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AMOR NO CORRESPONDIDO por Vampiresa

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Notas del capitulo:

Espero les guste, ya saben que este es mi primer fic asi que gracias por leerlo. Esta es la continuación, se aceptan sugerencias de parejas entre los santos y de como seguir la trama. Gracias también a todos aquellos que me han dejado reviews y por favor continúen leyéndome.

Es la hora del desayuno, todos están comiendo, pero Camus no tiene hambre, así que solo bebe. Pero algo ocurre tras probar un solo sorbo de su bebida, mira a Milo y ya no siente ese amor hacia él sino que siente odio y asco, ¿cómo puede ser que sus sentimientos hacia Milo cambien así, tan de repente? Se siente enfermo con solo verle, por ello decide volver a su templo, a lo mejor si está un rato solo en su templo se le pasa esa confusión  Sí, eso es lo que ocurre, la llegada de la diosa Afrodita le está confundiendo, porque no puede ser que de repente deje de amar a su alacrán. Se levanta y dice que se encuentra mal. Todos le miran extrañados, pero a él le da igual, vuelve  a mirar a Milo y otra vez le asalta esa sensación de asco y odio, no lo entiende  por lo que se dirige  hacia su templo pensando en el porqué de aquel repentino cambio en sus sentimientos.

                           -O-

Milo está muy preocupado, Camus jamás le ha mirado así, se siente enfermo, ¿ y si Camus ha dejado de quererle? No, eso no puede ser, eso solo ocurre en sus peores pesadillas, Camus no puede haber pasado del amor al odio en una noche.

-Disculpadme chicos, pero yo tampoco me siento muy bien, mejor será que me vaya a mi templo- alega un muy confuso Milo.

-No importa, vete sino te encuentras bien- le dice Atena preocupada por si vomita sobre alguna de sus cosas.

Milo asiente confuso y sale del templo del patriarca, sin decir nada más, en dirección al undécimo templo, el templo de su hielito. Esto tiene que solucionarlo antes de que su corazón se termine de romper, la sensación de que aquella persona a la que amas te odia es horrible e insoportable, le asfixia lentamente. Él no está dispuesto a pasar por eso.

-¡Camus! ¿Puedo entrar a tu templo?- grita Milo al llegar a la entrada del templo de este.

-Adelante, puedes pasar- Milo se queda frío ante el tono de repulsión con el que le responde Camus, ese tono jamás lo empleó con él, ahora está claro, algo raro está pasando.

-Camus, ¿qué te ocurre?

-¿A qué te refieres Milo? No me ocurre nada.

-Sí, antes me miraste con odio y repulsión- dijo Milo antes de que Camus se incline como para vomitar.

-Me das asco, vete antes de que acabe vomitando- Camus no se puede creer lo que acaba de salir de sus labios , nunca quiso decir eso. Eleva su mirada y, a través de los ojos de Milo, ve como el corazón de su alacrán se parte en miles de pedazos- No Milo, yo... no quería decir eso.

 

Es demasiado tarde, da igual lo que Camus diga, lo que ha dicho le ha destrozado el corazón. Camus ya no puede hacer nada para arreglar lo que ha dicho, ha destrozado el corazón del alacrán, que con lágrimas en los ojos sale corriendo hacia su templo.

-¡Milo, no, yo no quise decir eso, Milo!- grita Camus angustiado, odiandose a sí mismo. Pero es demasiado tarde, Milo está demasiado lejos para oirle.

 

 

 

-o-

 

 

 

Es  por la tarde, Aioria está  de camino hacia el templo de su amigo, este está destrozado. Hace días que Milo no hace nada más que comer, entrenar y dormir, no habla con los demás, vaga por ahí sin darse cuenta de nada. Es como si nada le importara, y todo por culpa del estúpido de Camus. Le ha dejado destrozado por dentro, y eso le molesta. Milo es su mejor amigo.

-¡Milo, déjame entrar!- grita Aioria.

-Pasa si es lo que deseas- le responde Milo con voz cansada.

 

Aioria entra y lo que ve le destroza el corazón. Su mejor amigo está en el sofá, tiene ojeras y está muy pálido , sino come pronto en condiciones no lograría poder mantenerse en pie. Le obliga a levantarse y a comer y luego habla con él.

-No sufras por él, no vale la pena.

-Dime entonces quién vale la pena.

-Afrodita, por ejemplo.

-¿Esa horrenda diosa?

-¡No! Afro, nuestro compañero en las batallas o también ese bello hindú, de ojos azules y pelo rubio...

-¡Aioria! Sé que estás enamorado de Shaka, pero no es el mejor momento para hablarme de amores.

-Vale, lo siento, pero anima esa cara, ¿quieres?

-¡Oh!, Aioria, estás aquí...- dice Camus interrumpiendo a los amigos y mostrándose incómodo en la entrada.

-Camus... ¿que haces tú aquí?

-He venido a hablar con Milo.

-¿No te ha bastado con dejarlo así? Desde que Milo esta así tú vienes cada día a hablar con él y él sigue sin reaccionar, así que déjale de una vez en paz.

-Solo quiero hablar con él, por favor vete.

-Milo... -dice el gato girandose hacia su amigo para saber su opinión.

-Vete Aioria, déjanos solos- le responde Milo.

-Está bien- dice Aioria a la vez que se levanta y se va.

-Milo... no sé porque dije aquello, pero no lo sentía. Tú sabes que te quiero.

-No, eso no es así, muchas veces te has enfadado conmigo, pero nunca me has dicho algo parecido.

-Lo sé, pero aquella bebida me hizo...

-¡Ja!, una bebida no te haría comportarte así.

-Y si yo no sintiera nada por tí no sería capaz de hacer esto- dice Camus antes de acercarse a Milo y besarle.

 

 

Milo está al borde del llanto, si de verdad a Camus le dan ganas de vomitar cuando le ve... En ese caso sería imposible que le besara de esa forma... y él no estaría correspondiéndole. Todo se ha solucionado y ellos vuelven a estar juntos, al menos eso parece.

 

 

Pero de lo que ninguno de ellos se da cuenta es que cierta diosa rencorosa les está observando y muriéndose por dentro, porque lo que nadie sabía era que dicha diosa estaba obsesionada con cierto alacrán, pese ha haberle hecho sufrir tanto ella lo que quería realmente era consolarle en todo este tiempo en el que había sufrido por su culpa, consolarle y terminar con él postrado a sus pies suplicando por su atención. Ya se encargaría de hacérselas pagar al resto de los santos por dañar su orgullo y de conseguir que Milo fuese suyo, su pequeño trofeo, porque tiempo era algo que no le faltaba 

Notas finales:

Este capítulo es un poco más largo y me siento en la obligación de agradecer a la inspiracion por acompañarme. Espero que lo hayan disfrutado. ¡Nos leeremos!


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