Era la fiesta de graduación de mi hermana, se graduaba de la facultad de medicina. La fiesta era aburrida, salvo por los montones de chicas que se me insinuaban cada que volteaba a verlas, y la verdad no las culpo porque en verdad soy guapo… pero ninguna llamaba mi atención todas ellas hijas de exitosos doctores, bien portadas, vestidas tal y como sus papás decía. Me fui hacia el balcón del salón del hotel donde nos encontrábamos, para tomar algo de aire en verdad lo necesitaba si no quería terminar dormido a un lado de mi padre, me recargue en la pared y mire hacia el cielo, volteé la mirada y ahí se encontraba una hermosa chica, en verdad bella, era alta (no tanto como yo), delgada, labios rojos y carnosos que me pedían a gritos devorarlos, ojos azules, y pelo ondulado, Cataño que resbalaba por sus hombros.
Me acerque y recargue una de mis manos en la pared impidiéndole que se fuera si es que lo quería hacer, me aproxime más a ella y le dije:
-Hola, ¿Cómo te llamas?- sonrió
-¿Quieres saberlo?- Contesto, alzando su vista, arqueando una ceja y jugando coquetamente con un mechón de su pelo.
-Claro- Le dije con una sonrisa que seguramente la mataría.
-Ok sígueme-.
Me tomo de la mano y subimos al octavo piso en el elevador, caminamos por un pasillo y llegamos a la habitación con el número 525, abrió la puerta eh hizo que entrara primero. Sabía perfectamente lo que esa niña buscaba y no pensaba negarme. Cerró la puerta y se acerco a mi, besándome apasionada y necesitadamente. Como antes dije no me negaría y le correspondí de igual manera, caminamos hacia la cama y caímos en ella, se separo de mi y de un buro que estaba al lado de la cama el cual no había notado, saco unas esposas y un pañuelo, se acerco a mi oído y dijo – Esta noche vas a disfrutar- reí de lado y deje que me esposara las dos manos a la cabecera de la cama, después puso el pañuelo en mis ojos, sentí como quitaba mi corbata y después el cinturón y con estos ataba mis pies a cada lado de la cama.
Comenzó a desabrochar mi camisa botón por botón, sentía sus manos sobre todo mi torso y después sus labios recorriendo cada parte de mi descubierto pecho. Subió a mi cuello y lo lamio, beso y succiono cuantas veces quiso yo solo podía emitir gemidos, jadeos y mi respiración cada vez era mas acelerada, se acerco a mi oído y lamio mi lóbulo lo cual hizo que me excitará aun mas, esa parte de mi cuerpo era mi punto débil, al ver como me estremecía volvió a hacerlo y después escuche que decía – Me llamo Lee Taemin, y quiero que me hagas tuyo- en verdad ahora no le tomaba mucha importancia si era una chica o no, estaba excitado y no me quedaría con las ganas. Siguió lamiendo mi lóbulo y yo solo gemía, me quito el pañuelo, y se digirió hacia mis pantalones, desabrochándolos y bajándolos, sus ojos brillaban de lujuria al ver sobre mis bóxers a mi miembro despierto, dirigió su mano hacia mi ”amigo” y lo toco lentamente haciéndome cerrar los ojos y soltar un gemido al momento de sentir su manos en mí, se coloco sobre mi y comenzó a besar mi pezones sin dejar de atender con una de sus manos mi entrepierna, nunca había sentido tanto placer con alguna chica, no sabia si era su primera vez del chico o no, pero me estaba dando el mayor placer que jamás imagine. Su mano apretaba mi miembro y bajo por mi pecho dejando un camino de saliva, deteniéndose en mi bóxer, dejo de atender mi miembro lo que me hizo soltar un jadeo, sentí que bajaba mis bóxers y volteé a verlo a los ojos-
Se aproximo a mi miembro y lo toco con una de sus manos para después pasar su lengua por la punta de esté y luego engullirlo completamente, gemía y gemía, no podía dejar de hacerlo, tener a ese chico atendiéndome de esa manera, me tenia completamente loco, comencé a mover mis caderas, buscando que el chico lo hiciera mas rápido y lo conseguí, sentí mi presemen salir, el chico dejo sus atenciones en mi pene, y se quito el vestido que traía, quedando solo en bóxers los cuales quito rápidamente y se subió de nuevo a mí moviendo sus caderas para que nuestros miembros se rosaran, mientras besaba mi cuello y llevaba tres de sus dedos a mi boca para que yo los lamiera, y así lo hice, después de un rato de lamerlos, los cambio por sus labios y comenzó a auto penetrarse, los gemidos que soltaba eran aprisionados entre nuestros labios, cuando supongo estuvo listo, se separo de mi e hizo con mi miembro lo que hace unos segundos dejo de hacer con sus dedos, de una sola vez hizo que estuviera dentro de el, lo que hizo que soltara un sonoro gemido al sentir lo estrecho que era, espero a acostumbrarse y comenzó a moverse lentamente, después de unos minutos mis caderas también se movían queriendo darle el placer que el me había dado, nuestro cuerpos estaban totalmente sudados, nuestras mejillas rojas, mis embestidas eran cada vez mas fuertes, haciendo que cerrara los ojos por ese placer, cuando los abrí vi al chico masturbándose a la misma velocidad en que se auto penetraba con mi miembro, eso me hizo llegar al climax corriéndome dentro de Taemin, haciendo que esté también terminara por soltar todo su liquido salpicando nuestros pechos y su mano. Calló totalmente cansado en mi pecho y sacando mi miembro de su interior. No dijimos nada mas solo nos dirigíamos miradas de complicidad y besos fugaces que me daba. Luego de un rato me quede dormido.
Cuando desperté estaba vestido con la misma ropa de ayer, sin un rastro de lo que paso esa noche. Al notar que aun seguía en esa habitación busque al chico con mis ojos pero no lo encontré. Solo una nota que decía….
Gracias por la noche que me diste.
Fue lo más genial que haya hecho.
Algún día espero nos volvamos a encontrar.
Taemin.
Metí la nota al bolsillo de mi pantalón, notando las marcas de las esposas en mis muñecas, me dirigí al baño y pude ver las marcas que tenía en mi cuello, reí al recordar el suceso de hace unas horas y después de darme un baño, me fui a casa.
3 años después ========
Estaba sentado en un sillón con la cabeza gacha, estaba aburridísimo de mi fiesta de graduación, enserio odiaba la carrera que mis padres habían elegido para mí, estaba perdido en mis pensamientos cuando escuche:
-Hola, ¿Cómo te llamas?- Alcé la mirada y ahí estaba Taemin, el chico que tanto había esperado por tres largos años, así es, después de lo que pasé con el no pude estar con alguien mas sin pensar en Taemin. Sonreía de lado y conteste
-¿Quieres saberlo?-
-Claro-
-Ok, sígueme-. Lo tomé de la mano y subimos a mi auto, esta vez él iba a disfrutar y no lo dejaría que volviera a irse.
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