Capitulo 1: Nuevo instituto
Hola, me llamo Emily y tengo 15 años. Soy de estatura mediana, ojos marrones casi verdes, cabello castaño claro asta la mitad de la espalda y tez algo morena, según decían los chicos de mi antiguo colegio, estaba muy “buena”. Voy al instituto, más especifico, voy a uno solo para chicas, al principio me pareció un asco, el hecho de que mis padres me obligaran a entrar en ese. Pero ahora… ahora ya no me importa, porque de no haber entrado no la habría conocido a ella, a Talia. Bueno, también estaban mis otras amigas pero Talia, era diferente. Si yo soy algo fría con la gente que no tengo confianza, Talia es todo lo contrario, yo creo que es hiperactiva, pero eso, eso me gusta, además si ella no hubiera insistido tanto ahora no seriamos amigas.
En estos momentos me dirijo a mi instituto, deseosa de verla. Al llegar me siento en mi asiento habitual a esperar a que llegue y se siente a mi lado.
Flash Back Ö
Primer día de clases, genial, a mis padres les a dado por apuntarme a un colegio solo de chicas… tal vez por que crean que hay demasiados chicos que van detrás de mi… o tal ve crea que soy una obsesiva de tíos, imposible, apenas dejo que se me acerquen.
Estamos haciendo el sorteo de los pupitres, van emparejados, la verdad me da igual donde sentarme pero espero que de compañera me toque alguna calladita. Ah! Ya me toca… número 15. Me siento en el correspondiente dandome cuenta de que aún no hay nadie a quien le aya tocado el 16.
- El 16! - Gritó una niña.. Así que ella sería mi compañera para este curso? No parecía que pudiera estar callada ni debajo del agua.
- Shhh!! Talia, esto no es el mercado! - Le decía una chica que parecía ser su amiga.
- Jaja perdón perdón - Se excusaba. - Oye, Paula.
- mm?
- Cual es la mesa 16? ._.
- Pero serás…! No puedes contarlas tu? Ve y cuéntalas Talia, me toca coger número -.-
- Haay! - Decía colocando una mano en su frente como si la chica fuera su capitana. - Bueeno a contar se ha dicho. - Comentó mientras colocaba su mano izquierda sujetando el puño de la otra y haciendo fuerza, creo que en aquel momento estaba intentando crujirse los dedos… pero no podía. - Mierda… - Estaba apretando más? Es masoca o que le pasa? Se ara daño… Voy a decirle algo.
- Oye tu!
- Mmgh? - Mascullo sin dejar de apretar sus dedos
- Yo que tu dejaría de apre…
Krreeec!
- Aaaaaaaaah!! - Casi me deja sorda. La mayoria de la clase la mirava. Al final.. Al final a podido crujírselos, no? - Joder! Joder! Que dañoo. - Mientras agitaba su mano adolorida.
- Idiota… - No parecía yo misma, preocupándome por una cría así.. Tomé su mano entre las mías y cuando me quise dar cuenta toda la clase estaba mirándonos, la mayoría por el gran chillido de la enana, otras por el sonido que habían hecho sus dedos y otras solo por diversión.
- Señoritas Natalia (De ahí el nombre de Talia) Lara y Emily Aller ( Se pronuncia Aler) - Nos giramos rápidamente, por un momento la enana había dejado de quejarse. - Que demonios hacen? :) - Preguntó la profesora con una sonrisa que nos dio escalofrios.
- Al parecer el idiota. - Susurré de forma que la profesora no me escuchara, pero Talia si que me escuchó.
- Como dice? - Preguntó la profesora.
- Lo siento profesora, lo siento… es que me he torcido los dedos “Sin querer” y por eso e gritado, ella - Dijo señalándome con la mano buena - Me a venido a ayudar. :D
- Mmmgh - La profesora estaba gruñendo? - Entiendo, ve al baño a mojarte con agua fría y si te duele demasiado ve a la enfermería.
- Si, gracias profesora. - Ella iba a salir de la clase y yo a sentarme de nuevo pero…
- Allen, acompañe a su compañera. - Soltó la bruja que tenía por profesora.
- Si profesora. - Dije con un ligero tono de burla.
Salimos del salón y empezamos a caminar, yo la seguía a ella, parecía conocérselo todo muy bien, ahora que la veo bien, es bastante mona. Cabello rubio sol, más largo que el mío, ojos color mar, tiene unas facciones muy aniñadas y eso le hace parecer aún más inmadura, tiene más pecho que trasero, aun y así no tiene demasiadas curvas, pero sigue pareciendome muy mona... Pero que digoo? Está no soy yo! Diciendo que alguien es mona? Jajaja que va que va.
- Eres nueva, no? - Me sonríe con tanta naturalidad y familiaridad…
- Si. - Dije fríamente.
- Por que has entrado en esta escuela? - Dijo mirándome con curiosidad a los ojos, no supe por que pero de inmediato aparté la mirada.
- Me han obligado… oye!? Y a ti que mas te da!? - Dije haciendo un puchero que al parecer a ella le gustó.
- Jajajaja Tranquila tranquila. Mira, este es el baño. Madaam? - Izo un gesto con los brazos para indicar que pasara primero.
- Mira que decir eso para entrar a un baño… - Suspiré
- Oh vamos! Los baños pueden ser muy románticos… No te imaginas las cosas que se pueden hacer en ellos. - Dijo mirándome con una cara de pervertida que daba miedo.
- Y quien querría hacer esas cosas contigo? - Le di un coscorrón en la cabeza. - Anda y mójate la mano con agua fría para que podamos llegar a tiempo a la primera clase.
- Lo creas o no, yo tengo mis pretendientes. - Soltó una risa maligna mientras se mojaba la mano y bebía agua. - Además, ya es seguro que la clase empezará antes de que lleguemos. - Luego de eso se giró hacia mi y cerró la mano que representaba que le dolía con fuerza, haciendo que el agua que no se había secado salpicara por todas partes y sobretodo hacia mi…
- Que haces?!?! - Pregunté mirándome de arriba a bajo. Me había dejado empapada. - Como me as podido mojar tanto con un solo puño, idiota? - Le echaba la bronca mientras buscaba algo con lo que secarme.
- Ahí va… como a molado… - Decía con una sonrisa pícara, pero al ver la mirada que le lancé, cayó en cuenta de lo mojada que había quedado. - Digo… lo siento, enserio. - cogió mi camisa y empezó a arrastrarme para secarla con el secador de manos, pero lo siguiente que sintió fue otro coscorrón por mi parte.
- Que no ves que me estas mojando más? Tus manos siguen humedas! Y que ibas a hacerle a la camisa?
- Secarte la camisa con el secador automático de ahí. - Señaló un aparato pegado a la pared.
- No soy tan alta, la camisa no llega ahí!
- Pues quítatela.
- Que?
- Que te la quites ._.
- Como quieres que me la quite con tigo aquí?! - Los jueguecitos de esa niña me traían de cabeza.
- Primero… Por que gritas tanto? - habló con una voz cansada. - Y segundo, que mas da? Si fuera un tío aún, pero soy una chicaa. - Dijo sacándome la lengua. Se empezó a quitar la camisa, pero la paré.
- Primero, grito porque sacas de quicio a cualquiera. Segundo, y que que seas una chica? Puede darme… vergüenza, no? Y tercero y mas importante… Por que narices te estas sacando la camisa? - Pregunté mirándola como si estuviera loca. Colocó sus manos en mis brazos, eso izo que sintiera más el frío del agua y temblara un poco. Ella sonrío.
- Ves? Tienes frío. Tu confía en mí, ok? - Sólo la miré. De nuevo empezó a quitarse la camisa y suspire mirando el suelo. Lo siguiente que vi fue su camisa, me la estaba… ofreciendo? - Toma, póntela mientras seco la tuya. - Me sonrojé tanto por su acción como por que ella iba solo en sujetador. Me sorprendió ver que tenia mas pecho del que aparentaba, pero intenté no pensar en eso. Me puse su camisa, me iba bastante ajustada y el pecho se me marcaba mas de lo que quisiera, ella soltó una risita al verme así, pude ver que ella tenía frío pero le daba igual con tal de que yo no tuviera y no me enfadara con ella por lo sucedido, que impresión se abría llevado de mi? eso me fastidió, y acabé por quitármela de nuevo, ella sin dejar de secar la camisa con aquel aire me miró confusa.
- Toma. Si tu no llevas yo tampoco. - Su rostro era total confusión y el mío seriedad. De repente me sonrió.
- Entonces que ninguna la lleve. - Dijo mientras cogía la camisa y la dejaba sobre el mármol del lavabo.
Y ahí estábamos las dos, secando una camisa y ambas sin una puesta. Unos pocos minutos más tarde, se secó lo suficiente y cada una nos pusimos la nuestra, entramos en calor rápidamente, a pesar de ser invierno.
- Por fiin! Venga vamos a clase. - Hablaba mientras daba los primeros pasos.
- Espera! - Me detuve y gire la cabeza asta mirarla - La primera clase ya casi a acabado.
- Si, y?
- Podría enseñarte el colegio en lo que queda de clase, volver a segunda hora y decirles que hemos ido a la enfermería, por eso tardamos más de lo previsto. Que te parece? E?
- Es una pésima id… - Empecé a decir cortante. Ella camino rápido asta mi.
- Verdad que si? Vamos, te lo enseñaré! - Gritaba llena de alegría. Me cogió la mano y empezó a correr por los pasillos.
Fue enseñándome todos los salones, desde cierta distancia, claro. Nos la jugábamos si nos pillaban. La verdad era divertido estar con ella, también me enseño la piscina, las salas de educación física, las de ordenadores, las de arte, la biblioteca, más baños -_-…
- Oye Emily.
- Mm? - Fue mi respuesta sin dejar de andar ni mirar al frente.
- Creo que te voy a enseñar mi lugar secreto. - Colocó sus manos detrás de su cabeza.
- Lugar secreto?
- Así es, lo descubrí en mi primer año. Es genial.
- No nos queda mucho tiempo.
- El suficiente.
Salimos al patio, bajamos unas rampas, doblamos un par de esquinas, saltamos por una verja pequeña a pesar de mis negaciones, llegamos a un terreno y avanzamos por un lugar estrecho. Aviamos llegado a unos matorrales, había que pasar por medio de ellos para llegar al lugar secreto.
- Madame? - De nuevo ese gesto.
- Ni loca, pasa tu primero. - Me negaba, ya me había dejado manejar por esa niña demasiado.
- Como quieras. - Dijo con una sonrisa burlona. Se metió entre las hiervas y me quedé inmóvil. - Vale! Entra!
Entré. Y vaya que me alucinó el lugar, parecía un bosquecillo diminuto, como podía haber un lugar así en un sitio como ese. Era precioso, me alegró que Talía me lo enseñara.
- Te gusta? - Preguntaba feliz.
- Ajá. - En aquellos momentos fue la respuesta que encontré más parecida a: OMG es genial! Me encanta! *__*
Talia sólo sonrió. Nos tumbamos en la hierva.
De repente la rubia sacó del bolsillo de su falda un móvil, miró algo y lo volvió a guardar. Se giró hacia mi. Yo la imité.
- Oye…
- Dime. - Pregunté confusa. Talia estaba medio dormida.
- Tengo sueño, pero aún y así deberíamos ir tirando a clase, no crees? - Me levanté de inmediato.
- Mierda, no llegaremos! Venga vamos date prisa! - Decía mientras la levantaba de un brazo.
- Tengo sueñoo. - Hizo un puchero súper tierno. Sin ningún problema me tiró al suelo y uso mi estomago de cojín. Por alguna razón mi corazón empezó a latir muy rápido y con mucha fuerza.
- O-oye! De que vas? - Pregunté recostándome.
- 1 horita más…?
- Como que una horita más? No te dejo ni 5 segundos más! - Dije mientras me levantaba y también a ella cogiéndola del brazo.
- Mmgh - Masculló.
Volvimos corriendo, bueno, Talia sólo iba a paso rápido, si se le podía llamar rápido, pues tenia que pararme cada dos por tres.
Llegamos justo a tiempo, la enana ya se había “despertado” y la profesora, gracias a Dios, llegaba tarde. Entramos, ahí fue cuando recordé que nos sentaríamos juntas.
- Cual es el 16 ._.? - Preguntó tal cual cría.
- Yo me siento en la 15 o sea que estarás a mi lado, además solo hay dos asientos libres!
- A tu lado? - Estaba pensativa. Nos sentamos.
- Si! Que pasa? - Pregunté empezándome a enfadar.
- jeje, nada nada, solo que este año contigo será diferente.
- Diferente?
- Olvídalo. - Me dijo sonriendo.
La profesora llegó disculpándose. La clase comenzó sin más problemas y pronto llegó la hora del descanso, no pensaba salir con Talia, en ningún momento dije que éramos amigas, así que recogí mis cosas rápidamente y salí.
Me di un paseo que por el patio que ya me conocía gracias a la rubia. Vaya, no me había dado cuenta de que tenían una cafetería, a la enana se le había olvidado mencionarla, claro, con lo rápido que habíamos ido… tenía algo de dinero suelto en la falda del uniforme así que me tomaría algo. Entré.
- Bienvenida! - Me dijo una mujer de unos 20 años en el mostrador. - Solo le sonreí cordialmente.
Iba a sentarme en una mesa cuando vi a Talia y dos chicas más tomando algo. Me quedé paralizada, iba a sentarme en una mesa alejada cuando la chica que estaba con Talia al principio del día me vio. Le dijo algo a Talia y esta se giró hacia mi.
- Emily! - Gritó en medio de la cafetería levantándose, como era de esperar los adolescentes del colegio se la quedaron viendo mientras las dos chicas le tapaban la boca mientras decían “no cambiarás nunca o qué?”. Dios! Como podía tener tan poca conciencia? Me reí por mis adentros. Ella consiguió zafarse de sus amigas. Y me susurró algo desde lejos que no entendí.
- Pero como quieres que te entienda si se lo dices tan flojo? - Preguntaba la otra chica. Talia solo se río con una mano en la cabeza. Luego caminó asta mí.
- Hola! :) … Por que te has ido tan deprisa?
- E… esto… quería ir al baño. - Reí nerviosamente, la verdad me había ido solo por que no quería que ella me viera como una chica demasiado amistosa, quería ser su amiga, pero yo soy demasiado orgullosa como para ceder fácilmente.
- Ah vale, mira ven! Te presentaré a mis amigas. - Dijo empezándome a arrastrar, las otras nos miraban fijamente, eso me izo sentir incómoda. Ella se sentó y yo me senté a su lado, esa era una mesa de 4.
- Bueno Emily, ella es Paula. - Dijo señalando a la chica que yo tenía en frente. Era de estatura mediana, tez y cabello moreno y ojos miel, no estaba ni gorda ni delgada. Parecía estar también algo loca, como Talia, pero también parecía sensata.
- Hola. - Saludé algo nerviosa.
- Hola:). - Me sonrió agitando una mano en forma de saludo.
- Y ella es Jessica! - Me dijo sonriendo mientras señalaba a la chica que ella tenía en frente. Tenia el cabello oscuro y ondulado, sus ojos eran verdes, muy verdes, era bastante alta y algo delgada. Parecía ser muy inteligente, almenos era el toque que le daban sus gafitas y la que detuviera las locuras de Talia y tal vez Paula.
- Hola. - Volvía a saludar.
- Buenas:) - Les sonreí
- Uuy Emily… te noto un poco tensa. - Rió por lo bajo mientras me daba un codazo.
- Tu a callar! - Me quejé.
Paula y Jessica se rieron sin disimular y nosotras no tardamos en unirnos.
Fin del F.B :P
Después de eso, pasamos todos los recreos juntas y la amistad de las cuatro se izo muy fuerte, y pensar que solo hace un mes de eso…
De repente mi rubita llegó corriendo y se sentó a mi lado algo exhausta.
- Que te pasa? - Estaba extrañada, para no estarlo.
- Tengo una idea genial! - De repente sonó la campana de inicio de clases. - Mierda! Con lo que he corrido para contártela antes de clases… Te la cuento en el recreo ;)
- Ehmm vale… sabes que no me fío mucho de tus ideas, no? - Susurré
- Suponía que dirías algo así ¬¬.
- Sshhh! Chicas! La clase a empezado! - La profesora incordio ataca de nuevo.
- Lo sentimos! - Recitamos al unísono.
Las clases antes del recreo fueron eternas, pero al fin acabaron. Como de costumbre, salimos las cuatro hacia las grandes gradas de piedra donde nos sentábamos a hablar.
- Y bien, Talia? Cual es tu gran idea? - Pregunté con intriga, aunque la disimulaba.
- Nos quedaremos todas a dormir a mi casa! :D - Dijo con una gran sonrisa. Me esperaba alguna chorrada de las suyas, aunque no sabría decir muy bien si eso era una o no. No hacía mucho que las conocía, y que me invitara a dormir a su casa así como así y sin ningún problema… de alguna manera me conmovía.
- Ooh! Es genial! - Dijo Paula mientras rodeaba los hombros de la rubia con su brezo derecho.
- Verdad que si? - Dijo segura de sí misma. Paula asintió.
- Pero hoy quiero acabar las tareas que nos han puesto para el fin de semana. - (Era viernes) Se quejó Jessica, ella siempre se apresuraba con los tareas y estudios. - No es mejor mañana?
- Tu y tus tareas… - Suspiró cómicamente Talia. - Está bien. A ti te va bien Paula? - Ella asintió aun feliz. - Y a ti Emily? - Me preguntó. Por un momento me había sentido totalmente fuera de la conversación.
- Yo? Pero si a mi me acabáis de conocer.. - Comenté dudosa.
- Si, y? - Preguntaba mi oji-azul como si no entendiera lo que acababa de decir.
- Pues que me invites a dormir a tu casa a dormir así como así…
- M? No quieres?
- Y-yo no he dicho eso! - Le aseguré levantando las manos.
- Pues entonces decidido! - Gritó Paula.
- Sí! Nos vemos mañana a las 5 en punto en la puerta de mi casa, pasaremos la tarde juntas, la noche juntas y la mañana… adivinar..? Juntas! Wiiii!
- Eso a sido raro -_-’’ - Suspiró Jessica. - Pero Emily, no entiendo porque te parece raro el hecho de que te invitemos a dormir.
- Olvidarlo jeje. Bueno esta bien, >:D iré!
- A si se habla Emi! - Grito Talia colgándose de mi.
Estuvimos hablando un rato más y entonces sonó la campana de finalización del descanso.
- Voy al baño antes de volver a clase! - Dijo empezando a correr. - Ah! Y también en mi casa jugaremos a verdad o reto, vale chicas? - Gritó con cara pícara. Después de decir eso, desapareció entre la multitud.
- Verdad o reto? - Les pregunté.
- Ah! Es muy divertido! :D - Gritaba como de costumbre Paula. Por intuición miré a Jessica.
- Es un juego en el que alguien gira una botella… - comenzó la explicación mientras nos dirigíamos a clase. - … y esta señala a alguien, entonces quien gira la botella le pregunta “verdad o reto?” si elige verdad, tendrá que responder con total sinceridad una pregunta que se le ara y si elige reto, se le dice de hacer una acción atrevida y la debe hacer obligatoriamente. - Finalizó pensativa.
- Vaya… y a eso quiere que juguemos?… verdad o reto, e? - Me dije para mi misma avanzando hasta el aula.