Ese día salí de la universidad mas temprano debido a un asunto que tenia que atender, ya que era urgente decidí esta vez irme por un camino mas corto, y pude ver por primera vez una escuela cerca de mi universidad, era mas bien humilde, no pobre, pero humilde, creo que salían temprano ese día debido al montón de gente mezclada que había en la entrada.
Aun así pude verlo, debía tener unos 11-12 años y era hermoso, tenia una piel lechosa, que pareciera como si brillara con el sol, un cabello castaño claro y un gracioso corte que lo hacia ver aun mas tierno, pero su sonrisa, era angelical estaba sonriéndole a unas niñ----Estaba en medio de la calle mirándolo embobado, así que me aparté para no provocar ninguna clase de accidente.
Ahora estaba solamente hablando tranquilamente con las mismas niñas y al darme cuenta estaba admirándolo de nuevo pero esta vez caminando hacia él, y no podía detenerme.
-Taemin...- Lo llamo una de esas niñas
Taemin
Creo que nunca olvidare ese nombre.
-Puedo ir a tu casa hoy?- Termino de preguntar esa niña
-Lo siento noona, pero tengo muchos quehaceres, estoy siempre ocupado- respondió el con una sonrisa chistosa, su voz era suave, dulce, melodiosa.
-Ahmm disculpe señor a quien busca?- Alguien se había dirigido a mi, otra de las niñas que estaba con el chiquillo, ¿Qué a quien busco?, ¿Cómo respondo a eso?
Y encima el chico me observaba con unos enormes ojos expectantes a ver lo que diría.
-Bueno, yo…- Alcancé a decir
-¿No será que se perdió?- Dijo la chica que hablaba con Taemin -Oppa, necesita ayuda?-
-No, no, estoy bien, solo estaba buscando a mi sobrino- Sobrino?! Pero que me pasa?!
-M-Minho Appa?!- Una voz de atrás mio se dirigió hacia mi, lo raro es que solo había una persona que me llamaba así, pero no lo veo desde hace años.
Me voltee y por supuesto no lo pude reconocer, pero bastaron unos segundos para que entendiera, era el.
-Y-yoogeun!- El niño había crecido seguramente tenia unos 8 años ahora mismo, venia a abrazarme, y yo esperándolo con los brazos abiertos, había sido tanto tiempo que no lo había visto y ciertamente lo extrañaba.
-Ahmm Oppa ¿ese es su sobrino?- volvió a preguntar una de las niñas
-C-claro el es mi sobrino- lo había encontrado en el momento perfecto, por supuesto que Yoogeun en realidad no era nada mio, pero creo que esta vez podría pretenderlo
-Oh bien, Taemin- Esta vez se dirigió hacia él, de nuevo –Me tengo que ir cuídate mucho-
-S-si noona!- le respondió el enérgicamente
-Yo también me voy adiós Minnie~-
-Adiós Minzy noona-
-Minho Appa…. Mami llama, me tengo que ir-
-Oh si, claro Yoogeun te veo luego- Lo baje de mis brazos y le alborote un poco el cabello, seguía siendo igual de tierno y pequeño de alguna manera.
-Adiós Appa- dijo dándome una de sus inocentes sonrisas
Hasta ese momento no me había dado cuenta, porque estaba de espaldas despidiéndome de Yoogeun, pero al darme vuelta enseguida lo note, estaba en la entrada de un colegio desconocido, en frente de ese chiquillo llamado Taemin, trate de mirarlo a los ojos, pero volteo su cabeza avergonzado, era increíble lo rápido que se sonrojo solo por yo estar ahí
-Ah disculpa- trate de decirle –Como te llamas?- pregunte por cortesía
-L-lee Taemin- respondió -Y-y usted?- pregunto tímidamente
Sonreí
-Un gusto. Soy Choi Minho- le estire la mano para que me la diera, y como era de esperarse se ruborizo aun mas y finalmente me la dio, era débil y suave, como la de un niño pequeño por supuesto.
-Disculpa la intromisión, pero ¿quieres que te vaya a dejar a tu casa? Se esta haciendo tarde-
-N-no, yo-yo- Bajó su mirada de nuevo, esta vez se me hizo raro, y aun mas raro el que comenzó a llorar, delicadamente tome su barbilla, para mirarlo
-Estas bien?- le pregunte preocupado
-S-si-
-Oh lo siento, quieres sentarte?- le ofrecí sentarse en una banca cerca de ahí, para calmarlo un poco
-Si claro- respondió casi en un susurro, le tome la mano y lo guie hasta la banca, hasta sentarlo y yo al lado de el, aunque hubiera preferido mil veces que el se hubiera sentado en mis piernas, pero no era momento para eso.
-Y bien?-
-Lo lamento, no se porque lloro- se disculpo mientras torpemente se retiraba las lagrimas con las mangas de su chaleco
-Déjame ayudarte- con mis pulgares le empecé a retirar suavemente las lagrimas que le iban quedando y así pude notarlo, la diferencia, es decir mi mano era obviamente enorme debido a que tengo ya 21 y su rostro pequeño, suave, inocente.
- Yo- comenzó diciendo tímidamente –Yo no tengo familia- dijo casi derrumbándose –n-no se porque ahora me he puesto a llorar, s-siempre ha sido así- termino diciendo con la mirada baja, fija en sus pies
No podía creerlo, el niño que hace escasos momentos, estaba riendo y disfrutando, ahora estaba desbastado por su triste verdad.
-Y… tienes un lugar para quedarte, ¿no?-
En ese momento me miro fijamente, con unos inmensos ojos, mordiéndose el labio para evitar llorar
-Ya no más….-