Para los titulares de Seigaku, era un día perfectamente normal, las habituales vueltas alrededor de la cancha impuestas por Tezuka, las peleas de Kaidoh y Momoshiro, en fin, un día como cualquiera.
O por lo menos eso era, hasta que apareció Inui con uno de sus típicos jugos, pero esta vez era de un azul espumoso.
- Este – dijo llamando la atención de todos los presentes – es mi nuevo jugo Inui’s mix mega deluxe, que contiene el cuádruplo de vitaminas que cualquiera de los anteriores – sonrió – Bien ¿Quién quiere ser el primero? – Los demás comenzaron a alejarse lentamente.
- Creo que yo lo intentaré- Dijo Fuji.
- Oh – ‘Perfecto’ Pensó Inui – Pero debo advertirte Fuji, si no puedes beber todo el jugo, tendrás un castigo – Dijo, el otro sonrió y bajo la atenta mirada de sus amigos y de su novio, bebió el primer sorbo.
Lo único que recordaría después de haber dado el sorbo letal, era la cara de Kunimitsu observándolo con desesperación.
Una luz blanca se filtró entre sus párpados, sabiendo así, que se encontraba en la enfermería. ¿Qué demonios le había puesto Inui a ese jugo? No quería ni imaginarse qué castigo le impondría el otro. Se incorporó levemente, sintiéndose un poco nauseabundo, pero aún así volvió a las canchas.
La mayoría se detuvo al ver a Fuji, comenzaron a murmurar entre ellos si es que el tensai cumpliría el castigo que le daría Sadaharu.
- ¡Sigan jugando! – Gritó Tezuka y se acercó a ver cómo estaba su novio – Suke, ¿Ya te encuentras mejor?
- Si, me siento bien – mentía, estaba mareado pero quería volver a jugar.
- No deberías jugar así como estás, no te ves bien – Dijo con un deje de preocupación.
- Está bien Mitsu – Sonrió. Al dar un paso más, las cosas comenzaron a nublarse y tropezó, pero Tezuka le alcanzó antes de que cayera al suelo.
- ¡Fuji! ¿Estás bien? – Vio que el otro palidecía.
- S-si – Mintió, pero Tezuka no era tonto y sabía que no era así
- Te llevaré de vuelta a la enfermería – Los demás se acercaron a preguntar cómo estaba, cuando de la multitud salió Inui con una sonrisa en los labios.
- Oh, Fuji – Dijo antes de que Tezuka se lo llevara – Este viernes es el festival escolar – Fuji lo miró intrigado – Y hay un curso en especial que hará una obra de teatro y, bueno, pidieron que les buscara al personaje que les falta, que es el co-protagonista de la historia – Ryoma miró asustado a Inui, ya que sabía exactamente qué era lo que planeaba hacer.
- ¿Y cuál es ése personaje?
- Una mujer…
- Puedo hacerlo – Sonrió.
- Pero Fuji… una mujer que deberá besar a un hombre – La idea de que él tuviese que besar a un hombre que no fuera Tezuka no le agradaba en absoluto. De pronto su vista volvió a turbarse y se desmayó en la espalda de Tezuka. Se oyó un ruido seco y vieron a Ryoma en el suelo, Oishi se apresuró a recogerlo y cargarlo en su espalda para llevarlo también a la enfermería, sin saber por qué se había desmayado. Y se desmayó con una razón, ya que él era el chico que debía besar a la “chica” quien ahora por culpa de Inui, tenía el nombre de: Fuji-senpai.
- Hmm-m - Fuji abrió lentamente los ojos.
- Suke… ¿Te encuentras mejor? – Dijo Tezuka acercándose y tocándole su frente.
- H-ha… Tengo sed – Dijo con voz ronca – Tezuka bebió un poco de agua del vaso que estaba a un lado de la camilla y se la dio con un beso.
- ¿Mejor? – Sonrío.
- Algo – Dijo mientras se frotaba las sienes.
- Demonios… ese Inui,
- Me esperaba un castigo peor – Dijo Fuji – Pero tener que besar a otro…
- Tsk, ese maldito – Volvió a decir – Lo tenía todo planeado.
- ¿Por qué lo dices Mitsu?
- Echizen.
- ¿Qué sucede con él?
- Es a quien deberás besar en la obra.
- ¿¡AH!? – Dijo el tensai abriendo los ojos. Tezuka asintió.
- Debes renunciar – Dijo.
- Mitsu…
- ¿Entonces besarás a Echizen? – Preguntó con un deje de celos en su voz.
- En absoluto, aunque por otro lado… - Tezuka lo fulminó con la mirada y el tensai río – Es broma Mitsu – Se levantó y le dio un beso – Ya encontraré la forma de zafarme.
- Eso espero – Dijo el otro volviendo a besarlo.
Había meditado durante todo el trayecto de su casa hacia Seigaku cómo hacerlo para no tener que besarse con Ryoma, pero no había llegado a ninguna conclusión. Lo único que sabía era de que, una forma u otra haría pagar a Sadaharu. No quería imaginarse la ropa que éste había elegido para él ‘De seguro una muy ajustada’ Pensó aterrorizándose con su pensamiento.
Al llegar, el otro lo llamó hacia los vestidores y le indicó lo que debía ponerse. Cuando se miró al espejo se sonrojó a más no poder.
En el salón del consejo estudiantil, se podía sentir el ambiente tenso y se debía a que Tezuka, a primera hora de la mañana ya tenía cara de pocos amigos y un enorme ceño fruncido.
Se abrió levemente la puerta y dentro Inui acomodándose los lentes con un pequeño sonrojo, y detrás de él apareció Fuji sonriendo, y con su rostro sonrojado.
Se veía ‘Demasiado provocador’ Pensó Tezuka frunciendo más el ceño. No porque no le gustara lo que llevaba puesto Fuji, si no por las miradas de pervertidos que le dedicaban algunos de sus otros compañeros. Cabe decir que Kawamura ni Momoshiro pudieron contener sus hemorragias nasales, Ryoma estaba sonrojado hasta las orejas y trataba de ocultarlo bajo su gorra.
El tensai llevaba unos ceñidos pantalones cortos de jean, dejando ver sus largas y torneadas piernas (Y que por supuesto, hacia que su miembro se notara más), una camiseta de tiras negra y encima una más grande, blanca transparente que le dejaba los hombros descubiertos. Era una simple tenida de cualquier chica, salvo que Fuji no era precisamente una, y que a pesar de eso, le quedaba estupendamente bien.
- Hm, hm – Carraspeó Inui llamando la atención de los presentes – Es hora de la función.
Algunos asintieron y comenzaron a salir, sin antes dedicarle una furtiva mirada al tensai, bajo la atenta mirada de Tezuka.
- Fuji – Lo llamó antes de que este saliera.
- Sucede algo Mitsu?
- No quiero que beses a Echizen – Dijo cuando ya nadie más que ellos dos estuviesen en el salón.
- Descuida Mitsu-Chan, no lo haré.
- Eso espero – Fuji sonrió tomándole la mano para salir del lugar – Y no me digas así.
- ¿Mitsu-Chan? – Tezuka lo miró falsamente enfadado y el tensai río.
La obra en cuestión (escrita por un alumno de Seigaku) se basaba en un chico frío (Ryoma) que se enamora de una chica (Fuji) que siempre ha tenido mala suerte en el amor y rechaza al chico. Este lo intenta una y otra vez hasta que consigue salir con ella, y es en la escena de la cita, donde se besaban, la cual, venía a continuación.
- Bueno – Habló Ryoma mirándo a su “chica” – Me encantó salir contigo, pero – dijo soltando la mano del tensai y abrazándolo por la cintura – No solo quiero tomar tu mano – Dijo acercándose lentamente – Quiero abrazarte – Susurraba – Y ahora… quiero besarte.
Y se acercaban, y se acercaban, hasta casi rozarse los labios. El cerebro de Fuji trabajaba a toda velocidad sin encontrar respuesta a su pregunta, ¿Cómo se zafaría de aquello? Ryoma estaba por juntar sus labios con el de su senpai, cuando la alarma contra incendios sonó.
El pánico cundió en la habitación y pronto todos comenzaron a abandonar la sala. Ryoma bufó, viendo lo cerca que estuvo de besar esos labios que desde hacía un tiempo venían distrayéndolo.
Fuji lo miró y el otro asintió saliendo del lugar junto a la multitud.
Cuando logró salir junto a Ryoma, de en medio de la muchedumbre una mano lo apartó de ésta y lo condujo hacia los vestidores: era Tezuka.
Al llegar, cerró con llave y lo enfrentó.
- ¿Pensabas besarlo?
- Mitsu…
- ¡Dímelo! ¿Pensabas besarlo?
- ¡Claro que no!
- ¡Estuviste a punto de hacerlo!
- ¡Pero no lo hice! – Dijo enojado, la verdad, ahora se arrepentía de no haberse detenido en un tiempo adecuado, no cuando casi se rozaban sus labios. Tezuka se sentó en una banca – Mitsu – Se acercó a rodearlo con sus brazos por detrás – De verdad lo siento, pensaba detenerme, solo que las cosas se me fueron de las manos – Le depositó un beso en la nuca, provocando que le recorrieran pequeñas descargas eléctricas en la espina dorsal. Tezuka se volteó, lo tomó por la camiseta y lo atrajo para besarlo.
- Tendrás que compensarme por todo lo que sufrí viéndote ahí arriba con Echizen – El tensai sonrió.
Lo empujó hasta chocar con los casilleros y comenzó a besarlo con desesperación. Y la ceñida ropa que llevaba puesta Fuji no le ayudaba en nada para su preciado autocontrol. Le quitó las dos prendas de arriba, aprovechando el instante para morder y lamer uno de sus pezones, mientras que con una mano acariciaba el otro y la otra mano se encontraba desabrochando los ajustados pantalones de su novio, agradeció mentalmente a Inui por haber obligado a ponerse al otro aquellos pantalones, aunque hubiera deseado que solo él hubiese visto a Fuji de esa manera. Recordó las hemorragias nasales que habían tenido sus dos amigos cuando lo vieron y frunció el ceño mientras volvía a la boca del tensai.
- M-mitsu – Tezuka había olvidado cuanto tiempo llevaba sin escuchar la agitada respiración de Fuji, ya que por culpa del colegio ya casi no tenían tiempo para ellos.
Lo volteó dejando su pecho desnudo pegado al casillero, mientras masturbaba su miembro a la vez que introducía dos de sus dedos en el tensai.
- A-ah, M-mitsu, voy a… ¡Ah! – Besó lentamente su espalda mientras que el otro normalizaba un poco su respiración, se había corrido por primera vez en semanas y por supuesto, Tezuka se encargaría de que no fuese la última del día.
Lo atrajo hacia él, se sentó en la banca y Fuji lo hizo encima de él, Kunimitsu tenía los pantalones abajo. Tomó a su novio por la cintura y lo penetró lentamente. Fuji profirió un gemido, apoyando su cabeza en el hombro del otro mientras se adaptaba, pero Tezuka no podía contenerse más y con ayuda de sus manos hizo que el tensai comenzara a moverse lentamente.
Era un vaivén enloquecedor para ambos, aumentaron la velocidad de las embestidas, al tiempo en que Fuji se aferraba a la espalda del otro y mordía su labio para que no los escuchasen.
Tezuka guió una de sus manos hacia la entrepierna del tensai y comenzó a masturbarlo rápidamente, haciendo que éste se viniera y él un poco después dentro de su novio. Volvió a besarlo con impaciencia.
Inui, al escuchar los primeros quejidos de Fuji, se retiró de detrás de la puerta de los vestidores, había cumplido su cometido. Tezuka andaba gruñón desde hacía un par de semanas y Sadaharu descubrió inmediatamente por qué, así que maquinó un plan, aunque no pensó que se demoraría un poco.
Después de implantarle el reto a Fuji, habló con Ryoma a grandes rasgos acerca de su plan (evitando decir la parte donde Tezuka y el tensai debían tener sexo), solo que no contaba con que el otro (como había anotado recientemente en su libreta) realmente tuviera sentimientos hacia el tensai. En el momento del beso, Ryoma debía fingir un desmayo, o por lo menos eso fue lo único que se les había ocurrido, pero al ver que el otro realmente pensaba besarlo, no tuvo más remedio que tocar la alarma contra incendios.
Se ajustó los lentes, por lo menos había sido misión cumplida, ahora debía ver quienes serían los próximos en ser “ayudados”, quizás haría que Momoshiro enamore al O’chibi, o a Eiji para que se diera cuenta de los sentimientos de Oishi, o aún mejor, que Kaidoh se de cuenta de los suyos. Sonrió, esa última idea le gustaba más que las otras.