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Gatoz Bezarius por Kurenai_no_Angel

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Notas del fanfic:

Realmente no pensaba subirlo (cuantas veces habré dicho lo mismo xD) porque solo lo escribí por pura diversión y por el típico "qué pasaría si..." Me decidí a colgarlo porque así me obligo a mi misma a terminarlo xD No sé de momento cuantos capítulos tendrá, pero sí que será largo (al parecer solo consigo hacer mas de un capítulo con fics e Pandora xD)

Notas del capitulo:

Ni Pandora ni los personajes me pertenecen.

Contemplaba espantado al hombre que tenía en frente. Su ceño estaba fruncido y extendía las manos hacía delante deseando que alguien le sacara de ahí. Gritaba con desesperación y manoteaba el aire. Pero el agujero negro que se extendía incontrolable bajo sus pies le impedía cualquier vía de escape. La luz roja cegadora le envolvía al completo. Él solo observaba como era tragado por el Abismo mientras notaba la presencia de Alice a su lado, ya convertida de nuevo en humana. El rostro de aquel hombre reflejaba a la perfección el miedo y la rabia.

 

 

 

 

 

-¡¡Ojala la persona a la que amas te desprecie igual para que sientas lo mismo que yo!!- exclamó en un último intento por huir de allí, segundos antes de ser devorado por las fauces de aquel mundo de pesadilla.

 

 

 

 

 

Oz se despertó sobresaltado, con el camisón pegado a su piel debido al sudor. Se pasó la mano por el pelo, tratando de tranquilizarse. Había sido solo un sueño, se repetía una y otra vez. Pero no podía evitar que la cara de aquel hombre le atormentara. Ni siquiera podía recordar su aspecto físico, pero si sentía en las entrañas su pánico y eso le hacía estremecer. Puso los pies en el frío suelo y dirigió sus pasos hasta la habitación contigua. Abrió un poco la puerta y entró. Un bulto yacía en la cama. Se acercó. Respiraba relajadamente, profundamente dormido. De un tiempo a esta parte, desde que habían comenzado esos sueños, lo único que era capaz de calmarle era observar a su amigo de la infancia dormir plácidamente. Le apartó un mechón de la cara. Oz pensó que era adorable. Tenía que reconocer que había mejorado mucho en esos diez años y se había vuelto realmente apuesto. Y valiente y maduro. Aunque en el fondo seguía siendo el niño miedoso dependiente de aquel entonces. Eso era lo que le gustaba a Oz de él.

 

 

 

 

 

Regresó a su propio dormitorio y se metió bajo las sedosas sábanas. Debía descansar pues al día siguiente tenía una nueva misión de Pandora de la que se encargaban ellos tres. Amaneció nublado y Oz se temió la lluvia. El carruaje se detuvo y bajaron a la calle empedrada. Gilbert caminó siguiendo las instrucciones que había recibido de Break previamente. El objetivo era fácil, el mismo de siempre, capturar a un contratista ilegal. Solo tendrían que ir al lugar indicado a la hora indicada. Allí era dónde comenzaba siempre a moverse. Caminaron alrededor de unos cinco minutos hasta que Alice se detuvo.

 

 

 

 

 

-No está allí.- dijo de repente, moviendo la cabeza a un lado y al otro, como buscando algo.- Siento una Cadena cerca.- olfateó el aire como un sabueso.

 

 

 

-No puede ser, Break dijo que…-un sonido interrumpió la voz de Gilbert.

 

 

 

 

 

Se giraron al unísono. No había nadie allí. La plaza a la que habían llegado estaba completamente desierta. Oz recordó vagamente algo sobre un festival cultural que tenía lugar en el centro por lo que era lógico que estuvieran solos. Todo el mundo debía estar allí. Hicieron un círculo para cubrir el mayor ángulo de visión posible.

 

 

 

 

 

-Allí. –señaló Alice al percibir un movimiento.

 

 

 

 

 

Se pusieron en guardia dispuestos a defenderse. Unos pinchos gigantes surgieron de la nada y se aproximaron rápidamente a donde se encontraban. Alice lo esquivó como pudo. Gilbert reaccionó demasiado tarde y solo pudo empujar a Oz para que no le alcanzaran. Uno de ellos quedó a escasos centímetros de su pie. El duque Bezarius se levantó y fue asustado hasta su compañero al ver el proyectil casi encima de él. Suspiró aliviado al ver que no había recibido ni un solo rasguño. Miraron de un lado a otro tratando de vislumbrar desde dónde atacaba. Una silueta salió de detrás de la fuente que adornaba la plaza. Acompañada de la Cadena con forma de gusano que tanto repugnaba a Alice. Sin esperar ningún tipo de orden, Gilbert se apresuró a posar la mano sobre la frente de Oz para liberar los poderes de B-Rabbit. Le detuvo. Quería hablar antes con quién quiera que fuese para tratar de convencerle que se entregara voluntariamente a Pandora y que no hubiera necesidad de que nadie saliera herido.

 

 

 

 

 

-¿Porqué haces esto?- preguntó Oz autoritariamente cuando el hombre se mostró ante él. Un temblor le recorrió el cuerpo, pero lo ignoró.

 

 

 

-¿”Porqué” pregunta un mocoso de quince años?-rio con amargura.- La pregunta es porque tú y tus amigos venís a detenerme.

 

 

 

-Haces daño a la gente. Atacas a personas inocentes solo para alimentar a ese monstruo al que ayudas.- contestó fríamente, señalando la Cadena.- Creo que ese es motivo más que suficiente. Ahora dame tú una razón.

 

 

 

-¿Quieras saberla? ¿Qué pasaría si te dijera que la mujer a la que más amé en toda mi vida me abandonó? ¿Crees que es una buena razón? La di todo lo que quiso. La quise con toda mi alma. Pero solo jugó con mis sentimientos. Solo quiero borrar el pasado y estos recuerdos que me atormentan día a día.- escupió furioso. Oz se estremeció. Aunque fuera tan doloroso era demasiado el sacrificio que estaba haciendo.

 

 

 

-Eso te está matando.

 

 

 

-Lo sé.- sonrió con tristeza.- El reloj de mi pecho sigue avanzando y sé lo que me pasará. Pero aún tengo esperanza de poder cambiarlo todo antes de desaparecer para siempre. ¡Cómetelos!- ordenó a su Cadena sin que los demás pudieran predecirlo.

 

 

 

 

 

Gilbert se apresuró a liberar los poderes de B-Rabbit. Alice se transformó en el gran conejo negro, lista para la batalla.

 

 

 

 

 

-Menos mal, ya me estaba aburriendo.- se quejó mientras se estiraba, como si estuviera entumecida. La guadaña brillaba entre sus zarpas.

 

 

 

-Alice, no le mates. Solo trata de hacerle cambiar de opinión.

 

 

 

-¿Sabes? Eres demasiado blando. ¿Acaso crees que ellos no intentaran matarnos?- le reprochó.

 

 

 

-Solo quiero hacer las cosas bien.

 

 

 

-Así no se hacen las cosas bien.- contestó molesta antes de lanzarse contra la Cadena.

 

 

 

-Gil… ¿crees que es lo correcto?- preguntó con un hilo de voz mientras Alice esquivaba un ataque.

 

 

 

-Todo el mundo merece una segunda oportunidad.- dijo colocándose el guante que se había quitado previamente para liberar a Alice.- Sin embargo, la gente que hace un contrato con las Cadenas lo hace por un motivo muy fuerte. No es que sean despiadadas o algo parecido. Simplemente quieren cambiar cosas que no pudieron evitar. Aunque matan inocentes por ello. Puedo entender sus motivos pero igualmente es egoísta. Quitar vidas por algo así es cruel, lo mires por donde lo mires. Sería mejor evitarles seguir sufriendo. Supongo que eso es también parte de nuestro trabajo.- Oz asintió. Tenía que reconocer que Gilbert tenía razón.- ¿Sabes? El único motivo por el cual hice un contrato con Raven fue para salvarte.- le miró intensamente.- Pero jamás maté a nadie por ello. Aunque… seguramente lo hubiera hecho si hubiera sido necesario.

 

 

 

 

 

Esas palabras hicieron que Oz temblara. ¿De verdad Gilbert hubiera sido capaz de matar por él? Si algo tenía claro era que los lazos que los unían eran muy fuertes e indestructibles. Habían pasado demasiadas cosas a lo largo de ese tiempo que les habían hecho más inseparable de lo que ya eran de pequeños. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un grito. Oz centró de nuevo su atención en la pelea que estaba sucediendo delante de ellos. Un agujero negro se había abierto debajo del hombre. Sabían lo que iba a pasar. Lo sabían demasiado bien.

 

 

 

 

 

-¡¡NO!!- exclamó angustiado.- ¡Todavía no puedo irme!

 

 

 

-Alice, ¿qué has hecho?-Oz corrió hacía ella pidiéndola explicaciones.

 

 

 

-¡¡Ni siquiera le he rozado!!- exclamó enfada por no poder luchar a gusto y explayarse.

 

 

 

 

 

La oscuridad bajo sus pies se hizo cada vez más grande y amenazante y el nerviosismo del contratista era más que palpable. La Cadena, a su lado, chillaba tratando de escapar. Oz recordó esa escena. Con nitidez. Era justo como su sueño. Su sueño se estaba materializando allí mismo. Sabía perfectamente que venía a continuación. Gilbert le agarró del brazo por si intentaba algo temerario, pero Oz no hizo nada. Sabía lo que iba a pasar y que él no podría impedirlo. Y aunque lo intentará, siempre habría alguien que se lo impediría. Era todo igual. Alice a su lado, transformada en humana. La luz roja envolviéndole mientras su cara se convulsionaba de rabia.

 

 

 

 

 

-¡¡Ojala la persona a la que amas te desprecie igual para que sientas lo mismo que yo!!- exclamó intentando escapar aun sabiendas de que estaba condenado. En un último suspiro, el Abismo se los tragó.

 

 

 

 

 

Oz contemplaba la escena espantado. Todo había sido exactamente igual que en su sueño. Las mismas sensaciones le recorrían. No se había diferenciado en un ápice. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso ahora era capaz de predecir el futuro? Una mano se posó en su hombro y el rostro angustiado de Alice se coló en su campo de visión.

 

 

 

 

 

-¿Te encuentras bien? Estás muy pálido.- sus ojos violeta reflejaban preocupación.

 

 

 

-Sí…solo estoy un poco mareado.- Gilbert se puso delante para mirarle.- En serio, estoy bien.

 

 

 

-Oz, no había alternati…

 

 

 

-¡Ya lo sé!- apartó la mano de Gilbert bruscamente de su hombro y caminó hasta el carruaje.

 

 

 

 

 

Estaba confuso y la cabeza le daba vueltas. Gilbert y Alice andaban detrás de él, sin quitarle los ojos de encima y mirándose entre ellos de vez en cuando. Oz simplemente los ignoró. Realizaron todo el trayecto a la mansión en silencio.

 

 

 

 

 

-Oz, espera.- le llamó Alice en el pasillo que conducía a las habitaciones. El aludido la encaró.- No tienes por qué solucionar las cosas tú solo. Puede que no entienda las cosas bien, pero hay humanos a los que no puedes salvar.

 

 

 

-Lo sé, Ali.- la llamó cariñosamente y la abrazó.- Es solo que… me gustaría poder hacerlo y no soporto el ver como desaparecen delante de mis ojos. Y más sabiendo la historia que se esconde tras ellos. Es… doloroso.

 

 

 

-¿Sigues preocupado por lo que te dijo ese hombre?- le rodeó la cadera. Oz no dijo nada.- Sé que debió sufrir mucho. Pero créeme, no había otra solución posible.

 

 

 

-Lo sé.- la apretó contra él.- Lo sé…

 

 

 

 

 

Era un nuevo día y el sol seguía ausente. Unas ligeras gotas de lluvia salpicaban los cristales de la habitación del joven Bezarius. Al contrario de lo que temía, su sueño esta vez fue placentero y reponedor. Se desperezó, mirando pensativo por el ventanal. No le gustaba la lluvia. Los días lluviosos le parecían deprimentes y aburridos. No podía pasear por el jardín. Al menos podría encerrarse en la biblioteca a leer un buen libro al calor de una chimenea. Como hacía hace diez años. Estaría bien pedirle a Gilbert que le hiciera un té para acompañar la agradable lectura.

 

 

 

 

 

Apartó las sábanas despacio y descolgó los pies por el borde de la cama. Se llevó las manos al pelo para arreglárselo entre bostezos. Estuvo alrededor de cinco minutos palpando absorto una protuberancia blandita, suave y peluda. Hasta que se dio cuenta que eso era algo imposible, pues él no tenía en la cabeza nada parecido. Tocó otra vez con más atención. Parecían una oreja de… ¿animal? Se rio nervioso. Debía seguir dormido. Se rascó el moflete distraído.

 

 

 

 

 

-Un momento… si mis dos manos están en mi regazo… ¿con qué?- giró la cabeza al punto de ver una cola de ¿gato? balanceándose alegremente al lado de su mejilla.

 

 

 

 

 

Horrorizado, corrió hasta el espejo de cuerpo entero que había cerca del armario y se miró. Se le hizo un nudo en la garganta. Efectivamente, lucía unas preciosas orejas y una larga cola de gato. Su grito se escuchó por toda la mansión.

Notas finales:

No hay nada que comentar aparte de que se agradecen los reviews, gracias por leer!!


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