había pasado? ¿Cuándo había empezado a sentir aquello? ¿Acaso aquel sentimiento… seguiría creciendo?

No podía ser. Denzel era un hombre. No podía sentirse atraído por un hombre, nunca se había sentido atraído por un hombre. Aquello no podía cambiar de la noche para la mañana, ¿verdad que no?

Y aun así, aquellos ojos verdes que lo taladraban aparecían en su mente constantemente, junto con las sensaciones que aquel beso había despertado.

Estaba hecho un lío. No sabía qué hacer, no sabía cómo encarar a Denzel. Se sentía desvalido, perdido ante aquel sentimiento, ante aquellos ojos verdes…

Así que hizo lo que siempre hacía, huir. Tenía que escapar, cortar por lo sano. Tras pensarlo mucho, su teléfono e hizo una llamada. Cuando colgó, se sentía extrañamente vacío. No sentía haber cometido un error, haber acertado en su decisión, haberse precipitado o una mejoría en su estado de ánimo.

Se sentía, simplemente, vacío.

Se preguntó cuánto podría tardar en desaparecer aquel sentimiento de su corazón. No, la verdadera cuestión era si llegaría a desaparecer en algún momento o se volvería peor.

                    

*****

 

 Denzel estaba preocupado. Se sentía mal por no ir a buscar a Charlie al trabajo, pero si no quería hablar con él, mucho menos iba a querer verlo.

Hacía muchos días que no tenía noticias de él. Año nuevo había pasado ya y estaba intranquilo. Había dejado muchos mensajes y llamadas perdidas a Charlie, tantos que ya no se atrevía a contarlos. Nunca contestaba.

Dios sabe que trató de contenerse, que trató de darle tiempo para pensar. Pero, simplemente, sus nervios terminaron de colapsar el día que una grabación contestó a sus llamadas. La primera vez que sucedió, no daba crédito. Debía de ser un error. Lo intentó de nuevo, con el mismo resultado. Probó a llamar desde el teléfono fijo, pero siempre era lo mismo.

Una falsa voz de mujer le repetía una y otra vez “El número marcado no existe. Por favor, compruebe que ninguno de los dígitos es erróneo”. ¿Qué significaba aquello?  Sabía a la perfección que aquel número era el de Charlie.

Tuvo una mala corazonada. Salió como llevado por el diablo de su casa y fue directamente al Café Factory.

Cuando llegó, preguntó a un camarero que no había visto nunca si Charlie estaba por allí o su turno iba a empezar pronto. El chico lo miró levantando una ceja.

-Señor, Charlie ya no trabaja aquí. Dimitió de su puesto hace unos días, ahora yo trabajo aquí en su lugar.

Denzel se quedó blanco. Tras un instante de incertidumbre, salió de allí a la carrera y subió a su coche. Condujo como un energúmeno hasta la casa de Charlie y se paró ante el telefonillo. Llamó aunque no tenía muchas esperanzas. Llamó otra vez y, cuando ya iba a desistir, la puerta se abrió.

Subió tan rápido aquellas escaleras que parecía que la muerte le pisaba los talones. Su cabeza estaba llena de pensamientos funestos. Porque, el Café Factory era el único medio de sustento de Charlie. Y su dimisión sólo podía significar una cosa; iba a marcharse.

En el breve lapso de tiempo que tardó en llegar ante la puerta, pensó mil y una formas de convencerlo, mil y una formas de hacer que se quedara. Ninguna le convencía. Llamó al timbre, pero la persona que le abrió la puerta no era Charlie. Era una mujer de mediana edad, vestida impecablemente con un traje de falda y americana azules, que lo recibió con una cortés sonrisa de negocios.

-Buenas tardes.

-Bu… buenas tardes. ¿Quién es usted? ¿Qué le ha pasado a Charlie?

-¿Disculpe? ¿No viene a ver el piso?

-¿Qué? No, quiero ver a Charlie, no sé de qué me habla.

-Ah, cierto, Charlie era el anterior inquilino. Ya no vive aquí. Hace un par de días dejó el piso con bastantes prisas…

Denzel no daba crédito a sus oídos. Hizo a un lado a la mujer, que protestó sorprendida y algo asustada,  y entró como una exhalación en el lugar. No podía ser verdad, simplemente no podía ser verdad. Aquello debía ser una mala broma…

El piso estaba completamente vacío. Sí, aún estaban allí los muebles. El sofá, los sillones, el televisor, la mesa de cocina… todo eso estaba en su sitio. Pero no había nada más. La colección de películas de Charlie no estaba en su lugar. No había ropa en el tendal, no había mantas sobre los sillones, no había libros en las estanterías… aquel lugar estaba abandonado, desnudo.

Era como contemplar los huesos completamente mondos y blanquecinos de un animal muerto. Eso es, el lugar estaba muerto. Las lágrimas acudieron en tropel a sus ojos, y antes de darse cuenta, lloraba sin pudor alguno.

-O… oiga, ¿se encuentra bien?- preguntó preocupada la agente inmobiliaria.

Notas finales:

Cada vez falta menos, pero cada vez tengo menos tiempo para escribir.

Que nadie se escandalice con lo sucedido, aún queda fanfic, aún pueden pasar muchas cosas.

 

Paciencia.

 

En otro orden de cosas, fue una pasada el impacto que generó el anterior capítulo. Muchísima gente me dejó reviews. Tengo la imrpesión de que gustó bastante ^^.

Gracias de nuevo a todos por leer.

 


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