Capítulo 14_ Also lost.
¿Qué diablos iba a hacer ahora? Charlie se había ido de verdad.
La agente inmobiliaria que estaba en la antigua casa de Charlie no le había podido decir nada. No sólo porque la política de la empresa le impidiese decir nada al respecto de su antiguo cliente, sino porque, en realidad, no sabía nada. Denzel no le había contado nada a aquella mujer, pero su reacción y la tristeza sincera que empañaban sus bonitos ojos verdes habían sido suficientes para que se apiadase de él, así que le contó lo poco que sabía.
Había llamado hacía unos días a la agencia, diciendo que quería dejar de tener el piso en alquiler. Como no había avisado con el suficiente tiempo, si quería dejarlo de inmediato no podría recuperar la fianza, pero eso no le importaba. Como el piso estaba impoluto, no tuvo mayores problemas mara marcharse.
El único teléfono de contacto que había dejado era el que Denzel tenía, que ahora era inservible. Debía de haber sido dado de baja. Tampoco había dejado otra dirección. Había sido un visto y no visto.
Decidió volver al Café Factory. Tal vez allí supieran algo.
Cuando estaba llegando, se topó con Marie y Meryl que salían del lugar, aparentemente para irse a su casa. Aquellas dos chicas parecían muy unidas a Charlie, ellas debían de saber algo. Había charlado con ellas cuando iba por allí para buscar o simplemente darle la vara a Charlie, y siempre se habían mostrado muy amables y simpáticas con él.
-Hola, chicas. Tengo que hablar con vosotras.
-Nosotras también queríamos hablar contigo. Es sobre Charlie, ¿Verdad?- preguntó Meryl.
-Sí. ¿Sabéis adónde ha ido? Necesito que me digáis cualquier cosa que pueda ayudarme a encontrarlo. Ha dejado el piso, su número de teléfono ya no existe y… no sé qué hacer. No me dijo nada, ni siquiera sabía que se iba a ir, cuanto menos a dónde ha ido. Ni siquiera sé dónde empezar a buscarlo.
Las dos chicas se miraron.
-¿Se ha ido? ¿Ha dejado el piso?- preguntó Marie.
-¿No lo sabíais? ¿No os dijo nada?
-Lo único que sabíamos es que dejó el trabajo hace unos días, pero no dio explicación alguna. Dijo que tenía cosas que hacer y que no podía seguir cumpliendo en la cafetería. Pero nunca mencionó que…- explicó Meryl.
-¿Y a ti tampoco te dijo nada? ¿Cómo puede ser posible? ¿Acaso no estáis juntos?
Meryl puso cara de circunstancias y trató de que Marie se callase.
-¿A qué te refieres?- preguntó Denzel.
-¡A nada, a nada! Meryl no sabe lo que dice…
-Ya sabes, nosotras pensábamos que estabais saliendo juntos.
¿Saliendo juntos? ¿Saliendo con… Charlie? Denzel empezó a sonrojarse, cada vez más y más. Meryl se tapó la cara, sonrojada también.
-Joder, Marie… ¿Cómo se te ocurre decirlo? Qué vergüenza…- dijo sin Meryl sin apartar las manos de su cara.
-Yo… quiero decir, nosotros no… no… ¿En serio parecía que estábamos… ya sabéis?
-… Sí- dejó escapar en un susurro Meryl, mirándolo a través de sus dedos-. Ya sabes, es que estabais siempre juntos, y parecíais tan unidos y contentos…
Denzel empezó a sentirse mal. El rubor empezó a desaparecer de su rostro. Pensaba en lo que acababan de decirle, y no podía evitar sentirse culpable. Culpable y desolado.
Contó a las dos chicas lo ocurrido. Ambas quedaron sorprendidas, tanto por lo ocurrido como por la radical reacción de Charlie.
-¿Qué vas a hacer ahora, Denzel?- preguntó Marie tras un largo rato de silencio.
-No lo sé. Tal vez lo correcto sea no hacer nada. Quiero decir, si hice sentir a Charlie tan mal, si le… di tanto asco como para hacer que se marche de esta forma, tal vez lo mejor sea dejarle en paz. Tal vez lo mejor sea desaparecer de su vida, dejarlo olvidar el mal trago. Si llego a saber que su reacción sería esta… nunca le hubiera confesado mis sentimientos.
El silencio cayó como una losa. Se despidieron sin decir apenas nada, pues ninguno sabía qué decir.
*****
La sensación de vacío no se iba. Se había instalado de forma permanente en su ser y no lo abandonaba ni a sol ni a sombra.
Trataba de mantenerse ocupado todo el rato, forzando su mente a centrarse en cualquier cosa, por ínfima que fuese. Porque cuando dejaba que sus pensamientos herraran, tarde o temprano acababan en el mismo punto de siempre. Acababa volviendo a pensar en Denzel.
Y cuando lo hacía, el vacío se hacía más grande. Cada vez que pensaba en él, se sentía un cretino. En contra de lo que trataba de convencerse, estaba empezando a arrepentirse de haberse marchado así, de haber abandonado todo sin dar siquiera una explicación. Tal vez debería haber dado la cara y haber arreglado las cosas con Denzel…
Debía decirle que lo suyo no podía ser, que no estaba interesado en él de esa forma... Pero no tenía claro qué era lo que sentía. Se veía desbordado, confuso y perdido.
Y lo peor, era que la sensación de vacío no se iba.