Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No hay nadie más por Sooe Love

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Mí segundo fic publicado, espero les guste y este será sólo un poquito más largo que el primero.

Y porsupuesto, estos personajes no me pertenecen, son de Konomi Takeshi.

 

***********************************************************************************************************************************

***********************************************************************************************************************************

 

Siempre pensó que el amor era difícil, complicado y en ocasiones estúpido, creía firme a que algún día su "media naranja" llegaría a complementar su vida, pero

, los últimos meses se preguntaba ¿Qué sentiría? o ¿Cómo sabría que esa persona sería la indicada? Ese era un pensamiento más que frecuente desde asía un

tiempo. No era una persona mayor, ni siquiera rebasaba los 16, pero, en esos momentos sus impulsos empezaban a desear la compañía más que amistosa de

alguien.

 

 

 

Después de un rato sin mirar al televisor decidió volver a prestarle atención al partido de tenis que transmitían.

 

 

 

-Bah...- En realidad ni siquiera sabía quienes juagaban, que propósito tenía desperdiciar ese día tan soleado sentado en una esquina de su habitación. Bajó

las escaleras y aprovechando que estaba sólo en casa salió sin dar explicación alguna.

 

 

 

Caminó algunas cuadras sin rumbo fijo, no había pensando a donde ir sólo en salir y caminar y esperar encontrar algo interesante en el camino. Se detuvo un

momento, ahí estaba ese parque en el que tanto había jugado de niño con cierto capitán de cabello lavanda.

 

 

 

Miró algunas parejas adolescente como él, profesaban su amor tan dulcemente que creería que vomitaría, era demasiado cursi para sus ojos, demasiado en

verdad.

Pero, algo tenían de especial, las miró un poco más -No estaría mal tener algo como eso- Que diablos pensaba, él no era ese tipo de hombres que cortarían cada

pétalo de una flor sólo para saber si lo amaban.

 

 

 

Siguió caminando y pudo notar alguien muy familiar sentado en una banca al otro lado de los juegos infantiles. -Yukimura...- Su corazón se aceleró y comenzó a

temblarle la mano, de ese tipo de cosas era de las cuales no podía explicarse, llevaba tiempo en que esos extraños pensamientos le recorrían la mente y el cuerpo

sólo cuando veía a su amigo.

 

 

 

-Genichirou.-. Movió la mano de un lado a otro saludando al más alto quien parecía no querer acercársele.

 

 

 

-Yukimura...-. Se acercó un poco a donde el chico descansaba.

 

 

 

-jejeje Genichirou nunca aprendes, dime S-E-I-I-C-H-I-. Ya era algo normal así que lo tomaba de la manera más graciosa que podía.

 

 

 

-Emmm lo...siento Seii...-.

 

 

 

-Seii...?¿-.

 

 

 

-Seii...chi, Seiichi-. Dijo a cuestas y con un leve sonrojo en las mejillas.

 

 

 

-Vez Genichirou que tanto te cuesta sólo decirme por mí nombre-. Le divertía fastidiar al ojos miel hasta cuando no.

 

 

 

-¿Qué haces aquí sólo?-. Intentó no parecer interesado o preocupado.

 

 

 

-Mmm...Así que Sanada se preocupa por mí?¿

 

 

 

-Genichirou...sólo Genichirou.- El muchacho más chico se sorprendió, nunca le había pedido que lo llamara SOLO por su nombre.

 

 

 

-Jejeje...por eso me gustas Geni-chan-. Le sonrió de una manera juguetona.

 

 

 

-ME GUSTA...- Que significaba eso? No, seguro sólo había sido una confusión, ¿EL¿ ¿GUSTARLE A YUKIMURA? No, sólo SEIICHI, hasta en su mente lo llamaría

por su nombre, era tan diabólico que no le sorprendería sí leyera las mentes. Pero, regresando a esas dos sencillas, simples y cardiacas palabras ¿QUE

SIGNIFICABA ESO? ¿Acaso una confesión? No sabía como interpretarlo, sí Seiichi era conocido por algo era por bromista, pero, ¿Jugar con algo así? ni siquiera

él podría hacerlo.

 

 

 

-Genichirou, ¿estas bien?-. Notó que su compañero se ponía algo pálido.

 

 

 

-Amm...si muy bien-. Relajó un poco su rostro para disimular.

 

 

 

-Quieres ir por un helado?-.

 

 

 

-Claro Seiichi-. El propósito de salir de su habitación esa tarde era entretenerse, y con Seiichi, la diversión estaba más que asegurada.

 

 

 

Caminaron uno alado del otro en silencio, Genichirou que no podía dejar de sentirse nervioso caminando junto a ese chico que lo asía pensar más de una cosa

mala.

Y Seiichi que no cabía en su diversión al notar de esa manera a su "aun" amigo, no podía simplemente ir a plantarle un beso y terminar con los problemas de

Genichirou, quería divertirse un poco más, que él Sanada Genichirou, perdiera la cordura tan sólo con pensar en su nombre, no le deseaba un sufrimiento

verdadero, pero quería que sintiera un poco de todo lo que él había tenido que soportar durante tanto tiempo.

 

 

 

-De que quieres el tuyo?- Pregunto Sanada al más chico.

 

 

 

-Mmmmm...sweet kisses?- Era su imaginación o su increíble mente la que le volvía a jugar otra.

 

 

 

-Sera uno de "café" (algo sin mucho sabor para él) y uno de sweet kisses por favor- Repitió la orden a la chica del mostrador.

 

 

 

-Claro.

 

 

 

No tardaron ni cinco minutos en entregarles su orden; se dispusieron a caminar de nuevo por la tranquila ciudad en la que empezaba a caer el sol.

 

 

 

Acabaron otra vez sentados en una banca de aquel parque ahora desértico dada la hora.

 

 

 

-Genichirou...-.

 

 

 

-Mmm?- Dijo sin siquiera mirarlo.

 

 

 

-Quieres...sweet kisses?- Su tono picaron provocó un congelamiento en las extremidades de Sanada.

 

 

 

-¿Qué me esta ofreciendo realmente? Serían de verdad besos, o su...helado...¿Porqué Seiichi era tan complicado en cada frase?

 

 

 

-Ammm- Tembló un poco en la voz, no sabía realmente que contestar.

 

 

 

-Es...sólo helado Genichirou-. Bajó un poco el tono de voz, siempre pensó que Sanada era una persona "más" astuta y creyó que entendería siquiera alguna de

sus insinuaciones.

 

 

 

-Claro...- Seiichi le acercó la cuchara llena de helado a su boca como a un bebe que debe alimentársele.

 

 

 

-Abre grande Genichirou...- Sonrío dulcemente ese era Genichirou, el que por alguna extraña razón asía todo lo que le pedía.

 

 

 

-Mmmmm...esta frío.- Sus pensamientos se habían enfriado un poco, se sentía contento estando de esa manera con Yukimura, sentía una cercanía más allá

de las canchas y las aulas del instituto.

 

 

 

-Me alegro que te guste...Sanada te gustan los besos dulces?¿-. Era una pregunta algo extraña para el gusto de cualquiera, pero, sí, ese era Seiichi en persona,

el que creaba de un momento a otro una atmosfera incomoda.

 

 

 

-¿A...a qué te refieres?-. Sabía a que se refería, ya habían compartido algunas pláticas de ese estilo tan insinuantes indirectamente, comenzaban con cualquier tema

trivial y terminaban cuestionándose sobre lo que pensaban, sentían ogustaban.

 

 

 

-¿Si...te gustan?-. Era la primera vez que dudaba a la hora de interrogar a Sanada cuando sabía que él iba ganando, como normalmente era el caso.

 

 

 

-No lo se...nunca he besado a alguien-. Bajo su mirada asía sus pies, ¿Confesarle al chico que lo traía tan confundido que nunca había besado? Ahora sus manos

comenzaban a temblar un poco.

 

 

 

-Genichirou, nuuuunnncaaa has besado?-. ¿Acaso Seiichi gustaba de reafirmar la pésima vida amorosa de Sanada?

 

 

 

-No.

 

 

 

-Mmm...ya veo...y...te gustaría hacerlo, saber que...se siente?-. Otra vez (de una manera irónica para Sanada) Seiichi remarcaba más que lo obvio. No emitió sonido

alguno, solo movió su cabeza de arriba a abajo en forma de afirmación.

 

 

 

-¿Y supongo que esperas a alguien en especial, o me equivoco? Tu Sanada Genichirou el fukubuchou del Rikkai, no creo que te hagan falta chicas a tu alrededor

que deseen besarte.- Su mirada y el tono de su voz decaían un poco.

 

 

 

Esa era la realidad, Sanada era más atractivo que bastantes muchachos del instituto, llevaba excelentes notas, era el sub-capitán del club más poderoso de toda

la escuela, ojos lindos que acompañaban una voz increíblemente impactante y penetrante, además que poseía el cuerpo más envidiable entre los adolescentes de

su edad (todo eso gracias al deporte constante que mantenía en su vida); era simplemente imposible que con esos atributos ta extraordinarios no tuviera a la chica

más linda de todas a su lado.

 

 

 

-Sabes Seiichi...estoy esperando a la persona más increíble que conozco-. Un brillo extraño y una sensación de bienestar era todo lo que sentía cuando decía esas

palabras de frente a esa persona tan especial.

 

 

 

-Eso es...maravilloso...y...quien es Genichirou?-. Preguntó un tanto asustado a lo que le pudiera decir, no quería oír salir de esos labios tan perfectos el nombre de

otra persona, no lo soportaría, su corazón se partiría en mil pedazos si no decía su nombre. Pero, ¿Como podría ser él?, eran amigos desde su infancia, se conocían

mejor que a ellos mismos, Sanada siempre estuvo ahí en las buenas y en las malas, en los triunfos gloriosos y en las desagradables derrotas, lo cuido más que

ningún otro amigo cuando esa maldita enfermedad atacó su débil cuerpo. Le debía más de lo que le daba día con día.

 

 

 

-¿En realidad quieres saber?-. Su corazón latía más rápido de lo normal, ¿Le diría todo en ese preciso momento, sin siquiera haberse mentalizado y pensado

minuciosamente cada palabra con la que se le declararía? ¿Declarársele? Supuso que esa era la palabra correcta para el acto tan brutalmente acelerado que estaba

apunto de hacer.

 

 

 

-Creo que...si...-. Miró el suelo esperando aquella estocada voraz que estaba apunto de recibir justo en su corazón.

 

 

 

Pasaron sólo segundos de meditación para armarse de valor, tomó el rostro del de cabellos azules, su mentón lo fue guiando hasta encontrase con esos ojos tan

esperanzados y a la vez temerosos y dudosos.

 

 

 

-Ese siempre has sido...tú-.

 

 

 

Pudo ver como la boca del más grande se movía y sus ojos lo miraban con gran cariño, había escuchado las palabras que tantas noches soñó que llegarían a sus oídos,

esas simples palabras resonantes en su cabeza que daban vueltas en sus ideas y en los sentimientos que sentía junto aquel moreno ojos miel. Las había anhelado

más que nada, y ahora sus manos y todo él se congelaban de tanta alegría y felicidad que sentía tan de repente.

 

 

 

-Geni...chirou...-. Sólo un suspiro pudo salir antes de que el otro lo atrajera a sus labios y empezaran a extasiarse de la dulce esencia que cada beso ajeno poseía.

Parecían dos verdaderos amantes disfrutando de cada rincón de la cavidad opuesta, no podían dejar pasar la oportunidad de experimentar y disfrutar a su antojo el

primer beso entre ambos que se daba después de tanto sufrimiento.

 

 

 

-Seiichi...siempre has sido solo...tú-. Le acarició la mejilla con una mano y con la otra su hermoso cabello, no podía bajar esa sonrisa de idiota, había dicho lo que

sentía y se lo había demostrado de una manera dulce y cálida.

 

 

 

-Genichirou, no sabes cuanto esperé éste momento, creí que esa persona que tanto esperabas sería alguien más, y sabes...no podría soportar la idea de que beses

de esa manera a alguien que no sea yo.- Expresó su verdadera preocupación que era el simple hecho de no tenerlo sólo para él.

 

 

 

-Yo jamás podría siquiera poder voltear a ver a alguien que no seas tú-. Tomó su cabeza y de la manera más suave y delicada lo beso de nuevo, esos labios que podría

tener consigo todos los días de su vida, -Sin duda, los besos más dulces, los das sólo tu...Yukimura-.

 

 

 

 

*****************************************************************************************************************************************************

*****************************************************************************************************************************************************

 

Notas finales:

Muchas gracias de verdad, espero les haya gustado aunque sea un poco, estoy trabajando en el siguiente capitulo a pesar de que esto no parece tener continuación alguna.

Un beso enorme a todos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).