Al llegar a la fiesta eran las 7:39 y aun no comenzaba, no le tomamos importancia y nos dirigimos a la mesa más apartada que encontramos, no me había dado cuenta de cómo estaban vestidas mis amigas (si es que puedo llamar a Mimuro una “amiga”).
Akako se había planchado el cabello, sus lagos rizos rojos habían dado paso a un cabello completamente lacio, dándole así el efecto de que se viera más largo, sujeto con una media cola, llevo un vestido azul oscuro que casi parecía negro, se ajustaba a su delgada y fina figura haciéndola ver más sofisticada, pero no al grado de estar muy entallado, se veía linda, sus zapatos eran azules en un tono más claro y hacían juego con su bolsa, observe su rostro unos momentos, sus grandes ojos verdes eran ahora enmarcados por delineador negro, no se puso más maquillaje que el delineador y brillo labial rosa pálido que casi parecía transparente.
Mimuro por su parte traía su corta melena (que llegaba un poco por debajo de sus hombros) sujeta únicamente con un listón blanco, que hacia un contraste perfecto con su cabello negro, ella eligió un vestido rojo en la parte del busto y el resto de este negro, a diferencia de su prima, el vestido le quedaba exageradamente apretado, me llegue a preguntar si podía respirar bien. Los zapatos que llevaba eran blancos, supuse que para combinar con su listón, no llevaba bolsa, probablemente por que Akako tenía su celular y las llaves de la casa y el auto en la suya, así que Mimuro no debió verle objeto a llevar una bolsa si ya tenía a quien cargara lo necesario. Solo estaba maquillada con ese labial rojo que tanto la caracterizaba y llevaba las pestañas extra largas…tal vez sean postizas…
Bueno, deje de “viborear” a las dos y me concentre en el centro de la pista, no había nada…estaban dando las 7:53 de la noche cuando la quinceañera se digno a aparecerse.
Piku llevaba un vestido color coral, arriba era como un corsé que se apegaba bien a ella, mientras que la parte de abajo era completamente esponjada, creo que cumplió su meta de “verse como un panquecito” por que ciertamente la esponjosidad de su vestido la asemejaba a uno.
Su vals comenzó, bailaba de un lado a otro con su único chambelán, que también era su novio, Midori Tabemono, creo que era su nombre, termino como a los siete minutos de haber comenzado, al acabar todos aplaudieron, después siguió el vals con su padre y los demás hombres de su familia, fue ciertamente conmovedor, al grado que pensé unos segundos en mi padre, pero no quería amargarme la noche, así que decidí dejar de ver y concentrarme en mi plato, solo comí lo que había en el sin importarme mucho que era.
Momentos después de que acabo el vals, Piku se nos acerco y nos dio las gracias por haber asistido, mientras Mimuro le acercaba un pedazo de carne a Midori, bromeando y burlándose de el echo de que el fuera vegetariano extremista, mientras que Akako y yo hablábamos con Piku respecto a que pensábamos que su vestido seria rosa, puesto que es su color favorito.
-Pues este tono se le parece mucho al rosa.-rió Piku tomando con su mano una parte de su vestido acercándola a nosotras para que lo viéramos de cerca.
-Si es cierto.-admitió Akako mientras miraba asesinamente a su prima para que dejara de molestar al pobre de Midori, no lo dejo.
-Bueno.-suspiro con cierto descontento al notar como Mimuro “torturaba” a su pobre novio.-tengo que ir a saludar a los demás invitados…-dijo con cierto tono de fastidio.-nos vemos en la pista ¿eh?-guiño antes de irse arrastrando a su novio.
-Adiós princesita.-se despidió Mimuro con cierto sarcasmo, apuntando su cabeza mientras miraba a Piku, pues esta traía una tiara. Piku le mostró la lengua con expresión divertida y se fue a la siguiente mesa.
Después de ese pequeño momento divertido, esperamos unos minutos, después hablo el padre de Piku por el micrófono y se dio el brindis, Mimuro no nos dejo brindar ni a Akako ni a mi argumentando que éramos “muy jóvenes para beber alcohol”, no quisimos discutir así que le hicimos caso y terminamos brindando con refresco.
Momentos después de que acabaran todos de comer, empezó a sonar música para que bailáramos, al principio trate de resistirme, pero mis ganas de bailar sumadas a los constantes ruegos de mis acompañantes terminaron en que me encaminaba a la pista de baile.
Estuvimos allí un buen rato, moviéndonos como si no hubiera un mañana, francamente me divertía mucho, hasta que sentí que alguien daba unos ligeros golpecitos en mi hombro que me hicieron voltearme para ver quien me llamaba, resulto ser Piku.
-Oye…-llamo algo insegura.-¿vez a la chica que esta allí sentada solita?-pregunto mientras señalaba a una chica no mayor que yo sentada, sola, con los brazos cruzados, notablemente incomoda, sorbiendo de vez en cuando de su vaso para disimular su notable inconformidad.
-Si… ¿que con ella?-pregunte casi gritando debido al volumen de la música.
-Mira, ella es mi amiga, se llama Himitsu, tiene quince años…-la señalaba disimuladamente para que no notara que hablábamos de ella.-y pues…esta sola desde que llego, no ha puesto un pie en la pista y se nota que si quiere, pero esta sola.-juntaba sus dedos y veía al suelo, tal vez apenada por que ya sabia a donde quería llegar.
-¿quieres que la saque a bailar?-le pregunte deteniendo sus manos en seco, pues ese jueguito con sus dedos era realmente desesperante.
-¿por favor?-juntos sus palmas a modo de suplica.-es que mírala…
Ciertamente, no sentí pena por ella, como seguramente sentía Piku, sentí algo de ternura.
Su cabello era negro y estaba cortado en capas, le llegaba a la altura del busto, lo tenía adornado con un pequeño broche en forma de moño, lo arreglaba insistentemente tratando de entretenerse con algo, en mi opinión se veía adorable. Usaba unos lentes para la vista, rectangulares y delgados color negro. Su vestido era gris y corto, llegaba un poco más arriba de sus rodillas, era como una versión más corta la forma del vestido de Piku, ajustado arriba y algo esponjado a partir de sus caderas, lo cual hacia notar su pequeña cintura, su vestido tenia una flor a un lado. Lo más cercano a maquillaje que pude notar fue sus uñas pintadas en un tono rosa chicle, y sus labios con brillo transparente. Sus zapatos eran grises, en un tono ligeramente más claro que su vestido, amarrados a sus tobillos con tiritas parecidas a las de unas zapatillas de valet, con un tacón muy bajo y ligero, seguramente no le molestaban sus zapatos en lo más mínimo. Y por ultimo, tenía una pequeña y muy discreta bolsa en forma de cara de gatito, también en color gris pero más oscuro que su vestido, la tenia colgando de un lado.
-Así que se llama Himitsu…-susurre para mi-bien, la sacare a bailar.-le sonreí a Piku quien inmediatamente me privo de mi oxigeno y mi espacio vital con un muy fuerte abrazo.-regla de los cinco segundo.-la aparte despacio tratando de recuperar el aire.
Casi al instante que se separo de mi, desapareció entre las demás personas en la pista de baile.
Me quede pensando en como acercarme a tan linda niña y que decirle. Decidí solo ir y sacarla a bailar.
-Hola.-le dije lo más amable que pude, la pequeña se sobresalto, al parecer la sorprendí.
-Ho…Hola-contesto casi susurrando, sonriendo algo tímida, mirándome. “Gris” fue lo que pensé al ver sus ojos.