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In Search of The Maid por Yuu-sama

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Bueno, me he tomado la libertad de editar un poquis este FF, pues en mi humilde opinión, dejaba bastante que desear (sigue siendo malo inclusive ahorita, pero bueeeenoooo... tan siquiera está decente xD).

Seguramente cuando se encuentren con él será que ya he terminado la secuela (¡ahora voy por la mitad!), así que también modifiqué las notas del cap :D

Espero les guste :3


Érase una vez... en una villa ninja muy muy lejana...


— No Kakashi, por favor… —susurraba un chico azabache mientras luchaba a empujones con un hombre enmascarado—, no saldré afuera, no quiero salir afuera… —decía subiendo un poco la voz. El mayor sonrió detrás de su máscara color azul obscuro, era la primera vez que veía a su alumno exteriorizando su preocupación.

— Sasuke, has perdido la apuesta —le recordó colocando sus brazos alrededor de la cintura del aludido, halándole con más fuerza hacia el exterior—, no puedes retractarte ahora que ya les llamé a las chicas…

— ¿¡Les has avisado!? —exclamó escandalizado.

— ¡Claro! si no, ¿por qué habría montado hasta escenario con telones, luces, escenografía  y todo? —respondió con su ojito feliz.

— ¡SERÁS CABRÓN! —aulló encolerizado con el peliplateado.

— Vamos Sasuke, será divertido —comentó el jounnin emocionado—. ¡Ya quiero ver que caras ponen cuando salgas y te quites las capucha! —chilló con estrellitas en los ojos y un suave rubor en las mejillas.

— … —

— ¿Qué sucede? —preguntó extrañado de que el ojinoche no le estuviera gritando sarta y media de insultos.

— … —

— … —

— … —

— No me digas que te da vergüenza que tus fans te vean vestido así. —le comentó burlón al joven.

— ¡Cállate! ¿¡A quién en su sano juicio no le daría vergüenza estar en esta situación!?

— Conozco a dos personitas con cejas grandes, corte de honguito y mallitas verdes que lo harían con toda la felicidad el mundo... —meditó el adulto rascando su barbilla pensativamente.

— ¡He dicho en su sano juicio!

— Ya, ya, pero un trato es un trato y como buen ninja que eres debes anteponer a todo tu palabra. —le sermoneó.

— Pero…

— Sin peros —le cortó el mayor—. Lo mejor será que salgas antes de que las chicas me busquen hechas unos energúmenos.

— Sí, es mejor que me persigan a mi hechas unas trogloditas pervertidas… —refunfuñó con sarcasmo.

— ¡Así se habla! ¡Salva a tu sensei ante todo!

— ¡Serás…!

— ¡KAKASHI-SENSEI! —se escuchaban los gritos al otro lado del telón del escenario—. ¿SE PUEDE SABER QUE TANTO HACE ALLÁ ATRÁS? ¿QUÉ ES TAN IMPORTANTE COMO PARA QUE NOS REUNA AQUÍ? —las voces femeninas se escuchaban irritadas, seguramente por la espera, pero se podía percibir un deje de curiosidad.

El ninja copia se asomó, visualizando afuera de improvisado escenario a una multitud de jóvenes kunoichis algo exasperadas.

— ¡Al fin! —pudo ver a una pelirrosa frente a toda a horda de animales—. ¿Podría al menos decirnos de qué se trata todo esto? —cuestionó enarcando una ceja—. Sabe, que estaba a punto de ir al salón y he tenido que posponerlo por…

— ¡Ni con el mejor tratamiento quedarías siquiera decente, frentona! —ambos voltearon hacia donde procedía aquella voz, encontrándose con unos orbes color azul claro—. Acabo de salir de allí y no tienen la maquinaria suficiente para arreglar tu horripilante cara. ¡Cómo lo lamento!

La aludida frunció el entrecejo, fastidiada  por la actitud de su “rival”.

— ¡Oh! ¡Querida Ino-Puerca! —exclamó con una sonrisa amable fingida—. ¡Qué gusto verte por aquí amiga! —continuó ladeando un poco la cabeza y cerrando los ojos—. Lo siento tanto por ti, ya veo que has de estar enojada, el salón al que fuiste te dejó peor de lo que ya estabas —dijo con un puchero y simulando lástima—, realmente te compadezco, de verdad que sí…  pero no porque tú seas un caso perdido, me consideres del mismo corral del que vienes.

Una enorme vena a punto de reventar apareció en la frente de la rubia, que se puso a berrear insultos a diestra y siniestra a la ojijade.

— Vaya Ino, que finura resultaste ser —se burló la kunoichi—, verdaderamente una dama…

Un fuerte sonrojo apareció en el rostro de la muchacha, que mostró una cara perpleja a su ex-amiga. Sus ojos denotaban vergüenza y a la vez enojo, brillando intensamente por estarse humedeciendo.

— ¡Ja!, mira quien lo dice PE-CHO-PLA-NO —respondió sacándole la legua y halando hacia abajo su párpado inferior como gesto de burla—. La que cuando perdía discusiones conmigo no tenía más que… —pero la chica ya no le escuchaba. “Pecho plano, pecho plano, pecho plano” esas inhumanas y crueles palabras resonaban es su cabeza taladrándole el cerebro. Fibra sensible tocada. Ahora si venía lo bueno.

— ¡Mira lo que me importa, Ino-Cerda!

— Al parecer mucho, pelochicle. —respondió triunfante.

— ¡Fea!

— Frentona

— ¡Rubia oxigenada!

— ¡Y tú usas tinte! —le gritó roja de la ira.

— ¡Intento de zorra!

— ¡TÚ…! —exclamó señalándole con el dedo índice y con una aura maligna, con todo y rayos al fondo.

— Etto… chicas… —dijo el mayor colocándose entre las bestias salvajes para calmarlas—, no se peleen, es más ¡alégrense! —aulló con voz aguda y notoriamente emocionado, llamando la atención de todas las presentes—. Les tengo un regalito. —canturreó mientras volvía detrás del escenario con un baile extraño.

Una gota de sudor bajó por las cabezas de todas las chicas, pero pusieron toda su atención a la pequeña tarima. Entonces, el jounnin salió cargando a un delicado cuerpo en sus brazos al estilo princesa. La dulce criatura dedicaba hermosos halagos y palabras respetuosas a su superior que le hacía el favor de llevarle.

— ¡MALDITO HIJO DE ****! ¡BÁJAME EN ESTE ****** INSTANTE SI NO QUIERES SER ****** POR MI CHIDORI Y NO QUIERES QUE TE META UN ****** POR EL ****! —decía con amabilidad y dulzura.

— ¡Kunoichis y demás habitantes femeninas de La Hoja! —anunció esquivando los golpes/caricias de el joven que alzaba—. ¡Es un honor para mí, el más genial, guapo, fuerte, inteligente, valiente, codiciado y sobre todo, humilde y modesto shinobi del País del Fuego…! —comenzó con su discurso—. ¡Presentarles al segundo más cotizado y apuesto ninja masculino de La Hoja! ¡Me place anunciarles que el egocéntrico, altanero, pedante, grosero, con complejo de inferioridad hacia su hermano mayor, pero sobre todo… emo! ¡Está aquí con nosotros!

— ¿Eh? —fue el murmullo general que recorrió a la audiencia entera.

— ¿¡QUÉ FORMA DE PRESENTARME ES ESA!? —de nuevo esa dulce y cálida voz hizo acto de presencia.

— ¡Sin más preámbulos…! —continuó ignorando los comentarios exteriores que no alabaran a su persona—. ¡Está aquí…! ¡SAAAASUUUKEEEEEEE……UUUUCHIIIIHAAAAAAAAA! —gritó con voz de cronista de futbol.

— ¡Henge! —se escuchó desde los brazos de Kakashi, que había quitado de un tirón la capucha que cubría a la persona incógnita. La nube de humo se fue extendiendo por el escenario hasta disiparse completamente. El joven vengador apareció como siempre, con sus shortsitos blancos, playera de cuello alto y ancho y los accesorios femeninos en los brazos que se parecían muchos a los que usaba Ino, claro que en un mucho más “In” color azul, que era el último grito de moda (es que el tipo era fashonista :D).

— ¡Buenos días Sasuke-kun! —saludó la pelirrosa a penas al verlo, sonriendo ampliamente.

— ¡OHAAAIIOOOOOO SASSSUKEEE-KUUUUNN! —se escuchó el saludo general y a coro del resto de las féminas konohaianas (así es, esa palabra existe ¬¬).

— ¡Mooooo! —se quejó Kakashi—. ¡Sasuke, eso es trampa! —dijo haciendo un  puchero que no se veía por la máscara.

— ¡El trato no era que me pusieras como un fenómeno de circo frente a estas…! —hizo una pausa—, estas… ¡Da igual lo que sean! ¡Ese no era el trato!

— El trato era que te pondrías el disfraz y pasearías por la ciudad para que todos te vieran, así que te estoy haciendo un favor al que sólo te vean tus admiradoras.

— Sí, tú… —gruñó cruzándose de brazos y desviando la mirada.

— Nee~, Sasuke-kun —llamó Sakura acercándose al escenario para ver de más cerca al joven—, ¿qué te parece ir a comer un helado? Han abierto un nuevo puesto en el centro, cerca de Ichiraku… —comentó con coquetería y un sonrojo del color de su cabello.

— Sasuke-kun —llamó su atención Ino, tomándole el pie izquierdo—, el otro día fui a un restaurante que sirve una comida deliciosa, ¿qué tal si damos una vuelta por allí y después te invito a tomar algo? —le ofreció con una amplia sonrisa.

— ¡Cállate, Puerca! ¡Yo le pedí salir primero!

— ¡Pero Sasuke-kun tiene el suficiente sentido común como para no dejarse ver en público contigo!

— ¿Y contigo si? —preguntó mordazmente—. Que yo sepa no es de alguien de sentido común salir con animales de granja como cita.

— ¡Te voy a matar!

— ¡A ver si puedes!

SASSSUUUKEEEE-KUUUUUNNNNN~ ¡SAAAAL CONMIIIIIIIGOOOOOOO! —comenzaron a gritar todas las jóvenes kunoichis allí presentes. Una gotaza de sudor descendió por la cabeza del portador del sharingan, quien se zafó del agarre de la rubia y retrocedió disimuladamente.

— Sasuke… —escuchó la voz grave de Kakashi a sus espaldas. Volteó repentinamente alarmado, encontrándose con un ojo de color rojo intenso y tres aspas. Ambos se quedaron estáticos, dejando a las chicas paralizadas.

— Hmp… —se mofó el más joven—, un genjutsu con tu sharingan no me afectará Kakashi. —dijo con el doujutsu también activado.

— Maaa, Sasuke-chan, eso lo sé perfectamente. —comentó sonriendo maliciosamente.

— ¿¡SASUKE-CH…!? —pero no terminó su reclamo, pues un fuerte golpe en su cabeza le hizo tambalearse y caer al suelo de rodillas. La nube de humo volvió a hacer acto de presencia en el escenario, dejando a las chicas en expectativa e increíblemente nerviosas.

— Itaeee… —se escuchó el quejido del azabache— ¿¡Qué demonios ha sido eso!? —la visibilidad de las personas presentes comenzó a aumentar con lentitud.

— Fue una medida desesperada Sasuke, si no, no habrías cumplido tu parte del trato. –dijo serio.

El joven con peinado de cola de patito se puso de pie con brusquedad, hecho una furia.

— ¡Tú, eres un maldito! ¡Si me golpeabas un poco más abajo me hubiera quedado inconsciente! ¡Tuve suerte de que lo único que pasó fuera que el jutsu de transformación…! —hizo una larga pausa, dándose cuenta de la situación— se… deshizo…

Y allí estaba nuestro bishounen, ataviado con un traje de lo más… “curioso”. Unos tacones altos destacaban sus delgadas y estilizadas piernas, en conjunto con unas medias de red que cubrían desde medio muslo hasta media tibia. Una falda increíblemente corta era resaltada por su redondo traserito de Uke, o más bien era el trasero el que se veía resaltado (xD). El vestido tenía mangas abombadas, como de una maid clásica, acompañado de un delantal de color blanco con bordados negros en forma de corazones y flores. Claro que no podía faltar que llevara el sacudidor peludo de color rosa y su gorrito de servicio, junto con una liga amarrada a su pierna para complementar su atractivo (que era muuuuuucho).

— … —Sasuke

— … —Fangirls

— ^.^  —Kakashi

— … —Sasuke

— … —Fangirls

— … —Sasuke

— ¡KYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA~! —Kakashi… ¡NO! No, perdón eran las fangirls.

El pelinegro sonrió nerviosamente y retrocedió a pasos cada vez más grandes. Las chicas le seguían de cerca, con la saliva saliendo de sus bocas a mares y los ojos brillando pervertidamente.

— … —

— *¬* —

— … —

— *¬* —

— … —

— *¬* —

— … —

— *¬* —

*Puff*

Una nube de humo envolvió al pelinegro, dejando en su lugar un tronco.

— ¡¿HEEEEE?! —fue el quejido general de las violad… ¡Fanáticas!

— ¡Por allí! —chilló una, señalando a un tejado cercano a su posición. El pelinegro miró por el rabillo del ojo cómo una marejada de locas se abalanzaba sobre él a la velocidad de un desastre natural.

Y es que si era un desastre de la naturaleza el nacimiento de esas cosas horripilantes que ahora perseguían al protagonista de este FanFic Ú.Ù

Los vellos de todos su cuerpo se erizaron y, dando un salto ágil como el de un felino, bajó hacia un callejón para empezar a correr y perderse entre las calles desiertas de la cuidad, sin demasiado éxito, pues cada vez estaban más y más cerca de él.

Ese, definitivamente, no era su día.

 


~EN OTRO SITIO NO MUY LEJOS DE ALLÍ~


— ¡Qué aburricióoooooooooon! —se quejó un ninja rubio de ojos azules, dejándose caer en una banca de piedra.

— Maldición, Naruto. ¿Y qué quieres que hagamos? ¿bailarte? ¿cantar? —respondió fastidiado un chico castaño con triángulos (él dice que son colmillos) rojos en las mejillas.

— Pero… desde que Sasuke se fue de misión hace dos semanas no tengo nada que hacer ‘tebayooo. —volvió a reclamar el de la llamativa ropa naranja fosforescente (este no era fashonista, sino daltónico).

— Tsk, qué problemático eres. —bufó otro de ojos afilados y una coleta alta.

— Pefo, ¿qfe fo tfe feleaffaf cof fef tfofo ef ffiemfo? —preguntó Chouji, un muchacho de huesos grandes (según él) que comía como barril sin fondo.

— Chouji, no hables con la boca llena. —se quejó Shikamaru limpiándose un pedazo de comida, escupida por el gor… fornido muchacho, de su mejilla.

— Lffoffienfo —dijo tragando ruidosamente—. Pregunté que si no te peleabas con él todo el tiempo, Naruto.

— Pues sí, pero el teme era el único capaz de hacerme tan siquiera sudar a la hora de una pelea. —comentó con una sonrisa de lado (son muy contagiosas las sonrisas de Sasuke).

— Si claaaaaaro —se burló Kiba con una sonrisa perruna, rascando la cabeza de su cachorrito blanco Akamaru—, peleando…

— ¡¿Qué insinúas, cara de perro?! —le gritó del portador del Kyuubi.

— ¿Yo? Nada importante, Naru-chan. —le comentó fingiendo inocencia.

— Ustedes dos son demasiado problemáticos.

— Es que… —volvió a lamentarse el rubiales—, ¿por qué a Tsunade oba-chan se le ocurrió mandarlo solo de misión ‘tebayo? El muy debilucho debe de estarse muriéndose sin mí para salvar su trasero.

— Ya quisieras hacer algo con su trasero… —farfulló Kiba aguantándose la risa.

¿Qué has dicho? —gruñó con los ojos rojos y una aura maligna a su alrededor.

— N-nada. —se excusó agitando sus manos frente a él cómo tratando de aligerar la situación. “Que miedo da a veces” pensó con una gota de sudor estilo anime.

— Bien —exclamó de nuevo con sus enormes ojos de color azul—. ¡Pero estas han sido las dos semanas más aburridas que he tenido desde que me volví gennin! ¿Por qué no puedo ir yo también solo a una misión? ¡No es justo! ¡Tsunade oba-chan no sabe reconocer el talento cuando lo ve ‘tebayo!

—Deja de quejarte, Naruto, que con eso no arreglas nada. —le reprochó Shikamaru poniendo los ojos en blanco.

— ¡Exacto! —exclamó Kiba poniéndose de pie, con Akamaru en su cabeza—. ¡Mejor ve a rescatar a tu princesa en peligro! —gritó haciendo una pose dramática.

— ¡Ahora si te…! —pero se detuvo, pues sintió como la tierra bajo sus pies comenzaba a sacudirse con cada vez más violencia, haciendo que las típicas piedritas brincaran (y todos, gracias a la sabiduría milenaria de DBZ, sabían que ello significaba problemas)—. ¿Q-qué es eso ‘t-tebayo? —preguntó con un evidente nerviosismo en la voz.

Todos se pusieron en posición de ataque, sintiendo como cada segundo el temblor se intensificaba, cuando de repente, el mundo se detuvo por unos segundos.

Una esbelta figura viró en una esquina, dirigiéndose hacia su dirección a una velocidad vertiginosa. Los tacones altos que llevaba hacían un suave “tac, tac, tac” cuando corría; su falda se movía con gracia y suavidad, siguiendo el compás del viento y de las grandes zancadas que daba con la habilidad de una bailarina; el sacudidor de polvo que llevaba en la mano ondeaba al viento al igual que su cabello azabache. Los cuatro chicos se quedaron embobados viendo aquella hermosa aparición, hasta que se dieron cuenta de quien se trataba.

— ¿U-Uchiha? —exclamó atónito el castaño—. ¿Qué demonios est…?

No terminó su frase, ya que el “adorable” pelinegro, de tanta prisa que llevaba, no se molestó siquiera en esquivarle. Sino que saltó, dio una vuelta en el aire y le dio tal patada con el tacón en la cara que se puedo ver como varios dientes salieron volado y lo mandó despedido unos metros más allá. Todo esto dejando una gloriosa vista de su ropa interior.

La cara de nuestro querido kitsune estaba roja a más no poder y sus ojos destilaban un brillo para nada inocente.

— ¡Maldito Uchiha! —le insultó el de ojos afilados incorporándose—. ¡Te juro que me voy a..!

— ¡SAAAASUUUUUKEEEEEEEEEEEEEEE-KUUUUUUNNNNN! —de pronto, una horda de violadoras de azabaches salvaje apareció.

— ¡NOOOOOOOOO! —gritó el castaño antes de ser machacado, pisoteado,  golpeado, y muchos más “ados”, quedando como una plasta deforme (¿Sakura? xD naaah si estoy superando mi odio hacia ella, aunque aún quedan rastros ¬¬).

— ¿Q-qué fue e-eso? —preguntó Shikamaru aún algo shockeado por la escena que acababa de presenciar.

— Lo de todos los días —contestó Chouji como si nada, es que el chico se recuperaba más rápido—, las fans de Sasuke lo persiguen, lo acosan, le gritan; y ahora que esta vestido de maid (eso sí que es una novedad, pero ojala ocurriera todos los días xD), lo violan. —prosiguió  como si fuera la cosa más natural del mundo.

“Lo violan, lo violan, lo violan, lo violan, lo violan, lo violan” esas palabras no paraban de hacer eco en la mente del ojiazul, sacándolo de su inocente fantasía (ppfffff…). Una ira ciega inundó su mente, dejando de lado su cine porno mental. El aura roja del Bijû Kyuubi (Yo: ¡Kurama-chaaaaaaan! *abraza y besa al zorro* Kurama: ¡Tasuuukeeeteee!) le envolvió, afilando sus colmillos y uñas, marcando más las cicatrices de sus mejillas y volviendo sus ojos rojos y rasgados. Comenzó a temblar y a soltar gruñidos animales.

Sus compañeros de alejaron varios metros de distancia, incluyendo a Kiba, a pesar de parecer ahora un sticker de los que vienen en las papas (Chouji: *0*), considerando su integridad corporal.

— Etto… ¿Naruto? —preguntó Kiba—, ¿estás b…?

¡NADIE VIOLA A SASUKE MÁS QUE YO, DATTEBAYO! —gritó repentinamente echando a correr detrás del moreno y su locas perseguidoras.

Todos le miraron con cara de “¿WTF?” y cayeron al suelo de rodillas.

— Creí que moriría... —susurró el de remolinitos en las mejillas.

— Igual yo… qué problemático

— Si… ¡pero acabo de comprobar de que a Naruto de verdad le gusta Sasuke! —exclamó feliz Kiba.

— Se veía a leguas, no es ningún descubrimiento… —suspiró Shikamaru, ese día había experimentado demasiadas emociones para su perezosa mente.

 


~CON LA MAID PERSEGUIDA~


— ¡Joder! ¿Por qué esto sólo me sucede a mí? —(porque la autora es malvada ;D) jadeaba un joven vestido con un lindo traje de sirvienta, así todo exhibicionista.

— ¡ESPEEERA SAASUKEEE-KUUUUUN! —la ola de rostros bañados en sangre de la nariz, saliva y sudor (que asco Dx) estaba ya a muy pocos metros de él.

— Malditos tacones. —refunfuñó cansado. Sus pasos cada vez se hacían más lentos y torpes, tropezando constantemente con el empedrado de las calles de la aldea. En un paso en falso, trastabilló con una saliente del camino especialmente alto y, al tratar de estabilizarse su tobillo derecho se dobló, haciéndole caer de lado.

Antes de que tocara el suelo, una mano le agarró con firmeza de la muñeca, enderezándole. Se alarmó al pensar que una de sus fanáticas le hubiera atrapado, pero se vio halado con una fuerza y velocidad descomunales hacia adelante. “¿Qué demonios…?” fue el primer pensamiento que llegó a su mente.

— ¡NAAARUUTOOOOOOOOOO! —se escuchó el rugido de ira de las kunoichis.

Sasuke rápidamente volteó para visualizar a su “salvador”. Gruñó hastiado por ese pensamiento, pues un Uchiha nunca dependía de nada ni de nadie para salir de problemas.

— ¿Qué demonios estás haciendo, Usuratonkachi? —le reclamó frunciendo el entrecejo, pero dejándose llevar por el de ojos rojos.

— Salvándote el trasero ¿qué más creías, teme? —le respondió con seriedad y algo de sarcasmo.

— Para tu información ¡puedo cuidarme yo solo!

Un silencio incómodo y denso se posó sobre ellos dos, aunque no dejaron de correr tomados de la mano. El Uzumaki volteó a verle con los ojos tristes y preocupados.

— Maldición, Sasuke —le reprochó con sus ojos otra vez azules—, deja ese puñetero orgullo de una buena vez, que no estás en condiciones de reclamarme nada ‘ttebayo.

— Pero… ¡Hey! —exclamó cuando se vio tirado con más fuerza por Naruto, lastimándole un poco el hombro.

¡NAAARUTOOOOOO, DEJAAAA A SASUUUKEEE-KUUUUN! —las fanáticas psicópatas perseguían a la parejita (Yo: cómo quería decir eso  =////=  Naruto: y como quería yo oírlo ^////^) con la rapidez de una estampida de animales salvajes (pues eso eran ¿no?)

— ¿Ves? ¿Acaso quieres que te suelte? —le preguntó retador, aflojando un poco el agarre de su mano, haciendo que el Uchiha se fuera resbalando. Eso alertó al pelinegro, que se aferró con fuerza de la palma del rubio.

— No te atrevas a hacerlo… —amenazó un ligero temblor en la voz, lo que hizo sonreír al ojicielo.

Haló con más fuerza a Sasuke para que aferrara de su codo y no pudo evitar pensar que parecían una verdadera pareja agarrados de esa manera. Hizo varias señas con las manos y al final, con voz potente gritó “Tajuu Kage Bushin no Jutsu”  haciendo que aparecieran alrededor de 40 clones del  muchacho, transformándose algunos en el joven azabache.

— ¿Haa? —preguntó confundido el adolescente disfrazado de maid.

Naruto sonrió y los Narutos y Sasukes se tomaron del brazo de una forma idéntica a como estaban ellos, mientras que los rubios que sobraban, rodeaban a todos los pares. Al darse cuenta de cómo se veían tomados de esa forma, un intenso sonrojo le cubrió desde el cuello hasta las orejas a Sasuke, pero no hizo nada por cambiar de posición, sino que se aferró con más fuerza a la chamarra naranja, bajando la vista.

Cuando la alzó, se dio cuenta de que todos los clones de Naruto (transformados y no trasformados por igual xD) le miraban con cara de pervertidos-violadores reprimidos. Su rubor se intensificó y gritó con voz potente y enojada:

— ¿¡Qué tanto me miran!?

Todos los clones comenzaron a reírse con ternura ante la evidente vergüenza del chico, sonriendo con  complicidad y picardía. El original, puso los ojos en blanco pero no pudo reprimir una leve sonrisilla.

Naruto ladeó un poco su cabeza e hizo una señal con su mano libre, haciendo que todo el resto de los clones se dispersaran en grupos con varios rubios y un azabache. Dejó que tres grupos de clones se les adelantaran y bajó un poco la velocidad, pues seguramente las kunoichis pensarían que los más apresurados serían los reales.

Se desviaron por una calle abarrotada de gente, claro que contra la voluntad del azabache que se reusaba a que más personas le reconocieran, y por ello iba cubriendo su rostro con el antebrazo (pero su “peculiar” peinado obviamente le delató).

Después de dar montones de vueltas por diferentes calles al azar y perdiendo a una bolita cada vez más reducida de admiradoras, se adentraron en uno de los callejones más vacíos de la capital. Uno de los Narutos se transformó en el chico maid, entonces el rubio se separó junto a Sasuke del grupo de clones y se dirigió hacia una callejuela maltratada y algo vieja.

— Dobe, ¿a dónde vamos? —preguntó Sasuke con algo de preocupación.

Naruto le ignoró y continuó corriendo durante un pequeño tramo de empedrado, hasta que se detuvo en un terreno baldío lleno de maleza. Comenzó a inspeccionar la pared del fondo, buscando la vía de escape que tantas veces había usado desde que se la mostró Konohamaru.

— ¡No me ignores inútil! —gritó encolerizado mientras le daba un golpe—. ¿Dónde estamos? —refunfuñó molesto.

— ¡Joooo! ¡Todavía que te salvo teme!

— ¡No me has sal…!

— ¡SAAAASUUUUUKEEEEEEE-KUUUUUUUNNN! —volvieron a escucharse los berridos de las lunáticas, y estaban realmente cerca.

— Maldición… vamos Sasuke, entra allí. —le dijo con seriedad el jinchuriki, mientras hacía a un lado una maleza especialmente alta y dejaba al descubierto una especie de cañería vacía.El otro la inspeccionó con desconfianza y algo de asco, pues no sabía que había pasado por allí.

— Estás demente si crees que me voy a adentrar en eso. —se quejó arrugando su perfecta nariz.

— ¡No te quejes ‘ttebayo! ¡Sólo métete rápido!

— ¡No quiero! ¡Y no me interesa que esas locas me encuentren! ¡Yo solo puedo…!

— ¡ESCUCHÉ SU VOZ! ¡RÁPIDO! —el escuchar esas horribles voces le puso los pelos de punta (ba dum tsssss), por lo que, por acto reflejo, se arrojó sin apenas pensarlo a la enorme tubería de metal, pero lo hizo tan apresuradamente que se deslizó boca abajo (así como un pingüino :D)

El rubio no perdió tiempo y se adentró también, desapareciendo justo antes de que las féminas desquiciadas y psicópatas los vieran.

— ¡WAAAAAAAAAAAAAAA! —gritaba un azabache, que a esas alturas ya había mandado su orgullo a la mierda.

— ¡Vamos teme! ¡Déjate llevar ‘tebayo! —reía sonoramente el rubio, que disfrutaba mucho la hermosa vista que tenía (nótese que Sasuke iba resbalando por su estómago, por lo que le daba la “espalda” al rubio, que podía regresar tranquilamente a su película XXX mental).

Tan preocupado estaba en azabache de salir vivo de esa sin quedar embarrado de las sustancias de dudosa procedencia  que había allí y tan entretenido estaba el rubio (casi casi se daba auto-amor xD), que no notaron cuando una luz apareció al final del túnel (¡NOOOOO! ¡No pueden morir sin antes hacer una escena hard en la verdadera serie! TT.TT) y salieron despedidos hacia al rasposo suelo de tierra.

Sasuke había caído de cara, raspándose la nariz, frente, codos y rodillas durante el proceso. Cuando iba a levantarse, un rubio-volador (violador) le cayó del cielo (bueno, del desagüe) y le aplastó contra el piso de nuevo, lastimando aún más su carita de porcelana.

— ¡Usuratonkachi! ¡Quítate de encima de una…!

Se calló repentinamente al levantarse un poco, pues al voltear pudo ver a un rubio visiblemente sonrojado y con algo de saliva escurriéndosele por  el rostro. Habían caído en una posición bastante comprometedora, en la que Parecía que Naru-chan tenía a Sasu-chan (Sasuke: ¡Joder, que nadie me dice Sasu-chan!  Naruto: ¡Así es! ¡Sólo yo puedo hacerlo ‘tebayo!  Sasuke: Exacto… ¡Oye! Naruto: ^w^) debajo de él a cuatro patas, teniendo a su “amiguito” apoyado en el trasero de Sasuke.

Eso hizo que el moreno también enrojeciera y comenzara a gritarle al rubio como poseso.

— ¡Ya quítate de encima, dobe! ¡Esto es vergonzoso!

— ¡Ah! —fue lo único que atinó a decir Naruto, que en ese momento aún estaba algo atontado (a uno le pasa eso cuando le rompen la burbuja)—. ¡G-gomen ‘tebayo! —y a continuación le ayudó a ponerse de pie.

— Tsk... —fue la escueta contestación que recibió.

Se encontraban frente al edificio de las aguas termales, en un pequeño tramo de tierra que había justo antes de encontrarse con un manantial ardiendo de donde sacaban el agua. Sasuke analizó el lugar con detenimiento, para asegurarse de que las kunoichis no le hubieran seguido.

En cambio, Naruto estaba muuuuuuy entretenido admirando a un concentrado Uchiha, pareciendo querer escanearlo (y desvestirlo de paso) de pies a cabeza. Un hilito de saliva y sangre salieron de su boca y nariz (noooooo ¿en serio?) resbalando hasta su barbilla y después cayendo al suelo.

Sasuke sorprendió al rubio con las manos en la masa (aún no llegamos a eso, Sasuke desesperado  ¬w¬, paciencia que el hard tarda un poquito xD) y le dedicó una mirada asesina.

— ¿Qué tanto me miras, Usuratonkachi? —le recriminó sin poder evitar que un sonrojo saliera a flote.

La verdad era que se sentía bastante halagado de que Naruto le prestara tal cantidad de atención, aunque se debiera a ese ridículo traje, pero era un Uchiha, frío, escueto y antipático,  y como tal debía comportarse indiferente y arrogante sin importar la situación.

— ¿Qué más vería, teme? —dijo limpiándose los hilitos de fluidos corporales. “Por supuesto que tu culo, idiota” pensó desviando la mirada—. ¿Cómo podría uno dejar pasar por alto el modelito que tienes puesto? —repuso burlón.

— Hmp.

— ¿Cómo es que accediste a usar eso ‘tebayo? “Para agradecerle por todo al responsable”. —completó mentalmente.

— ¿Q-qué te importa? —dijo dándole la espalda.

— ¡Vamos, dime ‘ttebayo! ¡Te prometo que no le diré a nadie!

Sasuke dudó por unos momentos, pero él sabía muy bien que el rubio era la clase de personas que siempre cumplía sus promesas, así que ¿qué más daba? Sólo lo iban a saber ellos.

— Pues… todo comenzó esta mañana cuando…


~Flash Back~

— ¡Vamos Kakashi, eterno rival mío! —gritaba un hombre que usaba una mallas que marcaban su cuerpo perturbadoramente— ¡Elige un reto para vencerte!

— Vamos Guy —se quejó suspirando el ninja copia—, hoy no estoy de humor para esto “además tengo una cita con Obito esta noche ^^” —pensó alegremente (así es, aquí Obito no está muerto… sólo un poco tuerto ¡pero nada más!)—. ¿Qué tal si lo dejamos para mañana?

— ¡De ninguna manera! —gritó escandalizado, cómo si lo que escuchó fuera la peor de las blasfemias—. ¡Debemos desempatar lo más pronto posible!

— Pero aunque jugáramos, seguiría teniendo más victorias, recuerda que te gané muchas veces en el piedra, papel o tijeras —reclamó exasperado.

La cara de horror del cejón era indescriptible.

— ¡Con más razón debemos jugar lo antes posible!

“¿Por qué no mantuve mi bocota cerrada?” se lamentó Kakashi.

Mientras tanto, un chico de doce años, cabello negro y una mochila al hombro, entraba enojado a la aldea.

— Maldita vieja… —se quejaba molesto—. ¿A quién se le ocurre pagar a un ninja con wasabe? “Aunque nunca lo he probado, tal vez sepa bien”. —meditó observando detenidamente un gran frasco lleno de una pasta verde.

— ¡QUÉ NO GUY! ¿CUÁNTAS VECES DEBO REPETÍRTELO? 

— ¡VAMOS KAKASHI! ¡HAY QUE HACERLO POR LA FLOR DE NUESTRA JUVENTUUUUUD!

— ¡¿QUÉ JUVENTUD?! ¡POR EL AMOR DE KAMI-SAMA! —le respondía la voz enojada de Kakashi.

El chico curioso alzó su vista, que era de donde provenían esas voces tan familiares.

— ¿Qué están haciendo ustedes dos? —preguntó el chico, arqueando una fina ceja (uhhhh, golpe bajo para Guy y Rock Lee xD) en señal de autosuficiencia.

Ambos adultos voltearon a verle, algo sorprendidos, pero se recompusieron con rapidez.

— ¡Sasuke-kun! ¡Convence a Kakashi de que se enfrente a mí!

— ¿Qué demonios sucede contigo? ¿Estás demente o qué? ¿Cómo se te…? —pero se interrumpió al notar el frasco que llevaba su alumno en las manos—. Sasuke, ¿qué es eso?

El adolescente señaló algo extrañado el botecito que llevaba, a lo que el mayor asintió.

— Fue el “pago” que la señora a la cual ayudé en una misión me dio —dijo frunciendo el entrecejo—, se llama wasabe.

Los ojos del de mallas verdes se iluminaron.

— ¿Cuántos frascos te dio? —preguntó con estrellitas en los ojos.

— Me dio cuatro frascos de ésta cosa verde —contestó encogiéndose de hombros—. ¿Por qué la pregunta?

Kakashi le miró incrédulo.

— ¿Nunca has probado el wasabe?

— No —contestó con simpleza—, pero creo que ahora no tengo opción…

— No te aconsejo que lo hagas —le advirtió con rapidez el jounnin—, su sabor es realmente fuerte, no creo que soportes tal cosa.

El Uchiha le miró ofendido.

— Podría comerme los cuatro frascos enteros sin ningún problema. —se jactó con el orgullo algo herido.

—Claro que no —le contestó seguro de sí mismo—, te apuesto lo que quieras a que no terminarás ni el primero.

— Acepto.

— ¿Qué? —preguntó Kakashi sorprendido.

— Que acepto tu apuesta —repitió con una sonrisa Made In Uchiha—. Ponme los parámetros o por lo menos el castigo que tendré si no gano.

— ¿Estás seguro?

— Por supuesto, ¿por qué no podría con una pequeñez como comer un vil frasco de wasabe?

~De regreso a la realidad~


 

— … — Naruto le miraba con los ojos muy abiertos.

— ¿Y?

— ¿Y, qué?

— ¿No vas a decir nada? —respondió enojado.

— Pues, ¿qué podrías decir? ¿Qué eso fue increíblemente estúpido y que quedaste como idiota ‘tebayo? Eso es evidente ‘tebayo, no hace falta decirlo.

Una vena a punto de reventar salió de la frente de Sasuke, que tuvo que usar todo su auto control para no molerle la cara a golpes al dobe que tenía enfrente.

— ¿Y qué le habías pedido a Kakashi-sensei?

— ¿Perdón?

— Quiero decir, si ganabas ¿qué se supone que haría Kakashi-sensei?

— ¡Ah! Pero no sólo Kakashi entró a la apuesta, Guy se le unió en contra mía, y quedamos que si lograba comerme el frasco entero ellos se pondrían vestidos de novia…

Naruto trató de imaginárselos ataviados en semejantes prendas. Kakashi no se veía tal mal en su mente, pero Guy era un trauma total. Sacudió su cabeza con energía, espantando esa horrible imagen de su mente.

— Y…

Naruto le miró sorprendido— ¿Hay más?

— Si… si lograba comerme más de un frasco, entonces ellos harías 500 vueltas en pino alrededor de la aldea (como en la serie, cuando este Guy pierde contra Kakashi y le da sabe cuantas vueltas caminando con las manos a la aldea y que Lee se le une :3) vestidos con falda hawaiana y un sostén de cocos.

— … —

— … —

— Pfffff —

— ¿...? —

— JAAAAAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA —estalló en carcajadas.

Otra venita en la frente por parte de Sasuke (para la colección).

— JAJAJAJJAAAAAJAJAJAJAJJAJAAAAA

— ¿¡Qué es tan divertido, Usuratonkachi!?

— Ajajaja, no es queee… —seguía riendo mientras se agarraba el estómago—. Ayy, duele, dueleee ajajaja…  —coscorrón—. ¡Itaeeee! ¿Qué sucede contigo teme? —le reclamó sobándose el golpe en su cabeza.

— ¡¿Tú qué crees, dobe?!

— ¡No era para que me pegaras ‘tebayo!

— Hmp…

Naruto suspiró rascándose la nuca. Elevó su mirada, observando intensamente al azabache. Al sentir los ojos del otro sobre él, Sasuke comenzó a sentirse increíblemente incómodo y nervioso. No encontró otra manera más buena para ocultar su sonrojo, que desviando su cara (Yo: no era tan brillante después de todo…  Sasuke: Ò.Ó#).

— Realmente pareces una chica… —dijo en voz queda Naruto.

— ¿Eh?

— Si… debo decir que cuando te vi corriendo hacia nosotros no te reconocí —continuó—. Es que parecías muy pequeño para ser hombre…

— ¡Mira quién lo dice! ¡Soy más alto que tú, imbécil!

— No me refería a eso —bufó—, sino que te ves mucho más delicado ‘tebayo… —comentó mirándolo detenidamente—. ¿Estás usando un corset? —desvió el tema al darse cuenta de lo estrecha que era la cintura del pelinegro.

Sasuke se sonrojó intensamente— ¿¡Q-qué te importa!? —le gritó encolerizado y completamente rojo.

— … —Naruto simplemente le miró con suspicacia—. No lo estás usando ¿verdad?

— … —

— ¡La sabía!

— ¡Cállate dobe! ¿Y eso que tiene que ver con lo que estábamos hablando?

— ¡Mucho, eso apoya mi comentario de que pareces una chica ‘tebayo!

— ¡Claro que no parezco una mujer!

— ¡Por supuesto que sí!

— ¿En qué te basas para decir algo semejante? Si eres tú el enano anoréxico con ojos de baby doll ¬¬

— ¡A quién llamas enano y anoréxico! ¡Sólo estoy en crecimiento! (y bien que no negó lo de los ojos xD)

— ¡Tendrás suerte si llegas al metro cincuenta!

— ¡Mido un metro cuarenta y siete ‘ttebayo!

— ¡Por eso te llamo enano!

— ¿Y lo anoréxico? —reclamó cruzándose de brazos.

— ¿Cuánto pesas?

— … —

— … ¿y? —

— Cuarenta kilos… —susurró de manera casi inaudible.

— ¿Cómo?

— ¡Cuarenta kilos ‘tebayo! —gritó agitando exageradamente sus brazos.

— ¿Ves?

— ¡Pero va de acuerdo a mi estatura!

— ¿Entonces estas admitiendo que eres un chibi-baka?

— ¡Sí!… ¡Digo NO!

— Jeje… —rió, o bueno, lo más que puede reír Sasuke.

— ¡Y eso no era el tema que estábamos discutiendo! ¡Tal vez yo sea un hombre de baja estatura ‘tebayo! (pffff te quedas corto, chaparro xD) ¡pero tú tienes cara y cuerpo de niña!

— ¡Atrévete a repetir eso, idiota!

— ¡Cara de niña!

— Tsk, baka.

— ¡Y déjame decirte que eres una niña mucho más bonita que cualquiera de las otras chicas de la aldea ‘ttebayo!

Al decir eso, el rubio estaba intentando insultar a su amigo/rival/enamorado, pero al parecer fue más bien un cumplido.  

Un silencio incómodo se instaló entre los dos shinobis, que se habían puesto tan rojos como el cabello de cierto jinchuriki de la aldea de Suna (Yo: ¡Gaa-chan! *abraza/asfixia a Kurama y a Gaara* Gaara y Kurama: ¡NOOOOOOO!)

— Y-yo… ¡eso fue un insulto! —gritó el rubio con las orejas coloradas.

Un ligero temblor recorrió el cuerpo del joven azabache, que observaba incrédulo a su compañero de equipo. Un suave sonrojo de color rosado se poso en sus mejillas, dejando aplazado su anterior estado de shock y el síndrome de cara de tomate al que recurrimos las autoras yaoi con mucha frecuencia. No se encontraba avergonzado a pesar del extraño “piropo” que Naruto le había dedicado, sino que se sentía curiosamente adulado. Desvió su mirada y se concentró en una piedrecilla que había en el suelo junto a su pie derecho, la cual comenzó a patear distraídamente.

A Naruto le sorprendió que Sasuke no se hubiera puesto a reclamarle con insultos, y se sintió algo mareado al verle desviar la mirada con una expresión increíblemente tierna e inocente, mientras sus mejillas se arremolinaban con suavidad.

¡Ni en sus sueños hentai más morbosos se hubiera imaginado a su Sasuke actuar de esa forma! Se acercó al Uchiha como por instinto y posó su mano en la mejilla del muchacho. El otro volteó a verle a los ojos, por lo que tuvo que agachar un poco su cabeza. Naruto tenía que alzar bastante la vista para poder ver directamente a esos orbes negros como pozos. Era verdad que era más bajo que Sasuke, sólo por pocos centímetros claro (más lo que le sumaba el cabello de cacatúa), pero los tacones altos que llevaba su amigo aumentaban mucho la diferencia de estaturas.

Acarició con el pulgar el labio inferior del chico vestido de sirvienta, que se estremeció ante el contacto de sus finos y delicados labios con los dedos callosos del Uzumaki. Naruto comenzó a sentirse ridículo, y no era para menos, pues le habían entrado unas ganas casi salvajes de besar al Uchiha ¡Pero no pensaba ponerse de puntitas! ¡Claro que no! ¡Qué él era un seme hecho y derecho! Así que poco a poco, fue empujando a su presa, que retrocedía según la voluntad del rubio.

Al final lo atrapó contra una pared de tierra y piedras cubiertas por algo de vegetación (recordaremos que había una especie de mini-barranco o pendiente antes de entrar en la aguas termales por donde estaba la boca de la “resbaladilla”), obligando al chico a deslizarse por ella hasta quedar sentado. A continuación, se colocó a horcadas sobre él, acorralándole más si era posible.

Sasuke permanecía sumiso y expectante, esperando a que Naruto hiciera su siguiente movimiento. El último se acercó un poco más al rostro del moreno, respirando sobre sus labios y mirándole con una mezcla extraña de cariño y lujuria en los ojos. Lamió juguetonamente la mejilla del ojinoche, sobresaltándole, y recorrió con su lengua del pómulo a la mandíbula, delineándola con la punta de la misma.

Un suspiro salió prófugo de los labios de Sasuke, que se estremeció cuando el de ojos azules mordió el lóbulo de su oreja. Comenzó a retorcerse tímidamente debajo de Naruto, que había comenzado a repartir besos y mordidas por su cuello, mientras frotaba ansiosamente ambos cuerpos. Un gemido especialmente agudo salió de la boca del azabache cuando Naruto le dio un mordisco bastante fuerte en la yugular, haciéndole arquearse e instintivamente empujar al rubio. Naruto sonrió divertido a un avergonzado y acalorado Sasuke, que jadeaba incansablemente mientras cubría con su mano la marca de dientes que le había hecho en el cuello.

— Sasuke… —susurró con voz ronca.

El otro sólo permaneció callado, observando los ojos tan azules como el cielo de su compañero.

Con rapidez y podría decirse que violencia, Naruto se arrojó a pescar la boca de Sasuke, chocando su dientes y mordiendo hasta hacer sangrar sus labios. El más alto permanecía quieto y, con timidez, fue correspondiendo el beso con el rubio. Abrió con lentitud su boca para darle mayor acceso a la lengua del rubio, y a la vez, deslizó con lentitud e inseguridad la suya en la opuesta.

Una lenta danza fue iniciada por ambos, mientras el calor del ambiente, o podrían haber sido sus cuerpos, aumentaba. El Uchiha comenzó a restregarse con energía y urgencia al cuerpo del rubio, al que le parecía que estaban usando demasiada ropa.

El beso se fue intensificando hasta que también los labios de Naruto comenzaron a escocer, y porque Kami-sama es muy cruel y un día decidió que para las criaturas terrestres fuese necesario el oxígeno para vivir, tuvieron que separarse.

Ni siquiera se percataron de que estaba anocheciendo, pues una estela de colores morados y negros sustituía los brillantes colores rojo y naranja en el cielo.

Una delgada cadenita de saliva unía aún sus bocas, pero Naruto la cortó juguetón con la lengua, haciendo que Sasuke se sonrojara (así es lectoras, AÚN más todavía). Se escabulló hacia las piernas de el moreno, donde, debajo de la corta falda, se encontraba una liga negra con encajes de color blanco. Sonrió zorrunamente y la tomó con los dientes.

Sasuke se sobresalto al sentir que la tela era bajada por sus muslos hacia su tobillo sugerentemente, y después sacada mientras Naruto le levantaba la pierna. Al ver la cara de desconcierto del azabache, el rubio sonrió coqueto y prosiguió a quitarse la escandalosa chamarra naranja y la arrojó a un lado, quedándose sólo con una ajustada camisa negra.

Prosiguió  a quitarle el delantal a Sasuke, pero, como su morbo aún no se veía satisfecho, le hizo ponerse de espaldas y comenzó a hacerlo con los dientes.

— ¿Q-q-q-q-q-q-q-qué ha-haces? —preguntó, nervioso, el de ojos negros, mientras un escalofrío recorría su columna vertebral.

Naruto se limitó a reírse bajito y terminar su tarea. Cuando esta se vio concluida, volvió a colocar a Sasuke en su posición inicial, acomodándose entre las piernas de su moreno amigo para poder hacer más fricción entre ellos. Continuó besando al moreno, pero esta vez agregó una sesión de toqueteo intensivo, sacando constantemente suspiros, jadeos y gemidos reprimidos al azabache.

Sasuke sentía que se desmayaría de un momento al otro, así que, mientras Naruto iba bajando hacia su pecho, decidió recostarse un rato y recuperar la respiración, pero no podía hacerlo, pues el rubio no le daba la más mínima tregua.

Una luz cegadora salió de uno de los arbustos que estaba en las orillas del bosque, que estaba cercano a los baños de aguas termales. Sólo duró una décima de segundo, pero Sasuke pudo verla claramente.

Era el flash de una cámara fotográfica.

Una serie de palabras relacionadas con asesinato, estrangulación, tortura y por sobre todo VENGANZA (que raro ¿no?) comenzaron a dar vueltas por su mente cual abejas asesinas. Tomó a Naruto del cabello y lo alejó de él.

— ¡Eeeehhh! —hizo una rabieta—. ¿Qué sucede Sasuke? ¿Por qué me detienes justo cuando…?

Una mirada colérica le obligó a callarse y quitarse de encima del azabache, que se puso de pie de un salto, activó su sharingan y desapareció.

Naruto suspiró cansadamente, observando el bultito que había comenzado a crecer en su entrepierna. Frunció el entrecejo ¿por qué se había decidido a parar todo aquello? Pero lo que más le intrigaba ¿por qué se veía tan enfadado? Según él no había hecho nada mal ¿tal vez fue muy rápido?

Pero bueno, “ya que hacerle” se consoló el rubio y volvió a colocarse encima la chaqueta. Sería en otra ocasión entonces. Pero deseaba que era ocasión no tardara demasiado en llegar…

 


~DE INCÓGNITOS ENTRE LOS ARBUSTOS~


 Un peliplateado se encontraba en primera fila observando detenidamente el espectáculo que ofrecían dos jóvenes (ya saben quienes xD) mientras con una cámara digital nueva (es que ya ven, en Konoha hay una extraña revoltura de objetos antiguos y nuevos ¡si hasta había cine en una película!) tomaba fotografías a diestra y siniestra.

— No puedo creerlo… —susurró un hombre con corte de charolita—, sé que la flor de la juventud es muy potente, pero no creí que tus alumnos llegarían tan lejos Kakashi.

— Te dije que Naruto no aguataría  mucho —rió satisfecho—. Conozco a mis alumnos mejor que nadie… ¡Oh! Ahora que me acuerdo ¿tienes el disfraz de gato, Guy?

— Sí —dijo desalentado—, ¿de veras tengo que usarlo?

— ¿Qué paso con tus “reglas autoimpuestas” de las que me presumías tanto?

— No creí que aplicaran en una situación como ésta. —gruñó.

— Ni modo, pero aún no te desalientes. Sólo lo usarás si Naruto llega a tirarse a Sasuke. Aún cabe la posibilidad de que lo detenga a media faena. —le consoló, aunque dudaba que Sasuke se resistiera.

— Bueno… ¡sólo espero verme tan bien como Sasuke-kun! ¡Mi flor de la juventud se decepcionaría si no fuese así! —exclamó con el disfraz ya puesto, alzando el pulgar, con una sonrisa Colgate y poniendo una mano en la cintura.

— “Ni de broma te ves cómo él” Seeehhhh… claro, claro Guy. —dijo el ninja copia con un trauma de por vida.

— ¡Bien!

— Bueno, yo continuaré con lo mío.

— ¿Es necesario que les tomes fotografías?

— ¡Claro! ¡Si serán las postales de navidad! “y mi consuelo si Obito no está de humor para hacerlo”. —pensó alegremente.

— Está bien... —dijo el cejón no muy convencido.

— ¡Le quitó el delantal con los dientes! —exclamó al tomar una foto—. ¡Ven a verla Guy!

El otro adulto no pederasta (si claaaro Guy ¿qué crees que no nos damos cuenta de lo haces con Lee? xD) se asomó por encima del hombro de Kakashi para ver la imagen que mostraba la pantalla de la cámara.

— No se ven bien… —dijo con tristeza el fotógrafo—, están muy obscuras las últimas.

— Ponle el flash —sugirió su acompañante—, ya está atardeciendo, es normal que se obscurezcan.

— Estaba evitando hacerlo ¿qué tal si ven el destello y nos atrapan?

— Están demasiado entretenidos en mi opinión. —dijo Guy con una sonrisa morbosa.

— Bueeeenooo, está bien. —accedió a regañadientes (ni él se lo cree LOL).

El adulto hizo caso y continuó fotografiando a sus alumnos para la posteridad durante un rato más ^^

Guy tenía razón, había tomado montones de fotos y ellos ni en cuenta. Se detuvo a descansar por un momento (es que tanto morbo es agotador xD por eso soy una atleta nata :B) a admirar las obras de arte que había captado su cámara.

— Jeje, salieron mejor de lo había creído ¡y todavía ni empiezan! —entonces se puso a meditar un momento—. Pero debo apresúrame… si no, no llegaré a mi cita.

— ¿Qué cita?

— No, ninguna —respondió riendo nerviosamente—. Guy, si me tuviera que ir, ¿continuarías tomando las fotos?

— ¿Me podría quedar tu cámara?

— ¡De ninguna manera! Mejor me quedo hasta terminar “igual y a Obito también le gustan”. rió internamente.

Pero, cuando se volteó, sólo encontró a su alumno rubio, sentado en con las piernas y los brazos cruzados, cómo meditando.  Se había vuelto a colocar la chamarra y parecía desilusionado.

— Guy, Sasuke se ha ido.

— ¡Yay! ¡No tendré que quedarme con el disfraz! ¡Puedo desecharlo! —gritó quitándose el modelito y arrojándolo al aire. Mágicamente apareció su traje de mallitas verdes debajo (es que quise evitarles un trauma, queridos lectores).

— ¿Qué estás diciendo? ¡Aún puede usarse! —le reclamó alarmado, “¡Tal vez sea de la talla de Obito!”—. ¡Eres un despilfarrador!

— ¿Y yo para qué lo querría?

— Pues para nada, pero hay gente como yo que si puede encontrarle mucha utilidad.

— Tal vez cómo traje para tu funeral. —se escuchó una voz de ultratumba atrás de ellos.

— Exacto, como traje de… ¿¡SASUKE!?

El moreno les dedicaba una mirada psicópata, y sonriendo así como las tipas de Higurashi (muy bueno el anime, aunque no se pueden hacer muchas parejas yaoi creíbles, casi todas son mujeres xD), se les acercó con el chidori en mano.

— Kakashi… —susurró—, ¿qué se supone que estás haciendo? —dijo con voz queda y extrañamente tranquila… mala, muy mal señal.

— P-p-p-pues… y-yo… no-nosotros estábamos pasando p-por aquí y pues… ¡Guy me obligó a hacerlo!

— ¿¡QUÉEEEE!? ¡Eso no se hace Kakashi! ¡La flor de la juventud lo prohíbe!

— ¿Ves? ¡Este enfermo me obligó! ¡Te lo juro! ¡N-no me mates! ¡Tengo que salir con tu tío esta noche! —lloró.

Sasuke ladeó la cabeza y sonrió aún más.

— Creo que no se podrá Kakashi, a menos que Obito sufra de necrofilia.

— ¿A-a qué te…? —entonces cayó en cuenta—, ten piedad…

El Uchiha hizo más grande la bola de energía eléctrica y sonrió aún más.

— Lo siento, tío Obito… creo que te dejaré viudo sin siquiera haberte casado…

 


 ~EN LA ALDEA DE LA HOJA~


 A lo lejos, en la aldea de Konoha, la gente estaba cerrando tranquilamente sus puestos, cobijados por el cielo ya de un tono rojizo con tintes obscuros en el horizonte. Las estrellas comenzaban a asomarse, al igual que una hermosa luna creciente, que se divisaba detrás de la montaña con las caras de los Hokages.

Todo era paz, paz y más paz…

— ¡NOOOOOO ME MATEEEEESS! —se esculló el chillido agudo de cierto jouNnin.

— ¡DAME ESAS JODIDAS FOTOOOOOS! —gritaba detrás de él un joven a medio vestir y con traje de sirvienta.

Esos dos iban corriendo a toda velocidad por la aldea, saltando de tejado en tejado; tirando los puestos de frutas sin recoger, basureros y cajas con distintas mercancías; rompiendo paredes con chidoris y katones; lanzando shurikens, kunais y variedad de bombas de gas lacrimógeno y de humo; empujando gente (entre ellos a los monigotes que siempre le llevan los papeles a Tsunade y a unos cuantos esperpentos de kunoichis), etc. Resumiendo, hicieron un verdadero desmadre ^^

— ¡NUNCAAAAAAAAA!

— ¡MALDITO! ¡CHIDORIIII!

Todo se volvió gradualmente negro para el peliplateado, que lo único que alcanzó a decir antes de desfallecer fue:

— ¡OBITOOOOO, SALVAMEEEEEEE!

Entonces, como en todo capítulo de relleno de Naruto, la cámara se desenfoca de la persecución y apunta al cielo, donde unos curiosos pajarillos (malditas urracas horrendas) trinaban con voz suave y armoniosa (nótese el sarcasmo): “¡Ahoooo, ahooooo!”

¡Y COLORÍN COLORADO! ¡ESTE HORROROSO Y DESESPERANTE FANFIC, SE HA ACABADO!

Lectoras y lectores: ¡Al fin! *se desatan brazos y piernas de los asientos y salen corriendo del sótano, ahora lugar de tortura* ¡LIIIIIBREEEEESSSS!


 TAL VEZ Continuará….


 

Lectores: ¡NOOOOOO!

 

Notas finales:

Ojalá lo hayan disfrutado :3

Bye byeee


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