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mi vida como esclavo por jadered1

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Desperté, me sentía algo húmedo, empapado, yo dormía sin calzoncillos, y eso había provocado, con mis sueños eróticos de sasuke, que mi pene estuviese erecto, fui directamente a ducharme, el agua caliente se deslizaba por mi piel, cerré los ojos, y en mi cabeza volvió la imagen de sasuke, sudando y gimiendo de placer, lentamente, empecé a deslizar mi mano hacia mi miembro y me empecé a masturbar, poco a poco, aumenté la velocidad de mi mano, el agua estaba muy caliente, y entonces, me corrí de forma violenta, manchando las paredes y la puerta.

 lo limpié todo, me acabé de duchar, me vesti reparé la bolsa de deporte, desayuné y fui hacia al colegio.

Siempre esperaba a mis amigas a la entrada, para quedar todos y subir junto, estaba algo embobado, en las nubes, cuando estábamos a punto de subir, apareció él, Sasuke y sus amigos, con sus capuchas, y pantalones de gimnacia, pasaron por delante de nosotros y disimuladamente, naruto  me guiñó un ojo, me puse nervioso. Al pasar, pude apreciar otra ver su culo perfecto, cual dios griego. Mis amigas se pusieron a hablar de los amigos de Sasuke, sobre que todos estaban muy buenos  y como se los tirarían, hinata decía,

-seguramente kiba a de aserte gritar como loca

Ino mientras- ese Sai debe de tener dedos mágicos, sakura corroboraba con la misma opinión que Ino.

Yo solo podría pensar en el culo de sasuke.

Llegamos al salón y  empezaron las clases, yo me sentaba detrás de naruto y Nenji, las sillas dejaban ver sus traseros, me estaba excitando, y se empezó a dibujar un pequeño bulto durante las tres primeras horas de clase en mis pantalones, fuimos al patio y almorzamos, la próxima clase era la de educación física, cogi mi mochila y me fui a los bestidores, siempre era de los últimos en cambiarme de ropa, y me quedaba solo en el vestidores estaba a punto de abrocharme el último zapato que me quedaba por abrochar cuando entró sasuke con un caminar ceductor.

-Hola Naruto, ¿has soñando conmigo y mi polla? Jaja.

-Te mentiría si dijese que no.

-es bueno saberlo, me gustan los esclavos sinceros…

-¿Que has dicho?

-Nada Naruto, tranquilo, tu solo, estate listo cuando te necesite.

Sasuke se acercó sutilmente hacia a mí y con las yemas de sus dedos me acarició los labios.

-Esta boca, tu boca me encanta. Solo pensar que ahora mismo podría introducir mi pene en ella me pone muy, muy caliente, pero tranquilo, no tardaré en hacerlo, esta tarde te quiero para mí, vendrás a mi casa, ya que estoy solito, y entonces nos los pasaremos muy, muy bien, ¿de acuerdo Naru? Nos, veremos mas tarde.

Al acabar de clase de gimnasia, volvimos al vestuario y me preparé para entrar en la ducha, esos cuerpos sudados de mis compañeros me excitaba de forma sobrenatural por fortuna las duchas eran cerradas, y como la clase de educación física era a última hora, podías ducharte el tiempo que tu deseabas.

 Siempre me quedaba el último también, apagué la ducha y me pareció que nadie más quedaba ahí, de repente, escuché un ruido, la puerta de mi ducha se abrió bruscamente y apareció Sasuke, con solo la toalla puesta, mordiéndose el labio superior. Su cuerpo tonificado y perfecto, iradiaba una luz casi celestial.

-Hola Naruto.

-¡Que haces aquí!

Me tapé como pude mis genitales.

-No te tapes Naruto porque igual, no va a servir de nada, no pude esperar a esta tarde para deleitarme contigo.

Entró en la ducha y me puso contra la pared.

-No grites, seré rápido.

Se quitó la toalla y se empezó a tocar su miembro, me giró y me puso de espaldas a la pared y bajo hacia mi trasero, lo tocó bruscamente y empezó a darme besos en los muslos, me abrió las  piernas e introdujo su lengua en mi, lentamente, empezó a lamerlo dando círculos con la lengua, yo no sabía donde agarrarme, el placer era intenso, fue introduciendo más su lengua hasta que la quitó y fue introduciendo su dedo. Mientras, subió su cuerpo y me empezó a besar mi nuca y mi cuello.

-Te gusta, ¿verdad? te gusta, se que te gusta.

Condujo su pene y empezó a deslizarlo en mi trasero, lentamente, introdujo la cabeza de su pene y sutilmente fue introduciendo el cuerpo de su pene en mí sentía su miembro dentro de mí, cada vez más bruscamente, en mi boca se escurría saliva, sus manos estaban sobre mis caderas, las yemas de sus dedos apretaban fuerte mi pelvis, sentí sus suspiros de placer muy cerca de mi oreja, y luego sentí como me la lamía delicadamente, se escurrió una lágrima sobre mi mejilla, el dolor se fusionaba con el placer, rápidamente, Sasuke puso dos de sus dedos en mi boca, el seguía gimiendo, pero no me permitía gemir con sus dedos presionando mi boca.

Siguió presionando su pene contra mi culo, esta vez muy violentamente, hasta que oí “Me vengo” con una voz suave. Noté dentro de mí una explosión. Se corrió dentro, senti un líquido espeso moviéndose lentamente y goteando, el sacó su miembro y le dio unas sacudidas. Me giró y me miró con ojos psicóticos de placer.

-¿Te ha gustado Naru?

Me sentía sucio pero lleno de placer, me era imposible gesticular y hablar, me miró de arriba y abajo y me empujó hacia el suelo.

Cogió su toalla y se la puso a la altura de su pelvis.

-Hoy te quiero en mi casa a las seis, vivo en la calle Salamanca, la casa tiene el número doce, mis padres estarán unos días fuera, así que diles a tus padres que te quedarás a dormir, no se lo digas a nadie y no llegues tarde, o tendrás tu castigo, hasta la tarde, Naruto, Reserva todas tus fuerzas para mí.

Se mordió el labio inferior mientras miraba mi pene erecto y mi cara manchada de semen, lo perdí de vista, y poco después, escuché el sonido de la puerta cerrarse,  me volví a duchar, me vestí y me senté. Pensé en lo que había pasado. Había sido muy repentino y forzado, pero me gustaba. Me pregunté si el rollo esclavo me excitaba. Ya lo había pensado anteriormente, ya que, por ejemplo,  en unas colonias del colegio, al compartir habitación con chicos, cuando no había nadie en esta, me ponía muchísimo oler calzoncillos, calcetines y, también tocarlos y lamerlos, como si fuesen de mi amor. También pensé si era un enfermo,  pero solo era un placer prohibido como cualquier otro más normal.

Volví a casa, comí poco, no hable mucho, le conté a mi padre lo de dormir en casa de Naruto, y asintió rápidamente. Hacer nuevos amigos siempre contentaba a mi padre, reparé una bolsa con ropa de dormir y para el día siguiente. Salí de casa hacia casa de Naruto. Nadie, solo el destino, sabía que pasaría ahí.

 

 

Notas finales:

gracias por leer ya se soy una pervertida


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