Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Writter por ParadiseNowhere

[Reviews - 115]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Dejar un review no cuesta nada, y anima un montonazo a escribir!

Capítulo 4_ Échale un vistazo.

 

 

 

 

Se despertó con mucha parsimonia, descansado como no recordaba estarlo desde hacía muchísimo tiempo. ¿Cuándo se había quedado dormido? No lo recordaba con exactitud, pero haciendo un cálculo aproximado le daban más o menos doce horas de sueño. No hacía eso desde… en realidad, no recordaba haber dormido tan seguido en su vida.

Y qué bien sentaba.

A decir verdad, se encontraba mucho mejor que el día anterior. Se levantó, solo para comprobar que Carol ya se había marchado a su casa. No sin antes recoger un poco. Había limpiado, había sacado la basura, e incluso había hecho un par de coladas.

Pegada al frigorífico, había una nota.

“He limpiado un poco la leonera. De nada. Llámame cuando te despiertes.” Obedeció nada más leer.

-¿Si?- contestó Carol al otro lado de la línea.

-Eres mi ángel de la guarda. Vales tu peso en oro. No te puedes ni imaginar el cariño que te tengo…

-No seas zalamero. Y no te pienses que lo de recogerte la casa se va a convertir en costumbre. Ni siquiera te atrevas a soñarlo.

-No lo haré. Muchas gracias por todo.

-De nada. ¿Qué tal estás?

-Mucho mejor. Acabo de levantarme justo ahora. He dormido como un bebé.

-Así me gusta. Pero si te vuelves a encontrar mal, ve derechito al médico. Y llámame, no importa la hora que sea.

-Ok.

-Denzel, ahora tengo que dejarte. Estoy algo liada. Descansa y no se te ocurra ponerte a trabajar. ¿Me oyes?

-¿Y la entrega?

-Le he dicho al editor que estabas pachucho. He conseguido una semana más de aplazamiento.

-Gracias. ¿Qué haría sin ti?

-Morirte. Probablemente devorado por la mierda de tu apartamento. ¿Hace cuanto que no limpiabas?

-Ya ni me acuerdo.

-Me lo suponía. Me debes una cena, que lo sepas.

-Te debo la vida, eso vale por lo menos dos cenas. Y una caja de bombones de coco.

-Te tomo la palabra. Cuídate, hasta luego.

-Hasta luego.

Colgó. Esperó un rato. Y ahí estaba. Su teléfono empezó a sonar de nuevo. Contestó sin mirar siquiera quien llamaba. No lo necesitaba, lo sabía de sobra.

-Hola, mamá.

-Hola, cariño. ¿Qué tal te encuentras?

-Tal y como Carol te acaba de contar, eso seguro.

-No hables en ese tono de ella. Aún por encima de que se preocupa por ti… y de que me llama para contarme cosas. Tú ya casi no me llamas.

-Iba a hacerlo. Ella se me ha adelantado.

-Seguro.

-Claro que iba a hacerlo, mamá. Lo sabes.

-Bueno. Dejémoslo estar. Entonces, ¿Ya estás mejor?

-Sí. He dormido como un bebé y ya estoy recuperado.

-Carol ya me ha contado los detalles. No debes exigirte tanto.

-Lo sé.

-¿Y si lo sabes cómo es posible que haya pasado esto?

Denzel rodó los ojos.

-Ahora lo sé.

-Pues que no se te olvide.

-No pasará. Tranquila. Carol me vigila.

-Hay, la buena de Carol. ¿Por qué la dejaste escapar, Denzel? Hubierais hecho tan buena pareja…

-Déjalo estar, mamá.

-¿Cuándo vas a sentar la cabeza? ¿Cuándo me vas a dar un nieto, hijo?

-¿Ya empezamos?

-Oh, cariño, sabes que esto nunca se ha acabado. Sólo me preocupo por ti. Y dime, ¿Sigues sin novia?

-Sigo soltero.

-¿Y por qué no un novio, entonces?

-… mamá, por favor…

-Yo ya te lo dije, en realidad no me importa no llegar a tener nietos, solo quiero que tengas alguien a tu lado. Tu difunto padre también te lo decía. No importa con quien si tú eres feliz…

-Mamá- Denzel estaba sonrojado-, por favor, otra vez con lo mismo no. Ya hemos hablado sobre el tema mil veces.

-Y siempre acaba igual la conversación.

-Pues si sabes cómo acaba, ¿Por qué insistes? Cuando encuentre a alguien serás la primera en saberlo. Aunque solo sea porque me dejes en paz.

-Hay que ver, cariño, eres igual a como era tu padre. Terco como una mula.

-Lo sé. Me lo dices siempre.

-Y siempre creo que no te lo digo suficiente.

-Mira, mamá… iré por casa en unos días.

-… Lo dices como si vivieses muy lejos.

-Tampoco vivo tan cerca. Ahora ando algo liado, ya sabes con qué. Cuando entregue el manuscrito dentro de un mes, iré a hacerte una visita. No creo que pueda ir antes, si no ya sabes que me distraigo y no hago nada.

-Comprendo, cariño. Acaba lo que tengas que acabar y vente a pasar unos días. Te vendrá bien para descansar.

-Vale.

-Dentro de un mes.

-Dentro de un mes. Hasta luego, mamá.

-Hasta luego, cariño. Cuídate. ¡Y búscame una nuera o un yerno pronto!

Antes de que su progenitora pudiese decir algo más, colgó. Suspiró, algo desanimado.

-Si fuera tan fácil, mamá…- dijo para sí.

 

*****

 

Un par de días pasaron. Denzel se tomó al pie de la letra lo de no tocar para nada el trabajo. Y, sinceramente, le estaba sentando bien. O bueno, le sentó bien hasta que decidió volver a ello.

Pensó que tras unos días de olvidarse del tema, volvería con la mente relajada y sería por fin capaz de dejar atrás el bloqueo. Pobre inocente.

Se sentó durante dos horas enteras en su cómoda silla de escritorio, los papeles del manuscrito delante… y nada. Frustrado, algo cabreado, recogió todos los papeles que consideró necesarios en una carpeta y salió al frío de la noche, sin pensárselo mucho. Y también, sin pensárselo mucho, acabó en el “café factory”.

Entró y fue directamente a la barra. No había nadie más en el lugar. Ni siquiera otros trabajadores. Solo estaba Charlie, quien lo recibió con una enorme sonrisa.

-Buenas noches.

-¡Muy buenas noches! Ya hacía un par de días que no venías por aquí.

-He estado enfermo.

-¿En serio? ¿Qué te pasó?... ¡¿No sería a causa del golpe que te di, verdad?!- Charlie estaba verdaderamente preocupado.

Denzel no pudo evitar reírse.

-Claro que no. Es solo que ando un poco estresado con el trabajo. No fue nada serio.

-No creo que sea tan poco serio si llegaste a enfermar…

-Bueno… es que llevaba un par de días sin dormir bien y sin comer como es debido. Eso también cuenta. Pero es curioso que pensaras que fue por culpa de ese golpe.

Se sonrojó.

-¿Y yo qué sabía?

-¿Cómo voy a enfermar por un golpe en la nariz?

-… Déjame en paz.

-No te enfades, no seas crío- rió.

-¿Quien se enfada?- dijo haciendo un puchero- Además, ¿Quién es más crío de los dos? Tú te estás riendo de mí.

-Bueno, bueno. Tengamos la fiesta en paz. ¿Me pones un café con leche y hacemos las paces?

-Bueno, por esta vez pase. ¿O acaso no habíamos quedado en que éramos amigos?

-¡Ah, entonces lo admites!

-… ¿Por qué pareces tan orgulloso?

-Porque cuando te lo dije por primera vez me trataste de loco.

-Es que estás loco. Un poco al menos. Pero supongo que es parte de tu encanto.

-Ya. Oye, ¿Es martes?

-Sí. ¿Por qué?

-Lo digo porque no hay nadie.

-¿Aún recuerdas eso?

-No fue hace mucho tiempo. Apenas una semana y pico.

-Sí… y pensar que hace apenas una semana y pico que te conozco y ya hablamos con tanta confianza. Es más, incluso nos consideramos amigos tras haber hablado tan solo en tres ocasiones.

-¿Te molesta?

-No, molestarme no me molesta. Pero es… algo fuera de lo común.

Ambos se quedaron callados. Charlie se dio cuenta de que llevaban rato sin decir nada, carraspeó y buscó cualquier tema de conversación.

-Eh, bueno… ¿Qué traes ahí?- preguntó señalando la carpeta marrón que el otro había puesto sobre el taburete a su lado.

-Ah, esto. Es lo que tengo escrito de mi última historia. No sé muy bien por qué me lo traje… tal vez para convencerme a mí mismo de que estoy trabajando…

-Ah, es verdad, eres escritor. Me cuesta acostumbrarme.

-¿Por qué?

-Es que no conozco a ningún otro escritor. Reconocerás al menos que es un trabajo poco común…

-Puede ser. ¿Quieres echarle un vistazo?

-¿Eh? ¿Puedo hacer eso? ¿No se supone que se mantiene en secreto hasta que sale la novela publicada?

-A veces, los escritores dan a leer sus manuscritos a gente de confianza para que les digan los errores que cometen, o para pulir cosas, o, simplemente, para tener una opinión.

-Ah. Yo sigo diciendo que aún no nos conocemos, pero bueno, si tú ya me consideras una persona de confianza…

-¿Eso significa que no quieres?

-¡Claro que quiero!... ¿Entonces, de verdad que puedo?

-Claro que sí. Incluso me harías un favor, estoy mortalmente bloqueado. Me vendría bien que me dieras tu opinión. Tal vez podías echarme un cable. Aunque no llevo mucho escrito. Por favor…- dijo tendiéndole la carpeta.

-E… está bien.

Charlie tomó la carpeta. La miró con algo de duda. Luego miró a los lados. Y luego de nuevo a la carpeta.

-Pero… ¿Aquí? ¿De verdad?- Denzel rió de buena gana.

-Claro. No es secreto de estado ni nada por el estilo.

-…

-Si no quieres hacerlo no pasa nada…

-¡Si que quiero, claro que quiero!... pero me da no se qué… aquí… no sé qué decirte.

-Oye, que te estoy diciendo que no es nada… de verdad, no llevo casi nada hecho.

Aunque siguiera repitiendo lo mismo, Charlie no se decidía.

-¿De verdad lo quieres leer?

Charlie asintió.

-Pero te da corte…

Asintió de nuevo.

-¿Por qué?

Se encogió de hombros.

-Entonces, ¿Qué tal si te invito a tomar un café a mi casa cuando quieras y lo lees con calma?

-¿De verdad? No quiero ser una molestia…

-No seas tonto, no sería molestia. Todo lo contrario. De verdad que me harías un favor si le echas un ojo… ¿O te hace sentir incómodo el hecho de que invite así de repente?

-Bueno…

-¿Qué pasa? ¿Aún sigues barajando la posibilidad de que sea un asesino en serie?

-Aún no la he descartado del todo- dijo con una sonrisa de medio lado.

-Está bien- dijo riendo-. Entonces olvida la invitación.

-… pero yo sí quería ir…

-… a ti no hay quien te entienda. ¿Quieres venir o no?

-Sí.

-Entonces ven. ¿Qué más necesitas? Si no te fías de todo, siempre puedes traer un espray pimienta o algo así. O cualquier otro elemento de defensa personal. Te prometo que no me sentiré ofendido.

-Estás como una auténtica cafetera…

-¿Entonces?

-… El jueves libro. Todo el día. ¿Te parece bien?

Notas finales:

Ains, ¡Otro capítulo más!

¡Bien!

Aunque tal vez ahora llegue el bajón escritoril (¿he dicho escritoril? ¿esa palabra existe?, creo que no). Exámenes, trabajos y todo ese coñazo, comunmente conocido como vida cotidiana, que le pone freno a mis rachas de esctirura...

Así que, si por un casual, a alguien le gusta esta historia y quier leer más pronto... paciencia. Lo siento, pero también necesito dormir.

¡DEJAR UN REVIEW NO CUESTA NADA, Y ANIMA UN MONTONAZO A ESCRIBIR!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).