La vida sigue, el agua fluye, el viento sigue corriendo.
¿Hace cuanto que te fuiste?, siempre fui demasiado despistada, demasiado tranquila, demasiado...yo. Extraño esa tranquilidad, ese sentimiento de fluidez en mi estomago que se extiende hasta mi rostro formando una sonrisa.
No puedo evitar extrañarte, y claro cada vez duele menos un poquito menos.
Hay días en los que tu recuerdo me saca una sonrisa, y algunas noches donde por una milésima de segundo tu recuerdo me amarga el sueño pero no es para tanto, yo lo llevo muy bien.
Yo lo llevo de maravilla.
Siempre me gusto ir a la izquierda del camino, donde se está cerca del peligro a la izquierda ahí donde todo se torna más tormentoso sin poderte recargar en la pared o en el muro para que la caída no sea tan estrepitosa, lo afrontaba todo con un gran respiro y con una sonrisa.
Siempre me gusto caer sacudirme el polvo y seguir a delante.
Y ahora ya no importa, ya nada importa, ¿aprobar los exámenes de ingreso a la universidad? ¿Graduarme? ¿Caer y levantarme?...no gracias, estoy mejor más cerca del suelo, con los pies, las rodillas y las palmas de las manos bien plantadas sobre la tierra.
Porque después de ti ya no me quedaron ganas de volar, ahora voy por la izquierda chocando contra todos y contra todo, sin sacudir esa tierra que poco a poco va formando fango sobre mí.
Claro, yo lo llevo de maravilla después de ti.
Algunas noches, no puedo evitar pensar en ti, en todo aquello que me hiciste prometer.
"jamás me vayas a dejar", "no sé qué haría sin ti...te amo", " mi amor, si tú me dejaras me moriría" y yo me lo creí todo, me trague cada palabra tuya, que sincera en su momento claro.
Y después recuerdo aquello, como si hubiese sido ayer, " ya no te amo" "ya no te amo" " ya no te amo"...y me perdí, caí en lo más profundo de mi, subí hasta la punta de la montaña para hundirme en lo más espeso del lodo.
¿Donde quedo aquello de mí? ¿Donde dejaste mi tranquilidad? ¿Donde rayos pusiste todo aquello que era mío?, porque lo quiero de vuelta, aun que te repito, yo lo llevo de maravilla sin ti, aprendí a mandar muchas cosas al carajo y aprendí a enfrentarme a otras, aprendí a huir, a hundirme en los más profundo y a correr para dejar tu recuerdo atrás, aunque claro, tuve que tomarle el ritmo de nuevo a eso de llorar en la ducha y no dormir por las noches para que tu fantasma no me atormente.
Pero si alguna vez encuentras eso que te llevaste, ese sentimiento de tranquilidad y paz, ese respiro que llenaba de quietud mi alma que te llevaste, te pido amablemente que me lo devuelvas porque sinceramente no creo que te sea útil a ti, después de todo puedes tomarlo de ella o ella de ti, aunque no hay prisa.
Yo lo llevo de maravilla sin ti.