Kardia se encontraba a la entrada del templo de acuario, había decido cumplir su objetivo ese día, la guerra santa había comenzado y Dégel se estaba preparando para ser enviado a una misión, así que era la única oportunidad que tenía.. ¿Qué tan difícil podía ser?, se armó de valor adentrándose en aquel templo tan familiar, sintió el cálido cosmo de sus compañero de armas
-Dégel- le llamo quedamente
El peliverde salió de su pequeño escondite, mirando a Kardia que solo se encontraba parado con un leve sonrojo en su rostro, dejó su libro caminando hasta quedar frente a él, palmo su frente sintiendo su temperatura –no es una fiebre tan alta- dicho eso se alejó de él siguiendo con su rutina..
Kardia se quedó estático, ¿Cómo rayos le iba a pedir “eso”?, uno de sus grandes temores se había vuelto realidad, había quedado prensado sentimentalmente a aquella rata de biblioteca, no se había percatado del cuando su relación había llegado a ese punto, no había paso de algunos besos, alguna frase tierna, pero ahora tenía la necesidad de probar algo más, el tiempo que les quedaba era muy poco, pero no sabía como decirle, simplemente quería aventarse a sus brazos, entregarse, decirle… decirle que lo amaba..
-Dégel..- volvió a llamar -tengo que decirte algo importante – se acercó lentamente hasta donde se encontraba oji-violeta -yo.. bueno.. pues- la sangre se agolpaba en sus mejillas formando un delicado rojo carmesí .
Dégel cerró su libro prestándole toda su atención, levantó una ceja al no escuchar una frase coherente, dejó su asiento para acercarse a él; tomando el mentón de Kardia
-vamos dime- pasa una mano por su mejilla acercándolo rozando sus labios … disfrutando el dulce sabor que emanaba.. se aleja un poco para observarle.
Kardia sutilmente se lleva las manos a los labios acariciándoles, - de eso quería hablarte, pero antes dime es verdad que serás el próximo?- encara la mirada violeta, buscando en ella la verdad
Abre los ojos por sorpresa quitándose los lentes para encarar la mirada azulada –es verdad, seré el próximo..- le mira detenidamente.. –¿Por?- acaricia su cabellera quitando algunos mechones de su rostro , -qué es lo que te preocupa Kardia?, sabes que no hay muchas probabilidades de sobrevivir , traga saliva, -quizá sea la última vez que nos veamos-
El scorpio aprieta sus puños y dientes.. –no lo permitiré yo lucharé por ti, lo haré- unas lágrimas escuren por su rostro, como odiaba esas sensaciones, no quería perderlo, si bien quería morir siendo un héroe, ser recordado, pero él ya tenía marcado un destino, no viviría mucho, Dégel siempre lo había salvado.. no lo aceptaría jamás..
Lo abraza sujetándolo con fuerza –es nuestro destino, nustro deber es proteger a nuestra Diosa, si es necesario dar nuestra vida por ello, lo haremos- sostiene el rostro de Kardia con sus manos, depositándole un beso cálido -qué más quisiera yo permanecer a tú lado por siempre, escúchame Kardia..- hace una pausa para observarle detenidamente - Te amo.. lo he hecho siempre, cada día que pase te amaré más, jamás lo dejaré de hacer-
Besa de nueva cuenta aquellos dulces labios, pasando su lengua sobre estos obligándole a abrirlos, su lengua juguetona se adentra explorando aquella cavidad tan conocida.. poco a poco caminan hasta llegar al dormitorio con delicadeza lo recuesta en la cama, posándose sobre el –esto lo he deseado desde hace mucho, quería unir nuestros cuerpos fundiéndolos en un solo ritmo- .
Kardia solo atinaba a sonrojarse, -Dégel.. yo.. yo también lo quería- desvía la mirada –también te amo-
El francés le muestra una sonrisa, comenzando con un descenso de besos, desde sus labios hasta su cuello, pasando su lengua sin recato alguno, comienza a quitarle la ropa de entrenamiento, como al mismo tiempo se deshacía de la suya, admiraba ese cuerpo tan ardiente.. –te deseo- su lengua recorre ese cuerpo deteniéndose en los pezones, besándoles, lamiéndolos.. jalándolos un poco
-ahh Dégel.. – nuevas sensaciones invadía el cuerpo de Kardia, sintiendo su miembro erguirse, abre las piernas al sentir endurecerse, la inexperiencia se ambos sobresalía, pero su amor bastaba para cubrir los errores.
Dégel siguió con su descenso de besos, hundiendo su lengua en ese ombligo jugando con ese regalándole una mordida, abre sus piernas con lentitud, centrándose en ellas, lame sus propios labios, mirando a su Kardia con las manos sobre su cabeza respirando de forma agitada con los labios semi-abiertos, sonríe para tomar el miembro del otro con sus manos masturbándole un poco, decide cambiar sus manos por su boca, introduce la punta haciendo círculos con su lengua en el glande, repite la acción varias veces hasta introducirlo por completo en su cavidad bucal, empieza con felaciones lentas raspando con sus dientes aquella piel tersa.
Soltaba gemidos cortos y profundos, arqueaba la espalda, mientras sus manos se aferraban a las sábanas, -ahh ~ Dégel para.. no puedo más- enreda sus manos en las hebras verdes -por.. favor.. no resisto-
clava la mirada azulada en la violeta.. aumentando el la velocidad de las felaciones apretando más sus labios para recibir aquel líquido tragándolo todo –delicioso- se acerca a los labios de Kardia compartiendo el sabor de aquella semilla, baja de nueva cuenta su mano al miembro del otro tomando con sus dedos el resto del semen.. a tientas busca la entrada del peli-azul, adentrando uno de sus dedos moviéndolo dentro de esta tallando esas paredes.. –ahh Dégel se.. siente raro..- El acuariano sonríe por el comentario –es necesario no quiero lastimarte, te preparo para lo que sigue- un segundo dígito se adentra, jugando dentro se esa cavidad entrando y saliendo de forma rítmica, un último dígito se adentra dilatando lo suficiente esa entrada, saca aquellos dedos para suplantarlo con su pene.. –¿Listo?- levanta las piernas del otro recargándolas en sus hombros.
Sólo abre los ojos de par en par reflejando temor y nerviosismo un sonrojo aún más fuerte se apodera de él notar lo “grande” que es, baja las piernas cerrándolas –me va a doler-
Dégel se detiene al ver aquella reacción.. posa una de sus manos en la mejilla del otro –no te aseguro que no te va a doler seré cuidadoso, pero si quieres nos detenemos aquí, no quiero obligarte nada que tú no desees.
Desvía su mirada –si quiero, pero… tengo algo de miedo, es la primera vez que hago esto-
Una leve sonrisa se dibuja en el rostro de Dégel, -también es la primera vez que lo hago, y me alegro hacerlo con la persona que más amo en este mundo- besa sus labios nuevamente mirando aquella imagen de Antares, la boca entreabierta, su respiración agitada, los cabellos azulados enmarcando su perfil griego a causa del sudor que cubría su frente , perdido ante esa visión, su cuerpo exigía dolorosamente la culminación –lo harás a tú propio ritmo- se sienta sobre la orilla de la cama , llevando consigo al griego, levantándolo por los muslos, posando cada pierna a los costados de su cadera guiando a la dilatada entrada su miembro, penetrándolo lentamente sintiendo el cuerpo de Antares crisparse enterrando sus uñas en su espalda. Un leve quejido quedó ahogado en la presión de unos labios… espero unos instantes para tomarle por la cintura comenzó a subirlo y bajarlo dando estocadas lentas y poco profundas, hasta aumentar el ritmo entrando y saliendo por completo, Escorpio solo atinaba a aferrarse más a su cuerpo, sus ojos presentaban lágrimas, pero los sonoros gemidos que soltaba detonaban placer..
-aahh..aahhh Dégel …aaahh!....aaahh. -
Los jadeos le parecieron la música para sus oídos, agradecía escucharlos, eran solo para él.
El ritmo del vaivén aumentó frenéticamente, el miembro de Kardia se friccionaba con el cuerpo del francés brindándole un placer inigualable…
-ahh.. ya.. ya.. no puedo.. -
La delirante excitación culmino en el orgasmo de Kardia, derramándose entre sus vientres .. deja caer sus piernas y brazos detonando cansancio.
-ahh! Kardia..- da la última estocada al sentir su miembro aun más apretado por el recto del otro, llenándolo con su esencia.. –
Le recuesta lentamente para salir de él.. le abraza atrayéndole a su cuerpo acariciando la melena azulada.. le regala mimos y tiernos besos.. –esto fue lo mejor que me ha pasado te amo.. -
El griego esconde su rostro en el cuello del acuariano.. –fue.. fue increíble.. igual te amo..- no se cansaría de decirlo, jamás lo haría, sólo él …solo él podría escuchar esas palabras.. Junto más su cuerpo, deseando que la noche fuera eterna, que ese momento jamás terminara, ya que su cruda realidad estaba a unas cuantas horas.. su destino estaba marcado, su vida culminaría en unos instantes, Kardia cerro sus ojos cayendo en un profundo sueño junto a Dégel disipando esos pensamientos disfrutaría su más profundo anhelo.
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