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Writter por ParadiseNowhere

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Notas del capitulo:

No me lo puedo creer, ¡He escrito otro capítulo!... a costa de dormir MUY poco, pero qué mas dá, hoy es sábado ¡Y he escrito un capítulo más!

... Ahora una siestecita y luego... a estudiar, qué remedio T_T.

A pesar de la montaña de cosas que tengo que hacer, espero mantener este ritmo regular de escritura... que es sorprendete para mi, la verdad.

 

Recuerda, un fic se alimenta de tus rewiews.

Capítulo 5_ Acero de antaño.

 

 

 

 

-… Menudo desorden- fue lo primero que Charlie dijo al entrar y ver el panorama.

-No creo que sea para tanto- respondió Denzel rascándose la cabeza, dando una visual a su hogar.

-No sé qué decirte… ¿Cuándo fue la última vez que limpiaste?- dijo sacándose el abrigo, que Denzel le sacó de las manos para colgarlo en un perchero de pared al lado de la puerta.

-No sabría decirte. Yo no lo veo tan mal. Es decir, hace poco más de una semana que Carol le dio un repasito a la “leonera”, como ella le llama.

-¿Carol?

-Mi supervisora. Es la persona que se encarga de vigilar que los entregue dentro del tiempo límite y según lo acordado, y de pelearse con el editor, que viene a ser mi jefe. Tengo suerte, me cuida mucho porque somos amigos desde que éramos pequeños.

-Ah… y si hace poco más de una semana que ordenaron esto, ¿Cómo te las has apañado para dejarlo así?

-Yo sigo diciendo que no es para tanto…

-… -Charlie seguía callando, mirando con ojo crítico la estancia.

-¿Y siempre tiene que venir ella a imponer orden?

-Bueno, casi siempre que viene recoge un poco. Es una maniática de la limpieza- se quedó un instante mirando la cara de Charlie-… Y estoy por apostar que tú también, ¿Me equivoco?

-No es que sea un maniático del orden… pero me estreso un poco al verlo todo tan tirado por ahí…

 -O sea, que sí eres maniático.

-Mira, llámalo como quieras. Pero ya que sabías que iba a venir de visita, te podías haber molestado en limpiar un poco.

-Tomaré nota para la próxima vez. ¿Te costó dar con el lugar? Tal vez debí ir a buscarte…

-No, no tuve problema. Tu edificio es fácil de encontrar, me bastó con la explicación que me diste, no tuve que preguntar ni nada.

-Bien. ¿Qué te apetece tomar? ¿Café, té…?

-Un café estaría bien.

-OK. Ahora mismo vuelvo. Tú ponte cómodo.

Desapareció por la puerta de la cocina y Charlie se sentó en el sofá, apartando unos pantalones y un par de sudaderas tiradas allí.

-¿Entonces, es verdad que no recoges nunca?

-Bueno, si para caminar por el piso tengo que ir apartando cosas con los pies, hago un esfuerzo.

-… Me pregunto si habrá ratas por aquí…

-No seas así. Tampoco es un vertedero. Vale que tal vez no esté ordenado, pero no está sucio. No hay restos de comida podrida ni cosas por el estilo.

-Hombre, eso no. Pero quién sabe. Yo por si acaso me voy a andar con cuidado.

-Lo que tú digas. Bueno, ponte cómodo. Puedes revolver y cuchichear en lo que quieras, no tengo nada que merezca la pena esconder.

Denzel se fue a la cocina para poner la cafetera. Charlie, algo cortado, observó la sala de estar. Era un piso bastante grande, moderno y nuevo. El gran salón estaba conectado con la enorme cocina, por lo que podía ver la espalda de Denzel trajinando por ahí.

El salón parecía ser el eje central de la casa. La puerta daba a la cocina, la cocina daba al salón, y el salón tenía al frente un enorme ventanal y puertas a derecha e izquierda. A su derecha, una de las puertas daba a un baño y la otra a un gran despacho, con suelo de madera y muchísimas estanterías llenas hasta arriba de libros. Por encima del escritorio y a su alrededor había papeles y carpetas esparcidos, un ordenador portátil y un flexo.

-Puedes pasar sin miedo, te garantizo que nada te va a atacar.

Charlie se sobresaltó. Denzel le hablaba pegado a su espalda, no lo había oído venir.

-¿Cuándo has llegado ahí?

Denzel rió, entrando en el despacho.

-Es que soy un ninja. Venga, pasa.  

-¿Es aquí donde escribes?

-Sí.

-¿Y todos estos libros?

-Me gusta estar rodeado de libros. Me relaja.

-¿Alguno de estos libros los has escrito tú?

-Esos de allí son míos- dijo señalando vagamente una estantería.

-¿¡Todos estos!? ¡¿La estantería entera?!- dijo con asombro, mirando el mueble repleto de libros.

-Sí, todos.

-Guau… increíble. Aquí debe de haber unos… sesenta libros…

-Cincuenta y uno. Has estado muy cerca.

-¿Cómo has podido escribir tantos?- lo miró con cara de asombro total- ¿Cuántos años tienes? ¿Cómo te ha dado tiempo para tanto?

-Tengo veintisiete. Llevo escribiendo y publicando desde los dieciocho.

-Eso no es posible, es una animalada…

-¿Tú crees?

-¡Claro!

El chico se quedó un rato embobado ante la estantería, leyendo los títulos de los libros.

-¿Te apetecería leer alguno?

-¿Eh? ¿Uno de los tuyos?

-Sí. Te presto los que quieras.

-¿En serio? ¿No te importa? ¿Son son estas ediciones especiales de recuerdo o algo así?

-Qué va. Son primeras ediciones, si, pero no tienen nada en especial. Solo que me gusta tener algún ejemplar de lo que escribo por aquí. Tal vez sea pura vanidad. Los libros son una herramienta, no un adorno. ¿De qué sirve crear un libro si no se va a leer? ¿Para acumular polvo en un andel?

-Caray… ¿Estás seguro que puedo?

-Sí, pesado.

-Mn… ¿Cuál escojo?... ¿Cuál escojo?...

Denzel se apoyó contra la mesa, observando a aquel chico moreno revolotear alegre enfrente de los libros. Una sonrisa asomó a sus labios. Le parecía adorable aquel chico, tan bajito y delgado, con aquellos ojos tan azules…

-¿Cuál me recomiendas?- le preguntó sacándolo de repente de su ensoñación.

Charlie lo miraba sonriente y alegre.

-Eso depende. ¿Qué te gustaría leer?- preguntó acercándose- Aquí hay un poco de todo.

-¿Sobre qué te gusta escribir?

-Mn… ¿Cómo podría explicártelo? Es que no tengo un solo estilo que me guste. He escrito alguna novela policíaca, novela negra, novela fantástica...

-Ya veo… No sé qué me gustaría leer, la verdad… Hm, veamos.

Se quedó allí un instante pensando. Los brazos cruzados, la barbilla sobre el puño cerrado en actitud pensativa. Denzel sólo miraba para él y sonreía. Le hacía gracia la cara de concentración que estaba poniendo.

Entonces, estirándose un poquito porque no llegaba bien, cogió el primer libro del estante más alto.

-“Acero de antaño”… ¿De qué va este?

-El protagonista es un hombre algo mayor que fue mercenario cuando era joven. Cuenta las cosas que hizo de joven…

-Mn, pues este promete. Me llevo este prestado.

-¿Y por qué ese?

-Porque era el primero en la estantería.

Lógica aplastante. Denzel no pudo evitar reír bajito.

-Vale, pues decidido. ¡Ah, el café se va a quedar frío!- dijo de pronto y fue a la cocina.

Charlie lo siguió, ojeando el libro, que tenía sobre unas quinientas páginas.

-¿Qué quieres con el café?

-Leche y mucho azúcar- dijo sin apartar la vista del libro, sentándose en el sofá.

Denzel preparó el café y lo puso en la mesita enfrente de Charlie y se lo quedó mirando, esperando alguna reacción por su parte, ya que parecía enfrascado en el libro. Después de un rato, se sintió observado y por fin levantó la vista.

-Ah, lo siento. Qué maleducado- dijo sonrojándose y cerrando el libro.

-No pasa nada- dijo riendo-. Es que me hacía gracia verte ahí tan concentrado…

-Sí, bueno…- dijo aún sonrojado- Lo siento. Es que engancha bastante… y no lo digo por cumplir. Es realmente interesante.

-Caray, muchas gracias.

-¿Puedo hacer una pregunta?

-Claro, lo que sea.

-Antes dijiste que estabas atascado con la nueva historia…

-Sí.

-¿Por qué?

Denzel se rascó la nuca y se apoyó en el respaldo del sofá.

-Bueno… es que el nuevo libro es un poco… muy diferente de lo que suelo escribir. Y he de reconocer que es algo que me cuesta bastante. Es una temática que nunca había tratado antes y se me resiste porque no sé muy bien cómo llevarla.

-¿Muy diferente?

-Antes te dije que escribo novela negra, fantástica, de aventuras… géneros en los que la magia, la intriga e incluso la sangre tienen cabida. Son géneros en los que me siento libre de escribir lo que quiera como yo quiera, porque admiten un margen muy amplio. Pero esta vez es radicalmente diferente- Denzel esbozaba una sonrisa que no llegaba a reflejarse en sus ojos. Su actitud y su ánimo parecieron cambiar de repente, dejando su natural jovialidad de lado.

>>Mi editor me pidió… bueno, más bien me exigió que esta vez escribiese nada menos que una novela romántica. Es algo con lo que no sé lidiar…

-¿Y por qué te han mandado hacerlo si es algo que no habías hecho nunca y no se te da bien?  

 

-Porque por lo visto hoy en día las novelas románticas están en alza. Según mi jefe, “tengo que ser un escritor más polifacético y versátil, capaz de escribir de todo”. Él lo ve casi como un entrenamiento para mí. Yo lo veo más como una tortura. Además, paradójicamente, aunque las novelas rosa estén en auge, hay muy pocos escritores de este género… al menos en mi agencia editorial.

-¿Entonces en tu “agencia” hay más escritores?

-Sí.

-¿Entonces por qué no le manda este tipo de historia a otra persona?

-Pues porque nadie más quiere.

-… ¿Y te tuvo que ir a tocar a ti? ¿Os lo jugasteis a piedra, papel, tijeras o qué?

La sonrisa de Denzel se tornó un poco verdadera.

-Qué ocurrencia. Claro que no. Verás, cualquiera de los otros escritores pueden, hasta un cierto punto, negarse a escribir algo que no quieren por una sencilla razón: pueden irse cuando quieran. Aunque dejen la agencia, cualquier otra los recibiría con los brazos abiertos, porque ya son escritores con un cierto renombre. Y entonces, con el miedo a que se vayan, el editor les da muchísimo más margen.

-¡Pero eso es injusto!

-Es lo que hay. Es un trabajo como cualquier otro. Cuanto más arriba estés, mejor para ti.

-¿Y a ti no te contratarían en otro sitio?

-Tratar de averiguarlo no sería una buena idea. Bien pensado, solo tengo que aguantarme un poco y pasar por el aro. Cuando esto haya pasado, me sacudiré las manos y me pondré a escribir sobre viejos mercenarios otra vez.

-Ya veo… pero me sigue pareciendo una putada.

-La verdad, a mí también- dijo riendo.

El móvil de Denzel comenzó a sonar. Era Carol.

-Perdón, tengo que cogerlo.

-Ah, nada.

-Hola Carol, ¿Qué tal?

-¡¿Cómo quieres que esté?! ¡¿Dónde diablos estás?!

-¿Eh? Yo en casa, ¿Y tú?

-¿Pero qué…? Oh dios… no me lo puedo creer…

-¿Pero qué pasa?

-Denzel, ¿Qué día es hoy?

-Jueves.

-¿Y…?

-… ¿Día quince?- dijo sin comprender aún.

-¡Es día de revisión, idiota! ¡Se supone que tendrías que estar aquí ya!

Denzel se quedó pálido, quieto como una estatua.

-¡¿Era hoy?!- dijo levantándose de repente, dándole un susto de muerte a Charlie.

-¡Claro que es hoy tarado! ¡Tienes que estar aquí a la de ya!

-Ugh… vale, vale… salgo ya, consígueme tiempo…

-En eso estoy, ¡apúrate como si te fuese la vida en ello!

Colgó y salió corriendo a su habitación, quitándose la camiseta por el camino, ante un extrañado Charlie

-¿Qué pasa?- preguntó levantándose y acercándose a la puerta entreabierta de la habitación.

-¡Me había olvidado! Hoy tengo que llevarle al editor lo que he escrito, para que lo revise y me diga si le gusta o no- le contestó la voz de Denzel, algo entrecortada por las prisas de vestirse-. Qué tonto…- se escuchó un golpe- ¡Au!

-¿Estás bien?

-Sí, no pasa nada. Dios, con el cuento de que ibas a venir, se me pasó por completo…

-Dios, ¿Es culpa mía?

-En absoluto, no digas tonterías- dijo saliendo de la habitación, casi atropellando a Charlie que estaba allí de pie-. Es que soy un cabeza hueca. Carol me matará. El editor me matará. ¡Dios, ¿Qué le pasa a esta cosa?!- exclamó peleándose con los botones de la camisa, no daba acertado los botones en los ojales, además de tener alguno abrochado donde no correspondía.

-A ver, espera- dijo apartándole las manos con delicadeza, desabrochando los botones y volviendo a abotonarlos correctamente-. Ya está.

-Gra… gracias- dijo sonrojado, saliendo disparado a buscar su abrigo y su cartera.

-De nada- contestó algo sonrojado también, sin saber muy bien por qué.

-Lo siento, no es que quiera echarte, más aún cuando te has tomado la molestia de venir, pero…- dijo ya en la puerta.

-Tranquilo, me hago cargo. Si quieres, puedo venir otro día- dijo mientras se ponía el abrigo.

-¡Claro! Es decir, cuando quieras puedes venir.

-Muy bien. Creo que necesitarás esto- dijo tendiéndole la carpeta con los manuscritos que le había dejado antes.

-¡Ah, sí, gracias! Casi me lo dejo atrás.

-Y este me lo llevo. Ya te lo devolveré- dijo con el libro en la mano, mientras salían y bajaban hasta la calle.

-Si, por favor. ¿Quieres que te lleve a casa en coche?

-No, hombre, no hace falta. Lárgate, que llegas tarde.

-Bueno. Gracias por todo, y lo siento de nuevo…

-No es nada. Gracias a ti por el buen rato. Hasta otro día.

-Hasta otro día- se despidió, viéndolo marchar, quedándose estático un instante. Entonces, despertando de repente de ese instante de pausa, echó a correr a buscar su coche.

Notas finales:

Parece que Charlie se está convirtiendo en un personaje muy popular. Algunas de las personas que me han dejado reviews me han dicho que les gusta mucho Charlie, que es adorablemente torpe y tierno. Yo también lo creo.

Tanto Charlie com Denzel tienen un poco de mi personalidad. He querido hacerlo así porque me pareció divertido :3

Charlie es igual de torpe e inocente que yo. Y a Denzel le tocó ser despistado y desordenado. Y ambos tienen ese aire de no enterarse mucho de lo que pasa a su alrededor que tanto me caracteriza.

Me lo paso pipa con ellos dos. Me encantan los dos, precisamente porque son muy parecidos a mi... pero casi me gusta un poquito más Denzel...

¡MUCHAS GRACIAS A LAS PERSONAS QUE ME HAN DEJADO REVIEWS! HAY ALGUNOS REVIEWS QUE ME ALEGRAN EL DÍA... DE VERDAD.


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