Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un nuevo comienzo por Mitzuuki

[Reviews - 131]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

SIGAMOS...

.-SOLEDAD

 

 

 

Los años pasaban rápido,  ya eran cinco desde que Yuki y su familia se habían ido, y sinceramente, me había acostumbrado a vivir sin él, aunque claro está que jamás logré olvidarlo, y no lo haría, se lo prometí.

Estaba llegando a mi casa después de una larga jornada de escuela, me desagradaba, los talleres extra programáticos no existían y  me aburría como ostra todo el día.

-¡Mamá! – Grité al entrar en la casa, me saqué los zapatos y tiré la mochila en la entrada, en vista de que nadie me respondía fui directo a la cocina - ¿Mamá? – Pero tampoco había nadie – Maiko… Papá… - Inútil llamar a papá cuando sabía estaría trabajando

-Aquí estamos Shuichi – La voz de mamá me sorprendió desde la sala de estar, caminé rápidamente ahí y me sorprendí aún más al notar que estaban todos sentados en el sofá más grande, mirándome con una impecable sonrisa – Vamos hijo siéntate, tenemos algo que decirte – Obedecí algo inseguro y tomé asiento en el sofá que estaba frente a ellos, y me estiré hacia atrás, esperando a que me dijeran lo que tuvieran que decirme

-Hijo – Dijo mi padre, con un gesto bastante contento – Lamento que esta noticia no te haya llegado hace cinco años, cuando tal vez fue el momento en que más lo necesitabas…

-¿De qué hablas? – Sabía a qué se refería con lo de hace cinco años, pero no entendía el punto al que querían llegar

-Aumenté el trabajo en la empresa para juntar el dinero suficiente, y tras unos largos meses de espera y constancia… He logrado que me trasladen de ciudad – Abrí mis ojos tanto que Maiko soltó una suave risita

-¡¿Dónde?! – Casi grité, realmente emocionado

-A Sapporo, sé que es bastante frío allá pero…

-¡Me encanta la nieve! – Grité poniéndome de pie – Gracias, gracias – Abracé a papá con fuerza – A pesar de que hayan pasado cinco años… Muchas gracias

-¡Entonces no se hable más! – Dijo mamá casi llorando de emoción – Arregla tus cosas Shuichi, que partimos mañana mismo

-¡¿Qué?!

-A no ser que quieras despedirte de tus amigos…

-No, no… Llevamos pocas semanas de clases no será necesario- Estaba consciente de que una enorme sonrisa adornaba mi rostro, mi familia me la respondió de la misma manera y sin decir nada más cada uno partió a sus habitaciones a preparar las maletas.

¿Quizás una nueva oportunidad de la vida para ser feliz? Me daría tristeza abandonar este lugar que me cobijó por más de dieciséis años, pero si quería superar esto de una buena vez, el cambio era una de mis mejores opciones en este momento.

Terminé de cerrar mi maleta y la bajé al primer piso, estaba más emocionado de lo que creía, la idea de cambiarme me hacia realmente feliz.

-¡Todo listo! – Grité cuando dejé caer la maleta al piso y me dejé estar en el sofá

-Entonces mañana a primera hora vienen por todo, si… Está bien muchas gracias, adiós – Mi padre colgaba el teléfono – El asunto de los muebles ya está listo, mañana vendrá un camión a recogerlos

-¿Los llevaran a Sapporo?

-No, los hemos donado a beneficencia – Me sonrió – La casa que hemos comprado allá está perfectamente amoblada

-Vaya, ustedes… Tenían ya todo planeado

-Era una sorpresa que veníamos planeando hace meses, no quisimos decírtelo antes por si algo no salía según los planes – Me golpeteó el hombro suavemente – Solo quiero volver a ver esa sonrisa maravillosa que tenías antes de que… Bueno, ambos sabemos – Asentí sonriendo

-No sabes todo lo que les agradezco esto, sé que debe ser complicado para ustedes cambiar el estilo de vida solo por mí, pero…

-Pero nosotros seremos felices donde y cuando tú lo seas – Me dio un beso en la frente y se puso de pie – Vamos, ve a descansar que ya es tarde, mañana viajamos temprano

Le obedecí y subí a mi habitación, me recosté en la cama y me quedé mirando los detalles que el techo tenía como si eso fuera lo más interesante del universo, aunque poco a poco, el estar así logró hacer que ganara el sueño.

 

El avión despegó y sentí de inmediato como todo dentro de mí se emocionaba, mi estómago se apretó en un nudo enorme que amenazaba con jugarme en contra, y más las turbulencias del avión no ayudaba mucho en mi estabilidad física.

Fueron tres horas de vuelo que se me hicieron eternas, empezando porque me daba miedo pararme para ir al baño, el avión de vez en cuando se movía como un loco y me hacía tambalearme, así que durante tres horas estuve aguantándome hasta llegar al aeropuerto de Sapporo. En segundo lugar, la comida que daban era horrible, por lo que mis tripas me exigían un montón de comida que no podía darles y comenzaba a fatigarme, y tercero, el aterrizaje fue lo peor de todo, mis oídos se taparon y por el choque contra el suelo tuve un mareo bastante significativo.

-Shuichi vayan a buscar un taxi, nosotros iremos por sus maletas – Me dijo papá caminando con Maiko, le sonreí a mi madre que parecía verme con ternura y pasando mi brazo por sus hombros caminamos hacia la salida, reservando un taxi.

Después de eso lo siguiente fue conocer nuestro nuevo hogar, era bastante pequeño comparado con el anterior pero aún así me parecía acogedor, mi habitación junto con la de Maiko y mis padres estaban en el segundo piso, para mi suerte la mía quedaba justo frente al baño, así le ganaría a mi hermana por las mañanas. Teníamos un patio trasero muy amplio, perfecto para poder salir a relajarme un poco de vez en cuando, y el antejardín no estaba nada de mal, repleto de rozas de distintos colores que lograron encantar a mamá. Enseguida comenzó a cocinar algo para la cena, mientras el resto nos poníamos a desarmar cajas y ordenar nuestras maletas en las respectivas habitaciones.

-¿Te ha gustado? – Mi madre me distrajo de mis pensamientos, se sentó junto a mí en una banca que estaba en el patio trasero – Es mucho más pequeño, pero a mí me parece acogedor

-Yo pienso lo mismo – La abracé – Además… somos una familia pequeña, no hay necesidad de algo tan grande

-Este lugar es perfecto para ti… Y tus canciones

-¡¿Ah?! – Ella rió a mi repentino asombro. Se puso de pie aún sonriendo

-Solo espero que las letras de tus canciones no sean tan tristes desde ahora – Y desapareció de mi vista, dejándome solo y anonadado

-Creo que… No estaban bien escondidas después de todo – Sonreí, a mi madre al parecer jamás podría esconderle algo.

La noche cayó nuevamente, estrené mi nueva y cómoda cama durmiéndome en el acto, producto de todo lo que habíamos hecho en el día estaba exhausto, y mañana tenía que ir a mi primer día de escuela.

Fantástico, personas nuevas a las que poder conocer.

Notas finales:

SIGUIENTE T_T


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).