Acelera el ritmo de las estocadas. Más rápidas. Más profundas.
El cuerpo que está debajo de él, se arquea, ha tocado ese punto que lo hace delirar de placer.
A punto de que el mismo alcance su clímax, lo besa, si a lo que hace se le puede llamar beso, es más bien una manera más de sacar toda la frustración y dolor que siente, es morder, intercambiar saliva, es un acto en el cual los dos se desquitan, el acto que debería de ser perfecto, es más una guerra.
El que se encuentra recostado en el colchón, hace un esfuerzo sobrehumano para observar a aquel que le penetra, el dolor ha desaparecido desde hace mucho, y ahora solo el placer infinito está presente, lo ve cerrar los ojos y reconoce el gesto, está pensando en él, observa los labios apretados, lo cual agradece, no soportaría que gimiera el nombre de él que se fue; no es que lo amé, o por lo menos no de la manera en la que terminarían en esa situación.
Unas estocadas mas, por fin se hace presentes esos segundos de placer en donde luces de colores se extienden en sus pupilas, y lo hacen olvidarse de la realidad, besa de nuevo esos labios, que están emitiendo un grito sordo, aunque este beso es diferente, es dulce, es delicado, un simple rose, que el que lo recibe solo se deja hacer, porque sabe que aunque no sean precisamente los labios que el otro desea, son los únicos que lo pueden entender y son los únicos dispuestos a estar con él sin esperar nada a cambio.
Con gemidos ahogados y respiración acelerada, cae encima del otro cuerpo cubierto de sudor, y este le ofrece el refugio de sus brazos, hasta que las respiraciones son mas clamadas, el moreno sale del interior del Maknae, mientras este suelta un pequeño gemido, para después dirigirse al baño.
El líder, recoge la ropa que minutos antes habían arrojado por toda la habitación, se coloca la ropa interior, y sale en dirección a la cocina.
Changmin está tomando un baño, aun no se acostumbra a esa sensación de que algo le escurra por entre las piernas, y sonríe de manera triste mientras se pregunta como a Jaejoong le puede gustar aquello, y prefiere no pensar en el YooSu.
La sonrisa se le hace más extensa, porque sabe la respuesta, Jaejoong esta perdidamente enamorado de Yunho, por ese motivo le encanta sentirse lleno y marcado con la esencia del moreno.
Termina su baño y se seca lentamente, de nuevo Yunho lo ha tomado con demasiada fuerza y su cadera duele; hace una mueca esta seguro que por la mañana tendrá marcas oscuras en ella, se pregunta de nuevo como llegaron a ese punto.
Está seguro de que no ama a su líder, no le tiene ese amor de pareja, ese que Jaejoong le ofrecía, está seguro de que él puede ver todo lo malo de Yunho, lo malditamente perfeccionista que puede llegar a ser, hasta la odiosa manía de revisar el móvil cada cinco minutos, y para él Yunho no es esa especie de semidiós que Jaejoong creia que si es.
Simplemente son ellos, los dos que quedaron varados en ese departamento, que aunque no sea así, así lo sienten, el que los otros tres se hayan ido, es lo más doloroso que les ha pasado, pero no los pudieron detener no son tan egoístas, aunque se pregunta cómo Yunho no corrió tras de Jaejoong, para rogarle que se quedara con él.
Son solo ellos dos, que por medio de ese acto, se lamen las heridas mutuas, algunas más profundas que otras, pero que todas necesitan sanar; sacan toda la frustración de ser esclavos de ese destino, aunque alegrándose de que los otros tres sean libres.
Entra de nuevo a la habitación y se encuentra con un pedazo de tarta de frambuesa, su favorita. Sabe que es la manera de disculparse de Yunho por lo que ha pasado, lo come de manera lenta pensando en todo y en nada, una vez que termina Yunho entra a la habitación, le da una mirada de disculpa, y coloca el plato vacio a un lado de la puerta, los dos se recuestan en la misma cama, y cuando Changmin está a punto de dormirse, siente los labios fríos de Yunho sobre su mejilla, y en un susurro un lo siento.
Pero sabe que solo es cuestión de tiempo para que aquello se repita, hasta que alguno de los dos no soporte todo lo que llevan encima, o hasta que vean que a los otros tres mostrar esas sonrisas gigantes que tanto los caracterizan mientras ellos buscan la manera de sobrevivir otro día mas.